Archive for Enero, 2017

PLANTAS DE LA SERRANÍA DE RONDA: Pino resinero y pino carrasco.

Andrés Rodríguez González Enero 30th, 2017

PLANTAS DE LA SERRANÍA DE RONDA.
El pino resinero y el pino carrasco son dos de los pinos más utilizados en las repoblaciones, por lo tanto suelen aparecer juntos pero es fácil identificarlos. Ambos pueden verse en la repoblación del comienzo de carril de Quejigales. En general el resinero suele tener muchas piñas que son de pedúnculo (unión con el tallo) corto de forma piramidal largas o muy largas, el carrasco tiene un pedúnculo largo y grueso. Veamos algunas características más de ellos.

Pino resinero, pino rodeno, pino negral, pino marítimo. Pinus pinaster
Árbol de hasta 25 m, ocasionalmente mayor. Cuando vegeta en suelos pobres o muy erosionados no suele pasar de los 10 o 12 m. En los troncos gruesos la corteza es variable; en los ejemplares que viven en ambiente de fuerte aridez tienen una corteza gruesa, con profundas grietas longitudinales y placas espesas de color pardo-negruzco, frente a los que vegetan en zonas de clima húmedo, que tienen la corteza menos gruesa, con grietas poco profundas y placas más pequeñas y más grisáceas. En cualquier caso, desde una cierta distancia, la corteza de los troncos se ve negruzca. Las acículas se disponen en parejas; en general son largas, de 12 a 25 cm de longitud, gruesas, las más anchas, rígidas y punzantes entre nuestros pinos.
Las flores o conos se producen a comienzos de primavera. Los masculinos se reúnen en grupos numerosos; tienen aproximadamente de 1,2 a 2 cm de longitud, son amarillos y muy vistosos. Los conos femeninos, tienen aspecto de piñas diminutas, de alrededor de 6 mm, poco evidentes, y de color violáceo.
Las piñas tienen un pedúnculo corto y poco apreciable, algo torcido. Son grandes, de entre 8 y 24 cm de longitud; cuando están cerradas se ven claramente alargadas, simétricas, con las apófisis elevadas, piramidales y los ombligos salientes y pinchudos; cuando se abren, además de estos caracteres, se puede apreciar el interior de las escamas, en su cara dorsal, de color pardo muy oscuro, casi negro. Tardan dos años en completar su desarrollo y dispersan las semillas a lo largo de varios meses, entre el final del otoño y la primavera del tercer año.
Es natural del Oeste de la región mediterránea, desde Francia, España, Portugal, Marruecos, Argelia y Túnez. Se ha utilizado mucho por el hombre desde comienzos del siglo XX y su área natural ha quedado desdibujada y superpuesta con repoblaciones forestales. En la Península Ibérica ocupa de forma natural los sistemas Central, Ibérico, sierras béticas y sierras costeras del Mediterráneo. Se encuentra en altitudes que van desde el nivel de mar, como los pequeños restos que quedan en las proximidades de Marbella, hasta casi los 2000 m en Sierra Nevada.
Es una especie adaptada al clima mediterráneo, siempre que no sean muy intensos ni los fríos invernales ni la sequía del verano. Puede vivir tanto en suelos fértiles como en los muy pobres, aunque en este último caso pueden quedar con tallas de 2 ó 3 m, como en algunas sierras dolomíticas de la Serranía de Ronda.
Sus principales intereses fueron la obtención de resina, de pez y la producción de madera. De la resina se extraen dos productos principales: el aguarrás y la colofonia. Los procedimientos para la obtención de resina han cambiado a lo largo de los tiempos, desde los primitivos sistemas que terminaban con la muerte del pino, hasta los de hoy en día, menos agresivos. Todavía hoy se ven pinos en los que se abrieron caras de resinación por el método Hugues, - cortes longitudinales de unos 15 cm de ancho - muy extendido a lo largo del siglo XX. La pez es una brea que se ha utilizado para impermeabilizar cascos de barcos, redes de pesca, ánforas y toneles, pellejos y botas de vino, etc. En la actualidad la producción de pez casi ha desaparecido y la de resina está en crisis.
La madera tiene una valoración entre media y alta según los crecimientos. Se emplea sobre todo para la fabricación de cajas de embalar, palets, postes. En el pasado se utilizó para hacer vigas.

