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NATURALISTAS EN LA SERRANÍA DE RONDA. Capítulo XIV. Francisco Molina. Frasquito el guarda “El guarda del pinsapar de la Sierra de las Nieves”.

Andrés Rodríguez González Febrero 14th, 2019

NATURALISTAS EN LA SERRANÍA DE RONDA.

Francisco Molina. Frasquito el guarda

“El  guarda del pinsapar de la Sierra de las Nieves”.

Promovido y organizado por la Asociación Senderista Pasos Largos, el seis de marzo 1997 se realizó un homenaje a Francisco Molina, popularmente conocido como Frasquito el guarda, un personaje fundamental en la conservación del pinsapar de los Montes de Propios de la Sierra de La Nieve, núcleo matriz del Parque Natural Sierra de Las Nieves.

¿Quien fue nuestro personaje?

“…Después de unas lomas entre 1.200 y 1.300 m. alt. y ya en la Sierra de La Nieve, entramos en la consocietas de Abies pinsapo casi tocando con la casita de Molina y choza, situadas junto a la fuente del Pinar. Aquí tiene Frasquito el entusiasta guardador del pinsapar un reducido albergue que él se ha construido para protegerse de las  inclemencias de la Naturaleza durante el desempeño de su misión (Depende de Guardería Forestal del Cuerpo de Montes. Hace ya tiempo que una sociedad y elementos culturales de Málaga se interesan por que el pinsapar sea declarado Parque Nacional. Pero nada se ha conseguido todavía).

Es Francisco un hombre franco, cordial y entendido, muy amante de sus pinsapos como admirador de su mérito; nos atendió admirablemente y debo advertir que no hay necesidad de recomendación para ello, pues le basta saber que uno se interesa por los pinsapos para que le sirva y atienda y le colme de atenciones. Molina conocía muy bien a Gros a quien había acompañado años atrás en la búsqueda de Atropa baetica por estas sierras…”.

Con estas palabras describía José Cuatrecasas en 1930 su encuentro con Frasquito Molina,  nuestro personaje,  en un artículo titulado  “Una visita al pinsapar de Sierra de la Nieve”,  publicado en el Butleti del Institució Catalana d´Historia Natural, 2ª serie; Barcelona.

Otros autores y viajeros también conocieron y estimaron la compañía de Frasquito.

En Mayo de 1.917 Fernando de los Ríos hizo una excursión de Málaga a Ronda con su amigo Pablo de Azcarate quien tuvo el acierto de tomar notas detalladas del itinerario, notas  que  fueron  publicadas  en  la revista Javega en 1.981. El autor hace una pequeña introducción en la que entre otras cosas dice:  “Hace algún tiempo encontré entre mis papeles  un  viejo cuaderno con mis notas sobre la excursión que hice  acompañando a Fernando de los Ríos en el mes de Mayo de 1.917, por lo que estoy tentado a llamar “su” Serranía de Ronda; tal era la emoción y el amor con que contemplaba aquellas lomas y barrancos y conversaba con aquellos solemnes y sentenciosos campesinos”.

El relato contiene  jugosos contenidos, desde la descripción de las tres horas de camino que tardaron entre Fuengirola y Marbella o el resumen detallado del presupuesto anual de Parauta (12.560 pts).

Tomamos textualmente la descripción de la subida al Torrecilla que realizaron el día 27 de Mayo. Dice así: “Excursión a la sierra de Tolox para subir a la Torrecilla, lo más alto de la Serranía: 1.918 metros (según Orueta), y a la vuelta ver el pinsapal. Salimos del cortijo a las siete de la mañana; es necesario llevar un buen guía; los caminos son terribles; no viéndolo no se creería que por ellos se pueda ir a caballo. Desde el primer alto intentamos ver cabras monteses sin conseguirlo. Después, a la izquierda vista de  Ronda. Se atraviesan una especie de hoyas que recuerdan a los puertos de Peña Ubiña en la montaña de León. Por allí encontramos al guarda del pinsapar, un viejo muy templado y famoso que nos acompañó todo el día, y algún pastor de los rebaños de ovejas que por allí abundan”.

Efectivamente Frasquito era un entusiasta guarda del pinsapar, estimado por los botánicos por su amabilidad, atención, dedicación y entendimiento del tema; pero también por la gente del pueblo en Ronda. Según cuentan sus familiares más directos, dos ancianos sobrinos José y Miguel Molina González, Frasquito recogía leña para traerla al asilo de ancianos de Ronda, ciudad en la que vivía (Calle Real 11) y donde bajaba una vez a la semana.

Frasquito Molina García tenía 11 hermanos, él hacía el cuarto de mayor edad, estuvo de guarda unos 50 años sí contamos los anteriores y posteriores a la Guerra Civil. Con su caballo de nombre “Picuo” y su perro setter ingles llamado “Yanqui” cuidaba el pinsapar bajo las ordenes del ingeniero jefe D. Eladio Caro. Persona querida y respetada por todos desde  los bandoleros Flores Arrocha y Pasos Largos con los que convivió en la zona, los botánicos y viajeros que pasaron por el pinsapar de Ronda y la gente del pueblo llano, buena prueba de ello es que lo mantuvieron en su puesto una vez superado el terrible drama de la Guerra Civil española.

Aún se conserva la “Fuente  de Molina” (fuente del Pinar), junto a la que tenía la choza; en un enorme pinsapo seco se construyó un asiento a modo de mirador y las raíces descarnadas de otro servían para  casa a su perro “Yanqui”. La fuente no está lejos del actual refugio de Quejigales, junto al camino que conduce al pinsapar de la “cañada de Las Animas”.

Un hermano de Frasquito, de nombre Cristóbal, fue el primer guarda de la Alameda de Ronda, a éste le siguió en el cargo su hijo.

Gracias a la amabilidad de sus dos sobrinos, nonagenarios pero con buena memoria y salud, hemos podido recopilar algunos de  estos datos. Desde aquí nuestro agradecimiento.

Las fotos antiguas las ha cedido para su publicación Rafael Flores, a quien agradezco el detalle. También que me haya permitido usar el texto anterior que elaboramos los dos y utilizamos como memoria informativa para pedir a la Delegación Provincial de Medio Ambiente la realización de un homenaje y colocación de una placa conmemorativa a Francisco Molina.

