Archive for the tag 'aracnidos'

FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA: EXUBIAS.

Andrés Rodríguez González Septiembre 3rd, 2023

FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA: EXUBIAS.

 

 

Es el nombre científico de la cutícula o cubierta exterior, es decir el exoesqueleto o esqueleto externo de los artrópodos abandonada tras la muda.

Los artrópodos son los invertebrados más numerosos formado los Insectos (moscas, hormigas, escarabajos…), Arácnidos (arañas y escorpiones), Miriápodos (milpiés y ciempies) y Crustáceos (gambas, centollos, cangrejos…).

El exoesqueleto o esqueleto externo es una estructura que aporta a esos animales protección y sujeción.

Las exubias ayudan a los investigadores a determinar las especies existentes y a conocer algunos aspectos generales del ciclo de vida general de una especie, como la distribución, proporción de sexos, en un hábitat. Pero no deja de ser una aproximación una ayuda para completar los muestreos.

Las exubias son una adaptación producida por la evolución para garantizar la superviviencia y conseguir pasar sus genes a la siguiente generación. Al ir aumentando el número de células y la complejidad de los diferentes grupos de animales, una de las cuestiones importantes a resolver es otorgarle un soporte o sostén y mantener la forma o la estructura de los diferentes grupos de células y a medida que se avanza en complejidad, a ese grupo de tejidos que conforman el cuerpo, para eso, en los animales aparece el esqueleto y la musculatura como sistema de sujeción.

En el caso del esqueleto, existen dos tipos fundamentales en función de la ubicación en el cuerpo, de esta manera, podemos definir al exoesqueleto o esqueleto externo, como aquel que se encuentra recubriendo el cuerpo de manera continua y cuya función principal es la protección, además de la función de soporte que ya ha sido mencionada; en el interior del exoesqueleto se insertan los músculos.

El exoesqueleto de los artrópodos está formado por un compuesto denominado Quitina, químicamente es un glúcido polisacárido de estructura rígida, por eso le confiere protección a este tipo de animales. Ese exoesqueleto les brinda también ligereza y flexibilidad para permitirles todo tipo de movimientos, incluyendo el vuelo.

El esqueleto externo de los artrópodos es articulado, se encuentra dividido en varias placas o fragmentos que se encuentran unidas a través de membranas flexibles.

El exoesqueleto de los artrópodos ha permitido su gran variabilidad pero su éxito evolutivo presenta una desventaja importante, y es que limita las dimensiones del animal, por eso, los artrópodos son de pequeño tamaño y para lograr crecer y desarrollarse tienen que recurrir a lo que se conoce con el nombre de “muda”.  Ese exoesqueleto se abre, se raja, el animal sale al exterior, crece y desarrolla desde su parte externa llamada tegumento (su piel) un nuevo esqueleto protector. Ese material, el exoesqueleto que queda abandonado es la Exuvia.

La palabra latina “exuviae”, que significa “cosas despojadas de un cuerpo”, se encuentra solo en plural.

En las fotografías se muestra una exuvia de un insecto muy conocido y abundante en verano, un saltamontes.

 

 

Bibliografía

https://invertebrados.paradais-sphynx.com/

https://www.wikiwand.com/

FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA Escolopendra o Ciempies

Andrés Rodríguez González Marzo 30th, 2021

FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA

Escolopendra o Ciempies. Scolopendra cingulata

Existen en la Península Ibérica tres especies de Escolopendras o ciempiés, como se les conoce popularmente. No hay que confundir con su pariente el milpies, un animal que no puede inocular veneno y que como toda defensa se enrrosca sobre si mismo o producirán unos líquidos de pésimo olor y sabor. Sin embargo los Ciempies pueden atacar e inocular veneno por tener unos órganos parecidos a los quelíceros de las arañas, además es muy agresivo. Otra diferencia importante entre los milpiés y los ciempies es que los primeros sí pueden criarse en grupos, siempre que pertenezcan a la misma especie. Otros especímenes se defienden por estar cubiertos de pequeños pelos que sueltan rápidamente, enredándose en las extremidades o boca de los depredadores que intenten comerlos.