Pino carrasco, pino de Alepo. Pinus halepensis
Esta especie arbórea llega a alcanzar los 12 m cuando habita en la zonas  semiáridas, hasta algo más de 20 en las estaciones algo más húmedos. Su fisonomía general es muy variable según las condiciones de desarrollo, pero el porte más característico es el de un árbol de copa ancha, baja, con muchas ramas y con el follaje poco denso y de color verde claro. La corteza de los troncos gruesos suele ser de color oscuro y agrietada y la de las ramas de aspecto liso y color gris claro, a veces brillante. Las acículas se reunen en parejas, son comparativamente cortas  de 6-8 cm de longitud, finas, flexibles y de color verde claro. Los conos maduran en primavera y se encuentran distribuidos por toda la copa. Los masculinos miden 1-1,5 cm, son amarillos y se reúnen en grupos numerosos y llamativos. En cambio, los femeninos son más difíciles de ver, tienen aspecto de piñas diminutas, de alrededor de 6 mm de longitud y color púrpura oscuro antes de la polinización. Luego, después de recibir el polen, se alargan un poco y toman colores pardos.
Las piñas maduran en el otoño del año siguiente a la floración. Están unidas a la ramilla por un pedúnculo que, en comparación con el de otros pinos, es largo sobre 1 cm de longitud, grueso y algo curvado. Cuando están cerradas tienen forma cónica y alargada, entre 6 a 12 cm de longitud, y con las caras exteriores casi lisas. Las piñas abiertas tienen un aspecto globoso, y se aprecia la parte interior de las escamas de color castaño. Al llegar a la maduración van cambiando de color, desde el pardo-amarillento al castaño oscuro. Las piñas, ya sean abiertas o cerradas, permanecen muchos años en el árbol y se van tornando grises.
Es natural de la región mediterránea, más abundante en la parte occidental, especialmente en la Península Ibérica, Marruecos y Argelia, y más raro desde el sur de Francia e Italia y hacia el extremo oriental del Mediterráneo.
En la Península crece de modo natural en las mitades este y sur, en altitudes que van desde el nivel del mar hasta los 1000 (llegando a 1600) m. Es especialmente abundante en Cataluña y Levante.
Se desarrolla en territorios con clima mediterráneo, especialmente en los que se presenta un periodo de aridez prolongado e intenso. Crece mejor en regiones de temperaturas invernales suaves, con heladas leves o sin ellas, como ocurre en las cercanías del mar, pero puede soportar fríos como los del centro del valle del Ebro o la comarca de Baza, en Granada. Aparece con más frecuencia en suelos calizos; pero también se encuentra en los silíceos e incluso en los yesosos. También puede vivir en los sustratos pobres, someros y pedregosos, donde otras especies crecerían poco y mal.
Tiene una producción de piñas muy regular y presenta un significativo porcentaje de piñas serotinas, lo que le confiere una buena capacidad de regeneración de la especie tras los incendios.
La madera del pino carrasco es de un color blanco amarillento, a veces con la parte central pardo oscura. Está muy poco considerada por varias razones: por un lado, la dificultad de encontrar árboles con el tronco recto y bien desarrollado, con pocas ramas gruesas; y por otro la abundancia de resina que la hace dificultosa para trabajar. Se ha empleado con mucha frecuencia para hacer cajas, estacas y palets, pero sobre todo para leña. Antiguamente se utilizó para traviesas de ferrocarril. En los tiempos en los que la resina era un producto valioso, también se obtenía de esta especie. El principal valor en la actualidad es su carácter protector frente a la erosión, y su papel regulador de avenidas en zonas de altitudes medias y bajas, en ambientes de clima mediterráneo, donde es característica la torrencialidad de las precipitaciones.

Bibliografía.
www.arbolesibericos.es

PLANTAS DE LA SERRANÍA DE RONDA Muscari, Muscaris, Nazarenos.

