Archive for the tag 'Baños de bosque'

Baños de Bosque III: Lifa.

Andrés Rodríguez González Diciembre 16th, 2019

Baños de bosque III, en Lifa.

Un valle con valores medioambientales absolutamente maravillosos. Alberga un bosque de Cornicabras arbóreas que goza de alta protección en el Parque Natural Sierra de las Nieves. Dedicado a la ganadería de ovejas y algunas cabras que habitan en los cortados rocosos, con pequeñas zonas de cultivo en los terrenos más llanos y fértiles. En la ladera de Sierra Hidalga y en los roquedos más escarpados algunos hermosos y escasos pinsapos indican que allí existio un bosque de esta especie, entre las grietas de las rocas calizas aún algunos minúsculos pinsapos siguen intentando recobrar pasados esplendores, un sueño mientras los dientes de las cabras no lo consientan. Los potentes arroyos que se forman con las lluvias torrenciales se reúnen en el Arroyo de Lifa que presidido por los restos de una torre vigía árabe, recoje aguas para el río Turon. En el regreso siempre se puede tener la suerte de ver algún venado de Los Peñoncillos.

Baños de Bosque en el Pinsapar de Parauta

Andrés Rodríguez González Octubre 7th, 2019

El primer baño que hemos realizado ha sido en un lugar muy especial para mí. Fue donde  me llevó Julián de Zulueta la primera vez que yo vi la Nava de los Pinsapos, el pico Alcojona, el Llano de la Laguna y el Pinsapo de la Escalereta.

Treinta y cinco años después, el Pinsapo de la Escalereta se está muriendo por causas naturales, cuando entonces era un ejemplo de fortaleza y vitalidad; D. Julián ya no está con nosotros; el Pinsapar de Parauta ha crecido sin gestión ni ordenación alguna, todo lo contrario que el de La Nava y se eso nota en el monte; la cabecera de Río Verde que  corresponde a las rocas peridotitas del Cerro Abanto, entonces cubiertas de espesos pinares y pinsapos, intentan recuperarse del terrible incendio del año 1.991; la soledad del Llano de la Laguna es hoy un inevitable aparcamiento y el Pinsapo de la Falsa Escalereta, asume el rol de rey ante la muerte del verdadero y abandona su papel de secundón que entonces tenía. Tan sólo el Alcojona parece inmutable al paso del tiempo.


Semillas de Lirio apestoso


La Nava de los Pinsapos


Cabecera de Río Verde


Bosque de pinsapos


Pinsapo Escalereta

Los sentidos se activan, nos integramos en el bosque de pinsapos que nos aporta bienestar físico y espiritual.

Baños de bosque(Shinrin-yoku) en el Pinsapar.

Andrés Rodríguez González Septiembre 22nd, 2019

Baños de bosque (Shinrin-yoku para los japoneses) en el Pinsapar.

La ausencia de estrés y la presencia de la relajación son la base de la felicidad. Los Baños de Bosque son una técnica que nos enseña a volver a conectarnos con la Naturaleza y que está demostrado científicamente que produce beneficios físicos e espirituales sobre nuestra salud. En lugar de “desconectar” buscamos “reconectar”.

Según los estudios realizados por los japoneses, el shinrin-yoku potencia el sistema inmunitario al aumentar el número de las células NK, las células asesinas. Se sabe que a mayores niveles de urbanización existe mayor estrés. Las personas que viven en zonas con menos árboles presentan mayores niveles de estrés y también padecen índices de mortalidad más altos que las que viven donde hay una buena densidad de árboles. El bosque afecta a nuestros cinco sentidos reduciendo el estrés. El aire de bosque está lleno de “Fitoncidas”, que son los aceites naturales que los árboles segregan para protegerse de insectos, hongos y bacterias, su sistema de defensa beneficia al nuestro.

Mi experiencia personal a lo largo de los años en salidas a los bosques y campos es que al regresar noto y notan como mis sentidos se activan, mi espíritu y mi talante se alegran, regreso cargado de energía y con menor fatiga física. En mi búsqueda encontré que eso que yo sentía era, en realidad, los resultados de la práctica del Shinrin-yoku japonés.

La técnica es sencilla. Se basa en caminar muy despacio, tranquilamente, respirando; disfrutar con los cinco sentidos, olvidándose de los problemas cotidianos, de móviles y cámaras. También es recomendable en las paradas cerrar los ojos, ejercitar los “sentidos olvidados”: oído, olfato, tacto y gusto. Todo es cuestión de ejercitarlo. Es aconsejable lleva un pequeño cuaderno y un lápiz, en pocas líneas expresar como te sientes, que sensaciones percibes del exterior. Es necesario llevar agua, frutos secos, algo de comida y fruta.

Lo primero es Elegir el Bosque o zona donde se va a practicar. Hay personas que prefieren bosques maduros, yo prefiero para aprender bosques con grandes árboles como el Pinsapar, pero cualquier lugar tranquilo con naturaleza viva sirve para practicar, incluso parques y jardines de ciudad. Se hacen pequeñas rutas poco transitadas que sean diversas, de escasa dificultad física donde andamos entre tres y cinco km. Si es posible que sean circulares.

Lo segundo, practicar para conseguir el Despertar de los Sentidos. Se camina siempre lentamente y en silencio, respirando sin esfuerzo. Podemos detenernos junto a un árbol, tocar una piedra el tronco de una planta, apreciar la diferencia entre el haz y el envés de una hoja, acariciar una rama con suavidad, probar una hoja de una planta, simplemente quedarse quieto, oler los árboles y el suelo. Después los participantes se reúnen en círculo y, si lo desean, cierran los ojos, hacen técnicas de relajación personal.  Se escuchan los sonidos, se olfatea, se siente el aire, el contacto de los pies con la tierra nos proporciona sensaciones desconocidas, se presta toda la atención a un detalle cualquiera, se escucha el viento deslizándose entre las ramas de los árboles, se busca un rastro de un ser vivo…

Lo tercero Aprender a Compartir con una puesta en común. Está demostrado que “Compartir” con los compañeros que practican en el grupo nos ayuda a todos. El altruismo genera la producción de Serotonina, la hormona de la felicidad. Compartir la comida y las experiencias sentidas ayuda al quien recibe y a quien da.

Lo cuarto sentir y comprender que el Bosque es un Ser Vivo. Para eso lo mejor es hacer un paseo de “Interpretación del Paisaje”.  Solo se quiere y se protege aquello que se conoce. Y para conocer, querer y proteger lo mejor es insertarse  hasta formar parte del paisaje.

El quinto punto es que al finalizar la actividad haces un resumen de cómo te vas, que has aprendido y que sensaciones han logrado percibir. Es para ti, es personal, compáralo con las notas que tomaste al principio.