Bibliografía

CUATRECASAS ARUMI, JOSEP, “Una vista al Pinsapar de la Sierra de La Nieve”, Butleti Institucío Catalana d´Historia Natural 2ª Serie 10,  1930, Pp. 65- 67.

FLORES DOMINGUEZ, RAFAEL y RODRIGUEZ GONZALEZ ANDRÉS, La Sierra de las Nieves. Guía del Excursionista, Ronda, Editorial La Serranía, 2005.

Baños en Bosque entre Pinsapos La Nava (Sierra de Las Nieves).

Andrés Rodríguez González Febrero 7th, 2019

Baños en Bosque entre Pinsapos La Nava (Sierra de Las Nieves).

Organizado por El Glaucal de La Nava.

Basado en experiencias personales de Andrés Rodríguez “pasolargo”

15, 16 y 17 de marzo de 2019

 

Primer día Viernes 15 marzo. Desde las 19 h Llegada a La Nava. Instalación en el Cortijo. Presentación de actividad y programa en la Morada del Pinsapo. Visualización puesta de sol. La cena que se hará en común aportando cada participante lo que quiera. Después se dará un paseo nocturno con realización de ejercicios de relajación. Descanso nocturno en el Alojamiento Rural de La Nava.

Segundo día sábado 16 marzo. Después del desayuno, paseo por el bosque mixto y alcornocal. Práctica de Baños de Bosque. Relajación y percepción de sentidos. Comida con productos locales. Relajación y descanso en solitario. Paseo de sensaciones por el Llano, bosque mixto y pinsapar en el camino hacia la Fuenfría. Merienda. Charla, puesta en común, ejercicios de relajación y meditación. Puesta de sol. Cena. Proyección película “El Pinsapo, el abeto que se refugió en el Sur”. Descanso nocturno en el Alojamiento Rural de La Nava.

Tercer día domingo 17 marzo. Desayuno. Paseo hasta el Pinsapo de La Escalereta. Práctica de Baños del Bosque e Interpretación del Paisaje. Ejercicios de sensaciones. Puesta en común. ¿Cómo te vas? ¿Qué has aprendido?¿Qué objetivos de los que marcaste has cumplido? Valoración de los organizadores y el lugar. Reflexión de terminación de la actividad. Comida.

El precio de la actividad es de 120 euros. Incluye dos comidas, una cena, dos desayunos, una merienda y dormir dos noches en el Alojamiento Rural La Nava y el uso de las instalaciones. La actividad puede no ser adecuada para niños. Para la inscripción será necesario enviar un correo electrónico a

pasolargo@gmail.com

que contestará enviando un número de cuenta donde será necesario hacer el ingreso para poder considerarse como inscrito.

 

 

Andrés Rodríguez González.

NATURALISTAS EN LA SERRANÍA DE RONDA: Luis Ceballos y Fernández de Córdoba

Andrés Rodríguez González Enero 4th, 2019

NATURALISTAS EN LA SERRANÍA DE RONDA

Luis Ceballos y Fernández de Córdoba

“El gran Ingeniero de Montes español y la Serranía de Ronda”

Mi amigo Ernesto Fernández Sanmartín es persona ocurrente y de rico anecdotario además de experto senderista y botánico paisajista. En las excursiones que cada año hacemos por el pinsapar de la Sierra de Las Nieves, suele contar entre otras muchas, la siguiente anécdota:

Cuando modificaron el nombre del Mirador del Caucón para dedicar ese lugar al insigne personaje del presente capítulo, quisieron que asistiera al acto D. Luis Ceballos. Ya bastante mayor  y de salud delicada  por su edad, declino la invitación con una contestación bastante escéptica, dijo:

- ¿Bosques de Pinsapos? Pero ¿Todavía existen?

Luis Ceballos y Fernández de Córdoba, fue Ingeniero de Montes y está considerado unos de los primeros y principales Naturalistas de nuestro país.

Nació en San Lorenzo de El Escorial el 31 de julio de 1896, muere el 31 de julio de 1896. Hijo de Luis Ceballos Medrano, ingeniero de Montes y profesor de Topografía y Geodesia de la Escuela Especial San Lorenzo de Ingenieros de Montes.

Su hermano mayor, Gonzalo, llegaría a ser un prestigioso entomólogo.

En 1914 ingresó en Escuela de Montes y en 1920 termina la carrera de Ingeniero de Montes en Madrid. Entre 1924 y 1928 trabaja en la Unión Resinera Española, Luego, entra en el IFIE (Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias) y comienza su verdadera especialidad, la de botánico y dendrólogo. Entre 1928-1932 trabaja con Manuel Martín Bolaños, en la zona de Cádiz y Málaga y en Marruecos,  y fue una continuación de los estudios sobre el Abies pinsapo Boiss. Los resultados de esos trabajos fueron la publicación en 1928 en “Conferencias y Reseñas Científicas de la Real Sociedad Española de Historia Natural” y de modo más extenso en el Boletín del Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias.

Su contacto con la naturaleza norteafricana fue breve. Dejando aparte el período de nueve meses en que fue movilizado para prestar servicio militar en Yebala (1921-1922), se limitó a la visita que hizo en la primavera de 1928 a las masas boscosas del monte Magó, en las proximidades del Xauen. Con Manuel Martín Bolaños publica un trabajo sobre el abeto de Marruecos  y otras investigaciones relacionadas con la Serranía de Ronda y la Sierra de Grazalema. En 1932, en colaboración con Carlos Vicioso, sale a la luz un trabajo de 285 páginas prólogo de Joaquín María Casteillarnau, titulado “Notas sobre la flora malagueña”. Fruto de sus investigaciones en las provincias de Málaga y Cádiz son dos de sus obras maestras, el “Estudio sobre la vegetación forestal de la provincia de Cádiz. Mapa forestal de esta provincia”,  publicado en 1930, con Manuel Martín Bolaños  y el “Estudio sobre la vegetación y la flora forestal de la provincia de Málaga y Mapa forestal de esta provincia”, en1933, con Carlos Vicioso.

En años sucesivos, recorre España haciendo estudios  publicándo sobre bosques y matorrales.