Andrés Rodríguez González Enero 29th, 2017

PLANTAS DE LA SERRANÍA DE RONDA
Muscari, Muscaris, Nazarenos.
Nombre científico o latino: Muscari (género)

Planta de la familia de las Liliáceas. Bulbos muy frecuentes en el campo, en terrenos rocosos y herbosos de toda la región mediterránea, tanto en barbechos, bordes de carreteras, prados donde puede llegar a considerarse en ocasiones como mala hierba, y en jardines por su facilidad de crecimiento y bonitos colores. Es una de las especies de bulbo más rústicas y fáciles de cultivar.
Son de pequeño tamaño, unos 15-20 cm.
Tienen su origen en Europa meridional, África del Norte y Asia occidental.
Tiene unas flores azules en la primera mitad de la primavera. Hay variedades con flores blancas. Muchos tienen un olor agradable y suave.
Se suele cultivar en grupos, bajo o delante de los arbustos o, como matas en una bordura o un jardín de rocalla. También en macetas, siempre que se pongan al sol o en sombra parcial.Necesita una temperatura fría antes de la floración y cálida mientras despliega sus flores, por ello se da bien en los climas templados, con temperaturas entre 10º y 25 ºC, en primavera o finales de invierno. En verano y cuando el calor de la primavera es grande se secan ya que necesitan agua moderadamente, pero no en exceso que puede pudrir los bulbos.
Los muscaris se multiplican abundantemente por medio de bulbillos producidos junto al bulbo principal. Por ello se suelen extender con facilidad.

Bibliografía.
http://fichas.infojardin.com

FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA Gamo común o europeo

Andrés Rodríguez González Enero 25th, 2017

FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA
Gamo común o europeo
Dama dama, Cervus dama

Especie perteneciente a los cérvidos, de menor tamaño que el ciervo, presenta un dimorfismo sexual apreciable, los machos pesan hasta 60 Kg, mientras que las hembras llegan sólo a los 40 Kg. Presenta además diferencias estacionales de color entre los meses de verano, en los que su capa es castaña punteada de blanco, e invierno, cuando ésta se vuelve grisácea y los puntos se hacen menos apreciables.
Los machos adultos cuentan con cuernos palmeados (llamados palas), que se diferencian claramente de la cuerna de los ciervos por no tener astas.
Su cola es corta y oscura, con dos llamativas manchas blancas rodeándola, las cuales a su vez están enmarcadas por manchas negras en forma de paréntesis. La utiliza como señal de alarma.
Hábita en bosques abiertos de cualquier tipo de árbol pero siempre que ofrezcan claros con praderas donde alimentarse. Distribuido en zonas aisladas de toda la Península. En la Serranía de Ronda es frecuente en La Nava, en la Sierra de Las Nieves.
Esta especie suele encontrarse en semilibertad en fincas de caza, explotada cinegéticamente, también en jardines.
Se aparean en otoño y los partos se producen en junio y julio. Los partos son de una cría, aunque raramente pueden serlo múltiples. Las crías se destetan al cabo de un año.
Se alimenta de hierba, hojas y corteza de ramas bajas de los árboles.
Son gregarios, viviendo en manadas de hembras y subadultos todo el año. En verano los machos adultos se suman al grupo con vistas al apareamiento.
Las hembras emiten un valido de comunicación grupal, y una especie de ladrido de alerta. Los machos emiten una “ronca” característicia durante la época de celo.
Los machos pierden anualmente el pelo de sus cuernos, para lo cual se ayudan rascando sus palas contra los troncos o ramas de los árboles, donde dejan señales y restos del pelo perdido.

Bibliografía
www.faunaiberica.org

Fauna de la Serranía de Ronda Lavandera blanca

Andrés Rodríguez González Enero 21st, 2017

Fauna de la Serranía de Ronda
Lavandera blanca
(Motacilla alba)

