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FAUNA DE LA SERRANÍA DE RONDA Cabra montés

Andrés Rodríguez González Diciembre 8th, 2017

FAUNA DE LA SERRANÍA DE RONDA Cabra montés
Capra pyrenaica

Mamífero del grupo de los bóvidos de menor tamaño que un ciervo de complexión fuerte y robusta.
El macho tiene una cornamenta grande, sin ramificar, que se desvía ligeramente hacia atrás. En la hembra es pequeña y delgada. Los machos miden, entre cabeza y cuerpo, 1,25 m y pesan de 50 a 58 kg. Las hembras miden 1 m y pesan de 30 a 36 kg. La presencia de barba en los machos, su mayor corpulencia y la gran extensión de manchas negras, les diferencia de las hembras.
Su pelaje, de color pardo grisáceo por el dorso y blanco por el vientre, varía a lo largo del año. El hocico es algo más corto que en la cabra doméstica. Su color de pelo varía desde el gris parduzco al pardo claro.
Es una especie polígama. La época de celo es entre noviembre y enero. Es entonces cuando se reúnen machos y hembras. Los machos se comportan agresivamente entre sí y luchan por las hembras. Se alzan sobre las patas traseras, entrechocando las cuernas al caer. El vencedor se hace con un pequeño harén que abandona después de las cópulas.
La gestación dura unos 5 meses, y la época de parto es entre abril y julio. Tienen entre una y dos crías, a las que amamanta hasta los seis meses de edad. Posteriormente, si la cría es un macho, abandona a la madre y se une a los otros machos.
La cabra montés habita en bosques y matorrales de alta y media montaña.
Es una especie de hábitos diurnos en invierno, y se va haciendo nocturna en el verano. Tímida y tranquila, tiene un gran olfato y oído. Está dotada para andar entre rocas y saltar por paredes casi verticales o incluso hielo.
Muy gregario, forma grupos numerosos bien de hembras y crías o bien de machos. Aunque no migra, realiza largos viajes erráticos durante el invierno.
Entre los enemigos destacan los perros asilvestrados y los lobos, aunque éstos últimos actualmente ocupan áreas bastante alejadas de los territorios de las cabras montesas. Periodicamente sufren epidemias de sarna que menguan sus efectivos.
Devora indiscriminadamente cualquier materia vegetal, como hierbas, líquenes, cortezas, brotes y frutos. También las yemas de pinsapos y los pinsapos de pocos años que aún tensan las hojas tiernes. Con frecuencia lamen la sal que los pastores suministran al ganado.
Sus poblaciones se distribuyen en Sierra de Gredos, Puertos de Tortosa-Beceite, sierra madrileña y Andalucía Sierra Nevada,  Cazorla y Segura. En la Serranía está ampliamente distribuida con una población importante en la Sierra de Las Nieves. A veces se la puede ver cerca de los pueblos.

Bibliografía
www.faunaiberica.org

Fauna de la Serranía de Ronda: Cabra, Cabra Montes

Andrés Rodríguez González Marzo 10th, 2010

Cabra, Cabra Montes Capra pyrenaica
La Cabra Montes presenta dos subespecies, Capra pyrenaica victoriae y Capra pyrenaica hispanica, además también tenemos otras dos subespecies extinguidas, Capra pyrenaica pyrenaica (bucardo) y Capra pyrenaica lusitanica
La Longitud del cuerpo es entre 100-145 cm. Su cola es pequeña de unos 12 a 15 cm. Su alzada de hasta 90 cm y su peso entre 80 y 120 kilos en los machos y entre 40 y 75 kg las hembras. Animales pertenecientes a la familia de los Bovidos. Tiene su origen en la zona central y oeste de Asia, desde allí se extendieron por Europa y África, en el Neolítico, hace unos 9.000 años ya tenían en Mesopotamia las primeras cabras domesticadas, actualmente, tanto en forma doméstica como asilvestrada, se pueden considerar como cosmopolita. Las cabras son hoy en día uno de los principales animales domésticos en Oriente Medio, en el norte y este de África y en todo el Mediterráneo. Son animales gregarios, es decir que viven en manadas pero, al contrario que sus próximos parientes, las ovejas, las cabras son animales adaptados a comer arbustos y matas correosas propias de medios secos y montañosos. Suelen ser animales ágiles, capaces de trepar con facilidad por pendientes sumamente empinadas y saltar de un risco alejado a otro. Aun cuando se trata de una especie esencialmente polígama, de modo que un solo macho es el que fecunda a un grupo de hembras, del que se hace dueño tras enfrentarse a topetazos a sus competidores en unos espectaculares combates, los casos de poliandria en los que una hembra es fecundada por más de un macho no son raros. Durante la época de celo el macho apenas come y se dedica a actividades sexuales. Las especies salvajes presentan un marcado dimorfismo sexual, manifestándose grandes diferencias de talla, color y cornamenta entre machos y hembras; sin embargo las diferentes razas domésticas estas diferencias no son tan evidentes.