A primera vista puede parecer una serpiente, pero no tiene nada que ver con ellas,  el ciempiés no es un reptil, sino un tipo de miriápodo. Uno de los grupos en los que se dividen los Artrópodos, junto a Insectos, Crustáceos y Arácnidos. Los artrópodos son invertebrados que se caracterizan por tener el cuerpo cubierto por una cutícula más o menos dura según los diferentes grupos, se dice que son animales con esqueleto externo.

En la región mediterránea los ciempiés o escolopendras producen mordeduras dolorosas, en los trópicos las especies gigantes de estos artrópodos resultan bastante peligrosas para los humanos y dan lugar a numerosas hospitalizaciones.

En Hawái, el once por ciento de las admisiones en el servicio de urgencias se deben a picaduras de escolopendras. Los principales síntomas que produce la inoculación de su veneno son necrosis local, hipertensión aguda e insuficiencia cardíaca. Recientemente se ha descubierto el mecanismo de acción de la sustancia tóxica responsable, llamada SsTx (sigla inglesa de «toxina terrible de la escolopendra»).

En la especie estudiada, el ciempiés chino de cabeza roja (Scolopendra subspinipes mutilans), de unos 20 centímetros de longitud, aprovecha sus venenosas picaduras para atacar a presas y depredadores mucho mayores que él. Aunque solo pesa unos gramos, no es raro verlo cazar pequeños roedores diez veces más pesados que él y tomar el control sobre su oponente en unas pocas decenas de segundos.

Al separar y analizar las diferentes sustancias del veneno del animal, los investigadores descubrieron que la toxina peptídica SsTx era la responsable de su virulencia. Los investigadores determinaron que no afecta a una sola parte del organismo: altera el funcionamiento de toda la familia de canales de potasio de tipo en las células. Estos canales están involucrados no solo en el sistema nervioso central, sino también en los músculos esqueléticos y en el sistema cardiovascular. Su bloqueo por parte de la toxina del ciempiés provoca espasmos en los vasos sanguíneos que causan la muerte de los tejidos afectados, pero también a alteraciones más generales en el sistema cardiovascular, como la hipertensión aguda y ataques cardiacos. El sistema respiratorio también se ve afectado. Esta capacidad de afectar a varios órganos vitales al mismo tiempo explica en gran parte la efectividad del veneno.

Cuando no se tiene a mano ningún antígeno para el veneno, el tratamiento de las personas que han sufrido picaduras de ciempiés gigantes se centra exclusivamente en los síntomas. Sin embargo, el descubrimiento del modo de acción de la toxina SsTx ha llevado a la identificación de un posible antídoto, es la retigabina, un medicamento para luchar contra la epilepsia, que ejerce un efecto contrario al de la toxina SSTX. Los investigadores han demostrado en ratones y macacos que después de una sola inyección de toxina SsTx, la administración de retigabina suprime sus efectos nocivos y restaura el funcionamiento normal del organismo.

La escolopendra está entre los ocho animales más pelñigrosos de la fauna española. Hay cinco especies venenosas de serpientes de las trece existentes. Son las víboras áspid (Vipera aspis aspis), de Seoane (Vipera seoanei) y la hocicuda o de nariz chata (Vipera latastei). También dos tipos de culebras, la bastarda (Malpolon monspessulanus) y la culebra de Manto o de cogulla (Macroprotodon brevis).

Entre las Arañas hay que tener especial cuidado con ojo con la Viuda negra. En España hay unas 1.700 especies de arañas y la mayoría son inofensivas, pero con Viudad negra habría que tener cierto cuidado. Se la llama viuda negra porque las hembras se comen a sus compañeros tras aparearse. En teoría una dosis alta de su veneno puede causar problemas graves a niños, ancianos o personas muy debilitadas. No suele producir muertes, pero sí fiebre y dolores intensos. Sin embargo, es bastante raro que se produzcan picaduras, aunque no es descartable entre agricultores que recojan cosechas a mano.

Los escorpiones presentan una peligrosa costumbre, es que por el día tienden a esconderse buscando la sombra, así que a veces si mueves una piedra se sienten atacados y pueden picar. En los peores casos, pueden provocar fiebre, vómitos, diarrea y calambres, así que lo mejor es acudir al médico.

