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FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA Culebra de herradura

Andrés Rodríguez González Septiembre 19th, 2020

FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA

Culebra de herradura. Hemorrhois hippocrepis.

Hasta hace pocos años su denominación científica era Coluber hippocrepis. Sin embargo, recientes estudios proponen que el género Coluber debe reservarse a ciertas especies americanas, por lo que se establece que su denominación correcta sea Hemorrhois hippocrepis. Así lo indica la comisión de taxonomía de la Asociación Herpetológica Española en documento editado en febrero del año 2005. No se ha descrito la existencia de subespecies en toda su área de distribución.

Es un reptil que puede alcanzar un tamaño grande, con 170 cm de larga, aunque se han visto ejemplares de hasta dos metros, su aspecto estilizado con una cola muy larga hace que parezca de más longitud aún. En la Serranía de Ronda es muy frecuente, tan sólo escasea en zonas de las sierras.

La cabeza destaca del resto del cuerpo por su forma aplanada y puntiaguda. Ojos la con pupila redonda. En la parte superior de la cabeza, a la altura de la nuca, se intuye una mancha con forma de herradura muy abierta, que da nombre a la especie. La cola es muy larga y fina y supone casi un cuarto de la longitud total del cuerpo. Las escamas son lisas (sin quilla o línea media longitudinal sobresaliente, como el casco de un barco) y brillantes. La coloración general es de tonos pardo-oliva, a veces más oscuros, y sobre ese fondo se disponen manchas ovaladas oscuras con una orla blanca o amarillenta, formando un rosario que cubre todo el dorso y los flancos del animal. El vientre es blanco, amarillo o anaranjado, con manchas oscuras a los lados.

Esta especie que se adapta a casi todo tipo de medios, siempre que no sean muy fríos. Presente en bosques y zonas de matorral mediterráneo, zonas agrícolas. Especialmente abundante en medios humanizados, como casas antiguas, muros viejos de cortijos abandonados, tejados, parques y jardines.

La culebra de herradura puede estar activa tanto de día como de noche. De hábitos muy antropófilos, aprovecha los medios modificados por el hombre para refugiarse, solearse, anidar o buscar presas. Es una especie con gran capacidad de trepar, por lo que accede fácilmente a árboles, tejados o cortados rocosos donde caza aves o pequeños reptiles. Se alimenta principalmente anfibios, reptiles, aves y pequeños roedores o musarañas. Es agresiva al manipularla, llegando a morder con insistencia, aunque sin peligro para el hombre por carecer de dientes especializados en la inoculación de veneno.

Apenas tienen dimorfismo sexual, la época de celo comienza a mediados de mayo y se extiende hasta junio. Aproximadamente un mes después del apareamiento, la hembra deposita entre 3 y 10 huevos en un lugar protegido, cálido y con cierto grado de humedad. La incubación se prolonga durante 50-60 días.  A mediados de agosto o en septiembre se produce el nacimiento de las pequeñas culebras de herradura. Junto con la culebra bastarda es el único ofidio presente en nuestro país que tiene producción de espermatozoides en primavera, por lo que necesita una primavera larga, cálida y un prolongado periodo de actividad anual, condiciones que no se dan en el norte de la península ni en zonas altas de montaña.

La culebra de herradura está incluida en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial. Tanto en el  Catálogo andaluz de especies amenazadas (Ley 8/2003, de 28 de octubre, de la flora y la fauna silvestres), como en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas,  aparece incluida en la categoría “Interés especial”, en la que se recogen aquellas especies que, no estando incluidas en otras categorías de mayor amenaza de desaparición (extinta, en peligro de extinción, sensible a la alteración de su hábitat, vulnerable), son merecedoras de una atención particular en función de su valor científico, ecológico, cultural, o por su singularidad. El Atlas y Libro Rojo de los Anfibios y Reptiles de España, editado en 2002, propone su inclusión en la categoría  “Preocupación menor” (LC). Un taxón será considerado como tal cuando no cumple ninguno de los criterios necesarios para ser incluido en alguna de las categorías que valoran el riesgo de extinción. En cuanto a la ley 42/2007 del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, aparece incluida en el ANEXO V que incluye aquellas especies animales y vegetales de interés comunitario que requieren una protección estricta.

