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PLANTAS DE LA SERRANIA DE RONDA: MANDRÁGORA.

Andrés Rodríguez González Octubre 10th, 2016

PLANTAS DE LA SERRANIA DE RONDA
MANDRÁGORA, la planta mágica

Su nombre científico es Mandragora  autumnalis. Es la planta de la magia y las brujas europeas más importante y conocida, con más leyendas, supersticiones y usos en la magia que ninguna otra, en torno a ella se han tejido historias fantásticas y de muerte. Al igual que la belladona, produce efectos narcóticos y alucinatorios y, por ello, los clásicos la utilizaron en medicina, los germanos la usaban en brujería, los romanos para elaborar filtros mágicos y en el medievo fue la planta de rituales de brujería más utilizada.
Actualmente no se usa, pues es extremadamente tóxica
La Mandrágora es una planta solanácea, que como todas las de esa familia en mayor o menor grado posee determinadas sustancias químicas que en algunas plantas no son peligrosas pero en otras de la misma familia se pueden convertir en una droga o incluso provocar la muerte de quien las usa.
Esta planta crece en los bosques y lugares más bien umbríos aunque la planta de la que se han obtenido las fotos estaba en una zona despejada, de fuerte insolación pero con presencia de agua a pocos metros. Esta planta posee flores rojas, blancas o azules, tiene grandes hojas y frutos semejantes a una diminuta manzana. Muy característico es su gruesa raíz bifurcada en forma de figura humana. Es originaria de los países mediterráneos.
La raíz contiene un alcaloide, “mandragorina”, de propiedades similares a la atropina, narcótico y antiespasmódico, en la antigüedad se le atribuían cualidades maravillosas.
Sus mitos y leyendas son muchísimos, voy a citar algunos.
La raíz de la madrágora tiene una forma algo parecida al cuerpo humano, por ello se aceptaba que, cuando alguien tenía una dolencia en cualquier parte del cuerpo, el trozo de mandrágora que hay que aplicar a esa zona corporal correspondía al trozo de mandrágora equivalente.
Entre las historias y supersticiones acerca de esta planta, se dice que, quien arranca, aún de forma involuntaria, una raíz de mandrágora corre el serio peligro de quedarse ciego o morir. Si alguien la arranca por voluntad propia, ha de volver al lugar de donde la ha arrancado y, como compensación, dejar allí un trozo de pan, algo de sal y una moneda.
Curaba la languidez, la jaqueca y los dolores de cuello. Hildegardo de Bigen detalló sus virtudes en el siglo XII: tomada con vino, la mandragora ahuyenta la melancolía del alma y reanima a quien sufre náuseas. Y Pierus Valerian, nacido en 1477, decía que esta raíz humana da un humo al arder cuya fuerza está entre el veneno y el sueño.
La mandrágora, protege contra el enemigo, cualquier enfermedad,  contra robos, incendios y catástrofes. Favorece la serenidad del espíritu, exorciza los estados melancólicos y constituye una garantía para que los negocios funcionen de acuerdo con las expectativas. Como procedimiento de adivinación, permite conocer la intimidad de las personas y desvelar lo que a uno le va a ocurrir.

