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PLANTAS DE LA SERRANÍA DE RONDA Hinojo de sangre (Foeniculum sanguineum)

Andrés Rodríguez González Septiembre 16th, 2016

PLANTAS DE LA SERRANÍA DE RONDA
Hinojo de sangre (Foeniculum sanguineum)

Especie muy interesante y nueva para la ciencia. Enrique Triano y Antonio J. Pujadas son quienes tienen el honor del descubrimiento científico, que llega cuando publican un artículo dándola a conocer en la revista Acta Botánica Malacitana 40. 71 – 88 en el año 2015. En la publicación también intervienen J. Anaya, M. Grande, C. Raposo, P. Torres y P. Hernández. Esta especie era conocida desde hace un tiempo por Juan Ríos que la había localizado en los alrededores de Ronda y en el Arroyo de La Ventilla.
Las fotos que acompañan han sido realizadas por Gonzalo Astete y la identificación la ha realizado Manuel Becerra Parra, para ambos mi agradecimiento, a uno por permitir usar las fotos y al otro por la identificación.
Es una especie de hinojo exclusiva, al parecer, del soroeste de España y Marruecos.
Se diferencia fácilmente del hinojo normal (Foeniculum vulgare) que es muy usado en la zona para aderezo de aceitunas, por tener los pétalos de las flores rojos y el polen rosado, en fresco. Es una especie diploide tiene 22 cromosomas. Contiene aceites esenciales en los que coincide con el hinojo vulgar pero también tiene otros peculiares suyos. Además los análisis genéticos realizados han demostrado que es una especie nueva.
El Holotipo, en la Ciencia, es el ejemplar o ejemplares que sirven al autor para realizar la descripción de la especie nueva. Pues bien el holotipo de esta nueva especie de hinojo fueron unos ejemplares recogidos por Triano y Pujadas en Benamahoma en 2.016.

Es una especie mucho menos abundante que el hinojo vulgar que está presente en la Serranía de Ronda en muchísimos lugares.  Pero cada vez son más naturalistas los que localizan esta especie ya que los ejemplares fotografiados estaban en un camino muy frecuentado situado en las proximidades de Ronda.

Bibliografía
www.biolveg.uma.es/

Plantas de la Serranía de Ronda. Aristoloquia. Candil andaluz.

Andrés Rodríguez González Abril 28th, 2015

Plantas de la Serranía de Ronda.

Aristoloquia. Candil andalúz. Nombre científico: Aristolochia baetica L.

Familia: Aristoloquiáceas

Se distribuye por todo el Sur de la Península ibérica. Especialmente abundante en setos, paredes rocosas de cierta humedad y entre matorrales.

Su período de Floración es bastante amplio desde Octubre a Mayo.

Es una planta trepadora de base leñosa y tallos herbáceos desde 60 cm a 5 metros de largo, siempre verde, con rizomas cuya forma puede ser oval o fusiforme.

que siempre se mantiene verde con tallos que a veces pueden ser muy largos pudiendo llegar hasta los cinco metros. Las hojas son acorazonadas y de la axila de cada una nace una flor de forma muy característica que al madurar origina un fruto tipo cápsula. La axila es el punto de unión de la hoja con el tallo.

Su nombre científico deriva de los vocablos griegos “aristos”, útil y “locheia”, nacimiento, por su antiguo uso como favorecedor del parto. Además de la extraña morfología que presentan las flores de esta especie, lo que más llama la atención de la misma es su sistema de polinización.

Las flores de esta especie son hermafroditas, esto es, en una misma flor se encuentran presentes los órganos masculinos y femeninos, que sin embargo, en este caso, no se desarrollan al mismo tiempo.  La Aristolochia baetica posee unas flores denominadas como “protóginas”. Es decir, que las partes femeninas de la flor maduran antes y las masculinas, después. Es una estrategia para evitar la auto-polinización, ya que cuando se produce polen, la parte femenina ya ha cesado en sus funciones y no es receptivo, evitando así que la flor sea fertilizada con su propio polen. Este mecanismo permite que al abrir la flor, durante el primer día la parte femenina reciba el polen siendo fecundada con polen que los insectos traen de otras plantas. Cuando la recepción de polen cesa, las partes productoras de polen comienzan a producirlo y se les pega a las moscas. Una vez que han marchitado las partes femeninas y madurado las masculinas, los cuerpos de los insectos, principalmente moscas, se llenan de polen y la flor les permite salir a fecundar otras plantas con su polen. Esto es posible debido a que en el tubo por donde han entrado las moscas en la flor  hay unas hileras de pelos rígidos dispuestas hacia su interior, lo cual hace fácil entrar pero muy difícil salir. Después de que las flores han sido fecundadas y las anteras han soltado el polen que se pega del cuerpo de los insectos, los pelos del tubo pierden su turgencia y se les hace fácil salir de nuevo al exterior.