La fotografía es de dos ejemplares machos de cabra doméstica

La cabra montes es una especie muy antigua, estimándose que en el Plioceno (hace 7 millones de años), los caprínidos de Asia central llegaron a Europa y fue en las glaciaciones cuando aparece la forma ibérica del género “Capra” ya diferenciada de la “Ibex” del centro de Europa. Ha sido una especie que se ha cazado desde los albores de los tiempos primitivos, como lo atestiguan las numerosas escenas de caza de cabras que representan pinturas rupestres. Por su caza, se refugió en las cumbres más altas e inaccesibles. Durante la Edad Media, los escasos ejemplares que aun existían en sitios muy apartados de la presencia humana, solo eran cazados por nobles y señores feudales, que eran los únicos que tenían este derecho; existiendo leyes durísimas para el que se atreviese a matar una cabra montés, sin que no obstante ello se pudiera evitar su caza, hasta ponerse en peligro la especie, por dos razones fundamentales: una el preciado trofeo que representaba la cuerna de este animal, que siempre ha sido codiciado por los cazadores y otra, el mundo de supersticiones y magia que ha rodeado la especie a la que se le atribuían una serie de propiedades mágicas, así la sangre y los cálculos estomacales, se creía constituían remedios infalibles contra muchos males, aun cuando lo más solicitado era el corazón, sobretodo cierta osificación de los cartílagos, de los que se decía tenían poderes curativos.


La primera medida de protección de la especie en España, fue la creación en 1905, por el rey Alfonso XIII, del Refugio Real de Caza de la Sierra de Gredos. A partir de 1950, se establece un programa de conservación de las cabra montés a nivel nacional, con la creación de numerosas reservas, lo que no obstante no ha impedido la regresión de la especie en algunas zonas como ha ocurrido en los Pirineos.
La cabra montés, habita en la península ibérica desde las altas cumbres de Sierra Nevada (Mulhacén 3.482 m.) hasta el nivel del mar en la zona costera que limita las provincias de Granada y Málaga (Cerro Gordo-Maro). Suele separarse en grupos de sexos que pueden superar los 30 individuos: los machos por un lado y las hembras junto con los jóvenes, por otro. Los individuos solitarios suelen ser raros, normalmente machos viejos que han perdido su poderío. Estas agrupaciones se desbaratan en tiempo de celo en el que se forman rebaños mixtos.
Se mueve con facilidad por las paredes rocosas gracias a la peculiaridad de sus pezuñas, cuya superficie interna es antideslizante, lo que le evita los resbalones, mientras que las puntas de las pezuñas, que además carecen de pliegue interdigital, son muy duras y agudas, por lo que pueden agarrarse a las rocas.

Existe una abundante población en la Serranía de Ronda, especialmente en la Sierra de Las Nieves. Hace unos años la enfermedad de la Sarna diezmo el número de ejemplares

Cabra Montes

Andrés Rodríguez González Enero 10th, 2009

Cabra Montes o Montesa (Capra pyrenaica)
Es una de las especies del género Capra que existen en Europa, las otras el Íbice (cabra de los Alpes), las cabras salvajes del Cáucaso y las diferentes razas de cabras domésticas. Se trata de un endemismo que sólo se encuentra en áreas  montañosas de España.
La cabra montesa es una especie que presenta un marcado dimorfismo sexual, fácilmente distinguible por su cornamenta; los cuernos de los machos son gruesos, rugosos, nudosos y normalmente tiene forma de semicírculo dirigido hacia atrás, llegan a medir de 75 a 135 cm, los de las hembras son mucho más reducidos en tamaño, no sobrepasan los 40 cm., son menos rugosos y más delgados y débiles. Están más separados entre sí que los cuernos de otras especies del género Capra.
Las hembras miden unos 1,20 metros de largo y otros 60 centímetros de altura en la cruz, pesando entre 30 y 45 kilos de peso. Se parecen bastante a una cabra doméstica. Los machos, en cambio, pueden llegar a los 1,50 m. de largo y tener una altura de 77 cm en la cruz, alcanzando un peso máximo de 110 kilos. Los machos adultos tienen también una cara más alargada y la típica barba de chivo oscura bajo la mandíbula.
El color y longitud del pelaje varía según las variedades y la época del año, en invierno es más largo y de color más gris. Mudan el pelo en abril o mayo, para pasar a  ser de color canela o parduzco, con manchas oscuras en la parte inferior de las patas que en los machos adultos pueden extenderse hacia los costados, hombros y vientre. La parte central de éste es blanca en ambos sexos, y la cola negra y corta, de sólo unos 19 cm.
Presentan actividad de día y de noche, aunque son especialmente activas por la mañana y a finales de la tarde, antes del anochecer. En invierno se mueven más en las horas centrales del día.
Son animales que siempre viven en sociedad, los grupos de machos adultos forman manadas entre las que se intercambian los individuos, sin embargo los grupos de hembras y sus retoños están muy cohesionados entre sí, vagan de un lado para otro procurándose alimento. Los machos más jóvenes tienen frecuentes disputas entre ellos para determinar su posición en la jerarquía del grupo. En la época de celo, a finales del otoño, los machos van a buscar los grupos de hembras, con el fin de formar su harén particular, y es en esta época donde las luchas de los machos son enconadas y los combates más serios. Se yerguen sobre sus patas traseras y dejándose caer asestan un golpe con los cuernos a su oponente, esto se repite hasta que uno de los contendientes se retira. Mientras se producen las luchas de los machos, las hembras que están receptivas y esperan un ganador, pueden ser montadas por machos jóvenes que aprovechan los descuidos de los contendientes, las cabras son poliándricas y pueden ser cubiertas por machos distintos.
La gestación dura unos cinco meses y los cabritillos son destetados entre los 3 y los 6 meses pasando a incorporarse a los grupos de hembras.  Tienen una sola cría por parto que nace en el mes de mayo.
La cabra es esencialmente fitofaga, come todo tipo de alimentos vegetales. En invierno come prácticamente de todo, debido a la escasez de alimentos: líquenes, musgos, hierbas y cortezas, cuando no le queda más remedio desentierra raíces y escarba en la nieve. Cuando su número es excesivo pueden afectar a la población de pinsapos al comerse las yemas de crecimientoy los ejemplares recien nacidos, aunque resultan mucho más negativas las cabreas domésticas.