En 1939, junto con Ximenez de Embún realiza el Plan General de Repoblación Forestal de España, que fue la base para la gran labor repobladora de la posguerra. Comienza 1940 siendo nombrado profesor de Botánica y Geografía Botánica en la Escuela Especial de Ingenieros de Montes. En 1941 diseña Los jardines de la Ciudad Universitaria Madrileña y el arboreto de la Escuela de Ingenieros de Montes. Estuvo en la sierra de Gúdar (Teruel), y en 1941 aparece el fruto de este trabajo sobre el Pinus uncinata Ram. Entre 1940 y 1945 fue consejero del Patrimonio Forestal del Estado.

La lección inaugural en la Escuela Especial de Ingenieros de Montes del curso 1945-46 fue a su cargo, disertando respecto a tres coníferas mediterráneas muy especiales para él: Cedro, ciprés y pinsapo.

El 12 de diciembre de 1945, con 49 años, Luis Ceballos leyó su discurso de ingreso en la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales: Los matorrales españoles y su significación. Hasta 1951, redactó junto a Francisco Ortuño varios trabajos sobre la flora canaria y es coautor en 1955 del libro Elementos de Historia Natural, publicado por la Escuela. En septiembre de 1956 es nombrado doctor Honoris Causa por la Universidad Técnica de Lisboa. En 1958 realiza una actividad por la que los que nos interesa el mundo de los árboles le estaremos eternamente agradecidos, contribuye a que el Museo del Prado de Madrid, por necesidades de espacio, no se anexione el colindante Jardín Botánico, al que muchas personas consideran un recinto indigno y obsoleto y que él eleva a categoría de Cátedra. En 1959 le es concedida la Gran Cruz del Mérito Agrícola, y en 1964, la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio. Entre 1961 y 1966 (año de su jubilación) fue consejero del Consejo Superior de Montes. Antes de jubilarse quiso hacer un Mapa Forestal de cada provincia pero debido a sus posibilidades físicas, emprendió lo que fue su obra magna: el Mapa Forestal de España.

En 1965 ingresa en la Real Academia Española de la Lengua y diserta sobre La flora del Quijote.

Antes de jubilarse quiso hacer un Mapa Forestal de cada provincia, pero, comprendiendo que esta obra sobrepasaría sus posibilidades físicas, emprendió lo que fue su obra magna: el Mapa Forestal de España.

El 15 de noviembre sufrió la paralización del brazo derecho, y pese a ello escribió el discurso que pensaba pronunciar el 25 de enero en su recepción como miembro de honor del Instituto de Ingenieros Civiles, pero el 7 de enero, una hemiplejia le dejó sin habla.

Otras obras interesantes de D. Luis Ceballos fueron:

• Notas sobre el aspecto botánico-forestal de las serranías de Ronda y Grazalema, 1928. (Coautor con Manuel Martín Bolaños.

• El pinsapo y el abeto de Marruecos, 1928. (Coautor con Manuel  Marín Bolaños).

• El abeto de Marruecos. Una excursión al monte Magó, 1928. (Coautor con Manuel Martín Bolaños).

• Notas botánicas sobre algunos aspectos de la flora forestal de Cadiz, 1929. (Coautor con Manuel Martín Bolaños).

• Notas sobre flora gaditana. Descripción de una notable asociación de plantas ripícolas, 1929.

• Notas sobre flora gaditana. Contribución al estudio de la composición botánica de los pastizales de monte, 1930. (Coautor con Manuel Martín Bolaños).

• Estudio sobre la vegetación forestal de la provincia de Cádiz. Mapa forestal de esta provincia, 1930. (Coautor con Manuel Martín Bolaños).

• Estudio sobre la vegetación y la flora forestal de la provincia de Málaga y Mapa forestal de esta provincia, 1933. (Coautor con Carlos Vicioso).

• Notas sobre los sabinares de Juniperus thurifera L., con especial referencia a los montes de Soria, 1934.

• Regresión del encinar (Quercetum ilicis) en los terrenos graníticos próximos a Ávi-la, 1935.

• Regresión y óptimo de la vegetación en los montes españoles. Significación de los pinares, 1938.

• Síntesis de los aspectos de la vegetación en los montes españoles, 1944.

• La Fitosociología como auxiliar de la téc-nica forestal, 1948.

• La laurisilva canaria.

• Notas sobre flora canadiense, 1947. (Coautor con Francisco Ortuño).

Es mucho lo que debe la botánica, y especialmente la Flora Forestal a D. Luis Ceballos. Fue él en impulsor del conocimiento, defensa y regeneración de los bosques en España. Hasta su llegada los trabajos sobre bosques españoles se pueden resumir con no muchas palabras. La Ingeniería de Montes nace en 1859 y, en sus inicios en nuestro país, estuvo muy asociada a la Comisión de Estadística que tenía como objetivo promulgar una Ley de Medición del Territorio. Desde el año anterior, la Comisión de Estadística estaba reorganizándose, incorporando nuevos miembros, proceso que culminó en 1861 pasando a denominarse junta General de Estadística. El nuevo impulso ocasionó un replanteo de los trabajos bajo una visión mucho más amplia que comprendía, entre otros, mapa geográfico, geológico, forestal e itinerarios. Se inician los trabajos denominados Avance del Mapa Forestal por parte de Francisco García Martino, que aportó los conocimientos sobre cartografía forestal que había adquirido en la Escuela de Tharandt y le sirvieron para realizar los primeros planos dasográficos. Además, él ya había hecho el levantamiento de planos de la misma naturaleza en Río Tinto, entre 1855-56.

