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Fauna de la Serranía de Ronda: Cabra, Cabra Montes

Andrés Rodríguez González Marzo 10th, 2010

Cabra, Cabra Montes Capra pyrenaica
La Cabra Montes presenta dos subespecies, Capra pyrenaica victoriae y Capra pyrenaica hispanica, además también tenemos otras dos subespecies extinguidas, Capra pyrenaica pyrenaica (bucardo) y Capra pyrenaica lusitanica
La Longitud del cuerpo es entre 100-145 cm. Su cola es pequeña de unos 12 a 15 cm. Su alzada de hasta 90 cm y su peso entre 80 y 120 kilos en los machos y entre 40 y 75 kg las hembras. Animales pertenecientes a la familia de los Bovidos. Tiene su origen en la zona central y oeste de Asia, desde allí se extendieron por Europa y África, en el Neolítico, hace unos 9.000 años ya tenían en Mesopotamia las primeras cabras domesticadas, actualmente, tanto en forma doméstica como asilvestrada, se pueden considerar como cosmopolita. Las cabras son hoy en día uno de los principales animales domésticos en Oriente Medio, en el norte y este de África y en todo el Mediterráneo. Son animales gregarios, es decir que viven en manadas pero, al contrario que sus próximos parientes, las ovejas, las cabras son animales adaptados a comer arbustos y matas correosas propias de medios secos y montañosos. Suelen ser animales ágiles, capaces de trepar con facilidad por pendientes sumamente empinadas y saltar de un risco alejado a otro. Aun cuando se trata de una especie esencialmente polígama, de modo que un solo macho es el que fecunda a un grupo de hembras, del que se hace dueño tras enfrentarse a topetazos a sus competidores en unos espectaculares combates, los casos de poliandria en los que una hembra es fecundada por más de un macho no son raros. Durante la época de celo el macho apenas come y se dedica a actividades sexuales. Las especies salvajes presentan un marcado dimorfismo sexual, manifestándose grandes diferencias de talla, color y cornamenta entre machos y hembras; sin embargo las diferentes razas domésticas estas diferencias no son tan evidentes.

La fotografía es de dos ejemplares machos de cabra doméstica

La cabra montes es una especie muy antigua, estimándose que en el Plioceno (hace 7 millones de años), los caprínidos de Asia central llegaron a Europa y fue en las glaciaciones cuando aparece la forma ibérica del género “Capra” ya diferenciada de la “Ibex” del centro de Europa. Ha sido una especie que se ha cazado desde los albores de los tiempos primitivos, como lo atestiguan las numerosas escenas de caza de cabras que representan pinturas rupestres. Por su caza, se refugió en las cumbres más altas e inaccesibles. Durante la Edad Media, los escasos ejemplares que aun existían en sitios muy apartados de la presencia humana, solo eran cazados por nobles y señores feudales, que eran los únicos que tenían este derecho; existiendo leyes durísimas para el que se atreviese a matar una cabra montés, sin que no obstante ello se pudiera evitar su caza, hasta ponerse en peligro la especie, por dos razones fundamentales: una el preciado trofeo que representaba la cuerna de este animal, que siempre ha sido codiciado por los cazadores y otra, el mundo de supersticiones y magia que ha rodeado la especie a la que se le atribuían una serie de propiedades mágicas, así la sangre y los cálculos estomacales, se creía constituían remedios infalibles contra muchos males, aun cuando lo más solicitado era el corazón, sobretodo cierta osificación de los cartílagos, de los que se decía tenían poderes curativos.


La primera medida de protección de la especie en España, fue la creación en 1905, por el rey Alfonso XIII, del Refugio Real de Caza de la Sierra de Gredos. A partir de 1950, se establece un programa de conservación de las cabra montés a nivel nacional, con la creación de numerosas reservas, lo que no obstante no ha impedido la regresión de la especie en algunas zonas como ha ocurrido en los Pirineos.
La cabra montés, habita en la península ibérica desde las altas cumbres de Sierra Nevada (Mulhacén 3.482 m.) hasta el nivel del mar en la zona costera que limita las provincias de Granada y Málaga (Cerro Gordo-Maro). Suele separarse en grupos de sexos que pueden superar los 30 individuos: los machos por un lado y las hembras junto con los jóvenes, por otro. Los individuos solitarios suelen ser raros, normalmente machos viejos que han perdido su poderío. Estas agrupaciones se desbaratan en tiempo de celo en el que se forman rebaños mixtos.
Se mueve con facilidad por las paredes rocosas gracias a la peculiaridad de sus pezuñas, cuya superficie interna es antideslizante, lo que le evita los resbalones, mientras que las puntas de las pezuñas, que además carecen de pliegue interdigital, son muy duras y agudas, por lo que pueden agarrarse a las rocas.

Existe una abundante población en la Serranía de Ronda, especialmente en la Sierra de Las Nieves. Hace unos años la enfermedad de la Sarna diezmo el número de ejemplares