Archive for the tag 'Juan Tebar.'

FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA: Alimoche

Andrés Rodríguez González Marzo 13th, 2014

FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA

Alimoche Neophron percnopterus

El alimoche común, abanto, águila boñiguera, churretero, guirre o buitre egipcio es una especie de ave de la familia Accipitridae propia de África y el sur de la región paleártica hasta la India.

Por su tamaño está el alimoche es un ave entre mediano y grande a medio camino entre las rapaces estrictamente carroñeras y las cazadoras. El Alimoche Común come todo tipo de excrementos y restos animales, pero sobre todo muestra predilección por los cadáveres a los que despedaza y limpia el esqueleto para arrancar hasta el último trozo de carne. También come roedores, reptiles, ranas, sapos, crustáceos, moluscos, insectos y huevos de otras aves.

Es inconfundible. A pesar de que no se parece es un pariente de los buitres, aunque volando se confunde a veces con la Cigüeña Blanca a causa de la disposición de las marcas blancas y negras de sus alas.

Tienen un cuerpo de color blanco-amarillento con la parte posterior de las alas negra, su cara y mejillas son desnudas y amarillas, el pico amarillo con punta negra, las patas amarillas o grises. Los jóvenes son color pardo oscuro por completo, manchados de leonado; parte desnuda de la cabeza, en color gris claro.

Al contrario de las aves jóvenes, que suelen permanecer en sus cuarteles de invierno, los adultos comienzan a llegar a España a finales de febrero y durante el mes de marzo, dedicándose intensamente a la búsqueda de un emplazamiento para el nido, a veces el mismo de años anteriores.

Según el experto ornitólogo Juan Luis Muñoz, es la especie que ha sufrido el declive más dramático de las últimas décadas en la Serranía de Ronda; hasta la década de los 70, era bastante abundante en la Serranía de Ronda. Ahora sólo quedan dos parejas, en la Garganta de las Buitreras y en los Montes de Cortes. La recogida sistemática de basuras, la retirada de los cadáveres de animales, el uso de cebos envenenados y algunos medicamentos veterinarios residuales han causado su casi extinción.

A veces se tiene el privilegio de verlo volar por la Serranía de Ronda, se ven desde marzo hasta mayo algunos, bien solos bien en bandos, en su migración prenupcial, para repartirse por la Península Ibérica, aunque muchísimos menos que otras rapaces migratorias. Su número ha disminuido considerablemente como en el resto de la Península, antes era bastante frecuente, hace unos 20 años, durante varios años) realice el seguimiento  de un nido en uno de los abundantes riscos montañosos de la Serranía, ese nido se perdió como otros ya que el alimoche ha sufrido como pocas especies un enorme retroceso poblacional que, en unas décadas, ha dejado a la rapaz en una peligrosa situación.

Habitan en montañas y riscos donde hacen el nido en una cornisa o en cavidad de pared rocosa a base de muchas ramitas que forran de trapos, papel, lana y otras materias; la puesta la hacen en marzo-abril, son 2 huevos blancos manchados de pardo que incuban ambos padres durante unos 40 días; la incubación comienza de inmediato que ponen el primer huevo; los pollos vuelan tras unos 75 días. Tras la cría de los pollos, que abandonan el nido en agosto, empieza el viaje de retorno a los países africanos situados más allá del desierto del Sahara. Los jóvenes, muy manchados y de tono pardo oscuro, se distinguen perfectamente de los adultos, y, tras este primer viaje, permanecerán en África varios años, generalmente hasta alcanzar la madurez reproductora;

Es una especie muy silenciosa apenas emite sonidos .

Agradecer a Juan Tebar y Juan Luis Muñoz permitirme usar sus fotografías.

FAUNA DE LA SERRANÍA DE RONDA: Águila Real

Andrés Rodríguez González Febrero 25th, 2014

FAUNA DE LA SERRANÍA DE RONDA

El Águila Real  (Aquila chrysaetos, del latin aquila, “águila” y de dos palabras griegas que significan “dorado” y  ”águila”).

También la llaman “águila caudal”  y en la Serranía de Ronda, los pastores la denominan “Águila chivera”, según el conocido ornitólogo Juan Luis Muñoz, que tan bien me facilita los siguientes datos: En la Serranía hay unas 10 parejas de águila real que crían en los tajos más altos y apartados, en grandes sierras y con territorios a la mayor altura. Su población está en ligera expansión, gracias a sus hábitos carroñeros además de cazadores, y al abandono rural de las montañas. Está ocupando algunos tajos que antes eran del águila perdicera, que se encuentra en disminución. Sus amenazas en la Serranía son las molestias cerca del nido en época de cría, los accidentes con instalaciones eléctricas, principalmente colisiones en parque eólicos y la ingesta de veneno.

Es, sin duda el ave más majestuosa cuando despega las alas volando sobre las montañas con una envergadura de algo más de dos metros, mientras escudriña su territorio en busca de presas, generalmente una liebre, perdiz o conejo. Cuando la localiza se lanza hacia la víctima a una velocidad de 150 kilómetros por hora y cae sobre ella. Ocasionalmente las águilas capturan corderos, aunque normalmente solo los que están débiles por falta de alimento. Comen también carroña, lo que les ha beneficiado considerablemente. A veces atacan a los zorros.

Se identifica muy bien por ser de tonalidad uniformemente oscura, con matiz dorado en la cabeza; poseen un pico pesado y poderoso; las alas son muy largas, llegando a una envergadura de ala a ala de dos y metros y cuarto; la hembra es mayor que el macho. Sus patas están emplumadas hasta el nacimiento de los dedos.

