Archive for the tag 'Cañete la Real'

19 Paisaje de la Serranía de Ronda: Sierra de Ortegicar

Andrés Rodríguez González Julio 30th, 2013

20 Paisaje de la Serranía de Ronda:

Sierra de Ortegicar

Con Vicente Astete

Es una sierra de pequeño tamaño situada en los términos municipales de Ardales, Teba y Cañete la Real, entre la Sierra de los Merinos y la campiña del Guadalteba. Cerca se encuentra la pequeña localidad de Serrato.

Su máxima elevación es el Cerro Ortegícar (963 m), son muy llamativos los impresionantes cortados del cercano Cerro del Escribano.

Sus coordenadas son:

36º53´50´´N

4º56´1´´O

Elevación 963 mt.

Conserva importantes vestigios arqueológicos de diferentes épocas. Tradicionalmente usada para la ganadería y agricultura ha sufrido una importante deforestación y erosión. Hace varias décadas se realizó una repoblación de pinos en sus laderas.

Entre sus valles pasan el río Guadalteba y varios arroyos.

Rutas de ARACA: RUTA desde RONDA a CAÑOS SANTOS

Andrés Rodríguez González Febrero 21st, 2013

RUTA desde RONDA a CAÑOS SANTOS

Diferenciar un caminante de un marchador es fácil; el primero no compite, disfruta de sus paseos, casi siempre gusta de ir acompañado, contempla el paisaje, hace fotos, graba en video, se para a charlar (o al menos saluda) con los pastores o con otros caminantes que encuentre en el campo; un marchador se establece unas metas, compite con otros o consigo mismo, no tiene tiempo para ni siquiera saludar a las personas con quienes se cruza. Diferenciar un caminante (o senderista que nos llaman ahora) de un corredor es más fácil aún, el caminante tiene cara de felicidad, el corredor, de sufrimiento.

El día 17 de febrero 18 caminantes con muy buena cara y mejor humor nos dispusimos a realizar una cómoda ruta por terrenos casi llanos, dispuestos a disfrutar del paisaje y la buena compañía, ni la distancia de casi 28 km ni la anunciada lluvia, eran impedimentos a tener en cuenta.

Vamos a recorrer un Paisaje característico de la Serranía de Ronda y que forma una unidad muy interesante, la llamada Meseta de Ronda.

Partimos del cruce de la circunvalación, en el Polideportivo. Para evitar el tramo monótono y conocido de la Cañada Real que atraviesa los llanos de Espejo, no cruzamos la carretera de Ronda a Campillos, vamos por el carril que pasa por detrás del Cimbra y por el cortijo de Los Vicentes nos encaminamos al Cortijo de Los Pinos, atravesamos el olivar para salir de nuevo a la Cañada Real justo detrás de la gasolinera de Los Pinos. Muy cercano ya está el Puente de la Ventilla desde donde se origina un bien conservado bosque en galería que merece la realización de una bonita ruta otro día. Ascendemos por la trinchera  de la vieja carretera adornada de curiosas formaciones geológicas de la época Miocena, pasamos bajo el puente de la nueva carretera que salva la vía del tren. A nuestra izquierda queda el olivar y cortijo de Las Fatigas, a la derecha la vía del tren. El enorme carril por el que andamos se transformará cuando la crisis lo permita en la carretera de circunvalación de Arriate, esperemos que la construcción de esa carretera en el futuro no afecte a la Cañada Real de Osuna a Ronda, por donde ahora marchamos.

Pronto llegamos a La Parchite, pasamos junto a unos viñedos con elaborada portada y 2 Kms más adelante, en dirección norte, encontramos el Cortijo de Las Monjas donde existe un rebosadero de agua; paramos un momento a reponer fuerzas y seguimos para no perder ritmo, en unos 3 Kms más adelante llegamos al Puerto del Monte, junto a la carretera de Arriate a Setenil que queda a nuestra izquierda para volver a tomar la Cañada Real de Osuna a Ronda. Un hermoso encinar adehesado a la derecha del recorrido nos muestra lo que fue esta zona hace unos cien años, pero los cultivos agrícolas y olivares han reducido el encinar a pequeños restos junto a los caminos, en los arroyos o en algunas fincas empeñadas en su conservación. El camino cruza la carretera de Setenil a la Cueva y continua por estas zonas llanas o de pequeñas cuestas para descender de una de ellas hasta un cruce, a la izquierda parte el camino a Setenil, nosotros seguimos al frente, salvamos un profundo corte en el suelo que las lluvias han provocado, preciosas vistas de Setenil y las Sierras de Grazalema nos acompañan. El penacho de nubes en el S. Cristobal anuncia que las lluvias están próximas. Más adelante cruzamos a carretera de Alcalá del Valle (a la izquierda) a Cañete la Real (a la derecha), continuamos por el carril, ya mojándonos con fina lluvia, que ahora asciende entre campos de cultivo hasta llegar a un cruce de carriles, a la derecha se ve un enorme cortijo de piedra y un carril que va en dirección a Cañete, al frente continua la Cañada en dirección a Osuna, nosotros giramos en oblicuo por un carril a nuestra izquierda, un corto recorrido nos lleva a la entrada de un cortijo con enormes cipreses, La Munición, cruzamos la carretera que se dirige desde Alcalá a Almargen para continuar por un carril que asciende una suave loma. Los cultivos de cereales y los olivares requieren una continua labor en el campo que, como ha ocurrido este año, las lluvias convierten en barrizales que evacuan las aguas formando torrenteras y erosionan poderosamente los suelos. El carril terrizo que traemos pronto se divide en dos, tomamos el de le derecha, un camino asfaltado estrecho flanquedado de algunos quejigos que indican que la zona es húmeda  nos lleva junto a un cartel indicador a la entrada del Monasterio de Caños Santos. Descendemos una empinada cuesta, olivos, encinas, zarzaparilla, abundante matorral y una magnífica valla de madera nos llevan hasta la cuidada restauración del Monasterio, sus cuevas (donde la leyenda dice que se apareció la Virgen), las fuentes, las magníficas vistas sobre la Sierra de Pruna y el profundo valle por cuyo fondo discurre la carretera de Jerez a Antequera, marcan el final de nuestro recorrido y el límite de la comarca de la Serranía de Ronda, en concreto del paisaje de la Meseta.