Se realizan trabajos por las brigadas de reconocimiento desde 1853, que son unidos a la información recogida durante la campaña para la elaboración de la Clasificación General de los Montes Públicos de 1859, además de noticias suministradas desde los distintos distritos forestales. En 1860, cuando se iniciaron los trabajos, se preveía que durasen cinco años. Una de las pocas publicaciones de la junta de Estadística fue el plano de rodales de la Garganta, de los propios de El Espinar. En el lustro de 1860 a 1865, año en el que fue suspendida la actividad de la Junta de Estadística, se había realizado el trabajo de 28 provincias. Los planos de Martino son el comienzo de la era moderna de la cartografía forestal española.El 10 de junio de 1868, se creó la Comisión del Mapa Forestal de España. En julio de  1869 se creó la Dirección General de Estadística, de la cual se mantenía segregada la cartografía forestal. Tras diecinueve años de trabajos intensos, y sin apenas alguna publicación forestal emanada de los mismos, en marzo de 1887 se disuelve la Comisión del Mapa. El 5 de noviembre de 1866 se creó la Comisión de la Flora Forestal Española en la que participa un conocido ingeniero que realizó trabajos en la Serranía de Ronda, Máximo Laguna. La disolución de la Comisión del Mapa supuso el final de la cartografía forestal bajo un contexto científico, y hubo que esperar medio siglo para que se reiniciara la labor cartográfica forestal de nuevo. No obstante, el vacío dejado no fue total debido a los continuos mapas, bocetos y croquis asociados a los proyectos técnicos de los Ingenieros de Montes

La creación del Instituto Forestal recondujo las líneas de investigación y, entre ellas, volvió a ver la luz la cartografía forestal. La Sección de la Flora y Mapa Forestal del Instituto se planteó un ambicioso programa científico relativo a la recuperación de la cartografía forestal.

A finales de 1927 se comenzó a diseñar el plan de trabajos de la Sección de Flora Forestal y Mapa del Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias. Se comenzó por la provincia de Cádiz por que se habían elaborado diversos trabajos previos como el Catálogo de Montes,  descripciones y estudios geográficos como los de Gavala y algunas publicaciones sobre vegetación ya disponibles, pero sobre todo, los argumentos que primaron fueron las condiciones naturales de la provincia, en el prólogo de la edición original se refleja textualmente “una región sin duda, de las de más variada flora de España, que poseé en su zona montañosa la masa de alcornocal más extensa de Andalucía y el más valioso bosque de pinsapo, sin contar sus variadísimas asociaciones vegetales, del mayor interés botánico y selvícola”.

La finalidad del trabajo emprendido era eminentemente práctica “…marcando orientaciones para el mejor aprovechamiento futuro del terreno forestal”.

Los intensos trabajos de Luis Ceballos y Manuel Martín Bolaños duraron tres años, entre 1928 y 1930, les hicieron recorrer con intensidad toda la provincia, recopilando gran número de datos y observaciones que les permitieron realizar varias publicaciones y el Estudio sobre la Vegetación Forestal de la Provincia de Cádiz, que se editó como complemento al mapa forestal. Lo que nacio como un complemento al mapa fue ampliado con las muchas observaciones y datos recopilado hasta convertirse en un exhaustivo y completo trabajo. Una referencia en todos los trabajos posteriores sobre vegetación no sólo de la provincia de Cádiz, también de Andalucía.

En todo el volumen se dejan notar las continuas referencias a la presión humana sobre el medio forestal. Es necesario tener en cuenta  que el aquellos años más de la mitad de la población se dedicaba al sector agrícola  y ganadero, por ello, acciones como la tala de bosques para obtención de leña, el carboneo, el pastoreo abusivo, los incendios forestales, la caza mayor y otras causaban una enorme presión en los montes, presión que no decreció hasta que en los años sesenta cuando la emigración masiva y el uso de combustibles fósiles, liberaron de esa presión a la foresta de los campos andaluces.

A pesar de que tanto el “Estudio de la vegetación forestal…” de Cádiz primero y Málaga después se pueden considerar libros de juventud de Ceballos y sus coautores, sorprenden por la madurez y el sentido común de sus planteamientos, por sus conocimientos técnicos, sus elaborados textos, su defensa del Medio Ambiente y, sobre todo, destacan por la meticulosidad y el trabajo bien hecho. En definitiva, se pueden definir como dos obras científicas de calidad excepcional.

Poco antes de la Guerra Civil aparece el personaje clave de Luis Ceballos en el mundo de la ingeniería forestal. Irrumpe con dos obras maestras en las que está presente la comarca de la Serranía de Ronda. Bajo su dirección colaboran Manuel Martín Bolaños y el ayudante Carlos Vicioso. Luis Ceballos publicó el Mapa Forestal de la provincia de Cádiz (1931), y el Mapa Forestal de la provincia de Málaga (1933), a los que se sumaron el de Canarias (1951) y el de Lérida (1954). Carlos Vicioso publica dos trabajos con Luis Ceballos que incluyen la Serranía de Ronda, son “Materiales para el estudio de la flora malagueña”, en 1932, y el “Estudio sobre la vegetación y la flora forestal de la provincia de Málaga”, 1933.

Manuel Martín Bolaños, al organizarse en 1927 el Instituto Forestal, y en él la Sección de Flora y Mapa Forestal, pasa a integrarse en la misma, colaborando con Luis Ceballos en la confección del Mapa Forestal de la Provincia de Cádiz y en la redacción de la Memoria correspondiente. Estos trabajos dieron lugar a un estudio detallado de la Serranía de Ronda y sus pinsapares, que, para ampliar el conocimiento de su significación, la realización por parte de ambos jóvenes investigadores de excursiones a las montañas de Gomara, Montes Magó, en Chefchauen, Marruecos. Con motivo de los referidos estudios se establecieron una temporada Luis Ceballos y los dos colaboradores en Ronda. Manuel Martín Bolaños  fue un personaje de conocimientos e inquietudes muy amplias, además de un magnífico investigador en temas de vegetación y un gran viajero. Como muestra de la universalidad de sus inquietudes es el hecho de que en el primer lustro de los años treinta ideara y desarrollara un sistema para evitar el descarrilamiento de los ferrocarriles, que debió ser sumamente parecido al luego empleado en el Talgo. Este invento fue plasmado en una maqueta a escala y ensayado hacia 1935 o 1936, no pudiendo precisar si en las Minas de Riotinto o en el Estadio del Onuba, club de fútbol de Huelva, que así se llamaba entonces.

D. Luis Ceballos siempre tuvo presente la importancia capital de los bosques en España y su regeneración, cosa que, a veces le llevó a desencuentros con otros ingenieros  y con la administración del dictador. Sirva como ejemplo una frase que D. Luis solía utilizar a veces, “El bosque es una población vegetal y no un ejército de árboles”.

Por fin, en 1966, poco antes de morir, Luis Ceballos publica su obra cumbre, el Mapa Forestal de España, de contenido exclusivamente cartográfico.