Las águilas reales se emparejan para toda la vida y tienen normalmente dos o tres puntos concretos de nidificación para elegir entre ellos; estos lugares se hallan situados a distintas alturas, variando la distancia entre ellos, que a veces puede ser mínima, escasamente 20 metros. Frecuentemente utilizan estos puntos en rotación. Cada pareja de adultos inicia los vuelos nupciales en el mes de enero. En esta época, ambos sexos vuelan juntos simulando ataques en los que entrechocan las garras. Posteriormente, arreglan uno de los tres o cuatro nidos que poseen en su área de cría. El nido escogido está formado por un gran montón de ramas colocadas en saliente o cornisa de montaña, muy raras veces en un árbol, va aumentando de tamaño al paso de los años. Lo reparan ambos sexos antes de la estación de cría, en noviembre o diciembre,  y a menudo lo engalanan con vegetación fresca. Según van creciendo los pollos el nido se va cubriendo de un montón de huesos y restos de alimentos aportados por los adultos. La puesta es en marzo o abril, dos huevos blancos, a menudo con marcas pardo rojizas; la incubación dura alrededor de 50 días, principalmente por la hembra; los pollos, alimentados por ambos padres, dejan el nido tras unas 12 semanas. Habitualmente uno de los pollos, el más débil suele morir por falta de alimento. Los ejemplares jóvenes tienen la cola blanca en la raíz e incluso algunas zonas blancas en las alas.

En otras épocas se extendía por todo el Hemisferio Norte. En la Península se mantiene en los Pirineos y en otras cordilleras. Las águilas reales peninsulares son animales sedentarios; no obstante los ejemplares más jóvenes recorren enormes distancias durante su primer invierno.

La incubación de los dos huevos se inicia entre marzo y mayo . Sólo incuba la hembra, permaneciendo en el nido incluso después y dura aproximadamente 43 días de que los polluelos han salido del cascarón; hasta que, después de 5 semanas, las plumas rompen a través del plumón de los polluelos. A partir de entonces el pollo (normalmente único; el más débil suele morir si escasea la caza) se queda solo, recibiendo la comida una vez al día en el borde mismo del nido. Cuando han pasado 8 semanas, el aguilucho tiene ya el plumaje completo y a sus 80 días ya vuela. Alcanza la madurez sexual a los 5 o 6 años de vida.

Generalmente se trata de una especie silenciosa, aunque puede emitir un silbido fino y aflautado, tanto en vuelo como cuando está posada.

Las fotos son de Juan Tebar y Juan Luis Muñoz a quienes agradezco su amabilidad al permitirme su publicación.