Esta es una especie entomófila, es decir, que es polinizada por insectos, más concretamente moscas.

Antiguamente se usaba para favorecer el parto y también ha sido utilizada como abortiva pero no se debe hacer en absoluto ya que es una especie tóxica.

No es una especie que se use habitualmente en jardinería, aunque su aspecto es atractivo, sus flores desprenden un olor algo desagradable y atraen a las moscas.

Bibliografia

http://www.internatura.org/

https://sites.google.com

www.montesdemalaga.org

Plantas de la Serranía de Ronda: Mandragora

Andrés Rodríguez González Enero 22nd, 2014

Plantas de la Serranía de Ronda

Mandragora

De nombre científico Mandragora autumnalis. Es una planta fanerógama perteneciente a la familia de las Solanáceas, es pequeño tamaño y florece en otoño. La planta alcanza una altura de unos 30 cm, suele encontrarse en zonas sombrías y húmedas, donde no da mucho el sol. Pierde las hojas en verano, permaneciendo en estivación hasta las primeras lluvias del otoño. Este año meteorológico como no ha llovido en otoño, la mandragora ha salido más tarde, precisamente en enero.


Es peligroso cultivarla y poco aconsejable por ser muy peligrosa y toxica, si se come puede producir alucinaciones y hasta la muerte de aquél que la ingiriese. Como su pariente la Mandragora officinarum, tiene actividad a través de la piel, por lo que es poco prudente manipular las hojas, frutos y sobre todo raíces. Puede provocar mareos, dificultad para respirar y bradicardia simplemente al manejarla por lo que no la recomiendo ni como planta ornamental a pesar de la belleza de sus flores, sobre todo si tenemos niños o mascotas que puedan llevársela a la boca y producirse una catástrofe.

Tiene hojas anchas lanceoladas, con una superficie rugosa que forma una roseta basal,  con el borde ligeramente ondulado, tienen el mismo color del tallo que es de color verde oscuro. El fruto sale en otoño, tiene color amarillo o naranja, y aspecto similar a una manzana y exhala un olor fétido.

El tallo brota de una larga y gruesa raíz que llega a penetrar hasta un metro en el suelo. Precisamente la tendencia de la raíz a dividirse en dos bifurcaciones en forma de dos piernas le da a la planta arrancada un aspecto ligeramente de forma humana que en la antiguedad acrecentó su carácter mágico. Son raíces gruesas.


Las flores salen del centro de la planta a principios de otoño, son muy hermosas. Son flores hermafroditas y su corola suele ser blanquecina con tintes azulados, rosados o violáceos más o menos intensos que le dan un precioso color vivo azul-violeta. Sus órganos reproductores están formados por cinco estambres, dos de ellos más largos que los otros tres, con las anteras de un bonito color rosado y el polen blanquecino y un largo pistilo con el ovario en su base y en su extremo el estigma bilobado o trilobado de color amarillento. El cáliz es cilindrico con cinco sépalos soldados en un tubo en su parte basal y prolongados en cinco lóbulos más largos que el tubo. La corola es acampanada con cinco lóbulos en forma de pétalos soldados en su base.