Las fotos son de Vicente Astete y las gráficas han sido elaboradas por Jesús Ripalda.


Han sido casi 28 Kms que hemos recorrido en unas seis horas.

Fauna de la Serranía: Buitre leonado

Andrés Rodríguez González Mayo 19th, 2011

Buitre Leonado (Gyps fulvus).
Es un ave del grupo Falconiforme. Es una de las mayores aves rapaces de la Península Ibérica, Con sus casi dos metros y medio de envergadura de una punta del ala a la otra, supera al Águila Imperial.
Es muy característico para su identificación una serie de plumas blancas o mejor leonadas en el cuello. El resto de plumaje es color canela y pardo oscuro. El pico es grande, en forma de gancho, lo que le permite arrancar largas tiras de carne de los cadáveres con mucha facilidad. Tiene unas patas grises y débiles ya que no las usan para capturar presas como las águilas y halcones.
En Europa existen otras tres especies de Buitres, el Negro, el Quebrantahuesos y el Alimoche. Existen dos subespecies de buitre leonado, el de la península ibérica y norte de África hasta Oriente Medio y otra que se extiende por Afganistán, Pakistán y la India.
Las zonas habitadas por los buitres leonados suelen ser montañosas, aunque en los llanos cualquier cerro rocoso con cortados que lo hagan inaccesible puede servir de buitrera para nidificar o para descanso.
En la Península Ibérica es una especie sedentaria que se puede ver todo el año, pero las poblaciones de otros lugares a veces emigran al sur para invernar y vuelven a sus lugares de origen para reproducirse. En España es muy abundante en algunas zonas. En la Serranía de Ronda existen buenas poblaciones en Zaframagón, Grazalema y Cañete la Real.
Suele utilizar las brisas de ladera y las corrientes ascendentes de aire para elevarse haciendo grandes circulos, es un ave más planeadora que voladora, aprovechando las corrientes de aire pueden recorrer centenares de kilómetros. Puede pasar horas volando a grandes alturas entre los 1.800 a 3.500 metros sobre el nivel del mar, aunque en días excepcionales puedan llegar a los 6.000 metros sobre el nivel del mar y recorriendo desde 50 kilómetros a 300 kilómetros buscando animales muertos, especialmente grandes mamíferos parta alimentarse. Al atardecer vuelven a sus refugios, pequeñas repisas situadas preferiblemente bajo un techado de roca y protegidas de los vientos, donde pasan la noche, incuban el huevo cuando es época y sacan adelante a sus crías.
El buitre está especialmente adaptado para alimentarse de carroña: su potente vista localiza cualquier cadáver en las cercanías, y cuando desciende para alimentarse  se formán aglomeraciones importantes de buitres, de forma muy rápida, donde no faltan las peleas por la comida, introduce sin problemas su cabeza y largo cuello, provistos únicamente de un plumón corto en el que la sangre y la carne no se adhieren fácilmente. Una vez llegado junto a la carroña, el buitre se comporta de una manera muy tímida. Pero una vez ha dado comienzo su comilona, se enzarzan en espectaculares peleas, en las cuales suele quedarse con la mejor tajada el que llegó más hambriento
Dada la escasez de ciervos y gamos en Europa debido a la caza y la desaparición de los bosques, las carroñas dejadas por los pastores constituyen una parte importante de la dieta de este animal.
La fotografía del buitre y su pollo en el nido es de Juan Tebar.

Los buitres leonados entran en celo entre los meses de diciembre a abril. En ese momento forman parejas estables y pasan unos 58 días incubando su único huevo en turnos de entre un día o dos cada uno. Posteriormente se turnan con la misma frecuencia para dar de comer a su cría. El polluelo crece a un ritmo bastante lento, pero constante. Al contrario que otras aves, si no recibe la cantidad precisa de alimento, no puede retrasar su crecimiento y muere de inanición. Las crías emprenden su primer vuelo hacia el mes de julio, pero siguen manteniéndose una temporada cerca del nido hasta que llega el momento de independizarse. A los cuatro o cinco años de edad se aparean por primera vez.
Aunque no se considera una especie especialmente amenazada, el buitre leonado es un ave protegida en varios países. En España se considera fuera de Peligro aunque está catalogado como especie “De Espeial Interés” desde el 5 de abril de 1990.
Los principales factores de amenaza sobre la especie son el envenenamiento por comer cebos envenenados colocados en el campo ilegalmente por cazadores o ganaderos para el control de depredadores, la falta de alimento por la escasez de muladares y la obligación retirar el ganado muerto por normativas de la Unión Europea a partir de la crisis de las vacas locas, las molestias en las colonias de cría por escaladores y excursionistas que provocan fracasos reproductivos.