El buitre negro y buitre leonado

Andrés Rodríguez González Febrero 20th, 2014

BUITRES DE LA SERRANIA DE RONDA Los buitres europeos son el buitre negro, el buitre leonado, el alimoche y el quebantahuesos. El buitre negro (Aegypius monachus) es una especie de ave rapaz de la familia Accipitridae, única de su género.  La envergadura media de esta especie es de 250 cm, algo más que la del buitre leonado, es el ave rapaz más grande de la península. Aunque se han  detectado ejemplares aún más grandes. Su principal área de distribución es asiática, desde Turquía hasta China. En Europa se le puede encontrar en Grecia, varias islas mediterráneas y el suroeste de la Península Ibérica. En la Serranía de Ronda es bastante raro, tan solo llegan algunas especies divagantes. El plumaje es negro, con algo de marrón oscuro en el dorso. El cuello y parte de la cabeza son negros y desprovistos de plumas, aunque en la cara y coronilla se puede encontrar un poco de plumón negro. El pico destaca por su color gris claro, aunque la punta también es negra. Ambos sexos tienen plumaje idéntico y a simple vista no se logra identificar el sexo del individuo. Los individuos más jóvenes tienen el plumaje más oscuro que los adultos. Como casi todos los buitres, el buitre negro también es un planeador que rara vez bate las alas. En el aire recoge la cabeza hacia atrás y mantiene las alas desplegadas, mientras que la cola hace el papel de timón. Su silueta de vuelo es parecida a una tabla, con el cuello recogido mientras vuela, la cola corta y triangular y las plumas primarias muy desplegadas, lo que refuerza su empuje hacia lo alto. Su voz es ronca y silbante pero la emite raras veces. Habita en roquedos y barrancos con abundante vegetación. En la Península suele preferir zonas de bosque mediterráneo, pero en Mallorca vive en los acantilados. Es de carácter más bien solitario y rara vez emigra, algo que hacen más frecuentemente los jóvenes que abandonan el nido. Los buitres negros suelen ser más delicados que los buitres leonados en cuanto a comer carroña ser más escrupulosos que los buitres leonados a la hora de comer carroña. Son los primeros que intentan llegar a los cadáveres de los grandes mamíferos, después de desgarrar la piel se alimentan casi exclusivamente de musculos, evitando comer vísceras. En caso de tragar piel o pelos, los expulsan más tarde en forma de  egagrópilas. Los buitres negros complementan su dieta con animales pequeños que capturan al vuelo y llevan a sus nidos, como conejos, liebres, lagartos y hasta tortugas. Esta especie es monógama y anida en los árboles. No siempre crian un ejemplar al año, a veces pasan alguno sin procrear, la pareja retorna al mismo nido que han usado año tras año, reparándolo hasta llegar a alcanzar un diámetro de 2 metros y una altura de hasta 1 metro. Donde habitan también leonados, suele descansar en nidos vacíos de éstos. La hembra pone un solo huevo que la pareja incuba por turnos durante 55 días. El pollo nace a primeros de mayo y es alimentado por los padres hasta que puede emprender el vuelo. Para que se vaya del nido debe ser expulsado violentamente por uno de los adultos. Esta especie está protegida en varios países, después de que haya sido perseguido durante decenios por los pastores que lo consideraban equivocadamen un peligro para sus rebaños. Posiblemente la mayor causa de mortalidad de la especie sea el veneno. Otras amenazas importantes son la explotación inadecuada de determinadas masas forestales, la eliminación sistemática de carroñas y la gestión inadecuada de los montes. Su comportamiento es menos gregario que el del buitre leonado. La Sociedad Española de Ornitologica, SEO/BirdLife, declaro al buitre negro Ave del Año 2010. En la Serranía de Ronda dejo de reproducirse en el siglo XIX, tan solo se ven algunos buitres negros divagantes, casi siempre jóvenes, que se unen a los buitres leonados en los festines. El buitre leonado (Gyps fulvus) es una especie de la familia Accipitridae. Es una de las mayores aves rapaces que puede encontrarse en la  Península, mayor incluso que el águila imperial ibérica. Puede llegar a los 10 kilos de peso, con una envergadura que supera los dos metros y medio. Las plumas son de color ocre y canela en la mayor parte del cuerpo, de ahí el motivo de su nombre “leonado”. Estas plumas leonadas, se tornan marrón oscuro o negro en la cola y extremo de las alas. La base del cuello está rodeada por unas plumas parecidas a plumón a modo de gargantilla. Tienen un poderoso pico en forma de gancho especializado en desgarrar tejidos, es pardo gisáceo en la base y amarillento pálido en los lados. Los tarsos y dedos son grises y grandes, aunque mucho más débiles que los de otras grandes rapaces, siendo las uñas cortas y romas. Esta circunstancia, a la que hay que añadir especialmente el gran peso y lentitud de estas aves, hace que sea prácticamente imposible que los buitres den caza o maten a otros animales, como sí hace el resto de las rapaces. Se conocen dos subespecies de buitre leonado, el Gyps fulvus fulvus  que se extiende por el noroeste de  África y la península Ibérica hasta Oriente Medio, y el Gyps fulvus fulvescens  por  Afganistán, Pakistán y norte de la India. Las zonas habitadas por los buitres leonados suelen ser montañosas, aunque en el llano cualquier cantil vertical o extraplomado de más de 50 metros e inaccesible les sirve de buitrera o lugar de descanso. En la península Ibérica es una especie sedentaria que se puede ver todo el año, pero las poblaciones de otros lugares a veces emigran al sur para invernar y vuelven a sus lugares de origen para reproducirse. Los buitres leonados aprovechan las corrientes de aire caliente para ascender volando en círculos. El buitre leonado es un ave planeadora más que voladora, pues apenas mueve las alas en el aire, permaneciendo cernido en las altas corrientes durante las horas de más calor del día. Prefiere levantarse sobre corrientes ascendentes de aire que se producen por la convectividad térmica, brisas montaña valle o las cuñas de aire frío de carácter meteorológico que levantan grandes masas de aire caliente, pasando horas volando entre alturas de 1.800 a 3.500 metros sobre el nivel del mar, aunque en días excepcionales puedan llegar a los 6.000 metros sobre el nivel del mar y recorriendo desde 50 kilómetros a 300 kilómetros dependiendo de la potencialidad convectiva del día, a la búsqueda de grandes mamíferos muertos de los que alimentarse. Cuando planea, suele mantener las alas un poco por encima de la horizontalidad. Está especialmente adaptado para alimentarse de carroña, con su potente vista localiza cualquier cadáver en las cercanías, desciende para alimentarse, introduce sin problemas su cabeza y largo cuello para llegar a las vísceras del cadáver. Dada la escasez de caza, las carroñas dejadas por los pastores constituyen una parte importante de la dieta de este animal. Son frecuente las peleas en las aglomeraciones de buitres para disputarse las mejores tajadas. Los buitres leonados entran en celo en los meses de diciembre a abril. En ese momento forman parejas estables y pasan unos 58 días incubando su único huevo, en turnos de entre un día o dos cada uno. Posteriormente se turnan con la misma frecuencia para dar de comer a su cría. El polluelo crece a un ritmo bastante lento, pero constante. Al contrario que otras aves, si no recibe la cantidad precisa de alimento, no puede retrasar su crecimiento y muere de inanición. Las crías emprenden su primer vuelo hacia el mes de julio, pero siguen manteniéndose una temporada cerca del nido hasta que creen que ha llegado el momento de independizarse. A los cuatro o cinco años de edad se aparean por primera vez. Aunque no se considera una especie especialmente amenazada, el buitre leonado es un ave protegida en varios países. En otros tiempos los ganaderos perseguían y mataban a los buitres por considerarlas aves de mal agüero, que amenazaban al ganado próximo a parir. En España se ha estimado una población en el año 2008 de 25.000 parejas, con las mayores concentraciones en Castilla y León, Aragón y Andalucía. Se considera fuera de Peligro aunque está catalogado como especie De interés especial desde el 5 de abril de 1990. En la Serranía de Ronda son bastante abundantes, su población está en aumento, destacando la colonia del Peñón de Zaframagon. Los principales factores de amenaza sobre la especie son el envenenamiento por comer cebos envenenados colocados en el campo ilegalmente por cazadores o ganaderos para el control de depredadores, la falta de alimento por la escasez de muladares y la obligación retirar el ganado muerto por normativas de la UE. La caza ilegal no tiene la importancia que tuvo en el pasado. Además amenazan el hábitat del buitre leonado construcciones de infraestructuras (pistas forestales, caminos, rurales, cortafuegos, diques), urbanizaciones y las talas y aclareos abusivos en época de cría y en las zonas cercanas a las buitreras. Fue un animal muy importante en el mundo celtibérico, los cadáveres de los caídos en combate se dejaban para su alimento para que el alma del guerrero llegara antes los dioses del Cielo. El autor de la foto en la que se ven los dos buitres que hoy hemos descrito en el texto es de Juan Tebar, extraordinario fotógrafo de Naturaleza del que tengo el honor de ser amigo y que amablemente me la ha cedido la para la ocasión.

