Archive for Mayo, 2016

PASEOS CON IMÁGENES POR LA SERRANÍA DE RONDA. PASEO 01.- DESDE EL REFUGIO DE QUEJIGALES A EL TAJO DEL CANALIZO.

Andrés Rodríguez González Mayo 30th, 2016

PASEOS CON IMÁGENES POR LA SERRANÍA DE RONDA
Con este paseo abro un nuevo periodo en mi conocimiento y disfrute de la Serranía de Ronda. Pretendo mostrar con imágenes comentadas algunos de los paisajes que más me impresionan de la Serranía. Busco, como siempre, que con la fascinación de su belleza se conserven los valores medioambientales de esta singular comarca. La Serranía de Ronda fue catalogada por el geólogo Durr como “País de contrastes”, espero con la serie que ahora comienza demostrar la certeza de dicha definición.
PASEO 01.- DESDE EL REFUGIO DE QUEJIGALES A EL TAJO DEL CANALIZO. Este recorrido fue realizado con los amigos del Seminario Minero-Clandestino de la provincia de Málaga. Un día de primavera espléndida después de abundantes lluvias. Tres años después de publicar el libro “Vegetación y Flora forestal de la provincia de Cádiz”, 1930, con Martín Bolaños; pero ahora acompañado por Carlos Vicioso, Luis Ceballos publica otra maravilla de igual título pero de la provincia de Málaga. Muchos años después, cuando fueron a dedicar uno de los miradores del pinsapar de Yunquera a D. Luis Ceballos y le comunicaron tal iniciativa, D. Luis, ya muy mayor, comentó: ¡Ah, ¿pero todavía existen los pinsapos?. Hasta tal punto había visto deteriorados su bosques cuando preparó el libro antes citado. Esta anécdota, una de las muchas con las que deleita los paseos del Seminario Minero-Clandestino una de sus “alma mater” Ernesto Fernández Sanmartín, me hizo pensar sobre la recuperación del pinsapar en los últimos años de su existencia y como, si las cosas siguen como están, los bosques gozarán de buena salud. Otra de las pruebas que demuestran esta realidad es el recorrido que realizamos, paseo que tuvo su inicio y final en el Refugio de Quejigales y que nos adentró en mi pinsapar preferido.
Iniciamos el paseo en la antigua Área Recreativa en un carril que discurre en suave ascenso por un pinar de repoblación teniendo siempre a nuestra derecha el arroyo Carboneras, una de las cabeceras del río Guadalevín, el río del famoso Tajo de Ronda. Atrás, también a nuestra derecha queda el inicio de la vereda a la Cañada de El Cuerno, el camino se bifurca en dos, volvemos a tomar el de la derecha que nos lleva hasta el monolito de piedra con una placa conmemorativa en el lugar donde estuvo la choza del guarda del pinsapar Francisco Molina.
Los buitres son cada vez más frecuentes en la zona desde que se ha empezado a usar un aguadero en las proximidades del Refugio.

Utilizan como dormideros y posaderos los cortados rocosos existentes en la divisoria de aguas entre la Cañada de El Cuerno y la de Enmedio y también los troncos secos de los viejos pinsapos que por allí, son abundantes.

El carril termina, afortunadamente, en una zona de fuertes pendientes donde la debilidad de las rocas y los movimientos de tierra han ocasionado una intensa erosión. El camino es ahora una vereda con agua y fango, flanqueada de espinos majoletos fuertemente parasitados por muérdago.
Se trata de una zona con abundante pastizan muy usada por los rumiantes del parque además de las cabras y ovejas domésticas. Los primeros pinsapos aparecen, junto a troncos viejos que apenas mantienen alguna rama viva, los jóvenes intentan volver a colonizar los terrenos que una vez fueron suyos, buscan la protección del matorral espinoso para evitar el diente de la cabra.

Poco a poco son cada vez más frecuentes los pinsapos, junto a un gran tronco de nuestro abeto el camino gira bruscamente a la derecha para iniciar el ascenso por la Cañada de Las Ánimas, en ese momento debemos abandonar la vereda y continuar por una vereda apenas marcada hasta el borde del precipicio que nos muestra una vista impresionante.
Estamos en Los Coloraos.
El Peñón de Ronda y más cerca el Canalizo son unas imponentes masas de caliza del período Jurásico (entre los 200 a 145 millones de años de antigüedad) que, en este lugar, “cabalgan” sobre

materiales más modernos, las margocalizas rojizas del Cretácico (de entre 145 a 66 millones de años), el responsable del tal curiosidad geológica fue el Plegamiento Alpino.