El 3 de noviembre de 2016 se conmemoraron el centenario de su nacimiento y los 20 años de la creación del Arboleto Luis Ceballos en El Escorial.

Bibliografía

CEBALLOS, LUIS y MARTÍN BOLAÑOS, MANUEL, Estudio sobre la vegetación forestal de la provincia de Cádiz. Madrid, 1930. Edición facsímil realizada por la Consejería de Medio Ambiente, Sevilla año 2000

CEBALLOS, LUIS y VICIOSO, CARLOS,  Estudio sobre la vegetación y la flora forestal de la provincia de Málaga, Madrid, edita Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias, 1933.

PLANTAS DE LA SERRANIA DE RONDA Quiebra arados. Detiene bueyes. Ononis reuteri

Andrés Rodríguez González Enero 3rd, 2019

PLANTAS DE LA SERRANIA DE RONDA

Quiebra arados. Detiene bueyes. Ononis reuteri

El género Ononis está formado por un grupo de hierbas y arbustos perennes de la familia de las Leguminosas. Es una planta nativa de Europa.

Llaman a miembros de este género “quiebra arados o detiene bueyes” porque son malas hierbas tan resistentes que pueden parar las gradas de los arados en los campos cultivados.

Son hierbas o arbustos anuales o perennes, generalmente pubescentes. Hojas de unos a tres foliolos que generalmente son dentados. Flores axilares, largamente pedunculadas o formando racimos terminales o picos. Brácteas y bractéolas diminutos. Frutas lineales a oblongos, inflados o torulosos, semillas pocos a numerosos.

El género fue descrito por Carlos Linneo.

El nombre del género Ononis deriva del nombre griego clásico utilizado por Plinio el Viejo para Ononis repens, una de las varias plantas del Viejo Mundo que tiene tallos leñosos, flores axilares de color rosa o púrpura y hojas trifoliadas con foliolos dentados. Deriva del griego Onos, que significa asno, por ser algunas especies de este género muy apreciadas por estos animales.

Algunos autores no lo consideran una especie aparte, para ellos forma parte de una subespecie de Ononis aragonensis, pero el Ononis reuteri fue descrito por el gran botánico Boissier, y, aunque sólo sea por eso, en esta página si se considera una especie difernte.

El O. reuteri es una mata que casi nunca llega a alcanzar el metro y medio de altura, tiene ramas muy tortuosas de corteza cenicienta. Hojas compuestas trifoliadas. Flor  amarilla, amariposada. Suele vivir en zonas rocosas y de matorrales, el laderas pedregosas y soleadas de montañas calizas, entre los 900 y 2.000 metros de altitud. En la Península Ibérica aparece mdesde los Pirineos hasta la Serranía de Ronda. La foto es de un ejemplar localizado en la Sierra de Las Nieves, cerca del cortijo de La Viborilla.

Según Quer esta planta posee características medicinales como remedio para afecciones hepáticas y cólicos nefríticos.

Bibliografía

Guía Incafo de los Árboles y Arbustos de la Península Ibérica. Ginés López González. Jardín Botánioco de Madrid. CSIC. 1982

PLANTAS DE LA SERRANIA DE RONDA ALADIERNO

Andrés Rodríguez González Diciembre 11th, 2018

PLANTAS DE LA SERRANIA DE RONDA

ALADIERNO Rhamnus  alaternus

 

El aladierno es un arbusto que puede crecer hasta llegar a ser un arbolito ampliamente distribuido en gran parte de la Península Ibérica y las Baleares; falta o es rara en el cuadrante noroccidental y en la parte alta de los Pirineos, Cordillera Cantábrica y sistemas Ibérico y Central.

En la Serranía es frecuente tanto en matorrales a baja altitud como en zonas de montaña como la Sierra de Las Nieves. El ejemplar fotografiado es el de un árbol de Aladierno situado cerca del cortijo del Hoyoncillo, en la parte posterior de la Sierra Hidalga en el antiguo camino que se dirige al cortijo de Quejigales por Cueva Bermeja.

Es muy ramoso y bastante variable en su aspecto, pues se le puede ver desde rastrero o apenas levantando del suelo, hasta alcanzar el porte de un árbol que puede llegar hasta los 9 metros de altura.

Su crecimiento es rápido y forma un tronco liso y gris en los ejemplares jóvenes, pero en los adultos se agrieta y recuerda al de la encina.

Las hojas son coriáceas, duras, persistentes, simples y alternas. Las hojas sin el rabillo miden 8-60 mm de ancho, alcanzando en ocasiones 80 mm, y 8-50 mm de largo, tienen forma lanceolada, oval, a veces casi orbicular, con 1-5 pares de nervios secundarios bien visibles y a veces con pelillos sólo en la base, mientras que el margen puede ser levemente dentado, aserrado, con espinitas blandas o entero. El haz de las hojas es verde oscuro, a veces grisáceo, lustroso o mate, y el envés generalmente de un verde claro o amarillento, mate, a veces con manchas oscuras, de color hierro oxidado. 

El aladierno es una planta dioica, es decir existen individuos masculinos con y otros femeninos. Las flores aparecen entre marzo y abril, formando racimos. Tienen cuatro pétalos y son muy olorosas, pequeñitas y verde-amarillentas. Produce frutos pequeños, rojizos al principio y negros a la madurez, miden alrededor de 5 mm de diámetro, son redondeados, aunque con dos o tres surcos poco marcados, lampiños, carnosos y de color rojizo que torna al negro al madurar.

Crece en las orlas y claros de encinares, quejigares, coscojares, pinares, arenales costeros, setos, matorrales mediterráneos, sabinares, roquedos, pedregales, etc., siempre que no falte algo de humedad y sombra. Es una planta termófila, indiferente al sustrato, que puede aparecer desde el nivel del mar hasta los 1300 m de altitud aproximadamente.

 

La facilidad de reproducción del aladierno, también su rápido crecimiento, añadido a lo atractivo de su fruto y de sus hojas, ha popularizado esta planta en jardinería, donde es fácil encontrarlo formando setos, ya que soporta muy bien la poda.

Sus frutos son muy apetecidos por los pájaros, por lo que también se cultiva para atraerlos y favorecer su presencia en un  territorio de forma natural.