La escolopendra ocuparía el siguiente escalón de animales peligrosos por su picadura dolorosa. Las especies españolas (Scolopendra morsitans, Scolopendra cingulata y Scutigera coleoptrata) son de las menos venenosas del mundo, sobre todo comparadas con sus parientes tropicales, pero eso no nos impedirá llevarnos un buen susto si nos pican y tenemos que soportar un fuerte dolor durante horas.

Siguen las Abejas y avispas, lo mejor es no espantarlas y que sigan su camino de flor en flor. Salvo para las personas alérgicas, una picadura de abeja o de avispa no representa un gran peligro, pero se dan casos excepcionales. La Sociedad Española de Alergia e Inmunología Clínica recomienda no acercarse a panales de abejas ni a nidos de avispas. Si se te posa alguna, es mejor no tratar de matarla ni espantarla. Y tampoco conviene atraerlas, por ejemplo, partiendo fruta al aire libre.

También es peligroso el mosquito tigre por ser transmisor de enfermedades. Se detectó en España por primera vez a comienzos de este siglo y parece que se va a quedar con nosotros. El mosquito tigre (Aedes albopictus) se ha extendido por la costa mediterránea y cada vez abarca más terreno. El problema es que puede transmitir enfermedades como el dengue, la fiebre amarilla y el Zika. El calor y la humedad hacen que proliferen, así que los expertos aconsejan evitar las acumulaciones de agua.

Por último como animales peligrosos tenemos los osos, los lobos (afectan al ganado doméstico del río Duero hacia el norte) y otro que cada vez son más agresivos y abundantes, los jabalíes.

Foto de Montse Grano de Oro a quien agradezco que me permita usarla.

Bibliografía

www.laserranianatural.com

https://www.investigacionyciencia.es/

https://www.elespanol.com/

FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA: Araña cazadora roja

Andrés Rodríguez González Noviembre 21st, 2020

FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA

Araña cazadora roja. Dysdera crocata 

Como todas las arañas tienen el cuerpo dividido en dos partes, el cefalotórax que es el torax y la cabeza unidas y el abdomen, la parte final del cuerpo.

Es una araña fácil de reconocer por tener las patas y el cefalotórax de color naranja oscuro y el abdomen de color crema.

Es un arácnido de pequeñas dimensiones. El macho mide unos 10 milímetros y la hembra unos 12 milímetros. Destacan sus largos quelíceros, con ellos perfora el esqueleto externo de sus presas.  En el caso de la foto se trata de un grillo. Pero su alimento principal son las cochinillas de humedad. Pasan el día escondidas bajo piedras u objetos diversos, acomodando el escondite con saquitos de seda. Caza por la noche sin usar ningún tipo de red.

Abunda en las ciudades, parque y jardines, es la única especie de su familia que puede encontrarse en entornos urbanos con un cierto nivel de humedad.

El ritual de apareamiento es especialmente violento. Después, la hembra deposita unos 70 huevos en un capullo de seda y lo vigila hasta el nacimiento de los pequeños.

Tiene una distribución prácticamente por todo el mundo aunque es nativa de Europa. Su picadura, aunque dolorosa, no representa un problema sanitario salvo en el caso de personas alérgicas

Bibliografía

https://desinsectador.com/

http://animalandia.educa.madrid.org/

FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA: MILPIES

Andrés Rodríguez González Octubre 30th, 2020

FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA

MILPIES 

Pese a su nombre, la cantidad de extremidades de este animal no supera las 750, pero es el animal que más patas tiene.

Actualmente se han identificado al menos doce mil especies de milpiés, agrupadas en ciento cuarenta familias distintas. Antecesores suyos ya aparecen en el periodo geológico del Silúrico, hace 443 millones de años, lo que los convierte en uno de los primeros animales terrestres conocidos. Los milpiés prehistóricos pudieron alcanzar los dos metros de longitud y hasta más. Las especies conocidas hoy en día no superan los 38 cm.

No hay que confundir con el ciempiés, este puede atacar e inocular veneno por tener unos órganos parecidos a los quelíceros de las arañas, además es muy agresivo, los milpiés no pueden morder por carecer de esos órganos, como mucho se enrrollaran sobre sí mismos o produciran unos líquidos de pésimo olor y sabor. Otra diferencia importante entre los milpiés y los cienpies es que los primeros sí pueden criarse en grupos, siempre que pertenezcan a la misma especie. Otros especímenes se defienden por estar cubiertos de pequeños pelos que sueltan rápidamente, enredándose en las extremidades o boca de los depredadores que intenten comerlos.