Las lavanderas son unas pequeñas aves muy estilizadas y de larga cola, deben su nombre al hábito de frecuentar las orillas de los ríos y arroyos. La lavandera blanca es la más común en España, especialmente en invierno, cuando se reúne en dormideros, en muchos casos urbanos y a veces enormes. Se trata de un ave muy adaptable, capaz de ocupar medios muy diversos, tanto naturales como humanizados. Una raza más oscura de origen británico, la lavandera enlutada, inverna en muy bajo número en nuestro país. Personalmente no la visto nunca, tampoco tengo noticias de su presencia en la Serranía de Ronda.
Pertenecen al Orden Passeriformes; familia Motacillidae. Tuenen una longitud de 18 cm y una envergadura de 28 cm.
Se identifica con facilidad por ser muy estilizado con larga cola y tonos blancos, negros y grises. Exhibe dorso gris ceniza, vientre blanco, y alas negras y con bandas blancas cuando están plegadas. Posee cola larga y negra, con plumas externas blancas, y patas y pico negros. El patrón de la cabeza resulta muy contrastado, con la cara blanca rodeada arriba y abajo de negro. Luce un plumaje invernal similar, aunque el color negro en la cabeza está más reducido, y muestra garganta blanca y banda pectoral negra.
Ambos sexos son parecidos, pero la hembra tiene la nuca gris. Los jóvenes resultan más uniformes, sin negro en la cabeza y con banda pectoral grisácea. Un hábito destacado de esta ave es el continuo balanceo de la cola. En invierno se vuelve muy gregaria y se reúne en dormideros.
El canto lo hacen con frecuencia en pleno vuelo, se compone de dos notas agudas, fuertes y secas (algo parecido a tsi-sitt). El canto consiste en una sucesión de notas similares al reclamo, aunque con gorjeos que recuerdan a una golondrina.

Bibliografía
www.seo.org

ruta Ronda Nevada enero de 2017

Andrés Rodríguez González Enero 21st, 2017

Puedes mirar más datos de la ruta en

Wikiloc

Andrés pasolargo

Ruta Ronda nevada

Paisajes de la Serranía de Ronda: Cortijo de la Viborilla.

Andrés Rodríguez González Enero 19th, 2017

Paisajes de la Serranía de Ronda
Cortijo de la Viborilla.

Entre la Sierra Hidalga y la Sierra de Las Nieves existen una serie de “cortijos” que son impresionantes. No por parecerse a los cortijos andaluces del Valle del Guadalquivir, sino por todo lo contrario. Estos no están rodeados de fértiles tierras sino de esterilidad y rocas desnudas. Cortijos son el nombre con el que se les conoce, pero son actualmente una ruina con cuatro paredes que apenas se levantan del suelo, al lado suelen tener una menguada fuente, algún moribundo o fallecido árbol y una pequeña “era”, testimonio de que los escasísimos suelos con poca pendiente entre rocas eran cultivados. Cuando estaban habitados, sus condiciones no debían ser mucho mejores, la dureza del clima con frecuentes y duras nevadas, la incomunicación a la que estaban sometidos sus habitantes, con veredas maltrechas y empinadas, la escasez de agua con menguados nacimientos  y, a veces, alejadas fuentes, debían hacer muy duras las condiciones de vida. La pobreza de estos terrenos áridos, de calizas y margocalizas, con fuertes pendientes, contrasta con los suelos de la otra ladera de Sierra Hidalga, la que mira a Ronda, de suelos fértiles y con horizontes bien desarrollados. En los terrenos que hoy nos ocupan la mayoría de la superficie está cubierta por piedras y rocas que carecen de suelos, entre los escarpes rocosos serpentean pequeños torrentes que vierten sus escasas aguas hacia la cabecera del río Guadalevín o su principal valedor, el arroyo Carboneras que recoje aguas de las Cañadas del Cuerno y de Enmedio del Pinsapar de Ronda y de La Fuenfría.