El pequeño porte del aladierno, desaconseja el aprovechamiento de su madera, la que es buena calidad, pesada, dura y homogénea, por lo que se ha usado para tornería y ebanistería, también para la fabricación de objetos o utensilios pequeños, como mangos de herramientas, antiguamente de ella se obtenía un apreciado carbón para la fabricación de la pólvora.

Su corteza y los frutos se han utilizado en la antigua farmacopea, ya que son purgantes, pero hay que usarlos con precaución porque pueden producir intoxicaciones. La corteza, rica en taninos, también se ha usado para teñir de castaño o amarillo la piel y los tejidos.

 

Bibliografía

http://www.sierradebaza.org

Andrés Rodríguez González Noviembre 14th, 2018

PLANTAS DE LA SERRANÍA DE RONDA 

ENDRINO (Prunus spinosa)

 

También llamado Ciruelo silvestre, Ciruelo endrino, Bruño, Arañón, Espino negro, Acacia bastarda, Amargaleja.

Planta de difícil clasificación por las variedades e hibridaciones que presenta.
Árbol de pequeño tamaño o arbusto que pertenece a la familia de las Rosáceas, muy común en las zonas montañosas de toda Europa. También en lugares con matorral, suelos pobres y pedregosos de la Serranía de Ronda. Está naturalizado en América.
Muy usado desde tiempos antiguos como atestiguan los restos encontrados en yacimientos prehistóricos. Con fines medicinales se usan las flores, los frutos y las cortezas. El proceso de secado de las flores es muy delicado debiendo colocarlas en capas muy finas para evitar que se oscurezcan y se deshagan en trozos inservibles. Los frutos si se van a usar en mermeladas también deben secarse; contienen taninos y ácidos orgánicos; cuando están secos se usan como diurético, antidiabético, para afecciones en la vejiga y vías urinarias, como laxante suave y trastornos digestivos. La tintura de endrinas se usa como diurético, laxante y para provocar sudoración. Se usa también para fabricar confituras y mermeladas. Se ha usado para fabricar vinos y sobre todo actualmente se usa mucho para la fabricación del pacharan.
Las flores de endrino contienen glucósidos, taninos y ácidos grasos, son diuréticas y laxantes. Son de color blanco de cinco pétalos que aparecen antes de las hojas.
Posee ramas con espinas y pequeñas hojas alternas y ovaladas. Los frutos son las Endrinas, el tipo de fruto es una drupa de color azul oscuro.

En la Serranía de Ronda crece en laderas soleadas y secas, en  terrenos con matorrales que sean pobres y pedregosos.

Salen nuevos Endrinos a partir de retoños que brotan de las raíces formando zonas espesas muy difíciles de penetrar.

Para hacer un buen Pacharán casero debemos conseguir Endrinas de buena calidad y que presenten el grado de maduración adecuado. Lo mejor es comprarlas o pedirlas a los dueños de la propiedad donde se encuentren los Endrinos. Es necesario recordar que la recolección está prohibida en los Parques Naturales a no ser que tengamos permiso expreso y por escrito para ello.

Una vez limpia la fruta de polvo y restos vegetales, se secan si las hemos lavado, ponemos 200 gramos en una botella de cristal de un litro(nunca usar plástico porque el pacharán acabará con sabor a plástico), junto con unos pocos granos de café, un trocito de rama de canela (café y canela son opcionales) y agregamos los licores en la proporción deseada, mejor 75% de aguardiente y 25% de Anís, hasta completar la botella. Tanto el aguardiente como el anís debe ser de calidad.
Deberéis dejarlo reposar un mínimo de seis meses y un máximo de 2 años, a ser posible en un lugar que le dé poca luz, y moviendo las botellas de vez en cuando para que se mezclen bien los licores con las endrinas y resto de ingredientes.
Pasado este tiempo colarlo por un tamiz o una gasa muy fina para que no queden posos ni restos.
Y a disfrutar con moderación de vuestro Pacharán Casero.

 

 

Bibliografía

https://natureduca.com

www.lasrecetasfacilesdemaria.com

PLANTAS DE LA SERRANIA DE RONDA Lonicera arbórea

Andrés Rodríguez González Julio 13th, 2018

PLANTAS DE LA SERRANIA DE RONDA

Lonicera arbórea. Madreselva arbórea. Caprifolium arboreum

 

Pertenece a la familia Caprifoliaceae.

Es un arbusto que puede alcanzar entre 3 y 5 metros de altura. En su elevado porte se basó su descubridor científico, el gran Boissier, cuando la describió.

Tiene hojas opuestas, caedizas, enteras pecioladas, de forma ovaladas o helíptica. Flores en las zonas axilares en los extremos de las ramas.

Es un endemismo Ibérico magrebí que aparece al sur de la Península Ibérica y Noroeste de África. En la Serranía de Ronda yo sólo conozco una pequeña población en las cercanías del Cortijo de Quejigales, pero me han informado de la existencia de otras poblaciones en la Sierra de Las Nieves.

Siempre aparece entre los 1.250 y los 2.000 metros de altitud. Relacionada con vegetación de matorral. La población que yo conozco se encuentra entre matorrales cerca del borde del pinsapar. En nuestra zona se encuentra en semisombra.

Bastante indiferente al tipo de suelo, prefiere substratos calizos y siempre que sean suelos bien desarrollados y frescos, incluso húmedos.

La foto es de Gonzalo Astete a quien agradezco que me haya permitido usarla.

 

Bibliografía

https://floressilvestresdelmediterraneo.blogspot.com

https://www.ecured.cu

Otros Naturalistas en la Serranía de Ronda. A. Barbey

Andrés Rodríguez González Julio 10th, 2018

Otros Naturalistas en la Serranía de Ronda.

A. Barbey

 La amputada década de los años 30 del siglo pasado supuso un gran desarrollo en la protección medioambiental de Andalucía en general y particularmente de la Serranía de Ronda.

Historicamente la visita de Barbey se enmarca en el final del reinado de Alfonso XIII y la Dictadura de Primo de Rivera, son “los años veinte” y  la “belle epoque”, un periodo de crecimiento económico en el que se tradujo en Andalucía algunos avances sociales como las comunicaciones, la educación pública o las primeras obras hidráulicas de cierta importancia como el Embalse de Montejaque construido entre 1930 – 1933. Pero con un efecto negativo muy importante, crecen considerablemente las cabañas ganaderas, en nuestra comarca vuelven a aumentar  especialmente las de caprino y ovino, que ramonean intensamente a sus anchas en las zonas montañosas, precisamente en los montes donde se desarrollan los pinsapos. En contraposición, la llegada de Boissier coincidió con uno de los periodos catastróficos en lo social, económico y medioambiental que han asolado España reiteramente.