Conforme van creciendo, los milpiés agregan un nuevo anillo a su estructura corporal, lo que significa que continúan estirándose hasta pasada su vida larvaria.

A primera vista puede parecer una serpiente, pero no tiene nada que ver con ellas,  el milpiés no es un reptil, sino un tipo de miriápodo. Uno de los grupos en los que se dividen los Artrópodos, junto a Insectos, Crustáceos, y Arácnidos.

El cuerpo del milpiés está segmentado en dos regiones: la cabeza y el tronco. En la cabeza se encuentran un par de antenas cortas, los ojos y la boca, que en algunas especies ha evolucionado para excavar de manera más eficaz.

El tronco, por su parte, está constituido por un aproximado de 20 segmentos, de los cuales salen dos pares de patas, a excepción del primero y el último, que no tienen, si bien el segundo, tercer y cuarto segmento sólo poseen un par de patas cada uno.

La mayoría de las especies de milpiés son detritívoras, es decir, se alimentan de materia orgánica en descomposición, especialmente de hojas. Otros ingieren hongos, toman fluidos vegetales y algunos pocos son depredadores. En el caso particular de estos últimos, se inclinan por pequeños insectos e invertebrados diminutos.

Estos animales son lentos al andar, prefieren los lugares húmedos y les desagrada la luz. Esto implica que durante el día permanecen ocultos bajo las rocas o entre la corteza de los árboles. Uno de sus sitios predilectos, sin duda, son las cuevas, ya que cumplen sus requerimientos básicos.

Es posible encontrarlos tanto en zonas templadas como en las tropicales. No obstante, los milpiés también pueden vivir en zonas secas. Incluso, ciertas variedades viven en los desiertos. No suelen aparecer en las viviendas humanas ya que tienden a morir en el ambiente de las casas por falta de humedad. Su tiempo estimado de supervivencia en estos ambientes es de apenas un día.

Es entre la primavera y el verano cuando se da el proceso reproductivo del milpiés, que es un animal ovíparo. El milpiés construye nidos para poner su huevos, las larvas permanecen en ese estado durante al menos un año.

En cuanto a la muda se refiere, este mecanismo también le confiere otro segmento a su cuerpo, mientras se desarrolla la muda, los milpiés dejan de ingerir alimentos.

Aunque ciertamente no representan un grave peligro, una picadura de especies tropicales puede traer muchas consecuencias, especialmente si los ojos están comprometidos, pues pueden producir ceguera

Si la proliferación de milpiés no es controlada a tiempo, pueden convertirse en plagas de jardín. Son un verdadero dolor de cabeza, sobre todo, para quienes poseen invernaderos, ya que pueden causar graves daños a las plantas.