Es una especie que no parece sufrir grandes amenazas y que, de hecho, se ve favorecida por la presencia humana en el medio rural, siempre que el grado de alteración no sea excesivo. Requiere que su hábitat disponga de refugios y presas. Es una gran cazadora de pequeños roedores por lo que se ve favorecida por la presencia humana en el campo ya que llevamos asociados a los roedores con nosotros, ya que la alteración del medio rural y urbano favorece la presencia de roedores. Las culebras de herradura ejercen una gran labor como comensales del hombre, con el que conviven mucho más de lo que se percibe. Son controladoras de plagas (ratas y ratones) muy efectivas a pesar de gozar de mala fama y de ser la especie que aterroriza como protagonista cada verano de las noticias que cuentan la aparición de plagas de serpientes en pueblos y ciudades.

Puede ser confundida con la víbora hocicuda por poseer ambas un diseño dorsal similar, una cabeza triangular y un movimiento en zig-zag típico que recuerda a la de la víbora. Es fácil distinguirlas. La culebra de herradura es de aspecto mucho más grácil y estilizado que la víbora. El hocico de la víbora está levantado hacia arriba, la cabeza carece de grandes escamas o placas en la parte superior y su pupila es vertical. La víbora, además, tiene escamas aquilladas. En la culebra, la cabeza tiene placas dorsales grandes, la pupila es redondeada, el hocico es recto y las escamas del cuerpo son lisas.

Bibliografía

https://www.malaga.es/

http://www.sierradebaza.org/

FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA Víbora hocicuda

Andrés Rodríguez González Mayo 16th, 2019

FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA

Víbora hocicuda. Vipera latastei

La víbora hocicuda es la única víbora presente en Andalucía. Vive en casi toda la Península Ibérica y el norte de África.

En comparación con otras serpientes se puede considerar pequeña, con una longitud media de entre 50 y 60 cm, aunque algunos ejemplares pueden llegar a medir hasta 75 cm. Es fácil de distinguir, su cabeza es triangular, de color gris y pardo, con un rayado negro, pequeñas placas o escamas dorsales y un cuerno en el hocico. Otro rasgo distintivo de las víboras es que tienen una pupila elíptica y vertical. También es muy característico y les da el nombre común que reciben, un es un pequeño apéndice o cuernecillo que presenta en la punta del hocico.

El dibujo dorsal de la hocicuda es similar al de otras víboras europeas; se distingue por el característico zig-zag o banda dorsal ondulada más oscura que el color de fondo del resto del cuerpo.

La víbora hocicuda es la única vibora presente en Andalucía. Es muy venenosa, pero los dientes que inoculan el veneno están situados al principio de la boca por lo que su mordedura es peligrosa.

Su lengua, como la mayoría de las serpientes es bífida, continuamente  sacan la lengua al moverse.  Cada vez que lo hacen exploran el terreno que tienen por delante y cuando la meten en la boca un órgano especial analiza las sustancias químicas que la lengua ha encontrado ya que posee dos extraordinarios receptores químicos y están situados uno a cada lado de la boca. Por eso la lengua es bífida. Al contrario de lo que dicen algunas tradiciones  la lengua bífida no se asocia con la mentira sino con la realidad que rodea al animal.

Al igual que el resto de reptiles que habitan regiones de clima templado la víbora hocicuda desarrolla a lo largo del año un periodo prolongado de actividad y otro periodo de hibernación. El periodo de actividad comienza a mediados o finales de marzo, cuando las temperaturas comienzan a suavizarse, y se prolonga hasta finales de octubre cuando el descenso de las temperaturas anuncia la llegada del invierno. Los ejemplares adultos mudan la piel una o dos veces cada temporada (los juveniles mudan con mayor frecuencia) y desarrollan su ciclo reproductor.

Con la llegada del invierno las víboras se ocultan bajo tierra utilizando túneles y madrigueras donde pasan todo el invierno en un estado letárgico.

Durante los 4 o 5 meses que dura la hibernación, las víboras permanecen prácticamente inmóviles y no se alimentan

Los reptiles son grandes y eficaces cazadores de roedores, por lo que resultan muy interesantes contra las plagas de los cultivos. En menor medida también comen lagartos, lagartijas, pequeñas aves y artrópodos (como escolopendras, alacranes y arañas).

Los venenos de víboras son muy importantes en la industria farmacéutica.

Las fotos son de Gonzalo Astete a quien agradecezco que me haya permitido usarlas.

Bibliografía

http://www.malaga.es

http://www.viborasdelapeninsulaiberica.com