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Fauna de la Serranía de Ronda: Burro

Andrés Rodríguez González Febrero 14th, 2013

FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA

Asno, Burro  (Equus africanus asinus)

El burro deriva del asno salvaje del Norte de Africa (Equus africanus). En un principio los burros domésticos fueron clasificados como una especie, Equus asinus, y se mantuvo durante mucho tiempo esta clasificación. Al demostrarse que los asnos domésticos y los salvajes africanos, Equus africanus, pertenecían a una misma especie, las reglas de nomenclatura hicieron ver que debían tener el mismo nombre científico. Generalmente en casos como éste se aplicaría el principio de prioridad usado en la nomenclatura científica, que establece que debe permanecer como nombre específico el primero en haber sido registrado, siendo asinus el más antiguo, pero se determinó en 2003 que los asnos domésticos, al igual que otras 17 especies domesticadas, debían nombrarse como su variedad salvaje, Equus africanus, y por lo tanto los burros domésticos debían nombrarse como la subespecie Equus africanus asinus.

El asno doméstico es un animal doméstico, mamífero, del grupo de los ungulados perisodáctilos, un amplio grupo en el que se encuentran los caballos, las cebras, los rinocerontes y los tapires. Pertenece a la familia de los équidos, y tienen un único dedo, con una ancha pezuña en cada extremidad. En Europa no existen ejemplares salvajes.

Los burros varían considerablemente de tamaño. La mayoría de los burros domésticos tienen una talla que oscila entre casi un metro y uno cincuenta hasta la cruz, aunque hay variedades mayores como la raza andaluza-cordobesa que puede superar los 1,6 m o el burro catalán que llega a los 1,65 m. La coloración y longitud de su pelo también es muy variable. Su color más habitual es el gris en todos sus tonos, llegando hasta el blanco y el negro, y también son habituales las tonalidades pardas. A menudo tienen el pelaje de tonos más claros o blanco alrededor del morro, la zona periocular y el vientre y con frecuencia presentan dos franjas oscuras en forma de cruz en su espalda. Sus crines son más cortas que las de los caballos por lo que permanecen encrespadas en lugar de caer sobre el cuello.

Generalmente es empleado como animal de carga en el Sur de Europa ya que son capaces de acarrear entre el 20% y el 30% de su peso corporal, y también se usaron para arar y para ser ordeñados. También viven en Irlanda, donde fueron introducidos desde España a cambio de caballos durante la guerra napoleónica.  Ha sido un animal muy usado en las tareas del campo por su caracter tranquilo y apacible, también por su robusted y resistencia. Se aclimata muy bien a la sequia y al calor.

El nombre “asno” procede del término que designa a este animal en latín “asinus”, y que también es la usada en su nombre científico para designar a la subespecie doméstica. Los términos, también latinos, que designan a su género y especie, Equus africanus, significan literalmente «caballo africano».

La palabra «burro» es un derivado regresivo del latín tardío burricus que significaba «caballo pequeño», mientras que caballus era un caballo castrado usado para tirar o cargar.

Los ancestros salvajes de los burros de África fueron domesticados sobre el quinto milenio antes de Cristo, quizás al mismo tiempo que los caballos en Europa.

Los burros son más longevos que los caballos, llegando a vivir hasta los 40 años. Alcanzan la madurez sexual entre los 2 y 2,5 años. El apareamiento puede producirse en cualquier época del año, aunque generalmente no se produce durante la primavera. La gestación dura entre 12 y 14 meses, que producirá normalmente una sola cría, raramente dos, que será destetada cuando tenga entre 6 y 9 meses.

Los burros son capaces de emitir Rebuznos a un volumen muy alto que les permite mantenerse en contacto a distancia, hasta los tres kilómetros. Sus largas orejas le sirven tanto para percibir mejor los sonidos como para poder disipar mejor su calor corporal. Los burros tienen un sistema digestivo resistente, bastante más que los caballos, lo que les permite consumir mayor diversidad de plantas y extraer agua del alimento de forma muy eficiente. En promedio los burros necesitan menor cantidad de alimento que los caballos de tamaño y peso equivalente, todo ello les permite vivir en terrenos pobres y zonas de climas duros. Los burros se defienden dando fuertes coces con sus patas traseras cuando son molestados, también pueden golpear con las patas delanteras y dar mordiscos.