Grulla

Andrés Rodríguez González Febrero 8th, 2014

Fauna de la Serranía de Ronda

Grulla 

De nombre científico Grus grus.

Ave de gran tamaño de hasta110 cm de longitud y 200 cm de envergadura, de color grisáceo con aspecto esbelto, de patas y cuello alargados. Cabeza con pileo rojo enmarcado en una franja negra anterior y posterior al pileo y que cubre la garganta y la mitad superior del cuello. Franjas blancas desde las mejillas hasta que se unen en la parte media trasera del cuello. Cola corta. Las plumas primarias y secundarias de las alas son negras. La coloración de la cabeza en los jóvenes es parda. Se alimentan de leguminosas, cereales, hierbas y raíces; gusanos, insectos, ranas, sapos, pajarillos y pequeños reptiles.

Son aves emigratorias. Aparecen hacia España y el norte de África a finales de octubre y principios de noviembre, siguen una ruta invariable que atraviesa Europa hasta llegar a España donde penetran por la zona Pirenaica occidental. En el mes de marzo utilizan el mismo camino para regresar a sus zonas de cría en el norte de Europa y Rusia. En España invernan en número elevado en puntos del centro y todo el sudoeste. Sus lugares habituales de estancia en esta época son los encinares y campos cultivados de cereales, que les proporcionan alimento abundante, aunque utilizan zonas despejadas como dormideros, en ellos se aprecia un enorme trasiego al amanecer y anochecer. Cuando yo era niño recuerdo haberlas visto con presencia muy abundante en las dehesas de Extremadura, pero su número ha disminuido considerablemente, al menos en la zona donde las veía. La Serranía de Ronda no es lugar de paso para ellas por lo que son muy raras de ver, sin embargo si aparecen en las llanuras cerca de las lagunas de Campillos y sobre todo en los alrededores de la Laguna de Fuente de Piedra.

Es muy característica la forma que adoptan en V en sus vuelos a gran altura, con el cuello estirado, con pesadas y grandes batidas de alas y con un «kru-kru-kru» incesante. A diferencia de los gansos, con los que se confunden frecuentemente, las grullas no conservan mucho tiempo esta disposición en V.

Distribuida durante el invierno con preferencia en las dehesas del suroeste de la Península Ibérica , concentrándose durante los pasos migratorios en zonas húmedas situadas en las rutas de viaje como la laguna de Gallocanta o el embalse de La Sotonera en Aragón.

Hacen su nido en el suelo, en zonas pantanosas y turberas del norte de Europa; la puesta es de abril a junio con dos huevos entre pardo-verdosos a rojizos; la incubación que la realizan ambos sexos dura unos 30 días; los pollos que se mueven rápidamente del nido, vuelan tras unos 70 días. Al parece la última pareja anidó en nuestro país hacia 1953-54 en la hoy desecada Laguna de la Janda, en Cádiz, en el siglo diecinueve eran muy abundantes y criaban normalmente en varias otras localidades. No tienen interacciones importantes con otras especies al ser una especie de dieta vegetariana principalmente. No tiene depredadores especializados, aunque en ocasiones sufre ataques de grandes rapaces como el Aguila Real o incursiones en los dormideros por depredadores oportunistas como jabalí o zorros. El carácter gregario de la grulla durante el invierno aumenta la dificultad de ser sorprendida por un depredador, así como su comportamiento esquivo y costumbre de utilizar zonas encharcadas para descansar durante la noche.

Muy gregaria durante la migración y mientras está en la Península Ibérica. Se pueden observar bandos de miles de individuos en los aguaderos de mediodía en algunas zonas de invernada. La mayoría de la población se alimenta en grupos de decenas o cientos de individuos, pero el tamaño exacto depende en parte de la densidad local de alimento, y en parte de la disponibilidad de alimento en el conjunto del área de campeo. También es posible observar grupos familiares de dos adultos y dos o tres jóvenes aislados de los bandos, pero que mantienen un contacto visual o sonoro con otras familias que ocupan zonas próximas. La frecuencia de estos grupos familiares es mayor en las zonas clásicas de invernada que en otras situadas en zonas de paso migratorio.


Esta foto es de Juan Tebar, extraordinaria como todas las suyas.

Mas cercana en el espacio pero igualmente magnífica es la que sigue, en este caso de Juan Luis Muñoz.

Lechuza Común

Andrés Rodríguez González Octubre 21st, 2012

Fauna de la Serranía de Ronda

Lechuza Común  (Tyto alba)

Es una rapaz nocturna de tamaño mediano  que se reconoce con facilidad debido a su color blanco, a su cara en forma de corazón y a su vuelo rápido y silencioso. La diferencia de otras especies de rapaces nocturnas es que no tiene “orejas”. Sus ojos son de color negro y el pico, poco visible, de color marfil. Las extremidades inferiores son largas y poseen los tarsos emplumados. Las uñas son de color oscuro. Aunque en el campo las partes ventrales son aparentemente blancas, en realidad la coloración de los individuos varía desde el blanco puro hasta el color grisáceo con pequeñas motas. Estas diferencias pueden deberse a la edad, al sexo y a las subespecies.

La Lechuza Común es una especie de espacios abiertos. Llanos, campos de cultivo y barbechos, son sus áreas de campeo.  Para descansar y criar elige agujeros amplios, bien sean naturales o creados por el hombre. Así, podemos encontrarla en grietas y oquedades de barrancos y roquedos, a veces en agujeros de árboles y muy frecuentemente en iglesias, casas viejas y cortijos. La especie puede encontrarse en toda la península Ibérica, así como en las islas. Los ejemplares reproductores ibéricos se comportan de modo sedentario y se suponen pertenecientes a la subespecie Tyto alba alba (de color general blanco y levemente moteados). Durante los inviernos más duros, se unen a nuestra población ejemplares procedentes del norte de Europa pertenecientes a la subespecie guttata, de color más oscuro y con grandes motas en las partes ventrales.

