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Palabras en el homenaje a Paco Marín en Ronda

Andrés Rodríguez González Octubre 27th, 2013

En el acto de petición Hijo Adoptivo de Ronda para Paco Marin  el día 25 de octubre 2013

Nada más enterarme del fallecimiento de Paco, elaboré un escrito de carácter intimista, lo que uno dice al amigo a quien se ha perdido para siempre. Ese escrito fue leído en el homenaje que le tributaron en su pueblo, Arriate. Fue un escrito para mi amigo Paco.

Unos días después de que Paco se fuera, a petición del periódico donde escribo, La Voz de Ronda, elaboré un material que pretendía fuera de carácter más  informativo. Era un escrito para que los demás conocieran un poco más a Paco.

Hoy quiero escribir al Paco Biólogo y compañero en las tareas educativas.

El gran Ecólogo Paisajista español, su maestro por encima de los demás, Fernando González Bernáldez, Catedrático de Ecología en la Universidad de Sevilla y en la Autónoma de Madrid, le tenía un especial afecto, ya que, según sus palabras, ambos eran mejores dibujantes que biólogos.

Otro insigne biólogo, su amigo y compañero de estudios Baltasar Cabezudo, Catedrático de Botánica de la UMA, ha escrito “Paco Marín estará siempre vivo en cada uno de los árboles de su Serranía. La mayoría de tus compañeros biólogos nos dedicamos a aprender, tú te dedicaste a enseñar”.

Paco captaba como nadie la Naturaleza en sus múltiples facetas, tenía las mayores dotes de observación que se pueda imaginar, podía capturar con una cámara de fotos o reproducir con sus pinceles los colores de un atardecer de otoño de Ronda, la Sierra de Las Nieves, la Laguna de Alberca, el Arroyo de La Ventilla o cualquiera de los paisajes en los que se extasiaba, que eran todos los de la Serranía. Imitaba el canto de los cárabos, búhos, autillos, mochuelos y resto de fauna nocturna para conseguir que se posaran junto a él para charlar de sus cosas. Como dice Baltasar Cabezudo, tenía una característica única que los demás biólogos no tenemos,  siempre estaba  ENSEÑANDO.

Pero Paco tenía muchos otros valores que le hacían especialmente único como Biólogo de Campo:Era Tolerante con todo (excepto con la mala educación y los maltratadores del Medio Ambiente), Nunca tenía Prisa, Flexible,  Transigente, Comprensivo,  Paciente, Curioso, Observador, Atemporal,  Universal, Con Visión Espacial de las cosas. Y sobre todo, fue siempre inmensamente GENEROSO.

Practicaba un único deporte, Vivir.  Paco era LA VIDA  que tantas veces enseñó a sus alumnos.

Para mí fue un orgullo compartir con él una afición por encima de nuestras coincidencias: a ambos nos encantan las hormigas, poca gente sabe que tuvo un hormiguero natural viviendo varios años en su coche. Hormigas a las que él daba de comer y observaba horas enteras en sus idas y venidas entre periódicos viejos, trozos de rocas y minerales, los inevitables yesos, ramas y cortezas, flores frescas y chuchurías, cardos de todos los tamaños y formas, cereales silvestres, frutos secos y un sinfín de restos biológicos que, homogeneizados por una gruesa capa de polvo, formaban una verdadera selva que debería ser extraordinariamente difícil atravesar a las pobres y minúsculas hormigas. Podemos imaginar la disyuntiva de Paco, si las hormigas habían elegido su coche para vivir, no podía echarlas, pero lo que tampoco estaba dispuesto a hacer era limpiar el coche, eso nunca, tampoco dejarlas morir de hambre en aquel laberinto andante; por lo tanto, lo mejor era darles de comer los restos de su único vicio, los pasteles. Estaba convencido que el hormiguero nació a partir de una reina fecundada que había anidado en una rama de alcornoque que Paco cogió un día en La Nava de S. Luis y como tantas cosas, quedo depositada en aquel almacén-laboratorio-museo-zoco de Medina Marroquí, que era su coche.