Se decía que sus virtudes maravillosas procedían del hecho de ser el producto vivo de donde salió Adán, el primer elemento vital de la humanidad, de los animales y de las plantas. Viejas leyendas afirman que son precisas ciertas precauciones para recoger la mandragora en la tierra: escoger el día propicio, que podía ser el viernes, o día de Venus, o el sabbat, es decir, el sábado. Unos aconsejaban la oscuridad de la noche y otros el alba. Otros, los primeros días de septiembre. Escogido el momento, se rodeaba la planta de un triple círculo mágico y se grababa en su corteza la triple señal de la cruz. Un perro negro entrenado para hurgar la tierra ayudaba a arrancar la raíz atándola a su cuerpo. Corría en pos de su amo llevando consigo la planta entera, que lanzaba gemidos de niño herido. A continuación era sacrificado el perro a las divinidades subterráneas y se enterraba en el mismo agujero de donde salió la raíz. Una vez arrancada, era preciso bañarla, alimentarla con leche o vino, vestirla de rojo y blanco para ahuyentar a las potencias demoníacas que quisieran apoderarse de ella. Después era conservada en un armario bien protegido o en una caja en cuya tapa se hubiera dibujado una horca, un ahorcado y una planta, porque era creencia generalizada que la mandragora crecía bajo los ahorcados y su esperma la generaba.
Una raíz de mandrágora entera, colocada sobre la chimenea del hogar, dará a la casa protección, fertilidad y prosperidad. La mandrágora también se cuelga del cabecero de la cama para que dé protección durante el sueño; si se lleva consigo atrae el amor y evita contraer enfermedades.
La sensibilidad de la mandrágora obliga a que cuando ésta vaya a ser recogida con el objeto de ser convertida en talismán, el recolector ha de ser una persona moralmente intachable y presentarse con un aspecto impecable, es decir, aseado y con indumentaria de fiesta.
Para “activar” una raíz de mandrágora seca (es decir, para despertar sus poderes), se ponía en algún lugar prominente de la casa y se dejaba allí durante trés días después se metía en agua templada y se dejaba toda la noche en ella, a la mañana siguiente, la raíz queda “activada” y podía ser empleada en cualquier acto de magia. El agua dentro de la que estuvo inmersa la raíz se puede esparcir por las ventanas y las puertas de la casa para protegerla, o sobre personas para purificarlas.
La mandrágora también ha servido durante largo tiempo como muñeco (fetiche) en la magia de imágenes, pero su escasez y elevado costo normalmente obligan al mago y al brujo a buscar sustitutos; entre otras se han empleado raíces de fresno, manzanas, raíz de nuez y manzana  americana.
Se dice que el dinero colocado junto a una raíz de mandrágora (sobre todo las monedas de plata) se duplica, y que el perfume de la mandrágora produce sueño.  Donde haya una mandrágora no pueden habitar los malos espíritus, por eso esta raíz se usa en exorcismos.

Pero todo esto no son sino tonterías y hoy día sabemos que son las potentes sustancias químicas que posee esta planta las responsables de la “magia” que se encerraba en su raíz durante tantos siglos.

Bibliografía

wiccasolitario.mex.
http://www.hechizos.us/

Plantas de la Serranía: Orquideas

Andrés Rodríguez González Abril 5th, 2014

PLANTAS DE LA SERRANIA DE RONDA

ORQUIDEAS

Son, de todas las plantas, las más exóticas y ornamentales. Se consideran unas plantas muy evolucionadas. Son plantas herbaceas perennes, Angiospermas Monocotiledóneas, pertenecientes a la Familia Orquidáceas. Están tan extendidas en todo el mundo, unos 700 géneros y 25.000 especies repartidas por todo el planeta, siendo la más numerosa de todas las Fanerogamas.

Las orquídeas constituyen un grupo extremadamente diverso de plantas, que pueden tener desde unos pocos milímetros de longitud hasta constituir gigantescas agregaciones de varios cientos de kilogramos de peso o presentar longitudes de hasta 13 metros. Las flores de las orquídeas también varían en tamaño desde menos de 1 mm y difícilmente visibles a simple vista pasando por las grandes flores de 15 a 20 cm de diámetro en muchas especies hasta los 76 cm de las flores de otra de ellas. La fragancia de sus flores no es menos variable, desde el delicados aromas  hasta el repulsivos hedores.


La palabra Orquídea deriva de la palabra griega orkhis (όρχις) que significa testículos, por el parecido de los tubérculos de muchas orquídeas con dichos órganos.  Fueron conocidas y apreciadas por los seres humanos desde hace muchos años. Existen escritos chinos de 1.500 años de antigüedad donde se hace referencia a su cultivo. En la antigua Grecia se le atribuían propiedades curativas. Los aztecas utilizaban una orquídea, la vainilla, para enriquecer una bebida hecha a base de cacao, con la que obsequiaban a los guerreros

En la Península Ibérica hay unas 130 especies distribuidas en zonas boscosas y humedales, bordes de ríos y arroyos, en general zonas con cierta humedad.