En los años veinte y comienzos de los treinta se sentaron las bases de las políticas de protección que en las últimas decenas de años de la época actual se tradujeron en la amplia red de Espacios Protegidos que existe en la comarca y en Andalucía. Y no quiero decir con eso que yo me dé por satisfecho con lo que ahora existe; es necesario avanzar más sobre todo con los retos que el cambio climático nos  está planteando, concretamente como afecta a la conservación de nuestra joya botánica por excelencia: El Pinsapo.

En aquella época gloriosa para la protección ambiental de los referidos años treinta se publicaron diversos materiales que reactivaron el interés por la conservación delmedio. Precisamente unos años antes, la comarca de la Serranía de Ronda,  había levantado un gran interés en el ámbito científico y cultural con personajes como Simón de Rojas Clemente Rubio, Lagasca, Cavanilles, Charles E. Boissier, Antonio Laynez,  entre otros. En esos años treinta se publican artículos científicos fundamentales como los de Cuatrecasas y libros muy importantes como los de de Luis Ceballos sobre la vegetación forestal de las provincias de Cádiz y Málaga, para la primera provincia citada, escribió en colaboración con Manuel Martín Bolaños y para la provincia malagueña con Carlos Vicioso.

En 1931 se publica en Paris un libro fundamental titulado “A travers les forêts de Pinsapo d´Andalousie”, tal vez, a causa de que no fue traducido hasta muchos años después, es bastante desconocido incluso para el público iniciado en temas científicos o naturalistas de la Serranía. Es posible que el nombre de su autor A. Barbey,  no nos diga nada, pero si los europeos tuvieran la costumbre  tan española de respetar el apellido de las madres y colocarlo como segundo apellido, este señor desconocido ya sería otra cosa, porque su segundo apellido es “Boissier”. Efectivamente, fue nieto del descubridor científico del pinsapo. Y un nieto orgulloso y apasionado de su abuelo como demuestran las palabras escritas por él al comenzar la redacción de su obra a la que subtitula “Homenaje a mi abuelo”; también las continuas y cariñosas referencias que a su abuelo hace a lo largo de su obra, producto de que emprendiera una especie de viaje homenaje a Boissier que le llevó a los terrenos que su abuelo visitó e incluso a Grazalema, donde nunca llegó el famoso descubridor del pinsapo.

Barbey viene a la Serranía de Ronda siguiendo los pasos de su abuelo, pero no ese el único interés que le atrae, el autor del libro es especialista en Entomología, la ciencia que estudia los insectos; busca entrar en contacto con Manuel Aulló Costilla, director del Laboratorio de Fauna Forestal Española, Piscicultura y Ornitología, padre y primer presidente de la Sociedad Española de Ornitología. A este personaje dedica un insecto que descubre en los bosques de pinsapo, la Dioryctria aulloi, una mariposa parásita de nuestros abetos.

Como otros científicos de la época, Barbey es un hombre de ciencia muy completo, no sólo se preocupa por los insectos, o por la historia de su abuelo en la Serranía, también es un “forestal” importante. Comenta y se nota que le duele, los usos y abusos que del pinsapar se hace en la Andalucía de la época, la escasa consideración que de estos bosques se tiene traducida en un pastoreo excesivo que le obliga a hacer suya un frase de sus compañeros y amigos los científicos españoles Ceballos y Martín Bolaños cuando deja escrito en perfecto idioma español “son muchos los metros cúbicos de madera que las cabras han robado a los pinsapos”. Son las cabras, para Barbey, uno de los principales responsables del deterioro del pinsapar, su falta de continuidad y la ausencia de regeneración del bosque. Pero no sólo las acciones negativas de las cabras le preocupan, también la poda abusiva de ramas de los abetos para fabricar carbón, una práctica habitual y no sólo en los pinsapos, también en encinas y quejigos.  Además, en sus escritos, distingue perfectamente el carboneo anárquico y aniquilador que se realiza en los terrenos comunales de los Montes de Propios del Monte Pinsapar de la Sierra de Las Nieves, del “más regulado” que se practicaba en el pinsapar de Grazalema. Sin duda el que un monte fuera propiedad de la comunidad o de un particular influía poderosamente; desgraciadamente ya se sabe que el  carácter español castiga y esquilma las propiedades comunes  mientras los particulares cuidan lo propio. También analiza las causas naturales que dificultan el crecimiento y la regeneración del pinsapo como la sequía estival y los ataques de insectos, su conclusión es que si no se toman medidas urgentes para atenuar las agresiones humanas contra los pinsapos, estos bosques desaparecerían irremediablemente

Otras aportaciones importantes a resaltar son el aporte de fotografías que Barbey incluye en su libro, algunas han servido para comparar la evolución de los bosques de pinsapos desde su época a la actualidad y también los estudios que realiza sobre los insectos. No debemos  olvidar que Barbey fue un entomólogo de prestigio internacional autor de obras básicas de la materia como el “Traite d´Entomologie Forestière”, un estudio que mereció una mención especial de la Academia de Ciencias de Francia.

En el libro “A través de los Bosques de Pinsapo de Andalucía” despierta una especial emoción  el capítulo dedicado a Boissier y que lleva  por título “Homenaje a mi abuelo”; el autor aporta numerosas referencias personales y detalles enternecedores sobre la vida, el caracter, los viajes y los trabajos de Edmond Charles Boissier. Después Barbey describe los macizos montañosos con pinsapos y las poblaciones de la Sierra de Las Nieves, la Nava de S. Luis y la Sierra del Pinar en un extenso y documentado capítulo para el que, sin duda, le asesoraron Luis Ceballos y Carlos Vicioso.

En las conclusiones de su libro se encuentran propuestas tan contundentes como “el único medio, el más urgente, el más fácilmente realizable para asegurar la salvaguarda del pinsapar es alejar los rebaños casi nómadas de cabras, en cualquier caso más numerosos en las Sierras de Ronda”. También expresa el deseo de “crear, lo antes posible, en las Sierras Andaluzas, reservas forestales…”, y continúa “…es el deseo sincero que formula el nieto de Edmond Boissier, naturalista apasionado de la flora española”.