Las semillas de mandrágora para germinar deben superar dos obstáculos, uno es un  “letargo externo”, causado por la impermeabilidad de la cutícula que recubre las semillas que impide la entrada de la humedad y la hidratación del embrión. Se supera con la estratificación de las semillas en tierra durante muchos meses, a veces hasta tres años,  por la acción de los hongos y bacterias del suelo que escarifican la cutícula y rompen su impermeabilidad. De manera artificial se puede superar el “letargo externo” de forma rápida sometiendo las semillas a la acción del ácido sulfúrico o la lejía durante varios minutos. Su acción corrosiva escarifica la cutícula y facilita la posterior hidratación del embrión. De forma más lenta y más natural se consigue lo mismo simplemente estratificando las semillas en tierra vegetal durante varios meses.  El segundo obstáculo es el “letargo interno” del embrión de la semilla que permanece “dormido” y sólo despierta después de soportar varios meses de frío intenso durante el invierno. De manera artificial se puede superar el letargo interno guardando las semillas en tierra vegetal húmeda dentro de un recipiente cerrado en el interior del frigorífico durante varios meses.

Superados los dos letargos, tanto en la naturaleza como de manera artificial, las semillas germinan en el siguiente otoño o bien en primavera, aunque a veces pueden tardar hasta tres años.

La Mandrágora fue muy usada en Europa como medicina y en brujeria. Sus raíces han sido usadas durante la historia en rituales mágicos, ya que sus bifurcaciones tienen cierto parecido a una figura humana; incluso hoy en día se usa en religiones paganas, como la Wicca.

Es muy rica en alcaloides atropínicos como la atropina y la escopolamina que la hacen muy tóxica y peligrosa. Dichos alcaloides utilizados por separado en bajas dosis son bien conocidos por la medicina moderna, pero en la antigüedad no era posible separarlos y sus efectos tóxicos se sumaban, llegando a causar la muerte a quien consumía sus hojas, frutos o raíces. Se sabe que la mandrágora se administraba en forma oral. Como contiene atropina, se comporta de manera similar a la belladona; en dosis bajas bloquea los receptores de la acetilcolina deprimiendo los impulsos de las terminales nerviosas; mientras que en dosis elevadas, provoca una estimulación antes de la depresión.

Ya en tiempos de Plinio el Viejo, hace unos 2.000 años, en la campaña militar de Roma contra los germanos, los cirujanos daban a mascar un trozo de raíz de mandrágora a los heridos para aturdirlos antes de operarles o amputarles un miembro, ya que tiene un fuerte efecto anestésico. En la Edad Media fué una de las plantas más utilizadas en brujería por sus efectos alucinógenos. Era uno de los componentes básicos del ungüento con el que las brujas se untaban sus genitales en los aquelarres, consiguiendo así un fuerte efecto afrodisíaco y delirante, llegando a creer que volaban y copulaban con Satanás. Ha sido protagonista de muchas leyendas y rituales. Los magos hacían con ella algo similar a una figura humana, tallaban una figura en sus raíces presionando la raíz a cierta altura para formar un supuesto cuello, y cortando todas las bifurcaciones excepto cuatro, que serían las extremidades.

La leyenda asegura que las raíces de mandrágora se transforman en hombrecitos de verdad, como pequeños duendes, y que se dedican a favorecer al dueño de la planta. No asegura la leyenda que todas las raíces de mandrágora tengan forma humana, algunas, sí y esas son las verdaderas plantas hechiceras. La leyenda dice que la planta con una raíz en forma de hombrecito, en el momento de arrancarla grita y que el grito mata a quien intenta arrancarla. El procedimiento para arrancarla y salvar la vida es el siguiente, se cava hondo alrededor de la raíz hasta ponerla al descubierto, se ata una cuerda a la raíz y el otro extremo se ata al cuello de un perro, a continuación se llama al perro desde cierta distancia y cuando el perro quiere acudir, tira de la planta y la arranca, la planta grita, y el perro muere.

Otra leyenda dice que crecía bajo los patíbulos donde caía el semen a veces eyaculado por los ahorcados durante las últimas convulsiones antes de la muerte o por erección y eyaculación postmorten.

Cuando juzgaron a Juana de Arco la acusaron de usar la planta porque pensaban que ese era el pecado de que oyera voces.

Era usada tanto en magia negra como en magia blanca, ya que es venenosa y curativa al mismo tiempo, según el uso que se le dé, pero repito  es peligroso tocarla, cultivarla y hasta manipularla.

Las fotos son de Juan Ríos y de Vicente Astete a quienes agradezco permitirme usarlas.