Existen varias razas. El asno andaluz-cordobés, fue introducido en Andalucía hace más de tres mil años. Son individuos de gran alzada tanto en machos (160 cm) como en hembras (150 cm).  Son de conformación armónica y robusta. Se adaptó sin problemas al clima caluroso andaluz y se crió en dos zonas : Córdoba y las localidades de Genil y Baena. Fue pieza clave en las explotaciones cerealistas y olivareras de estas regiones al emplearse formando recuas para el transporte. También ha sido utilizado como padre de la mula, animal más usado en la tracción. Los únicos asnos andaluces de raza pura censados son del servicio de Remonta de la Jefatura de Cria Caballar. La raza zamorano-leonesa ocupaba a principios de siglo toda la provincia de Zamora y el Norte de Salamanca. Actualmente, salvo algún ejemplar aislado, se restringe a algunas comarcas zamoranas.Se caracteriza por el color oscuro de su capa, su voluminosa cabeza y su abundante pelaje. Su censo se reduce a varios ejemplares de pura raza. La raza catalana son animales vitales, nerviosos. Las comarcas con más animales registrados son las del Berguedà y las de Girona. La raza mallorquina desciende de la catalana y se ha modificado por el efecto de insularidad. Sólo hay cuatro hembras y dos machos registrados en 1995. Hay otros asnos en Baleares que proceden de razas africanas o andaluzas, pero los auténticos burros baleares es posible que hayan desaparecido o esté a punto de hacerlo.

La aparición de la maquinaria agrícola y los medios de transporte modernos han supuesto un descenso considerable en sus poblaciones. Los burros empezaron a usarse cada vez menos desde comienzos del siglo XX en los países ricos, aunque empezaron a usarse para el turismo y como mascotas y siguen siendo usados como animales de trabajo en los países en desarrollo. Las variedades de pequeño tamaño son las más apreciadas como mascotas en contra de la tendencia del pasado cuando se valoraba más a los burros de mayor tamaño que podían ser usados para producir mulas grandes y fuertes al cruzarlos con caballos.

 

Los burros tienen una larga reputación por su terquedad, pero esto se debe a la mala interpretación de algunas personas de su instinto de conservación altamente desarrollado. Es difícil forzar a un burro a hacer algo que contradiga sus propios intereses. Son animales inteligentes, cautelosos, amistosos, juguetones e interesados en aprender. Una vez que se haya ganado su confianza pueden ser buenos compañeros en trabajo y recreación; por esta razón ahora son comúnmente conservados como mascotas en algunos países, en donde su uso como animales de carga ha desaparecido. También son populares por pasear niños en algunos lugares turísticos y de recreación.

En países prósperos el bienestar de los burros, se ha vuelto recientemente una preocupación y se han instalado algunos santuarios para burros.

Los burros también son criados para consumir su carne que forma parte de la gastronomía de algunas regiones de España y países como China.

Actualmente hay unos 44 millones de burros en el mundo.

FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA: Mantis Religiosa

Andrés Rodríguez González Diciembre 15th, 2011

Mantis religiosa, Santateresa.
En otoños de temperaturas relativamente suaves como el que tenemos este año, a veces, se aprecia la presencia de seres vivos que no “cuadran” con la época de año, que son más propios de verano que de un periodo cercano al duro invierno rondeño. Es el caso de algunos insectos, como la Mantis religiosa.
Es uno de los insectos que más llama la atención y al que más se respeta. Quizás por esa actitud agresiva que adopta ante la presencia de cualquier animal por muy grande que éste sea.
La mantis religiosa debe su nombre a sus potentes patas delanteras, que están dobladas y juntas en un ángulo que recuerda a la posición de orar. De ahí su nombre “religiosa”. El primer nombre, Mantis, hace referencia al género de estos animales, otro nivel de clasificación, al que solo pertenecen ciertas especies, aunque con el nombre vulgar de Mantis religiosa se designan muchas otras especies. Pero la verdadera Mantis religiosa es un insecto de cierto tamaño, del Orden Mantodea. Son artrópodos, es decir animales de patas articuladas, recubiertos por un caparazón externo a modo de armadura. Por supuesto son invertebrados.
A pesar de su nombre, estos insectos son unos fabulosos depredadores. Su cabeza triangular se alza en lo alto de un estirado cuello, que continua con un tórax alargado. Los mántidos pueden girar la cabeza 180 grados para buscar presas en los alrededores con sus dos grandes ojos compuestos y tres simples situados entre ellos. Poseen cuatro alas y seis patas como casi todos los insectos.
La mantis suelen ser de color verde o pardo, viven camufladas muy bien entre las plantas acechando pacientemente a sus presas. Usan sus patas delanteras para atrapar a sus víctima con una velocidad tan grande que resulta muy dificil de ver a simple vista. Existe un arte marcial inspirado en sus movimientos de ataque. Sus patas presentan unas largas y potentes púas con las que atrapan, inmovilizan y matan a las presas que suelen ser mariposas, grillos, saltamontes, moscas y muchos otros insectos. Pero existen referencias e imágenes espectaculares de ataques a pequeñas aves como colibrís, a lagartijas y camaleones, animales que les superan ampliamente en tamaño. Es pues, un animal osado y valiente.
Es un depredador implacable que no duda en comerse a otros congéneres, incluso de su propia especie. La leyenda sobre la terrible conducta amatoria de la hembra adulta que dice que se come al macho después del apareamiento es cierta, si el macho se descuida lo más mínimo y no se retira deprisa después de consumar el acto sexual, es devorado. Se han citado casos de que, en ocasiones, se come a su pareja durante el apareamiento. A pesar del peligro el deseo puede más y los machos no rehuyen la oportunidad de reproducirse.

Las hembras ponen cientos de huevos en una pequeña bolsa, de la que las larvas emergerán con un aspecto muy similar al de sus progenitores a escala diminuta. Es decir estos insectos no tienen una metamorfosis compleja.

Aguila pescadora

Andrés Rodríguez González Abril 9th, 2009

Aguila pescadora (Pandion haliaetus)
Ave rapaz grande, de color marrón oscuro en las partes superiores, exceptuando la cabeza que es blanca con una especie de antifaz oscuro, el color oscuro del dorso contrasta con la parte ventral que es blanquecino. Sus alas son desproporcionadamente grandes y estrechas. Las garras son de color marfil. Los ojos amarillos y el pico muy afilado. La hembra y los jóvenes poseen una banda pectoral pálida. Muy característico es el antifaz oscuro que empieza en el pico y se une al dorso pasando por la zona ocular. Píleo manchado de pardo-oscuro de forma variable. En algunos momentos su vuelo puede parecerse al de una gaviota. El águila pescadora mide entre 52 y 60 centímetros de alto, con una envergadura que oscila de 152-167 cm. Posee unas plumas alargadas en la nuca que forman una cresta que se eriza con frecuencia.
Se halla distribuida por todos los continentes, exceptuando la Antártida. En España continental desapareció como reproductor a principios de la década de los 80 del pasado siglo XX, aunque la población se ha recuperado, aún se la considera en estado crítico. Los núcleos españoles más abundantes son las Islas Canarias y Baleares. Durante la época migradora pueden observarse ejemplares en cualquier zona de España, especialmente las que pueden ser aptas para la pesca (marismas, embalses, ríos, etc.), llegando a invernar en algunas zonas favorables de Extremadura, delta del Ebro y sur de España (costa y embalses gaditanos y costa de Huelva).
En la comarca se han observado ejemplares invernantes no reproductores en el Embalse de Los Hurones, cerca de Ubrique, también se la ha visto también en el Embalse de Zahara, en el Parque Natural Sierras de Grazalema.