Es una creencia falsa que sólo se encuentran distribuidas en selvas tropicales, especialmente en el continente americano. Las grandes orquídeas sí tienen sus principales hábitats en espacios tropicales, pero otras muchas, hasta llegar a 500 especies catalogadas, viven en Europa, en climas fríos y también templados.


Son plantas difíciles de clasificar, presentan gran diversidad entre poblaciones y a veces dan lugar a errores de identificación. Además se hibridan con facilidad con más de 100.000 híbridos conocidos, con lo que aumenta las dificultades

Entre las orquídeas se encuentran plantas terrestres, epifitas (que viven sobre otras plantas sin parasitarlas, solo como apoyo) y parasitas.  Las especies terrestres cuentan con un bulbo que tiene la función de órgano de reserva.

Tienen una gran capacidad de adaptación y pueden encontrarse desde regiones frías como Alaska, hasta en desiertos, donde no se encuentran en zonas polares y arenas de los desiertos.  Su capacidad de adaptación les ha permitido colonizar espacios situados en todas las altitudes, desde el nivel del mar hasta la cota de 3.000 metros.

Los tallos son rizomas en las especies terrestres. En las especies epífitas, en cambio, las hojas se hallan engrosadas en la base formando pseudobulbos que sirven para almacenar agua y nutrientes.

Las flores suelen aparecer en racimos, espigas terminales, solitarias o en las axilas de las hojas. Son hermafroditas. Hojas alternas y tallos muy variables.

Ninguna familia de plantas tiene una gama de flores tan variada. Las flores están altamente especializadas en relación a sus polinizadores. Son muy bien conocidas las variaciones estructurales que facilitan la polinización por una determinada especie de insecto, o de pájaro o incluso de murciélago.

En la gran mayoría de los géneros, las flores están formadas por tres piezas externas llamadas sépalos, dos laterales y uno dorsal, y tres elementos internos llamados pétalos, el inferior modificado en un labio o  labelo de tamaño mayor y color más intenso que los demás.  A partir de este esquema general existen todo tipo de adaptaciones y colores


Las orquídeas llevan sus flores de diversos modos. Aun dentro del mismo género, las diferentes especies pueden tener distintos modos de disponer las flores en inflorescencias, las cuales son indeterminadas y, a veces, reducidas a una única flor, terminal o axilar.

El fruto tiene forma de Capsula pero a veces puede ser una Baya.

Las semillas son diminutas y numerosas.

En la Serranía de Ronda tenemos preciosos ejemplares de Orquídeas, hasta tasl punto que empresas de Naturaleza como Micogest las estudian y fomentan su conocimiento a través de la organización de rutas fotográficas. Las magníficas fotos que ilustran este artículo son de Manuel Becerra Parra de la empresa Micogest, a quien agradezco la deferencia que ha tenido al cederlas para su publicación.


Problemas de Supervivencia de las Orquídeas. Un capítulo aparte merece la conservación de estas plantas tan interesantes y bellas. La germinación de las orquídeas es sumamente complicada interviniendo una gran cantidad de factores, tanto de suelo, como hongos, como climáticos, de temperatura…Por lo que carece de sentido intentar llevarse las plantas para cultivarlas en casa o en el jardín, ni arrancándolas con tierra lo conseguiríamos, las orquídeas que se muevan del suelo natural donde crecen están inevitablemente condenadas a la muerte. Otro de los factores que más negativos para la conservación de estas autenticas joyas  botánicas de la Serranía de Ronda, son la presencia cada vez más frecuente  de cerdos asilvestrados que devoran los bulbos y raíces, levantan el suelo y son los causantes de que en muchos lugares han desaparecido muchas de las orquídeas frecuentes años atrás. Y eso considerando un solo grupo de seres vivos que sufre las consecuencias de los que se puede considerar como una como una verdadera plaga por loe efectos tan negativos sobre la conservación medioambiental que ocasionan.