Bibliografía

https://www.animales.website/

FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA Opiliones. Patilargos

Andrés Rodríguez González Agosto 14th, 2016

FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA
Opiliones. Patilargos
Los opiliones son un grupo amplio de artrópodos muy relacionados con los Arácnidos. Saber cual es el número  de especies es muy complicado ya que varía según las fuentes consultadas. Algunos autores dan la cifra de  más de cinco mil especies.  Otros de 6.500 especies, lo que les convierte en el tercer orden de arácnidos en términos de número de especies después de las arañas y los ácaros. Se estima que podrían existir más de 10.000 especies, ya que la mayoría viven en las regiones tropicales de América del Sur y el sudeste asiático y suelen habitar en lugares húmedos y sombríos de todos los climas. Al ser muchas especies y difíciles de distinguir en el campo, para nuestros objetivos tenemos bastante comentando algunas de sus peculiaridades como grupo.
Los opiliones constituyen un orden, dentro de la clase Arácnidos. Los grupos principales de artrópodos son los Crustáceos (cangrejos), los insectos (moscas, escarabajos, hormigas), arácnidos (arañas, escorpiones)  y los miriápodos (ciempies). Los Arácnidos son grupo de artrópodos que siempre tienen un par de quelíceros en forma de pinza, un par de palpos y cuatro pares de patas. Incluyen las arañas, escorpiones, solífugos, vinagrillos, ácaros, pseudoescorpiones y palpígrados.
Respecto a la alimentación los opiliones pueden ser depredadores agresivos y capturar pequeños artrópodos con sus pedipalpos para masticarlos con los quelíceros, aunque a menudo son carroñeros o detritívoros. Algunos lanzan la saliva digestiva sobre sus alimentos antes de absorberlos y son uno de los pocos grupos de arácnidos capaces de ingerir partículas sólidas. Sin embargo, al carecer del sistema de filtrado que tienen los demás arácnidos, están expuestos a parásitos y patógenos. Un grupo de opiliones tienen quelíceros que doblan el tamaño de su cuerpo y los emplean para romper la concha de los caracoles de los que se alimentan.
Además de los parásitos y patógenos que pueden ingerir debido a su forma de alimentarse, los principales depredadores de los opiliones son aves, anfibios, mamíferos insectívoros, insectos carnívoros y arañas. No es raro encontrar opiliones que llevan unos pequeños organismos rojos pegados al cuerpo o a sus patas. Se trata de larvas de ácaros que parasitan externamente a estos animales. También pueden encontrarse otros ácaros muy pequeños de color blanco. En este caso no se trata de parásitos, sino de otros ácaros que se suben al cuerpo del arácnido tan sólo para ser transportados de un lugar a otro, pero sin causar daño al huésped.
Los machos de los opiliones tienen un pene (que llega a ser más grande que su cuerpo) que les permite la copulación directa, algo que les diferencia del resto de los arácnidos, que usan métodos indirectos para introducir el esperma en la abertura genital de la hembra. Sólo los ácaros tienen también pene. Los machos suelen luchar entre sí por las hembras. No son muy dados al juego previo y cuando existe el cortejo, es más bien superficial. El macho se limita a acercarse de frente a la hembra e introduce su pene en la abertura genital de la hembra. En ambos sexos, los órganos genitales se encuentran bajo la boca. La hembra suele poner entre diez y cien huevos sobre terreno húmedo o debajo de las piedras usando un ovopositor alargado y tardan entre 20 días y cinco meses en eclosionar.
El macho de algunas especies de opiliones construye un nido circular con astillas de corteza y saliva de un centímetro de alto y tres de largo en la base de un árbol o tronco. La hembra deposita allí sus huevos y el macho que encarga de protegerlos y mantenerlos limpios.
Como suele ocurrir con los artrópodos terrestres con exoesqueleto blando, los opiliones raramente fosilizan. Su registro fósil es bastante disperso y los fósiles más antiguos (un macho y un hembra de una especie extinta) datan de principios del Devónico (hace 410 millones de años) y se han encontrado en un yacimiento de Escocia. Estos opiliones paleozoicos presentan características que comparten con los opiliones actuales, lo que situaría el origen del orden en el Silúrico o incluso antes. De hecho, se consideran los arácnidos más primitivos junto con los escorpiones.

Debido a su parecido superficial, la mayoría de la gente confunde a los opiliones con las arañas, una familia de arañas patilargas. Sin embargo, hay varias características básicas que los diferencian a primera vista.
+ No tejen telas porque no tienen “hileras”, que son los apéndices donde se ubican las glándulas productoras de seda; el cefalotórax y el abdomen (o prosoma y opistosoma, como suelen denominarlos los aracnólogos para diferenciarlos del cefalotórax y abdomen de los crustáceos, ya que no son equivalentes) están fusionados formando una única estructura bulbosa, y en tercer lugar, sólo tienen dos ojos (ocelos), frente a los ocho de la mayoría de las arañas.
+ También se distinguen por las patas. Como están sordos, medio ciegos y tienen poco desarrollado el sentido del olfato, los opiliones se basan casi exclusivamente en el tacto. Sus patas actúan a modo de sensores y muchas especies usan el segundo par, más largo, como si fueran antenas, moviéndolas en el aire mientras caminan. En caso de peligro pueden amputárselas espontáneamente  (se denomina Autotomía) para distraer al posible depredador pero al contrario que otros arácnidos, las patas no se regeneran. Es extraño encontrar individuos adultos con todas sus patas.
+ No son venenosos ya que carecen de glándulas de veneno. Sin embargo, están preparados para la «guerra química». Poseen un par de glándulas defensivas en la parte anterior del  cuerpo que producen secreciones ricas en quinonas y fenoles con la que repelen a sus atacantes, debido a una mezcla entre mal olor y sabor parecido al de las almendras amargas. Cuando se sienten amenazados, dirigen un chorro al atacante o rocían su propio cuerpo con una gota para conseguir un efecto disuasorio. Otros sistemas de defensa que suelen emplear son el camuflaje, hacerse los muertos (tanatosis) o vibrar el cuerpo.
+ Por último el tamaño del cuerpo de los opiliones varía entre uno y 20 milímetros y con las patas extendidas hay especies que alcanzan los 20 centímetros de envergadura. Aun así, la mayoría de las formas tropicales tienen patas relativamente cortas. Los machos suelen tener cuerpos pequeños y patas largas, mientras que las hembras suelen tener cuerpos más grandes y patas más cortas.