Los ejemplares del norte de Europa son migrantes transaharianos. Pasan el invierno en Africa tropical, aunque cada vez más ejemplares invernan en la península Ibérica. Durante la migración, el paso por la península Ibérica es frecuente, aunque no hay concentraciones tan importantes como otras rapaces en el estrecho de Gibraltar, debido a que puede migrar directamente sobre el mar sin depender de las corrientes térmicas. La mayoría de las águilas pescadoras europeas inverna en países como Sierra Leona y Senegal. Las aves adultas cruzan el Mediterráneo, y las más jóvenes siguen la costa en un recorrido más largo, pero que les permite tomar algún descanso.
El águila pescadora está estrechamente ligada a los hábitats acuáticos con abundancia de presas, con aguas poco profundas, claras y no contaminadas. Los reproductores españoles, suelen utilizar hábitats marinos, nidificando en acantilados tranquilos, construyendo el nido sobre rocas. Se alimenta exclusivamente de peces vivos. La captura de otras presas es excepcional y accidental. Los peces más pequeños suelen medir unos 10 cm. y los mayores unos 60 cm. y pesan entre 100 y 600 g. Las especies más depredadas son las que se mueven cerca de la superficie.
Durante el vuelo de pesca, se cierne a poca distancia del agua. Una vez localizada la presa se lanzan sobre ella desde el aire en picado. En el último momento adelantan las garras las cuales se sumergen en el agua. También puede pescar desde posaderos.
La madurez sexual se alcanza a los 3 años y la primera reproducción tiene lugar entre los 3 y 5 años. En el Mediterráneo la edad media de la primera reproducción es de 4,3 años para los machos y 5,1 años para las hembras.
La esperanza de vida media de un águila pescadora es de 20-25 años.
Las fotografías que ilustran esta información son de Juan Tebar.


Golondrina

Andrés Rodríguez González Marzo 3rd, 2009

La golondrina común (Hirundo rustica) es una de las aves migratorias más conocidas del mundo.
Tiene un extraordinario sentido de la orientación y recuerda con absoluta certeza los lugares donde ha vivido, es capaz de encontrar su nido de los años anteriores que vuelve a ocupar año trás año. Eso le ocurre a un buen amigo y extraordinario canaricultor, José María Canca, desde que se instalo en su casa, en el 2.002,  la misma pareja anida cada año. Siempre llegan sobre estas fechas, entre mediados y finales de febrero, primero llega el macho y unos días después aparece la hembra, pronto iniciarán el cortejo y la restauración del nido, que, por supuesto tratándose de un amante de los pájaros como es Jose Mari, permanece intocable en su casa. Me cuenta que repiten las fechas con bastante precisión y tan solo un año se adelantaron a finales de Enero.
La golondrina puede llegar a medir hasta 19 cm de largo, posee un pico corto, alas fuertes y largas. Su cuerpo aerodinámico está adaptado para vuelos rápidos y de largo recorrido. Sus alas estrechas y su cola ahorquillada le permiten maniobrar sin problema, da rápidos giros para perseguir a sus presas que no tienen escapatoria a cielo abierto. El color de la cabeza, del lomo, alas y de la cola es de un negro azulado brillante, el de la frente y cuello es rojo algo oscuro mientras que el pecho y vientre son color blanco amarillento. Tiene un vuelo rápido, rasante y constante, caracterizado por cambios de rumbo repentinos y progresivos. Su canto es agradable, débil y gorjeante, emitido tanto en vuelo como posada.
En general, las golondrinas se han adaptado a vivir muy cerca del hombre, crían en granjas o casas de campo, son más escasas en pequeñas ciudades, están ausentes en las grandes urbes. Casi siempre anidan en establos, en donde pueden vivir varias parejas en armonía. El nido se construye plano, sin otros materiales que el barro, la saliva y algo de paja, los nidos suelen fijarlos a vigas de madera, aunque también los hacen en paredes; lo sitúan tan pegado al techo de la estancia que resulta imposible mirar en su interior. Las golondrinas acarrean el barro en su boca, en bolitas. El interior del nido se hace confortable con plumas, pelos y tallitos. En pocos días han terminado. Los huevos son de casi 15 milímetros mm de largo, sus cascarones son un poco amarillentos y con muchas pequeñas manchas parduscas o grisáceas dispersas irregularmente en toda la superficie. La hembra permanece en el nido mientras el macho sale en busca de alimento. Cuando los hijos han crecido lo suficiente, la madre les enseña a volar. Esta ave tiene un gran instinto de defensa, siendo el gato su más frecuente enemigo. Cuando alguno lo asedia en su nido, se agita con un batir de alas y abre el pico en actitud amenazadora. Se ha descrito que a veces, en que el peligro es muy grande, se une con otras compañeras y entre todas espantan al enemigo.