La imposibilidad para adjudicar una subespecie a muchos ejemplares debido a su coloración intermedia, así como la existencia de pollos extremadamente oscuros en puestas de progenitores claros hacen pensar en la existencia de  hibridación entre ambas subespecies.

Es una especie que mantiene un territorio fijo durante todo el año. El tamaño de dicho territorio depende de la cantidad de sitios de descanso y de la disponibilidad de presas. La mayoría de los adultos permanecen emparejados en invierno.

Tiene dos fases de actividad, la primera poco después de la puesta de sol, y la otra antes del amanecer. La caza la realizan desde algún posadero o bien mediante  vuelos bajos por su territorio. La mayoría de las presas las consigue en el suelo. A menudo siguen rutas regulares, por los límites de los bosques, riberas, setos entre cultivos y franjas de vegetación entre cultivos donde encuentran la mayor densidad de roedores. Su vuelo es completamente silencioso.

Su alimentación se basa principalmente en topillos y ratones, puede complementar su dieta con pequeñas aves. Puede especializarse en otras presas si son abundantes, por ejemplo ranas o gorriones que capturan en dormideros nocturnos.

La puesta la hacen más por la disponibilidad de presas que por el momento del año, casi siempre se realiza sobre una capa de egagrópilas hacia los meses de marzo-abril, llevándose a cabo a veces una segunda y tercera puesta más tarde. Ésta consta de 4 a 7 huevos blancos elípticos, puestos con intervalos de 2 o 3 días, que sólo incuba la hembra y lo hace desde el primer huevo. Los huevos eclosionan a los 32-34 días, y los pollos estarán recubiertos de un primer plumón los primeros 15 días, siendo sustituido por otro más largo. A esta edad ya tragan las presas enteras y a los 50-60 días están completamente desarrollados.

Dado que existe una diferencia de edad de 2-3 días entre los pollos, el canibalismo entre hermanos es frecuente si la comida escasea.

Vive muy en contacto con la especie humana ya que con el hombre, la lechuza tienen todo lo necesario para vivir, huecos donde criar y cobijarse, cercanías a terrenos abiertos y cultivados y abundantes presas como los ratones.

Quizás debido a que son animales que habitan la noche son muchas las supersticiones que existen sobre las rapaces nocturnas. El Buho real (Bubo buho) y la Lechuza común (Tyto alba) son las dos especies sobre las que más fantasias se han creado, dependiendo siempre de la zona geográfica y de las diferentes culturas.

A la lechuza se la ha relacionado con la noche, el frío, la muerte y la videncia en el Antiguo Egipto. En el simbolismo cristiano se consideraba que era una animal con temor a la luz y, por lo tanto, podía actuar como emisaría o agente del diablo. Para los ermitaños era símbolo de soledad. En la cultura popular, por su canto, se la relacionaba con historias de fantasmas.

Afortunadamente, ya no se les ve como animales malignos, sino como una especie que elimina gran cantidad de ratones y, por lo tanto, es importante su conservación.

La foto que ilustra el texto es de Juan Tebar. Ver en www.juantebar.com.

El terrible verano en incendios de 2012

Andrés Rodríguez González Septiembre 6th, 2012

El terrible verano en incendios de 2012

Muchos y graves han sido los incendios ocurridos en el Estado Español durante este verano, hasta el punto de haber convertido 2012 en el peor año de incendios en muchas décadas. Las causas, bajo el punto de vista del ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, son variadas: La ausencia de lluvias, las altas temperaturas y los fuertes vientos,  junto a los provocados por actividades humanas.

En total, más de 165.000 hectáreas quemadas a lo largo del verano, en un análisis de una temporada que todavía no ha terminado. Es de sobra conocido y reconocido por la parte oficial y la de los ecologistas que del total de los incendios, únicamente el cinco por ciento se produce por causas naturales, el resto son provocados o por negligencia o por acciones delictivas o por pirómanos. Es decir las actividades humanas son la causa fundamental de los incendios forestales, favorecidos por las tres condiciones ambientales antes citadas. Es frecuente que los incendios se inicien por la noche, cuando los medios aéreos no pueden actuar, en diferentes focos a la vez o en terrenos conflictivos con problemas de especulación, de negación de permisos o donde existan previsiones de construcción de comunicaciones, como ha sido el caso del Corredor Ferroviario de Levante. Pero también tenemos que tener en cuenta que la política de recortes ha llegado, como no, a la protección de nuestros bosques. Hay menos dinero para tareas de prevención y de vigilancia. El mejor antídoto contra los fuegos es mantener los campos limpios de matorral y eso solo se puede conseguir teniendo una cabaña ganadera (sobre todo de ovejas) extensa en pastoreo con una presión ganadera controlada, (la actual normativa potencia el número de cabezas de ganado en lugar de la calidad en la producción de corderos), es decir ovejas en el campo de nuevo pero de forma racional, sin que causen erosión, a su vez los pastores son los mejores vigilantes que se pueden tener. Pero esta medida equivale a un cambio de mentalidad en la sociedad, la vuelta de personas al campo, favorecer la producción nacional de corderos en lugar de la importación y  dar facilidades a los pastores para que se establezcan de nuevo en los Parques Nacionales y Naturales. Justo lo contrario de lo que se ha hecho hasta ahora.