El agua está presente en épocas de lluvias pero en verano, gran parte de la primavera y bien avanzado el otoño, aquellos terrenos bien pueden confundirse con una zona desértica o un predesierto de Almería. En determinados lugares, el agua filtrada en el suelo o la caída en forma de nieve, aflora al exterior cuando las arcillas impermeabilizan el terreno, y lo hace en forma de escasas fuentes; cerca de ellas, si el escaso suelo lo permitía, a veces existen restos de pequeñas albercas y lo que debieron ser pequeños huertos. Y entre los minúsculos llanos con un poco de tomo de suelo, se adivina, con mucha imaginación, que eran los dedicados a los cultivos de cereales, cultivos casi artesanales que debían hacerse con arado romano y mulo o burro como toda ayuda, en un intento de arañar algo productivo a la tierra esteril.
Siempre que visito estos cortijos, la Sardina Baja y Alta, el Hoyoncillo, Malillo, Cobatillas, Colmenarejo… tanto si entro por Manaderos como si lo hago por Lifa o por el arroyo Carboneras junto al Refugio de Quejigales, pienso en la dureza de la vida de los aparceros que por aquí sobrevivían.  Y digo bien, sobrevivir, por que vivir aquí no es vivir. Veo a los pastores cuidando rebaños de los señoritos de Ronda, pensando cómo justificar ante ellos no poder pagar la aparcería por la sequía, la enfermedad o la espantá de los rebaños por los truenos y tormentas, veo a los muchachos mal vestidos y peor calzados, ocupados todo el santo día en buscar la oveja o la cabra “paria” que no aparece, en evitar que las cabras invadan el huerto o se coman los cultivos de cereales; pienso en las muchachas ayudando a la madre en sus múltiples obligaciones, tal vez soñando con un hombre que les saque de allí para llevarles a una vida mejor; pero sobretodo, pienso en las mujeres que aquí vivieron, aquí parieron, lloraron a sus hijos muertos al nacer o picados por víboras, despeñados en algún tajo; tal vez soñando con que alguno de sus hijos pudiera irse a Ronda como “aprendiz” de algún oficio o alguna de sus hijas a casa de los señoritos a “servir”. Imagino mujeres duras, descalzas por darles sus zapatillas a las hijas, temerosas por el futuro de sus hijos y a la vez valientes para vivir el día a día. Y sobre todo pienso en las mujeres que vivieron en el cortijo de La Viborilla. ¿Y por qué en éste? Porque desde aquí se ve Ronda, que representaría el paraíso prometido, el lugar donde se iba un par de veces al año. Donde vivían parientes y quizás, algún novio que trabajaba en una tienda de la calle La Bola, un mozo que le prometío una vida mejor cuando viniera de “la mili”, y que no pudo cumplir su promesa porque antes el amor fue truncado por una suegra que le arreglo el matrimonio con alguna vecina, una “casi suegra” que le jodio la vida y, a la vez, le dio los sueños de la vida que nunca vivirá.


Imagen de Josep Cuatrecasas del año 1930, cuando vino a realizar una visita a los pinsapos.

Premio Fotográfico Sierra de Las Nieves

Andrés Rodríguez González Enero 17th, 2017

Premio Fotográfico Sierra de Las Nieves

La Junta Rectora del Parque Natural y Reserva de La Biosfera Sierra de Las Nieves edita todos los años un calendario en el que cada mes está representado por una foto que se elige por medio de un jurado y a la que otorgan un premio bien en la modalidad de Bio y Geodiversidad o en actividades humanas. Son pues seis los premios en cada una de las modalidades (tres premios y tres accésit en cada una).
Este año 2017me han concedido el honor de premiarme con el primer premio en la modalidad de Bio y Geodiversidad por una fotografía de una planta en peligro de extinción, la Atropa baetica,  popularmente llamada Belladona andaluza o Tabaco gordo, de la que en la Sierra de Las Nieves se conocen veinte poblaciones siendo el espacio protegido andaluz y de España donde más abundan estas raras plantas.

El premio ha consistido en un diploma y material de difusión y promoción del Parque Natural

La foto muestra varias flores, hojas y frutos de la planta, fotografía obtenida en la Sierra de Las Nieves. Se da la paradoja que esta especie, que parece que nunca fue abundante empezó un declive muy peligroso para su supervivencia cuando se descubrió que era muy rica en alcaloides, entre ellos la “Atropina” usada para dilatar las pupilas. Afortunadamente esta sustancia que aún hoy en día se usa para esos fines terapéuticos se obtiene químicamente en laboratorio. El Tabaco gordo y su pariente cercano la Belladonna se han utilizado en la antigüedad con fines cosméticos, al dilatar las pupilas las mujeres de alta alcurnia se extendían esencias sacadas de esas plantas en los párpados para aparentar más nobleza ya que tenián la piel blanca y las pupilas dilatadas, es decir estaban siempre a la sombra, no como las mujeres de clase social inferior que tenían la tez morena por el sol y las pupilas contraídas por estar a la intemperie.