La época de cría es de mayo hasta agosto, período en el que tienen lugar dos incubaciones que dura cada una de 14 a 16 días. Los polluelos permanecen en el nido de 20 a 22 días. La hembra pone 4 ó 5 huevos en cada incubación.
Los polluelos, una vez que saben volar, se posan en fila sobre un cable o una rama, y se dejan alimentar, durante un tiempo. Después merodean gregariamente por áreas de abundancia de comida. Los adultos, casi siempre después de un descanso de 14 días, empiezan una segunda cría.
La golondrina se alimenta de insectos capturados en el aire, incluso de libélulas y mariposas pequeñas. Se trata de un animal muy beneficioso por la gran cantidad de mosquitos que atrapa.

Siempre han tenido las golondrinas una gran relación con los humanos prueba de ello es el poema que me hace llegar una señora llamada María Fernandez, Maruja, poema que aprendío en la escuela hace unos 80 años y que aún memoriza a sus 88 años de vida.

Cabra Montes

Andrés Rodríguez González Enero 10th, 2009

Cabra Montes o Montesa (Capra pyrenaica)
Es una de las especies del género Capra que existen en Europa, las otras el Íbice (cabra de los Alpes), las cabras salvajes del Cáucaso y las diferentes razas de cabras domésticas. Se trata de un endemismo que sólo se encuentra en áreas  montañosas de España.
La cabra montesa es una especie que presenta un marcado dimorfismo sexual, fácilmente distinguible por su cornamenta; los cuernos de los machos son gruesos, rugosos, nudosos y normalmente tiene forma de semicírculo dirigido hacia atrás, llegan a medir de 75 a 135 cm, los de las hembras son mucho más reducidos en tamaño, no sobrepasan los 40 cm., son menos rugosos y más delgados y débiles. Están más separados entre sí que los cuernos de otras especies del género Capra.
Las hembras miden unos 1,20 metros de largo y otros 60 centímetros de altura en la cruz, pesando entre 30 y 45 kilos de peso. Se parecen bastante a una cabra doméstica. Los machos, en cambio, pueden llegar a los 1,50 m. de largo y tener una altura de 77 cm en la cruz, alcanzando un peso máximo de 110 kilos. Los machos adultos tienen también una cara más alargada y la típica barba de chivo oscura bajo la mandíbula.
El color y longitud del pelaje varía según las variedades y la época del año, en invierno es más largo y de color más gris. Mudan el pelo en abril o mayo, para pasar a  ser de color canela o parduzco, con manchas oscuras en la parte inferior de las patas que en los machos adultos pueden extenderse hacia los costados, hombros y vientre. La parte central de éste es blanca en ambos sexos, y la cola negra y corta, de sólo unos 19 cm.
Presentan actividad de día y de noche, aunque son especialmente activas por la mañana y a finales de la tarde, antes del anochecer. En invierno se mueven más en las horas centrales del día.
Son animales que siempre viven en sociedad, los grupos de machos adultos forman manadas entre las que se intercambian los individuos, sin embargo los grupos de hembras y sus retoños están muy cohesionados entre sí, vagan de un lado para otro procurándose alimento. Los machos más jóvenes tienen frecuentes disputas entre ellos para determinar su posición en la jerarquía del grupo. En la época de celo, a finales del otoño, los machos van a buscar los grupos de hembras, con el fin de formar su harén particular, y es en esta época donde las luchas de los machos son enconadas y los combates más serios. Se yerguen sobre sus patas traseras y dejándose caer asestan un golpe con los cuernos a su oponente, esto se repite hasta que uno de los contendientes se retira. Mientras se producen las luchas de los machos, las hembras que están receptivas y esperan un ganador, pueden ser montadas por machos jóvenes que aprovechan los descuidos de los contendientes, las cabras son poliándricas y pueden ser cubiertas por machos distintos.
La gestación dura unos cinco meses y los cabritillos son destetados entre los 3 y los 6 meses pasando a incorporarse a los grupos de hembras.  Tienen una sola cría por parto que nace en el mes de mayo.
La cabra es esencialmente fitofaga, come todo tipo de alimentos vegetales. En invierno come prácticamente de todo, debido a la escasez de alimentos: líquenes, musgos, hierbas y cortezas, cuando no le queda más remedio desentierra raíces y escarba en la nieve. Cuando su número es excesivo pueden afectar a la población de pinsapos al comerse las yemas de crecimientoy los ejemplares recien nacidos, aunque resultan mucho más negativas las cabreas domésticas.