A la izquierda de la vereda tenemos una población vallada de Atropa baetica, el Tabaco gordo, una curiosidad botánica digna de total protección.

Hemos de tener cuidado en no perder la débil vereda, el contraste entre la pequeñez de las herbáceas, representadas aquí por esta bella orquídea contrasta con la inmensidad de los gigantescos pinsapos que aquí, alcanzan las mayores alturas de la sierra y, yo diría que hasta de toda la península ibérica.


Descendemos por una húmeda umbría entre paredes rocosas llenas de musgo para encontrar, en el mismo camino una nueva población de Tabaco gordo, que se desarrolla sobre la tierra y las rocas que ha arranca un viejo pinsapo al derrumbarse.

La oquedad rocosa que encontramos a la derecha es la Cueva del Manigero, en el mismo camino encontramos una delicada planta, la Onphalodes linifolia.
Muy cerca, a la izquierda del camino encontramos la base del impresionante Tajo de El Canalizo.

En sus paredes, a cierta altura que les salva de las cabras, encontramos otra de las joyas botánicas de la Sierra de Las Nieves, el Sarcocapnos baetica, popularmente “Zapaticos de la Reina”, delicada planta de especial belleza, en peligro de extinción.
Entre el gigantesco pinsapo que vemos en las cercanías y la pared rocosa desciende una vereda que nos llevaría en caso de seguirla, hasta la zona del Convento de Las Nieves, regresamos al camino que abandonamos antes para subir a la sombra de pinsapos de enormes troncos hasta encontrar el Pilar del Canalizo donde reponemos fuerzas y decidimos sobre la vuelta.

La subida a lo alto del Canalizo es fácil, arriba encontramos un lapiaz, algún pinsapo y esplendidas vistas sobre el bosque que hemos atravesado, las sierras Hidalga y Blanquilla con el pico de El Viento y en el horizonte, en días claros, hasta las Llanuras de Antequera.




Decidimos regresar por la Meseta de Quejigales. Para ello continuamos el camino en ascenso hasta Los Ventisqueros, allí encontramos la vereda que viene de los pinsapares de Yunquera, cambiamos de dirección bruscamente a la derecha, hacia el sur, pasamos junto a la Sima de Enamorados y entre disquisiciones sobre los nombres de los picos montañosos llegamos al Puerto del Oso.

Como Zulueta opinaba la mayoría de nosotros se muestra de acuerdo que el llamado actualmente “Torrecilla” debería llamarse en realidad el “Cerro de Las Plazoletas” y Enamorados, por su forma tal vez su nombre original fue el de “Torrecilla”. Zulueta achaca el cambio de nombre a un error cometido por los ingenieros que hicieron los primeros planos de la zona.

Unos decidimos bajar por la Cañada de El Cuerno y otros por la senda de los 1.500.

Ya en grupo descendemos por el pinar de repoblación.



En uno de los pinos encontramos un crecimiento tumoral en una de las ramas, conocido popularmente como “Escoba de brujas” una enfermedad causada, según Pepe Mayorga, por un Phytoplasma, una forma intermedia entre Virus y Bacterias.
Pasamos el arroyo Carboneras
para llegar al Área Recreativa de Quejigales donde terminamos este Paseo intenso, agradable, por hermosos paisajes con un recorrido total de 13,6 Kms.

Paisajes de la Serranía de Ronda. Sierra de Las Nieves. Tajo de Anicle

Andrés Rodríguez González Mayo 22nd, 2016

Sierra de Las Nieves. Tajo de Anicle donde la imaginación popular situaba un “puerto” de entrada y salida de naves espaciales extraterrestres. Las “pistas de aterrizaje” las situaban en “los Ventisqueros”, donde existen unos circulos que son restos de pozos de nieve que eran las “huellas” de esos aterrizajes.
La imaginación al poder.

Primavera en el Pinsapar de la Sierra de Las Nieves

Andrés Rodríguez González Mayo 20th, 2016

Quizás se pudiera pensar que estamos viendo una imagen de bosques de abetos del norte de Europa. Pues no, es una imagen primaveral de los bosques de pinsapos (que también son abetos) de la Sierra de Las Nieves.

A veces, muchas veces, sobran las palabras. Basta con contemplar la belleza. Este es uno de esos casos.

FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA Galápago leproso. Mauremys leprosa

Andrés Rodríguez González Mayo 18th, 2016

FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA
Galápago leproso. Mauremys leprosa

Reptil del grupo de las Tortugas que hasta hace unos años se la consideraba una subespecie de Mauremys caspica.
Se la llama galápago leproso porque está en crecimiento constantemente, y tiene siempre pellejos colgando que se deben al cambio de piel.
Tiene el caparazón (plastrón)  de color verde oscuro o marrón, con pequeñas manchas de color marrón claro que perderán con la edad. Tienen el plastrón un poco convexo. El caparazón es amarillo, con grandes manchas de color negro o algunas veces sin ningún tipo de mancha. La cabeza, patas y cola son de color verde oscuro o marrón, con rayas más claras. La cola suele ser bastante larga, y las patas traseras están muy palmeadas.
Los machos de tienen la cola algo más larga y ancha que las hembras, la abertura cloacal está situada lejos del caparazón. Las hembras suelen ser algo más grandes y pesadas.
Su tamaño puede llegar hasta 25 cm.
Esta especie se distribuye por muchas zonas de Marruecos y el norte de África. Habita también muchas regiones de España y Portugal y algunas zonas de Francia.
Vive en pantanos, lagos, estanques, canales, ríos de corriente lenta. En general cursos de agua muy tranquilos y con mucha vegetación sumergida y flotante donde poderse esconder.
Se trata de una especie protegida.
Esta tortuga se adapta sin problemas al clima de gran parte de España y países templados. Lo más recomendable, sin lugar a dudas, es el mantenimiento al aire libre cuando miden más de 10 cm. Deben vivir en una estanque de dimensiones considerables donde haya muchas plantas, troncos y rocas, para que se puedan esconder.
Hacen la puesta en la tierra, en zonas sin vegetación, aunque también puede haber plantas y árboles. Su alimento es a base de animales como gusanos, caracoles, insectos acuáticos, peces enfermos, cadáveres. Pocas veces consumen alimento vegetal, pero a veces lo hacen.
Es resistente al frío, pero un poco menos que el galápago europeo (Emys orbicularis) por lo que puede hibernar en zonas frías.
Les gusta pasarse largas horas al sol, y cuando vean el más mínimo movimiento se tirarán al agua e irán a esconderse en el fondo.
La hembra pone los huevos en una zona de tierra seca. Si el clima es templado, se puede dejar la puesta donde está, vallar la zona y esperar a que salgan las crías.
El principal problema con el que se encuentra esta especie es la reducción de sus hábitats. Debido a la presencia humana se han ido desplazando las poblaciones hacia lugares deshabitados. Otro problema es la contaminación de las aguas.

Actualmente están seriamente amenazas por la introducción de tortugas acuáticas americanas con las que deben competir por el hábitat y el alimento.
En Europa solo se pueden vender ejemplares provenientes de otras regiones. Si se compran ejemplares de este tipo, nunca deben juntarse con las subespecies autóctonas de la zona, para evitar cruces. Nunca se deben coger animales de nuestros ríos y lagos, pues está prohibido. Si se adquieren deben llevar una documentación en regla y deben darse de alta en un registro.
En algunas Comunidades Autónomas como Cataluña está totalmente prohibida la tenencia de estos animales.

Bibliografía
www.unzooencasa.com

FUENTE, PILARES Y ALBERCAS DE LA SERRANIA DE RONDA: Pilar del Canalizo

Andrés Rodríguez González Mayo 17th, 2016

FUENTE, PILARES Y ALBERCAS DE LA SERRANIA DE RONDA
Con Juan Castaño

Pilar del Canalizo:
Situado en 36º 43’08. 74‘’  N     5º 00’11. 61’’ O, en plena Sierra de Las Nieves, en la cara sur del peñón del Canalizo que en su lado norte y sobre todo oeste termina en el conocido y espectacular Tajo del Canalizo.
Tiene agua continua que rezuma suavemente de entre las rocas calizas cercanas. En sus aguas habitan salamandras e insectos acuáticos. En verano resulta fundamental tanto para aves como para herbivoros.