PLANTAS DE LA SERRANIA DE RONDA Merendera androcymbioides

Andrés Rodríguez González Enero 11th, 2017

PLANTAS DE LA SERRANIA DE RONDA
Merendera androcymbioides
En 1978 Benito Valdes describía la nueva especie Merendera androcymbioides con ejemplares de la Serranía de Ronda, concretamente decía que el material para la descripción de la nueva especie había sido encontrado en “las cercanías de Ronda”.  Desde entonces las citas en la Serranía de Ronda son escasas por no decir casi nulas. Tan solo tenemos referencia de que Manuel Becerra Parra localizó la planta en el Puerto de Quejigales en 2.006. Por lo tanto cuando Juan Ríos Pimentel, botánico aficionado pero no por ello menos riguroso que cualquier científico titulado, me comunicó que haciendo una ruta por Sierra Hidalga había localizado ejemplares a últimos de diciembre de 2014 de esta rara especie, me apresuré a hacerle compromiso de volver a buscarlos. El día 6 de enero de 2.015, acompañados de Gonzalo Astete,  otro buen naturalista de la Serranía, hicimos un recorrido para intentar ver esta joya botánica. Localizamos primero un ejemplar suelto a 1.015 m de altitud sobre el nivel del mar y más tarde a más altura, 1.214 m, una población bastante abundante (quizás entre 70 a 100 ejemplares) en una ladera con fuerte pendiente orientada al sur- sureste, sobre arcillas procedentes de descomposición de calizas, mucha piedra suelta y vegetación tipo matorral. Dentro de terrenos del Parque Natural Sierra de Las Nieves. Este año no ha sido posible su localización a pesar de nuestros esfuerzos.

Valdes designó el epíteto “androcymbioides” en alusión al parecido con Androcymbium : (…las poblaciones de la Serranía de Ronda deban considerarse como especie independiente. Por ello se describe aquí como Merendera androcymbioides , que alude al aspecto de Androcymbium que tienen los ejemplares sin flores de esta especie.) Resulta evidente el parecido morfológico de muchas plantas aún estando alejadas taxonómicamente, conocido es de sobra el fenómeno de la convergencia adaptativa por el cual especies alejadas adquieren similares adaptaciones.
Aunque pertenecen a la misma familia, Colchicaceas , las posibilidades de observarlas creciendo juntas serían nulas . Actualmente presentan diferente hábitat y área de distribución . Mientras que Androcymbium gramineum se cría preferentemente en terrenos costeros almerienses y norteafricano  entre 0 y 200 m, la Merendera androcymbioides es un endemismo del sur peninsular que crece en pastizales y matorrales basófilos de montaña entre los 600 y los 1600 m de algunas Sierras Béticas del interior andaluz. Presentan diferencias morfológicas apreciables ,flores , porte , fenología…
Pero ambas son ejemplos de geófitos, esas plantas que hacen frente a las condiciones ambientales más adversas con órganos de reserva y resistencia subterráneos. Un biotipo con éxito en la región Mediterránea que ha colonizado medios tan diferentes como pueden ser las frías praderas de montaña o los cálidos arenales costeros.
Las dos son de temprana floración en su medio: Androcymbium comienza su ciclo floreciendo de noviembre a Febrero, aprovechando esa humedad y escasas precipitaciones invernales de la árida costa almeriense; mientras que la Merendera única en su género de floración primaveral, comienza su desarrollo en Febrero con el suelo aún saturado y tras el deshielo de las primeras nieves. Pero los ejemplares localizados en la Sierra Hidalga habían florecido a finales de diciembre y conservaban sus flores el día 6 de enero de 2015.

En un hábitat o en otro estos geófitos con frecuencia crecen en llamativos grupos y destacan al ser las primeras en emerger sus bellas formas, flores blanquecinas que contrastan con el verde de sus hojas, bien sea sobre la arena, la arcilla o la nieve.