Un hábito muy hispano es  hacer cargar las frustraciones contra los montes, para algunos parece como si quemar el monte purificara sus resentimientos, sus cabreos contra la sociedad. En absoluto lo estoy justificando, estoy diciendo que la gente está muy cabreada y lo paga con los bosques. Contra esto las dos únicas cosas que caben son, por una parte incrementar considerablemente las penas de cárcel, evitando la reducción de condenas de privación de libertad y evitar los jurados populares que suelen ser muy comprensivos con los que queman los montes, y por otra parte tener un sistema de detección y actuación inmediata de los focos de fuego. Y esto último solo lo puede hacer el Ministerio de Defensa y el Interior. Por una parte existen sofisticados medios de vigilancia que deben ponerse al servicio de la actividad contra incendios y en verano se deben transformar los  ejércitos y sus medios en personal contra incendios. No solo una Unidad Militar de Emergencia (UME) que a pesar de su buen hacer es muy corta en efectivos y medios, también deberían actuar los medios aéreos y marítimos, por ejemplo, si los aviones “Hercules” de transporte estuvieran preparados para llevar agua en caso de emergencia y un portaviones hubiera actuado como base logística en el incendio del Parque Nacional de Garajonay, en las Islas Canarias, se hubiera evitado la catástrofe ecológica que ha supuesto ese incendio.  Mencionar aquí la vergüenza que supone para la administración de las islas no tener ni un solo hidroavión de su propiedad y haber perdido un bosque único en el mundo.

Esas medidas de privación de libertad con largas condenas también deberían aplicarse a los pirómanos, si los consideramos enfermos lo mismo que si se les considera delincuentes, no están en condiciones de convivir con el resto de la sociedad y causar problemas como los que originan. En el caso de incendios provocados por negligencias, si causan muertes también deberían aplicarles la máxima pena posible.

El incendio de Ojen, por su gravedad (8.500 hectáreas) y cercanía al Parque Natural Sierra de Las Nieves ha impresionado especialmente en la comarca de la Serranía de Ronda. Nos he hecho recordar el terrible incendio del año 1991 que quemó más de 10.000 hectáreas. A raíz del incendio de Ojen. Ecologistas en Acción de Málaga ha realizado las siguientes consideraciones.

- Calificar como incendios intencionados y buscar culpables no es de nuestra incumbencia, es un asunto judicial y requiere medios y presunción de inocencia.

- Los problemas de fondo con los incendios son conocidos: Que la urbanizaciones legales o ilegales diseminadas en el territorio y en medio de bosques son peligrosas en un clima mediterráneo, como lo está demostrando el actual y otros habidos en otras tierras. El cambio climático es que los climas se hacen más extremos y los riesgos aumentan en calidad y cantidad (invierno muy seco y verano con extremos). Hay que mantener el monte en condiciones para evitar no tanto los incendios, que es muy difícil, cuanto minimizar los estragos: carga ganadera compatible, trabajos de mantenimiento de cortafuegos y limpieza adecuados.

Las especies que más arden son las no naturales de la zona (llamadas alóctonas, por ejemplo los pinos) y que en las sucesivas reforestaciones necesarias han de prevalecer las frondosas sobre los pinos no autóctonos (plantas naturales de una zona).

- Los pueblos, que son concentraciones de gente, deben estar especialmente preparados para los veranos secos mediterráneos en contexto de cambio climático. Es decir, Ojen, por ejemplo, antes de necesitar ser desalojado debería tener una corona de seguridad ante incendios tan esperables como éste, con medidas adecuadas (cortafuegos, retenes, limpieza, urbanismo compacto, etc.).

- Tratar de echar ahora la culpa a los pirómanos es una manera “populista” de obviar todos estos temas que son los que en el futuro prevalecerán. No podemos impedir del todo las negligencias, las “locuras”, las venganzas y los accidentes, pero sí podemos minimizar los daños con las medidas adoptadas y que corresponden las autoridades públicas.

- Mejores dotaciones y mejor formación del voluntariado.

- Legislación más estricta contra la venta de madera e intereses urbanísticos.

La diferencia entre las fotos no requiere comentario alguno. La fotografía del Pinsapar de Grazalema con Arco Iris ha sido tomada por un artista, Juan Tebar, que amablemente la ha cedido para www.laserranianatural.com. Las otras dos son imágenes del incendio de Ojen.

Parques Eólicos en la Serranía de Ronda

Andrés Rodríguez González Agosto 15th, 2012

Parques Eólicos en la Serranía de Ronda
La SEO, Sociedad Española de Ornitología, ha realizado un estudio sobre la mortalidad de aves y murciélagos en la provincia de Málaga causados por los 271 aerogeneradores de las 19 centrales eólicas autorizadas en Málaga. Popularmente conocidos como “Molinos de Viento”. Según las propias centrales, han muerto en un año 102 rapaces y 61 murciélagos. Pero las empresas eólicas no declaran otras aves que no sean rapaces, la SEO estima que las aves muertas deben ser muchas más, al año entre seis y ocho millones en España. Por lo tanto el impacto  de las centrales eólicas es enormemente negativo, además incumplen la normativa al no informar sobre mortalidad de aves no rapaces. Por ello la SEO ha pedido que se realicen nuevos informes por parte de asesorías independendientes y que toda la comarca de la Serranía de Ronda siga siendo de exclusión para el aprovechamiento eóloco industrial, en vista de la riqueza ornitológica existente en la zona.
Muchas veces, a los defensores de la Naturaleza, se nos critica como estamos en contra del progreso y queremos regresar a las velas o a las grutas. No es cierto. Pretendemos la sostenibilidad, no agotar los recursos del planeta y a la vez, garantizar una calidad de vida para los que lo habitamos y las generaciones futuras. Uno de los problemas es la sobreexplotación que puede llevar al agotamiento del recurso, como los minerales y petróleo y otro es que para utilizar aquellos recursos inagotables y ganar mucho dinero con ellos se destruya otro recurso importantísimo, como el Paisaje, en el caso de los molinos de viento o se interfiera en el ecositema muy negativamente, como los molinos de viento y las aves.
Me permito dejar algunas preguntas para reflexionar. A los Ayuntamientos y a los habitantes de los términos municipales que soportan los molinos de vientos sobre sus cabezas ¿les sale la energía eléctrica más barata?. La respuesta es NO. Cada vez vemos más molinos de viento por todas partes, ¿la factura que pagamos por la energía eléctrica baja?. La respuesta sigue siendo NO.  Las centrales eólicas son otra forma una forma que tienen las grandes compañías eléctricas para ganar mucho dinero, a costa de nuestro paisaje y nuestros vientos, como antes a costa de nuestros ríos cuando construyeron los embalses.