Fauna de la Serranía de Ronda: Sapo Común

Andrés Rodríguez González Mayo 14th, 2016

Fauna de la Serranía de Ronda
Sapo Común Bufo spinosus
Es un Anfibio del grupo de los Sapos
Tiene aspecto robusto y tamaño grande, hasta 12 cm de longitud los machos y 15 cm las hembras. Cabeza más larga que ancha, con un hocico corto y bastante romo. Ojos grandes y prominentes, con pupila horizontal ovalada e iris de tono cobrizo o anaranjado, con manchas finas oscuras que pueden formar un retículo. Glándulas parótidas muy prominentes, de forma alargada y elíptica, que sea abren hacia atrás. Tímpano redondeado y poco aparente. Extremidades cortas y robustas. Tiene una especie de espinas dobles bajo los dedos de las patas delanteras y bajo el cuarto dedo de las extremidades traseras. En los miembros posteriores presentan dos espinas, la interna de mayor tamaño, entre los dedos tiene membranas claramente desarrolladas.
Color de fondo pardo, rojizo o anaranjado. Diseño dorsal totalmente uniforme o jaspeado en marrones oscuros con manchas irregulares blancas o amarillentas. Vientre amarillento o grisáceo, con diseño uniforme o con un jaspeado oscuro.
Los machos durante la época de celo desarrollan callosidades nupciales de color marrón oscuro en los tres dedos interiores de las manos y en el tubérculo carpiano, además de palmeaduras más extensas de lo habitual entre los dedos posteriores.
Se extiende por el noroeste de África, Península Ibérica y sur y oeste de Francia. En la Península Ibérica presenta una distribución muy amplia, estando citada en todas las provincias españolas y portuguesas.
Ocupa todos los hábitats peninsulares, apareciendo sobre cualquier substrato geológico. Se encuentra en turberas de montaña, lagunas glaciares, embalses, ríos y arroyos en áreas abiertas, bosques de coníferas y caducifolios, zonas de matorral mediterráneo, estepas, ramblas mediterráneas, zonas de cultivos y áreas urbanas. Especie muy terrestre, únicamente acude a los medios acuáticos para reproducirse. Prefiere masas de agua profundas, estables, duraderas y con vegetación acuática. En zonas montañosas también utiliza charcas pequeñas y arroyos, siempre que sean estables. No obstante, en zonas áridas del sur es capaz de aclimatarse a la temporalidad de los medios acuáticos disponibles. Se encuentra desde el nivel del mar hasta los 2.600 m en los Pirineos.
Los adultos presentan una dieta bastante diversa en la que dominan las avispas y hormigas, además de los escarabajos. Se alimentan también de otros grupos de insectos, además de lombrices, arañas y pequeños crustáceos terrestres. También pueden consumir pequeños vertebrados como crías de roedores, pajaros pequeños y lagartijas y salamanquesas jóvenes.
Las larvas, dado que apenas nadan sino que habitualmente reposan sobre el fondo de las charcas, se alimentan fundamentalmente de algas que raspan de las plantas o piedras sumergidas, y solo ocasionalmente pueden consumir el plancton y otras partículas suspendidas en la columna de agua.
Para reproducirselos machos son los primeros en acudir a las charcas, donde esperan a las hembras. Existe una alta fidelidad en relación con los sitios de puesta, llegando los animales a recorrer varios km desde sus zonas de hibernación hasta sus lugares de cría habituales. Los machos carecen de saco vocal, por lo que su canto, compuesto de sonidos cortos y poco llamativos, apenas es audible a media distancia. En su camino a las charcas, algunas hembras son interceptadas por machos y llegan apareadas. Debido a que existen muchos más machos que hembras, hay una elevada competencia entre éstos por aparearse, lo que motiva la aparición de luchas en las que los machos solitarios tratan de desplazar, empujando con sus patas y su cabeza, a los que están apareados. Los machos de mayor tamaño tienen más probabilidades de éxito en estas luchas, y de ahí que los individuos pequeños tiendan a esperar a las hembras fuera de las charcas para poder aparearse antes de ser desplazados, mientras que los ejemplares más grandes suelen esperar en las charcas. La fuerte competencia entre machos hace que sea frecuente la aparición de intentos de coitos entre machos, con individuos de otras especies e incluso con objetos inertes.
Los huevos se disponen en cordones dobles de unos 10 mm de anchura y hasta varios metros de longitud que suelen depositarse sobre la vegetación, en zonas profundas y bien insoladas. Los huevos son totalmente negros y su diámetro puede alcanzar los 3 mm. El tamaño de puesta oscila entre 3.000 y 5.000 huevos. El desarrollo embrionario dura entre 4 y 14 días y el desarrollo larvario entre 55 y algo más de 100 días, si bien en ambos casos las condiciones ambientales, especialmente la temperatura, tienen una gran influencia en la tasa de desarrollo. Por lo general, los machos son sexualmente maduros al tercer o cuarto año de vida y las hembras al cuarto o quinto.
Ente sus depredadores se cuentan tanto aves medianas a grandes tales como cigüeñas, milanos, ratoneros, águilas pequeñas y rapaces nocturnas, como ofidios, destacando entre éstos la culebra de collar. Sin embargo, los depredadores con mayor incidencia son los mustélidos, y en especial la nutria, que en una sola noche puede consumir varias decenas de animales. Para evitar las competencia pueden segregar sustancias tóxicas por sus glándulas parótidas que terminan extendiéndose por toda la superficie corporal. También ante el ataque del depredador, pueden llenar de aire sus sacos linfáticos para aumentar el tamaño corporal, al tiempo que se levantan sobre sus patas posteriores y enseñan la parte dorsal de su cabeza con fines intimidatorios.
Pasan el invierno enterrados, utilizando galerías de roedores o huecos bajo las raíces de los árboles. Durante el periodo reproductor, la mayor parte de los adultos se concentra en las charcas, periodo tras el cual aumenta progresivamente el número de individuos que puede localizarse en tierra. En otoño los animales se desplazan hacia sus lugares de invernada. Este patrón temporal puede verse modificado en función de la climatología, especialmente en zonas meridionales con inviernos suaves, donde la actividad es prácticamente continua a lo largo del año. La actividad es generalmente nocturna, aunque durante la época de reproducción los adultos se mantienen activos también durante el día, y está influenciada por diferentes factores ambientales entre los que destaca la temperatura ambiental, y también la humedad relativa, las precipitaciones y las condiciones de viento.