Sin duda un nieto que sería el orgullo de su abuelo, el gran Boissier y que contribuyo con su difcusión a la posterior llegada de la protección en forma de Espacios Naturales Protegidos para los pinsapares.

 

Bibliografía

A través de los bosques de pinsapo de Andalucía. “A travers les forêts de Pinsapo d´Andalousie”.  A. Barbey

Edita la Agencia de Medio Ambiente de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.

Traducción de Fernando Díaz del Olmo sobre el libro original editado en Paris y en Gembloux en el año 1931

Sevilla 1996.

 

Tabaco gordo en el Dioscorides Renovado de Pio Font y Quer

Andrés Rodríguez González Marzo 9th, 2018

Tabaco gordo en el Dioscorides Renovado de Pio Font y Quer

En 1961 se publica un hito importantísimo en la Botánica de España y yo diría que de todo el mundo. Es la primera edición del libro de D. Pio Font y Quer: “Plantas Medicinales.  Dioscórides renovado” por parte de la Editorial Labor.
En 2014, para conmemorar tan importante evento, la editorial Península, publica una nueva y cuidada edición de ese libro.
Encontramos en él la referencia a una de las plantas más interesantes de la Sierra de Las Nieves, la Atropa baetica, popularmente conocida como Tabaco Gordo, aunque actualmente se tiende a llamarla Belladona Andaluza.
Enrique Gross era un trabajador de Pio Font Quer, el famoso investigador vivía y trabajaba en Barcelona, allí enviaba el material botánico Enrique Gross, material que recogía en sus excursiones botánicas por toda la península. Era tal su experiencia y sus dotes botánicas naturales, que sin la más mínima formación, se atrevía a clasificar las plantas esas plantas de forma acertada la mayoría de las veces.
Esto es lo que dice del Tabaco Gordo Font y Quer. “El seis de julio de 1922, Enrique Gross encontró Tabaco Gordo (Atropa baetica, Willkomm) cerca de la Peña de Los Enamorados, sobre los Hoyos de la Caridad en la Cumbre de la Sierra de La Nieve.
Sabemos por otro investigador catalán, Josep Cuatrecasas que visito la Sierra de La Nieve en 1930 que a Enrique Gros le había llevado hasta el Tabaco Gordo el guarda del pinsapar, Francisco Molina, Frasquito el guarda, un empleado municipal del  Ayuntamiento de Ronda ya que las tres Cañadas del Pinsapar de la Sierra de La Nieve, la del Cuerno, la de En medio y la de Las Ánimas (donde se encuentran los Hoyos de la Caridad), eran propiedad del municipio de Ronda con el nombre de Montes de Propios del Pinsapar de la Sierra de La Nieve.
El interés histórico de esta cita es evidente y más cuando esa población de Tabaco Gordo aún se mantiene viva y en buen estado.

La planta Belladona Andaluza o Tabaco Gordo es una especie en Catalogada como Especies en peligro de extinción e incluida en la Lista Roja de la Flora Vascular de Andalucía, presenta varias poblaciones en la Sierra de Las Nieves, ha sido estudiada por quien escribe estas líneas y otros autores hace pocos años y se puedo constatar un aumento de poblaciones de esta especia hasta pasar de 11 conocidas a 20 en la actualidad, todas en la Sierra de Las Nieves. Sin embargo la única población, con muy pocos ejemplares, conocida en el Parque Natural de las Sierras de Grazalema se extinguió en el año 1999 a pesar de los esfuerzos del Jardín Botánico de El Castillejo en su recuperación en ese territorio.

PLANTAS DE LA SERRANIA DE RONDA Cojín de monja, piorno azul,

Andrés Rodríguez González Diciembre 8th, 2017

PLANTAS DE LA SERRANIA DE RONDA
Cojín de monja, piorno azul, cojín de pastor, rascaculos, erizo. Erinacea anthyllis

Este es un arbusto almohadillado o de forma globular con una bella floración de color azul, por lo que a veces es llamado también piorno azul. Puede alcanzar hasta 1 m de altura, aunque lo normal es que no sobrepase los 60 cm.
Planta endémica de la región Ibérica – Norteafrica, de distribución mediterránea occidental,   habita en centro y este peninsular, sur de Francia, y norte de África. Este de la Península Ibérica, casi ausente al Sur de los Sistemas Ibérico y Central y al Norte de la depresión del Guadalquivir.  En Andalucía es una planta frecuente en la media y alta montaña de los Sistemas Béticos. En la Serranía de Ronda habita en zonas altas de la Sierra de Las Nieves.
Es una planta representativa de los matorrales almohadillados de alta montaña, con preferencia para los   suelos calizos aunque se muestrea bastante indiferente respecto al suelo. Sobre todo abunda en laderas margosas o pedregosas, crestas secas y zonas con vientos frecuentes como la Meseta de Quejigales.
Pequeño arbusto perenne, de   hasta 60-70 cm de altura, de porte almohadillado, muy ramificada desde la   base, con ramas intrincadas y compactas,   verdes, glabras en la madurez, estriadas, erectas o erecto-patentes,   rematadas en espina fuerte, punzante. Hojas entremezcladas en la maraña de ramas,   dispuestas de forma opuesta, compuestas, con peciolo corto y raquis largo, de   foliolos reducidos, de oblongos a lanceolados, con extremo romo y base   atenuada, seríceos, plateados. Florece de forma muy temprana para la alta  montaña desde abril o mayo hasta julio. Flores mayoritariamente en número de dos, opuestas   entonces entre sí, o bien en verticilos de 3, raramente 4, de color azul   violáceo, con cáliz de aspecto inflado, cubierto de pelos blanquecinos. Fruto de tipo legumbre, oblonga, con 3-6   semillas.
Hay que tener mucho cuidado con esta planta, la punta de sus múltiples ramificaciones son sumamente puntiagudas y provocan pinchazos muy dolorosos, de ahí el nombre vulgar y sarcástico de cojín de monja o pastor, rascaculos, erizo, etc.

Bibliografía
herbariobotanicaornamental.com
www.granadanatural.com

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