La foto que ilustra la entrada es de Juan Tebar, magnífica como todas las suyas, agradezco su permiso para poder reproducirla en la serranianatural.com

FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA: Ortega. Ganga Ortega

Andrés Rodríguez González Agosto 19th, 2011


ORTEGA. GANGA ORTEGA
  Pterocles orientalis

Al enviarme mi amigo y conocido fotógrafo de naturaleza Juan Tebar la foto de la Ortega, despertó mi interés este ave bastante desconocida para mí. Pregunte a los expertos sobre la existencia de este animal en la Serranía de Ronda y Juan Luis Muñoz, excelente ornitólogo, me ha confirmado que en el único lugar donde anidaban las Ortegas de toda la provincia de Málaga era en las cercanías de Campillos, pero que la construcción de uno de los Parques Eólicos tan abundantes en esa localidad, ha destruido su hábitat.
Efectivamente esta interesante ave vive en zonas llanas, más o menos áridas, cerealistas, por ello se incluyen en un amplio grupo de aves llamadas Esteparias.  Es considerada como una de las aves esteparias amenazadas en Andalucía. Se incluye en el Libro Rojo de los Vertebrados Amenazados de Andalucía. Se trata de 15 especies, 6 paseriformes (pájaros) y 9 no paseriformes (otras aves).

La Ganga Ortega u Ortega tiene una amplia distribución repartida por la Península Ibérica, el Magreb, Turquía, Irak, Irán, Afganistán, Pakistán y el noroeste de China, habita también en las Canarias y Chipre. En los últimos años, en Andalucía ha experimentado una retracción importante en su área de distribución, que se ha notado especialmente en la provincia de Jaén.
Prefieren hacer sus nidos en zonas llanas dedicadas a la producción de cereales de secano, pero también en estepas de vegetación natural, zonas con matorral de tomillo y esparto. Pero requiere que tengan poca cobertura vegetal. En Granada se la ha localizado en dehesas con poco encinar y en olivares jóvenes en Jaén, pero en este caso, los abandona cuando los árboles se hacen más grandes. En el interior de Andalucía nidifica también en las llanuras de inundación de grandes embalses.

La población que nidifica en Andalucía se estima en unas 450 parejas, repartidas según provincias, principalmente habita en Granada,  en Almería y Jaén. En el resto en Andalucía occidental son escasas las parejas. En general, todas las poblaciones andaluzas se encuentran en regresión con escasas excepciones locales. En el período posterior a la reproducción parecen existir movimientos migratorios.
Las causas del declive parecen estar en la gran alteración de sus hábitats, con la
disminución de las superficies de cereal y su cultivo intensivo, también las puestas en regadío, los cultivos de frutales y olivares, la reforestación, la depredación de sus nidos y la caza ilegal. En el caso de la única población de la provincia de Málaga, ya he citado que según Juan Luis Muñoz, la causa de su declive ha sido la implantación de un parque eólico en el territorio. En Andalucía oriental, donde se concentran los mayores contingentes andaluces de la especie, la transformación del hábitat está siendo muy intensa, básicamente por la plantación de extensas superficies de olivar y los cultivos de almendros sobre antiguas tierras de labor. En Almería también por la conversión de zonas esteparias en cultivos bajo plásticos.

Durante el verano buscan los rastrojos de cereal para alimentarse y necesitan acudir
diariamente a bebederos, hábitos que comparten con palomas y tórtolas. Esta circunstancia provoca que durante la media veda se sigan matando Ortegas entre los escasos efectivos andaluces, décadas después de la prohibición de la caza de esta especie en España.

Entre las medidas de conservación que se recomiendan están el mantenimiento de los pastos y eriales fomentando su uso ganadero, retrasar el alzado del barbecho, dejando al menos una parte sin acceso al ganado, evitar la maquinaria en estas zonas entre abril y agosto. También promover la presencia de puntos de agua y controlar la proliferación de cultivos arbóreos.

La fotografía es de Juan Tebar, a quien damos las gracias.

Fauna de la Serranía: ELANIO AZUL.

Andrés Rodríguez González Julio 20th, 2011

Fauna de la Serranía de Ronda

ELANIO AZUL (Elanus caeruleus).
También llamado Elanio común o Elanio de alas negras, es un ave del orden de los Falconiformes. Son de pequeño tamaño de unos 30-35 cm y una envergadura de  entre75-80 cm, su peso es de unos 250 gramos.