Bibliografía
naukas.com/

Fauna de la Serranía de Ronda: ESCORPIÓN

Andrés Rodríguez González Marzo 11th, 2013

Escorpión o Alacran (Scorpiones o Scorpionida).

El animal que puede comer solo una vez al año.

Pertenecen al grupo de los Arácnidos, como las arañas, los ácaros y las garrapatas. Son Artrópodos como los insectos, es decir animales con las patas articuladas y una protección exterior, llamada esqueleto externo que es una cutícula de una proteína la “quitina” que tiene la particularidad de brillar con luz ultravioleta. La característica fundamental de estos arácnidos es que poseen un par de pinzas y una cola terminada en un aguijón.

Se conocen unas mil cuatrocientas especies en todo el mundo. Alcanzan tamaños corporales entre los nueve milímetros del  más pequeño y los veintiún centímetros de los más grandes, los llamados Escorpiones Emperador.

Suelen vivir en terrenos arenosos o rocosos, en los alrededores de Ronda son muy abundantes bajo piedras en el Tajo del Abanico y en los pinares de La Dehesa, precisamente donde hizo la foto que acompaña al texto un magnífico fotógrafo, Antonio Anillo que gentilmente nos la ha cedido.

Son muy abundantes en zonas tropicales y desérticas, pero se pueden encontrar en todo el mundo excepto en la Antártida. Muy pocos son arborícolas trepadores o cavernícolas. La mayoría no poseen picadura mortífera, solo unas 30 o 40 especies son mortales afortunadamente, aunque en algunas personas especialmente sensibles pueden ocasionar reacciones intensamente dolorosas e incluso la muerte al ser picados.

Su cuerpo se puede dividir en dos partes: un tronco y un abdomen que a su vez se divide en otras dos partes claramente diferentes. En el tronco, la región corporal anterior (técnicamente llamado cefalotorax) llevan la boca, los ojos, la cabeza, los quelíceros (unas pequeñas garras junto a la boca), los pedipalpos (dos pinzas enormes) y las ocho patas (el número típico de extremidades de todos los arácnidos), con ellas cavan oquedades bajo las piedras, además de cazar y agarrar a sus presas. A los pedipalpos con enormes pinzas en forma de tijeras les siguen cuatro pares de patas ambulatorias. El segundo segmento abdominal llevan los órganos genitales y en último lugar, unos enormes “pectenes” o peines. El ano está en el quinto segmento abdominal.

Comen insectos, caracoles, otros arácnidos y pequeños vertebrados como lagartijas e incluso roedores. Son animales muy especializados en la alimentación.

A sus presas las perciben fundamentalmente mediante un órgano especial con el que reconocen las vibraciones de cualquier movimiento siempre que se encuentre como máximo a unos cincuenta centímetros de distancia. El tronco está provisto además de un par de ojos compuestos y hasta cinco ojos simples menores, que sólo le proporcionan una orientación básica: posición solar, luz lunar, etc.

 

Otra curiosidad de estos animales es que pueden engordar hasta un tercio de su peso corporal con una sola comida, lo que, unido a su gran eficiencia asimilativa y a su baja tasa metabólica, les permite ayunar durante hasta ¡doce meses¡.