Debido a la acción depredadora de los cada vez más abundantes cerdos asilvestrados, según el experto Juan Ríos Pimentel, y considerando solo las especies de principios de primavera, las especies Ophrys speculum  Orquídea Abeja; Ophrys tentrendinifera Orquídea Avispa; Ophrys lutea Abejera amarilla y Orchys conica  Cónica, han visto disminuido de forma tan drástica el número de ejemplares que de frecuentes o relativamente frecuentes han pasado a ser extraordinariamente raras o incluso a no verse en los últimos años. Una disminución (y posiblemente perdida de algunas) que resulta especialmente dramática en zonas  bien conservadas como el Arroyo de la Ventilla, la Sierra de Las Nieves, Valle del Genal y Parque Natural Sierra de Grazalema y Libar.

BIBLIOGRAFIA

- Guía de campo de las orquídeas silvestres de Andalucía. Manuel Becerra Parra y Estrella Robles Domínguez. Editorial La Serranía. Colección Guías de naturaleza.

- Orquídeas de la Serranía de Ronda.  www.Mandrágora.com

- Orquídeas del sur de España - Foro de InfoJardín

www.infojardin.com

Plantas de la Serranía de Ronda: Mandragora

Andrés Rodríguez González Enero 22nd, 2014

Plantas de la Serranía de Ronda

Mandragora

De nombre científico Mandragora autumnalis. Es una planta fanerógama perteneciente a la familia de las Solanáceas, es pequeño tamaño y florece en otoño. La planta alcanza una altura de unos 30 cm, suele encontrarse en zonas sombrías y húmedas, donde no da mucho el sol. Pierde las hojas en verano, permaneciendo en estivación hasta las primeras lluvias del otoño. Este año meteorológico como no ha llovido en otoño, la mandragora ha salido más tarde, precisamente en enero.


Es peligroso cultivarla y poco aconsejable por ser muy peligrosa y toxica, si se come puede producir alucinaciones y hasta la muerte de aquél que la ingiriese. Como su pariente la Mandragora officinarum, tiene actividad a través de la piel, por lo que es poco prudente manipular las hojas, frutos y sobre todo raíces. Puede provocar mareos, dificultad para respirar y bradicardia simplemente al manejarla por lo que no la recomiendo ni como planta ornamental a pesar de la belleza de sus flores, sobre todo si tenemos niños o mascotas que puedan llevársela a la boca y producirse una catástrofe.

Tiene hojas anchas lanceoladas, con una superficie rugosa que forma una roseta basal,  con el borde ligeramente ondulado, tienen el mismo color del tallo que es de color verde oscuro. El fruto sale en otoño, tiene color amarillo o naranja, y aspecto similar a una manzana y exhala un olor fétido.

El tallo brota de una larga y gruesa raíz que llega a penetrar hasta un metro en el suelo. Precisamente la tendencia de la raíz a dividirse en dos bifurcaciones en forma de dos piernas le da a la planta arrancada un aspecto ligeramente de forma humana que en la antiguedad acrecentó su carácter mágico. Son raíces gruesas.


Las flores salen del centro de la planta a principios de otoño, son muy hermosas. Son flores hermafroditas y su corola suele ser blanquecina con tintes azulados, rosados o violáceos más o menos intensos que le dan un precioso color vivo azul-violeta. Sus órganos reproductores están formados por cinco estambres, dos de ellos más largos que los otros tres, con las anteras de un bonito color rosado y el polen blanquecino y un largo pistilo con el ovario en su base y en su extremo el estigma bilobado o trilobado de color amarillento. El cáliz es cilindrico con cinco sépalos soldados en un tubo en su parte basal y prolongados en cinco lóbulos más largos que el tubo. La corola es acampanada con cinco lóbulos en forma de pétalos soldados en su base.

