Andrés Rodríguez González Diciembre 8th, 2012
Calendario Natural para diciembre 2012
Desde un cadáver de águila imperial a los lobos de Asturias.
La organización SEO/BirdLife ha denunciado que un juvenil de águila imperial ha muerto por un disparo en el término municipal de Benalup-Casas Viejas, en Cádiz, donde ha sido hallado metido en un saco de pienso tirado en una cuneta. En un comunicado de prensa, la organización informa de que el cadáver fue hallado la semana pasada con una “herida importante en el ala izquierda” en la que “se han aislado 53 perdigones”.
El joven de águila imperial tiroteado había nacido en Madrid el año pasado y fue retirado de su nido tras un episodio de “Cainismo”, una actitud de odio hacia su hermano. Esta actitud se suele dar cuando la pareja de águilas imperiales que cría a varios hermanos no ofrece a sus crías la cantidad de alimentación que necesitan. Por ello el ejemplar fallecido ahora fue trasladado a otro lugar en tanto se reforzaba el programa de alimentación de sus padres, según ha explicado a EFE Sara Cabezas, coordinadora del programa Red de Custodia Alzando el Vuelo de la organización conservacionista. Una vez que se reforzó el programa de alimentación de la pareja, su cría pudo volver al nido familiar, donde, junto con su hermano, se crió sin problemas hasta que alcanzó el crecimiento necesario para emprender el vuelo.
Así logró llegar hasta Cádiz, donde ha sido hallado tiroteado, dentro de un saco de piensos arrojado en la cuneta.
SEO/BirdLife ha solicitado a la Administración que realice “una investigación exhaustiva” de estos casos “para encontrar a los responsables” y tome “las medidas necesarias” para poner fin a la amenaza porque los casos de aves rapaces tiroteadas “no son ocasionales”. Esto “significa que la Administración no está abordando este problema de una manera eficaz”, según la organización, que recuerda que el águila imperial se extinguió hace varias décadas como reproductora en La Janda “debido precisamente a la persecución de la especie”. Este caso, añade, significa que “la amenaza no ha cesado y sigue constituyendo un riesgo para su supervivencia en esta zona”.
Además, SEO/BirdLife pide a la Federación Española de Caza que “se implique y desarrolle una labor pedagógica de sensibilización y concienciación entre sus federados para evitar este tipo de incidencias”. La organización recuerda que los programas de ayuda a la cría de águilas imperiales “suponen una inversión importante de recursos humanos y económicos” que pretenden garantizar la recuperación de la especie. “No es admisible que todo ello se eche por tierra por la actitud negligente de algunos integrantes del colectivo cinegético”, apunta Sara Cabezas.
La Red de Custodia Alzando el Vuelo que desarrolla SEO/BirdLife en colaboración con la Fundación Biodiversidad, trabaja en la conservación del águila imperial ibérica desde 2006. Cuenta con los diferentes sectores implicados en su conservación y por ello se ha involucrado a los municipios, propietarios de fincas y escuelas a través de una red que cuenta con 116 municipios, más de 22.000 ha de fincas privadas y más de 100 escuelas.
Pero en Asturias las cosas empeoran para la conservación del Lobo. En esa comunidad autónoma, sólo el 1.4% de la población cotiza oficialmente en el sector agro-ganadero, lo cual supone el 3.6% de la población activa, como se desprende de los datos públicos del Instituto Asturiano de Estadística (2011). A pesar de la conocida disminución de población dedicada a la ganadería y agricultura en los últimos lustros por razones socioeconómicas, pasta en Asturias casi medio millón de vacas; es decir, más que nunca. En vez de utilizar las subvenciones europeas para mejorar la producción de los escasos ganaderos a título principal y para buscar alternativas, se ha venido dilapidando dinero entre quienes sí podrían merecerlo y quienes se han convertido en “ganaderos oportunistas”. Por tener una vaca, que no implica necesariamente que su dueño sea un ganadero profesional, se han podido llegar a cobrar más de 1000 euros anualmente en subvenciones, algunas con compromiso de conservación ambiental. Entretanto, en 2002 se promulgaba el Plan de Gestión del lobo en Asturias. Su aprobación fue una buena noticia para la gestión de la especie. El plan evaluaba el impacto que los daños tenían sobre la cabaña ganadera y los ganaderos anualmente: las indemnizaciones pagadas por daños de lobo no llegaban a suponer el 1% de las subvenciones recibidas y los animales afectados, aún asumiendo que todos los daños tramitados fueran causados por lobos, que es otro cantar, no llegaban tampoco al 1%. Si el político que acusa a los lobos de “comerse la nómina” de los ganaderos conoce (como es su obligación) estos datos, su bravuconería es especialmente grave. Desafortunadamente, el plan de gestión del lobo no ha frenado su persecución ilegal, y la mortalidad ilegal supone al menos el 50% de las muertes de lobos en Asturias. Para colmo, el plan de gestión está pendiente de renovación desde 2007 y, olvidados los objetivos del documento inicial, lo único que se ha venido ejecutando anualmente son… lobos.
Tags: lobos, muerte de Aguila Imperial en Cádiz, SEO