Malpolon o Culebra bastarda.

Andrés Rodríguez González Junio 8th, 2008

CULEBRA BASTARDA
Su nombre científico es Malpolon monspessulanus (Hermann, 1804). Vulgarmente Culebra y serpiente bastarda.
Los adultos pueden llegar a medir hasta dos metros de longitud total; frecuentemente menores, aunque individuos muy excepcionales pueden alcanzar hasta dos metros y medio; es la mayor especie de la Península. La cabeza presenta un aspecto muy característico, posee ojos grandes, con las escamas situadas por encima del ojo muy salientes que forman una especie de ceja prominente que le da una expresión penetrante y a menudo, provoca miedo en quien contempla este reptil.
La cola es muy larga representa aproximadamente casi la mitad de la longitud total, al contrario de la cola de la vibora. Dorso es de color verde oliva o pardusco claro generalmente uniforme, mostrando en el tercio anterior una zona de manchas negruzcas muy características que ayudan a su identificación. Partes inferiores amarillentas con un ligero moteado oscuro. Los jóvenes presentan 5 ó 7 hileras de manchas oscuras a lo largo del cuerpo, siendo más grandes las del centro del dorso que las de los flancos.
El hábitat de la Culebra bastarda son preferentemente las zonas secas en terrenos arenosos, rocosos, bosques abiertos, e incluso las zonas de cultivo. Vive en la Península Ibérica y en otros países mediterráneos. Muy frecuente en toda la Serranía de Ronda.

Es una especie terrestre poco trepadora. Es muy activa, agresiva, rápida y ágil. Se alimenta de pequeños mamíferos, hasta gazapos de conejo, aves y lagartos, capturando los jóvenes principalmente lagartijas e invertebrados.
El celo es primaveral. La cópula se realiza en los meses de abril o mayo, y en junio tiene lugar la puesta, que consta un mínimo de cuatro a un máximo de 18 huevos alargados, de más de 4 cms. Las crías nacen hacia el final del verano.

Posee dientes venenosos en la parte posterior del maxilar superior (ofidio opistoglifo). Sin embargo es difícil que éstos lleguen a ser efectivos al morder, ya que se encuentran muy en el fondo de la boca. El objeto de estos dientes tan retrasados es evitar que las presas puedan salir por la boca una vez ingeridas. A veces las mordeduras de los ejemplares grandes, pueden llegar a hacer pequeñas heridas en cierto modo dolorosas.
Aunque se trata de una especie venenosa, por la disposición de su aparato inoculador, no suele ser peligrosa para las personas, a no ser que se cometan graves imprudencias, como introducirle los dedos dentro de la boca. En caso de accidente, hay que acudir rápidamente a los servicios médicos. Por otra parte, esta serpiente puede considerarse beneficiosa por la gran cantidad de roedores que consume.


En el Decreto 4/1986 de 22 de enero (BOJA 9/1986, de 1 de febrero. Corrección BOJA 27/1986, de 1 de abril), se amplió la lista de especies protegidas, entrando en dicha lista la Culebra Bastarda. Es decir este reptil está protegido en Andalucía. No es raro encontrarse con ejemplares de esta culebra atropellados por nuestras carreteras.