Esta rapaz es inconfundible, la cola, corta y cuadrada, le diferencia de los milanos claramente. También se distingue bien por su plumaje gris claro con hombros negros hombros. Suelen ser de costumbre crepusculares y vespertinas. Su vuelo es lento y puede cernerse como los cernícalos. No es frecuente verlo, en la Serranía aparece en zonas despejadas de los límites de la comarca como Villamartín y Algodonales.
Las cejas y la frente de color blanco y el contorno de los ojos de color negro. Las partes inferiores del Elanio son blancas menos el pecho y costados que son gris sucio. Las patas y la cera son amarillas y los ojos de color rojo. Los jóvenes lucen tonos más pardos en el dorso, cuello y pecho.
Su alimentación es carnívora a base de vertebrados de pequeño tamaño como roedores o pequeñas aves y grandes grandes insectos, no desprecia los anfibios y reptiles.
El Elanio anida en árboles preferentemente las encinas y lo construye cada temporada con finas ramas y un fondo de plumas. Las puestas comienzan en marzo y consta de 3-5 huevos que son de color gris salpicado de marrón y rojo, el periodo de incubación es de 25 a 28 días. En la incubación participan los dos sexos. Los pollos nacen con plumón que tiende a color rosado y que mudan tras unos días a uno de color gris. Las patas al principio son de color rosado y luego pasarán a ser amarillas. Con un mes de vida ya realizan sus primeros vuelos.
Se extiende por el Suroeste de la Península Ibérica donde es sedentaria.
Es una especie que vive principalmente en campos abiertos, dehesas y zonas semidesérticas.
Antiguamente sólo habitaba en, parte de África y Suroeste de Arabia, a partir de los años 50 con la imposición de modernos sistemas ganaderos y agrícolas, sobre todo en Extremadura, donde enormes cantidades de encinares fueron aclarados y roturados y los pastos tradicionales sustituidos por cultivos de cereal, resultaron un medio apropiado para que el Elanio azul lograra el establecimiento de importantes colonias de cría. Se extendió por Europa desde el año 1975, en España ya ha superado la mitad de la Península, a mediados de los años 80 se empezaron a detectar nidos en el sur de Francia, actualmente, su área de distribución abarca gran parte de Europa central y meridional, África, el centro y sur de Asia. Se ha detectado en Nueva Guinea.
No amenazada a nivel mundial, aunque si considerada como rara en Europa.

Las fotografías que ilustran el texto son de Juan Tebar. Magníficas, como todas las suyas.

Efemerides ambientales junio 2011

Andrés Rodríguez González Junio 19th, 2011

Día Mundial del Medio Ambiente
Coincidiendo con el Día Mundial del Medio Ambiente, 5 de junio, nos enteramos de la muerte de dos  Quebrantahuesos hace pocas semanas. Los resultados de los estudios realizados en el Centro de Análisis y Diagnóstico de la Junta de Andalucía han confirmado el envenenamiento como causa de la muerte de las aves. Tras recoger y analizar indicios y pruebas encontrados, Medio Ambiente ha decidido continuar la investigación judicial.
Miembros del Servicio de Protección de la Naturaleza de Granada y Jaén, agentes de Medio Ambiente, representantes de la Fundación Gypaetus y de la Estrategia de lucha contra el uso ilegal de cebos envenados y responsables de las delegaciones de ambas provincias y de los Servicios Centrales de la Consejería de Medio Ambiente han mantenido un encuentro en el que han determinado el refuerzo de las actuaciones de lucha contra el veneno que ya se están llevando a cabo en la zona, según ha informado en un comunicado la Junta.
Entre las medidas adoptadas, se encuentran un incremento de la vigilancia y las inspecciones de los equipos caninos, así como el refuerzo de la investigación policial. Además, seguirán desarrollándose campañas de comunicación y sensibilización dirigidas tanto a los colectivos más directamente relacionados con la fauna silvestre, básicamente ganaderos y cazadores, como con los más jóvenes, los niños y niñas de los municipios de Sierra de Castril y Sierra de Cazorla, “herederos y futuros gestores del legado natural al que tanto perjudica el uso de venenos”.
Actualmente el uso de cebos envenenados está expresamente prohibido tanto por normativa comunitaria como estatal y autonómica y, además, está tipificado como delito en el Código Penal. La Junta de Andalucía puso en marcha en 2004 la Estrategia para la Erradicación del uso ilegal de cebos envenenados en Andalucía, estrechamente coordinada con los programas de conservación, recuperación y reintroducción de varias especies amenazadas, especialmente las que potencialmente podrían verse más afectadas por esta práctica ilegal: las aves necrófagas. Las rapaces carroñeras son especialmente sensibles debido a que conforman el último eslabón de la cadena trófica.
Desde el año 2009 hasta hoy han muerto al menos 13 aves protegidas entre buitres negros, alimoches, milanos reales y quebrantahuesos, envenenados por organofosforados y carbamatos fundamentalmente, es decir, pesticidas y plaguicidas altamente tóxicos, incluso para el ser humano. La falta de selectividad del veneno es tal que los ejemplares de mamífero carnívoro como zorro, garduña, jineta o meloncillo constituyen escasamente el quince por ciento de los animales muertos por envenenamiento, lo que evidencia su ineficacia para el control de depredadores, siendo el 40 por ciento de los animales muertos mascotas como los gatos y perros domésticos.
Los dos ejemplares muertos de quebrantahuesos, un macho y una hembra, habían sido liberados en territorio jiennense, en el marco del Programa de Reintroducción del Quebrantahuesos de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. El macho, llamado Pontones, nació en el Centro de Valcallent (Lleida) en el año 2007 y fue liberado ese año en la Sierra de Segura. Sus viajes exploratorios le habían llevado hasta la Cordillera Cantábrica y era uno de los ejemplares de mayor edad de los liberados en Andalucía. Cata era la hembra, nacida en 2009 en el Richard Faust Zentrum de Viena (Austria) y desde ese año volaba libre en el Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, emprendiendo en 2010 su primer viaje de larga distancia.

La fotografía del buitre y un pollo en su nido es de Juan Tebar, magnífica como todas las suyas. Mi agradecimiento por poder usarla para ilustrar esta entrada.

Next »