El tamaño de las áreas de campeo es muy variable entre individuos, yendo desde unos pocos metros cuadrados hasta más de una hectárea. Los dominios vitales de diferentes individuos se solapan ampliamente entre sí, no existiendo indicio alguno de territorialismo.
Estatus de conservación:  Categoría IUCN para España (2002): Preocupación Menor LC.  Uno de los pocos anfibios ausentes del Catálogo Nacional de Especies Amenazadas (Real Decreto 139/2011 de 4 de febrero).
Toda parece apuntar a que podría estar sufriendo un declive más o menos generalizado, especialmente en las zonas más áridas de la Península, como consecuencia de la falta de hábitats apropiados.
Según donde se consulte algunos autores lo dan como una subespecie del Bufo bufo.
La foto que acompaña es de Gonzalo Astete a quien doy las gracias por permitirme su uso.

Bibliografia
www.vertebradosibericos.org

Cabañuelas de mayo 2016

Andrés Rodríguez González Mayo 3rd, 2016

Cabañuelas de mayo 2016: Agua de mayo, vale para todo el año.
El dicho que sirve de presentación hace referencia a que si el agua cae en mayo con generosidad, salva las cosechas y se acumula en los acuíferos para dar de beber al ganado durante todo el verano.
Según las Cabañuelas de mi pueblo, Garbayuela, aplicadas a la Serranía de Ronda, en la primera quincena podemos esperar la presencia de algunas lluvias, pero nada de ellas veremos en la segunda quincena donde el tiempo seco y caluroso se instalará en nuestras latitudes, preludio del duro verano que viene.
Esperemos que las lluvias que se anuncian para la primera quincena del mes de mayo sean abundantes y suaves en su forma de llegar al suelo.
Como acompañamiento pongo una de las setas más apreciadas de la Serranía, la Cagarria o Crespilla, foto de esta primavera.

Reproducción de los pinsapos.

Andrés Rodríguez González Mayo 2nd, 2016

Reproducción de los pinsapos.
En primavera nacen los nuevos pinsapos y también es el momento de la reproducción de esta especie.

La primera foto muestra piñas femeninas de pinsapo de pocos días de vida, aún tienen que crecer bastante hasta desarrollar los piñones que darán vida a los nuevos pinsapos en la primavera del año próximo. Las piñas femeninas están en la parte superior del pinsapo adulto, en las yemas de la copa y las cercanas. Los jilgueros aprovechan la altura para marcar el territorio con sus trinos y proteger, en éste caso, su nido donde está la hembra enguerando los huevos.

La foto muestra las piñas masculinas, situadas en el mismo árbol pero en la parte baja y media. Son de bastante menor tamaño que las femeninas, muchas están a punto de abrirse para soltar los minúsculos granos amarillos de polen que distribuido por el viento, fecundará a las piñas femeninas de otros pinsapos cercanos.