Son exclusivamente noctámbulos. La mayoría de las especies acechan a sus presas en las cercanías de sus propias cuevas u otros lugares de refugio. Algunos tipos son capaces incluso de cazar insectos voladores. También hay entre ellos cazadores activos. Durante la caza se emplean ambos pedipalpos como tenazas, y si no bastan para neutralizar a la víctima, entra en juego el aguijón, que se lanza por encima de la cabeza en menos de un segundo, envenenando a la presa. Luego desmenuza a la presa con las mandíbulas, mientras al mismo tiempo unas enzimas comienzan la digestión del alimento. La papilla alimenticia, en forma líquida, es absorbida a través de la garganta hacia los intestinos. El proceso de alimentación puede requerir varias horas.

Son devorados por diversas aves, sobre todo los búhos, lagartos, serpientes, grandes sapos y mamíferos. Además muchos se cazan entre sí y también tienen enemigos entre artrópodos mayores como los ciempiés y arañas cazadoras.

Han desarrollado varios mecanismos defensivos para enfrentarse a ellos. La defensa más llamativa es el aguijón, dotado de un potente veneno, que se produce en el último segmento corporal y suele componerse de dos partes, una para matar a los artrópodos de los que se alimenta y otra contra los vertebrados, como defensa. El de la mayoría de las variedades supone poco peligro para los vertebrados mayores. Sin embargo, algunas poseen venenos también peligrosos o mortíferos para los humanos. El compuesto químico es una mezcla de componentes que funcionan como una neurotoxina.  Al año fallecen entre mil y cinco mil personas por picaduras suyas, principalmente en México. En caso de pinchazo fatal, se encuentra a las entre cinco y veinte horas la muerte por apnea. Algunos depredadores se han especializado en estos arácnidos hasta el punto de haber desarrollado inmunidad contra su veneno o comportamientos que les permiten esquivar la picadura.

Por su modo de vida noctámbulo y su comportamiento, se mantienen casi siempre ocultos con lo que evitan además el contacto con la mayoría de sus enemigos potenciales.

La mayoría son solitarios, ya que tras el nacimiento sólo establecen relaciones de cazador o presa así como para el apareamiento. Algunas especies muestran sin embargo un marcado gregarismo. Así, algunas hibernan formando agregaciones biológicas compartiendo guarida. Algunos forman grupos familiares que incluso cazan juntos.

Desde hace milenios han desempeñado papeles culturales los escorpiones. En los mitos y leyendas suelen representarse como seres peligrosos y mortíferos. La primera nominación de un escorpión conocida es el rey egipcio Escorpión.

En la superstición y la medicina popular desempeñan un papel importante en los pueblos, sobre todo debido al veneno.

Con las reticencias que estas “seudomedicinas” tienen para mi, he encontrado en la bibliografía que en el año 1985 un equipo de científicos de la Facultad de Ciencias Médicas de Guantánamo en Cuba, inició los estudios sobre la posible aplicación del veneno del Escorpión Azul en el tratamiento del cáncer. Producto de esta labor surgió un medicamento natural, nominado Escozul, todavía en fase de investigación y validación. Estudios más recientes llevados a cabo en los Laboratorios Biológicos Farmacéuticos en La Habana han confirmado la viabilidad de producir medicamentos anticancerígenos partiendo de esa sustancia.

Por último otra curiosidad es que se han congelado escorpiones durante una noche, y al ponerlos al sol, al día siguiente, se ha visto cómo se han descongelado y vuelto a estar activos.