Las semillas de mandrágora para germinar deben superar dos obstáculos, uno es un  “letargo externo”, causado por la impermeabilidad de la cutícula que recubre las semillas que impide la entrada de la humedad y la hidratación del embrión. Se supera con la estratificación de las semillas en tierra durante muchos meses, a veces hasta tres años,  por la acción de los hongos y bacterias del suelo que escarifican la cutícula y rompen su impermeabilidad. De manera artificial se puede superar el “letargo externo” de forma rápida sometiendo las semillas a la acción del ácido sulfúrico o la lejía durante varios minutos. Su acción corrosiva escarifica la cutícula y facilita la posterior hidratación del embrión. De forma más lenta y más natural se consigue lo mismo simplemente estratificando las semillas en tierra vegetal durante varios meses.  El segundo obstáculo es el “letargo interno” del embrión de la semilla que permanece “dormido” y sólo despierta después de soportar varios meses de frío intenso durante el invierno. De manera artificial se puede superar el letargo interno guardando las semillas en tierra vegetal húmeda dentro de un recipiente cerrado en el interior del frigorífico durante varios meses.

Superados los dos letargos, tanto en la naturaleza como de manera artificial, las semillas germinan en el siguiente otoño o bien en primavera, aunque a veces pueden tardar hasta tres años.

La Mandrágora fue muy usada en Europa como medicina y en brujeria. Sus raíces han sido usadas durante la historia en rituales mágicos, ya que sus bifurcaciones tienen cierto parecido a una figura humana; incluso hoy en día se usa en religiones paganas, como la Wicca.

Es muy rica en alcaloides atropínicos como la atropina y la escopolamina que la hacen muy tóxica y peligrosa. Dichos alcaloides utilizados por separado en bajas dosis son bien conocidos por la medicina moderna, pero en la antigüedad no era posible separarlos y sus efectos tóxicos se sumaban, llegando a causar la muerte a quien consumía sus hojas, frutos o raíces. Se sabe que la mandrágora se administraba en forma oral. Como contiene atropina, se comporta de manera similar a la belladona; en dosis bajas bloquea los receptores de la acetilcolina deprimiendo los impulsos de las terminales nerviosas; mientras que en dosis elevadas, provoca una estimulación antes de la depresión.

Ya en tiempos de Plinio el Viejo, hace unos 2.000 años, en la campaña militar de Roma contra los germanos, los cirujanos daban a mascar un trozo de raíz de mandrágora a los heridos para aturdirlos antes de operarles o amputarles un miembro, ya que tiene un fuerte efecto anestésico. En la Edad Media fué una de las plantas más utilizadas en brujería por sus efectos alucinógenos. Era uno de los componentes básicos del ungüento con el que las brujas se untaban sus genitales en los aquelarres, consiguiendo así un fuerte efecto afrodisíaco y delirante, llegando a creer que volaban y copulaban con Satanás. Ha sido protagonista de muchas leyendas y rituales. Los magos hacían con ella algo similar a una figura humana, tallaban una figura en sus raíces presionando la raíz a cierta altura para formar un supuesto cuello, y cortando todas las bifurcaciones excepto cuatro, que serían las extremidades.

La leyenda asegura que las raíces de mandrágora se transforman en hombrecitos de verdad, como pequeños duendes, y que se dedican a favorecer al dueño de la planta. No asegura la leyenda que todas las raíces de mandrágora tengan forma humana, algunas, sí y esas son las verdaderas plantas hechiceras. La leyenda dice que la planta con una raíz en forma de hombrecito, en el momento de arrancarla grita y que el grito mata a quien intenta arrancarla. El procedimiento para arrancarla y salvar la vida es el siguiente, se cava hondo alrededor de la raíz hasta ponerla al descubierto, se ata una cuerda a la raíz y el otro extremo se ata al cuello de un perro, a continuación se llama al perro desde cierta distancia y cuando el perro quiere acudir, tira de la planta y la arranca, la planta grita, y el perro muere.

Otra leyenda dice que crecía bajo los patíbulos donde caía el semen a veces eyaculado por los ahorcados durante las últimas convulsiones antes de la muerte o por erección y eyaculación postmorten.

Cuando juzgaron a Juana de Arco la acusaron de usar la planta porque pensaban que ese era el pecado de que oyera voces.

Era usada tanto en magia negra como en magia blanca, ya que es venenosa y curativa al mismo tiempo, según el uso que se le dé, pero repito  es peligroso tocarla, cultivarla y hasta manipularla.

Las fotos son de Juan Ríos y de Vicente Astete a quienes agradezco permitirme usarlas.