En el dibujo se pretende mostrar la estrategia de los pinsapos para evitar la autofecundación, a el polén del árbol situado un poco más alto en la ladera le es muy fácil, por cercanía, que el viento le haga llegar a las piñas femeninas de los árboles situados algo más abajo.

Ophrys atlantica

Andrés Rodríguez González Mayo 1st, 2016

Ophrys atlantica

Hace muy pocos días, dos miembros del Grupo Atropa, Gonzalo Astete y Gonzalo Astete (padre e hijo) descubrieron una joya botánica que no estaba localizada en el término local de Ronda.
Quizás la más escasa de las orquídeas de Andalucía y una de las más raras de la Península. También es de las pocas especies de la familia de las orquidáceas que está protegida por ley. Históricamente, en España solo estaba citada de Málaga y Almería, pero en los últimos años se han descubierto poblaciones en Cádiz y Granada.
Dentro del género Ophrys, que incluye a las conocidas orquídeas que imitan la forma de un insecto para atraer a los machos de la especie y ser polinizadas por ellos, es muy característico de Ophrys atlantica el labelo ondulado y plegado en forma de silla de montar.
A escala general su distribución abarca el noroeste de Africa (Marruecos, Argelia y Túnez), además del sur de la Península Ibérica; así queda dicho en el tomo XXI de Flora Ibérica, dedicado casi en su totalidad a la familia de las Orchidaceae, que salió a la luz en 2005. Pero en el libro Orquídeas de la Serranía de Grazalema sus autores, Luis Velasco Ortega y Pepe Beltrán Barea dan noticia de una pequeña población de la especie en Benaocaz.. Esta obra se publicó en 2004 y está claro que el autor del género Ophrys en Flora Ibérica no tuvo acceso a este dato. Velasco y Beltrán ya apuntan su creencia en que su hallazgo constituía la primera cita para la especie en la provincia de Cádiz. Ni que decir tiene que no aparece citada en Flora Vascular de Andalucía Occidental, que es de 1987, pero en la Guía de campo de las orquídeas silvestres de Andalucía, de 2009, de Manuel Becerra y Estrella Robles ya sí aparece la cita de Benaocaz. Posteriormente tenemos noticias de una cita de Granada en la página Granada Natural http://www.granadanatural.com/ficha_flora.php?cod=270.
La población de Benaocaz estaba constituida por tres ejemplares cuando fue hallada, pero sus descubridores no consiguieron encontrarlos al año siguiente, por lo que se planteaban la posibilidad de que se tratase de individuos que hubieran crecido de manera ocasional fuera del área propia de la especie. Posteriormente, en la edición revisada de 2008, confirman la población, tras comprobar que se mantuvo estable las dos últimas primaveras. Esta población que pudimos visitar el año pasado y comprobamos qu sigue viva pero sin ninguna medida de seguridad
En abril de 2010 los editores de florula gaditana conseguieron verla y fotografiarla. Después de unas cuantas visitas contabilizaron unos 18-20 ejemplares repartidos en un par de núcleos y algunos ejemplares aislados.
Está incluida en la Ley 8/2003 de la Flora y la Fauna Silvestres, promulgada por el Parlamento Andaluz, en el listado de especies Vulnerables.
Vicente Astete localizó en Yunquera ejemplares de esta especie hace unos años sin que hayan vuelto a aparecer.
Está incluido en la publicación El Paraíso de las Orquídeas, fechada en 1921, de Vicente Martínez Gámez. El autor se refiere con este sonoro título al pinar de Las Canteras de Puerto Real, donde gracias a varias excursiones botánicas dice haber encontrado dieciocho especies de orquídeas. Fruto de estas observaciones son el folleto citado y un artículo en las Memorias de la Real Sociedad Española de Historia Natural.
D. Vicente Martínez Gámez, fue sacerdote y catedrático de Historia Natural en los Institutos de Jerez y Cádiz; acompañado precisamente de sus alumnos de este último emprendió las excursiones a Las Canteras que dieron origen al hallazgo de las orquídeas y a algunas publicaciones. Fue amigo y discípulo de José María Pérez Lara, quien le acompañaba en sus excursiones siempre que podía, aunque cuando tuvieron lugar las visitas a Las Canteras Pérez Lara ya había fallecido. De cualquier manera sus obras no están exentas de algún que otro error de identificación.

Bibliografía
florulagaditana.blogspot.com
Guía de campo de las orquídeas silvestres de Andalucía. 2009. Manuel Becerra y Estrella Robles. Editorial La Serranía.
Granada Natural http://www.granadanatural.com/