Bibliografía
www.mirandoplantas.com
institucional.us.es/revistas/lagascalia/

FUENTES, PILARES Y ALBERCAS DE LA SERRANÍA DE RONDA: Pilar y fuente del cortijo de Diezma

Andrés Rodríguez González Enero 10th, 2017

FUENTES, PILARES Y ALBERCAS DE LA SERRANÍA DE RONDA
Con Juan Castaño
Pilar y fuente del cortijo de Diezma
Situado en la posición
36º 43´15.71 N
5º 05´17.03 O
El pilar actual tiene agua corriente continua aunque en verano decrece mucho llegando a secarse, aguas que proceden de la vieja fuente cubierta de juncos situada a unos 50 metros. El agua se reúne en un pequeño pozo desde donde con goma se lleva al pilar nuevo. Entre el pilar nuevo y la fuente se encuentran dos viejos pilares, uno más antiguo y más elevado y otro algo menos viejo, muy deteriorados ambos, partidos y sin agua, ese último que he nombrado presenta la curiosidad de que sus paredes están curvadas. En un lateral se conservan los restos de dos albercas.
La fuente es claramente “de ladera”, las rocas calizas fisuradas recogen agua que se infiltra en el suelo, una capa más impermeable de arcilla obliga a estas aguas a aflorar a la superficie.
El cortijo, situado cerca, ha empezado a caerse por el tejado por lo que se ruina es inminente.

PLANTAS DE LA SERRANIA DE RONDA: Azafrán de Sierra Nevada.

Andrés Rodríguez González Enero 5th, 2017

PLANTAS DE LA SERRANIA DE RONDA
Azafrán de Sierra Nevada Crocus nevadensis

El Crocus nevadensis, pertenece al género de los Crocus, un género de plantas bulbosas, perteneciente a la familia Iridaceae, el que se encuentra integrado por más de 80 especies, ampliamente distribuidas por Europa. De los diferentes tipos de crocus, tan solo es utilizado con fines culinarios el llamado azafrán (Crocus sativus), mientras que los restantes son utilizados de modo fundamental con fines ornamentales, principalmente en jardinería, debido a que por ser tan variables en su época de floración y de colores tan brillantes el género de los crocus es muy apreciado.
Este bulbo se creyó durante algún tiempo que solo se localizaba en este macizo montañoso de Sierra Nevada, pero es un endemismo iberonorteafricano, que se localiza en el sureste de la Península Ibérica y norte de África. En la Serranía de Ronda las citas son muy escasas.
Se trata de una planta bulbosa, de la familia de las iridáceas, que raramente supera los 15 cm. tiene hojas basales, sentadas, estrechas, que están presentes ya en la floración. Sus flores son solitarias, de unos 4-5 cms. de longitud, con forma de tubo cuya parte inferior es subterránea, de tépalos blancos surcados por venas de color violeta muy atractivo. Florece muy temprano, normalmente a partir de febrero coincidiendo con las primeras retiradas de las nieves del invierno, aunque también puede localizarse en floración sobre la misma nieve.
Las flores del Crocus nevadensis a veces son abundantes, como ocurre en el macizo central de la zona caliza de la Sierra de Baza, en torno a los 2.000 metros de altitud, formando una alfombra blanca entre los prados de montaña o los bordes de bosques, también se ha localizado este bello bulbo en piso bioclimáticos inferiores, en torno a los 1.400 metros de altitud, en la Serranía de Ronda incluso se ha localizado a más baja altitud, pero siempre en suelos con cierta humedad edáfica .
Todos los Crocus cuentan un bulbo que se esconde bajo la tierra, llamado cormo, el que encierra los nutrientes de la planta, esto es, sus reservas para la época en que desaparecen las hojas de la planta y queda completamente bajo tierra.
Como la polinización de los crocus es entomófila, esto es, provocada por insectos, la precoz floración de esta planta, cuando no ha desaparecido el invierno y por tanto está bajo mínimos la fauna de insectos, aprovecha los días soleados para abrir sus flores invitando a los insectos a que la visiten, mientras que en los días lluviosos o con nubes  cierra los pétalos, para proteger la flor formando un tubo, a la espera de mejor ocasión para la polinización.
Se conocen más de cien especies y subespecies de crocus, de las que se cultivan unas 30 para su uso en jardinería.

La foto es de Gonzalo Astete a quien agrdezco que me haya permitido usarla.

Bibliografía
www.sierradebaza.org

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