Fauna de la Serranía de Ronda: Garrapata

Andrés Rodríguez González Julio 4th, 2012

Garrapata
Las garrapatas son arácnidos que pertenecen a la superfamilia de los ixodoideos (Ixodoidea) que incluye también los ácaros. Son siempre Ectoparásitos que se alimentan de sangre hematófagos y son vectores de numerosas enfermedades infecciosas entre las que destacan el Tifus o la Enfermedad de Lyme.
Estos arácnidos son siempre de pequeño tamaño, se pueden adherir a la piel de cualquier persona que pase por entre arbustos y pastizales. Una vez que se agarran a la piel, las garrapatas se desplazan hasta lugares calientes y húmedos, como las axilas, la ingle y el cabello. Entonces, se adhieren firmemente a la piel y comienzan a chupar sangre.
Las garrapatas pueden ser de un tamaño relativamente grande, como una cabeza de un alfiler de boda o tan pequeñas que es casi imposible verlas. Las garrapatas pueden causar una variedad de problemas de salud que van desde chupar un poco de sangre y soltarse hasta problemas muy importantes.
La garrapata se termina soltando del animal cuando se llena, pero esto puede tardar varios días. En su boca, las garrapatas tienen una estructura que les permite engancharse firmemente. La mayoría de las picaduras de garrapatas son inofensivas, es decir no trasmiten gérmenes patógenos; además, aunque inoculen gérmenes, la mayoría de las veces no se manifiestan síntomas de la enfermedad. Una vez detectada la garrapata se debe retirar lo antes posible pero sine precipitarse.  Lo ideal es que lo haga un sanitario ya que no es fácil extraerla, se aconseja no usar  métodos tradicionales como el alcohol, aceite, vaselina, petróleo, esmalte de uñas u otros productos, porque crean una especie de película alrededor de la garrapata que impide que respiren, lo que parece acelerar la regurgitación de sangre. Tampoco deben cortarse, quemarse y sobre todo no se debe tirar con los dedos aplastando su cuerpo, pues en este momento podría producirse la inoculación de fluidos infecciosos desde la garrapata hacia el cuerpo del hospedador. La forma correcta de retirarla es usando unas pinzas, de punta estrecha, a ser posible curvadas, con las que sujetaremos la garrapata por su zona bucal, lo más cerca posible de la piel del hospedador, evitando aplastar el cuerpo. A continuación realizar una tracción continua y lenta que podría llevarnos casi un minuto, progresiva, sin excesiva fuerza, nunca bruscamente, en perpendicular a la piel hasta conseguir su extracción. Nunca retorcer la garrapata. Si alguna parte del aparato bucal de la garrapata queda en el interior de la piel, usar la hoja de un bisturí o una aguja para extraer los restos; en cualquier caso si quedara algún cuerpo extraño lo normal es que pasados unos días fueran expulsados por nuestro cuerpo. Es fundamental quitar la garrapata teniendo cuidado de no dejar la cabeza incrustada en la piel. Esta primavera pasada, en una de nuestras rutas, una garrapata se adhirió en la pierna de una senderista, cuando se doi cuenta tenía la cabeza ya dentro de la piel, aplicamos aceite en un vendaje alrededor de la zona donde se alojaba la garrapata que, pasados unos diez minutos se soltó. Es decir, que aunque se aconseja no usar aceite ni otros productos, el aceite, desde luego, puedo certificar que funciona, al menos en este caso.
Las garrapatas se encuentran a menudo en la hierba alta, donde esperan en el extremo de una hoja para intentar engancharse a cualquier animal que pase. Una idea falsa muy común es pensar que la garrapata es capaz de saltar de la planta al huésped, pero el único método de transmisión es el contacto directo. Pueden esperar semanas o incluso meses antes de hallar un hospedador adecuado. Cuando encuentran uno por medio de sus quelíceros, perforan la piel y empiezan a succionar sangre; su cuerpo se hincha hasta varias veces su tamaño.
Aunque la mayoría de las picaduras de garrapata son inofensivas, estas pueden propagar una enfermedad recientemente identificada como Enfermedad de Lyme que ocasiona Artritis, trastornos del corazón y del Sistema Nervioso, pudiendo llegar a provocar Encefalitis o Meningitis, es decir es una enfermedad muy grave. La época de mayor riesgo para contraer esta enfermedad es al final de la primavera y el inicio del verano. Precisamente en la comarca, en estos días tenemos una epidemia de garrapatas, por ello debemos extremar las precauciones si salimos al campo, vigilaremos nuestro cuerpo por si alguna intenta incrustarse en él y también debemos vigilar a los animales domésticos.

Los síntomas por los que se identifica esta enfermedad son similares a los de una Gripe común (fiebre, dolor muscular, malestar general, cefalea y fatiga), precedidos de una mancha rojiza circular o sarpullido como primer signo de la enfermedad. El diagnóstico se realiza mediante una determinación de anticuerpos frente a la especie de garrapata causante, son pruebas que deben hacerse en un hospital. El tratamiento suele ser por medio de antibióticos.
Conviene aclarar que, a pesar de que comúnmente en los medios e, incluso, muchos médicos, las llaman erróneamente insectos, las garrapatas no lo son, sino arácnidos. La manera más fácil de distinguir entre insectos y arácnidos es que, mientras que los primeros tienen seis patas y muchas especies son capaces de volar, los últimos tienen ocho patas y nunca vuelan.