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PLANTAS DE LA SERRANIA DE RONDA Jara pringosa

Andrés Rodríguez González Noviembre 16th, 2017

PLANTAS DE LA SERRANIA DE RONDA
Jara pringosa Cistus ladanifer

Es un arbusto perenne que puede llegar a alcanzar los 4 metros de altura, aunque lo normal es encontrarlos con menor porte, entre 1,5 y 2 metros. Probablemente una de las plantas más conocidas por sus inconfundibles flores, su aroma y sus hojas, pegajosas y brillantes.
Entre los meses de mayo a junio se produce una floración masiva de la jara, que es un espectáculo visual. Los jarales vestidos de blanco aportan al campo un aspecto inconfundible similar al de una gran nevada pero en plena primavera, a lo que sin duda contribuye el tamaño de sus flores de hasta 10 cm de diámetro.
La jara pringosa ocupa suelos silíceos, pobres, con escasa vegetación. Los encinares degradados y zonas de tránsito entre encinar y matorral son el espacio que ocupa esta planta capaz de sobrevivir en las condiciones más duras y en los suelos más difíciles
Recibe su nombre científico de la pertenencia a la familia de las cistáceas Cistus, y del ládano, ladanifer, sustancia pegajosa y aromática que desprenden sus hojas.
El ládano es una sustancia resinosa que la planta emplea para evitar competencia de otras especies vegetales. Al parecer, inhibe el crecimiento de otras plantas, lo que viene muy bien a la jara que ya se las tiene que apañar en suelos pobres que no ofrecen muchos nutrientes que compartir. Además es una planta pionera, aparece de las primeras colonizando terrenos quemados.
Actualmente, el ládano se emplea en la industria de la perfumería, y antiguamente era muy apreciado como cicatrizante, sedante, desinfectante y para elaborar una sustancia que supuestamente ayudaba a curar las hernias. Para la recolección del ládano se empleaban cabras, a las que se dejaba en los jarales con la intención de que terminaran impregnadas de esta sustancia pegajosa. Posteriormente, se procedía a “peinar” a los animales y así separar de su pelo la preciada resina. Otro método más “moderno” y más higiénico era la cocción de las hojas de jara pringosa hasta conseguir una especie de pez o brea con la que incluso se llegaron a embrear las calles de algunas poblaciones zamoranas.
Además del ládano, la propia madera de la jara y las hojas han tenido sus usos tradicionales. Las flechas o dardos usados en las ballestas medievales se fabricaban con madera de las ramas de jara, y de las hojas cocidas, junto a otras especies vegetales, se obtenía una sustancia que servía para curar las heridas que osos y otros animales causaban a los perros en las cacerías. De ello da fe el famoso Libro de la Montería del Alfonso XI.
Las flores de la jara son utilizadas las abejas y la miel obtenida es de excelente calidad y sabor.
En la actualidad, el uso de Cistus ladanifer como planta medicinal no es muy habitual. No obstante, entre sus propiedades medicinales se destaca el carácter balsámico del ládano, incorporado a jarabes para la tos y la bronquitis, como antiespasmódico y en el tratamiento de úlceras y gastritis. El aceite esencial de la jara pringosa es también un antihemorrágico muy eficaz que sirve para tratar heridas y cortes superficiales, ya que es cicatrizante, así como es un muy buen aliado de las pieles maduras y castigadas, porque tiene propiedades antiarrugas. No pueden usar el aceite de jara pringosa aquellas personas que estén siguiendo un tratamiento anticoagulante. Tampoco se recomienda durante el embarazo y la lactancia, ni en niños muy pequeños. El aceite de jara pringosa se utiliza comúnmente por vía tópica, pero en el caso de optar por su ingesta, se recomienda hacerlo siempre por prescripción médica. Además, por su potente olor que puede resultar molesto, no es buena idea difundirlo, ni tampoco tomar el sol después de aplicar el aceite en la piel.
La jara pringosa se distribuye principalmente por Extremadura, centro y sur la de Península Ibérica, y es más escasa en el norte, Galicia y Cataluña.
En nuestra comarca nunca la vamos a encontrar en terrenos calizos pero si aparece entre el matorral  de los alcornoques del Valle del Genal.

Bibliografía
guadarramistas.com
beauty.biotrendies.com

Adelfa

Andrés Rodríguez González Noviembre 30th, 2007

Adelfa.
Nerium oleander L.

La adelfa es un arbusto que puede alcanzar los 4-5 metros de altura, se mantiene verde durante todo el año. Su tronco es liso, la corteza se desprende con facilidad, las hojas son duras y más bien gruesas, con el nervio central blanquecino y bien marcado, tienen forma de lanza y su color es intensamente verde, las flores nacen en ramilletes en la terminación de las ramas, suelen duran casi todo el verano, su color es rosáceo pálido. El fruto tiene forma de una vaina doble alargada, se abre por medio de unas hendiduras laterales de donde salen numerosas semillas con pelos que se dispersan fácilmente.
Se cultiva en todo el mundo como planta ornamental, una de las variedades cultivadas más llamativas tiene flores color blanco.
Habita en toda la región mediterránea, especialmente abundante en Andalucía. Viven en las orillas de los ríos y arroyos, en nuestra comarca soporta las heladas siempre que no sean intensas.
Es una planta muy tóxica, por ingestión mata animales y humanos, aunque sus propiedades han sido muy exageradas, determinadas personas les creen que las adelfas tiene efectos negativos sobre ellas como producir dolor de cabeza, si sestean cerca de la planta o beben en aguas de fuentes donde habiten estas plantas. En la Serranía se cuenta que algunos soldados del ejercito francés resultaron intoxicados incluso muertos por usar palos de adelfas para ensartar conejos y asarlos al fuego.
En Medicina se ha extraído un tónico cardiaco parecido al Digital a partir de esta planta, pero con muchas precauciones dado el carácter fuertemente tóxico que presenta la planta. Popularmente se ha usado como pesticida, contra la sarna y otras enfermedades cutáneas, también se ha utilizado como raticida. En la antigüedad se le suponía eficaz contra las mordeduras de serpiente pero bien podría tratarse, en caso muy dudosa de ser cierta esta propiedad, de que podría actuar como reforzadora del corazón.
El nombre deriva del griego Nerion, que significa Humedo, para otros se relaciona con Nereus, Díos del mar, por estar esta especie distribuida por los alrededores del Mediterráneo. Se relaciona con el nombre propio Nerea.

 

El ejemplar de la fotografía se encuentra junto al charco de agua en la Cueva del Gato.