Paco, como la VIDA misma, tenía sus contradicciones, era a la vez Creacionista y Evolucionista. Nos gustaba hablar de un investigador que los dos admiramos profundamente,  Edward O. Wilson, considerado como el Evolucionista más importante después de Darwin. Hablábamos de los animales Eusociales, que según Wilson, son aquellos que viven en grupos con muchas generaciones diferentes y realizan trabajos altruistas dentro de la división del trabajo. La especie humana es considerada como la más Eusocial de todas. Paco no solo era altruista, iba más allá, era extraordinariamente Generoso, con todo lo que tenía y con todas las personas que le rodeaban. Como una prueba de ello el regalo que nos ofrecio generosamente siempre: SU SABIDAURIA. Por eso, no exagero al considerar que Paco Marín estaba un peldaño más elevado evolutivamente que el resto de los mortales.

Paco se fue, pero debemos ser positivos y los que tuvimos la suerte de coincidir con él en la inmensidad del Espacio y el Tiempo, debemos sentirnos agradecidos por ello.

Siempre estarás en mi corazón.

Andrés Rodríguez González. Amigo de Paco Marín.

A pesar de su aspecto fragil, Paco era una persona fuerte, como esa encina de la Dehesa de Ronda que tantas veces dibujo y fotografío. Era un Hombre - Encina

Francisco Marín Bustamente, “Paco Marin”, ha muerto.

Andrés Rodríguez González Agosto 26th, 2013

Francisco Marín Bustamente, “Paco Marin”, ha muerto.

Si Paco Marín hubiera nacido en la época del renacimiento se le hubiera considerado un sabio y un genio. Hasta ese punto cultivaba una infinidad de destrezas y capacidades a las que había que sumar una enorme sensibilidad hacia los temas de Naturaleza en general y una calidad humana excepcional.

Como gran lector que era, se interesaba tanto por temas de historia, de geografía, viajes, culturas perdidas, arquitectura… y un sinfín de inquietudes que le hacían disfrutar. Como calígrafo se interesó por la cultura china hasta el punto de ser capaz de reproducir sus motivos y letras con absoluta perfección, sus colecciones de literatura, de poesía, de revistas diversas forman una parte importante de una gran biblioteca catalogada y ordenada por él mismo cuando se jubiló de la enseñanza; que decir de sus dibujos y cuadros en todos los estilos y modalidades, ninguno de ellos tenía secretos para él, lo mismo practicaba el carboncillo que la acuarela, el óleo que el temple, el lápiz o la tinta china, en todo lograba captar con perfección otra de sus grandes pasiones: El Paisaje. En este punto tuvo la suerte de tener al gran maestro Fernando González Bernáldez como profesor en la Universidad de Sevilla donde curso sus estudios de Licenciatura en Biología. Puestos a comentar otros aspectos de sus extensos conocimientos y aficiones no debemos olvidar sus colecciones de diapositivas y sus montajes de audiovisuales, fue pionero en el uso de la imagen como forma de comunicación y enseñanza produciendo audiovisuales en los que se adelanto a la tecnología actual en muchos años.

Con el hilo conductor de la Naturaleza en sus múltiples facetas y el perfecto conocimiento de la Serranía de Ronda en sus aspectos biológicos, geológicos y etnográficos, desarrollo una extensa labor educativa, formativa y de protección del Medio Ambiente. De su labor nacieron muchos biólogos de profesión, muchos naturalistas de afición y muchos ecologistas de sentimientos.

Sus rincones favoritos eran todos en su Serranía de Ronda, desde el Arroyo de La Ventilla de su pueblo, Arriate, el Pinsapar de la Sierra de Las Nieves, el alcornocal del Pantanillo, los Montes de Cortes o Acinipo donde solía llevar s sus alumnos a ver las puestas de sol o el paso de algún cometa o simplemente a dar una clase en las noches estrelladas o a ver una tormenta. Nunca fue afín a ningún sistema educativo de los que tantos hemos vivido en este país, practico siempre el más elemental y eficaz, el método directo: Sus palabras siempre eran las mismas.  Si quieres que los alumnos vean una constelación de estrellas, sácalos al campo y que miren el cielo, si quieres que comprendan el funcionamiento de un ecosistema no se lo expliques en la pizarra, sacalos al campo y que vean las interacciones entre los seres vivos y el medio donde habitan. Con esas premisas no es de extrañar que pudiera presumir de una de las escasas cosas de las que lo hacia, ser uno de los pocos profesores de enseñanza media al que habían suspendido la fase de prácticas después de aprobar sus oposiciones.

Paco siempre fue especial y peculiar, diferente a todos los niños que estudiaban bachillerato en El Castillo, él se dio cuenta al día que aburrido de que no le dejaran en paz mirando bichos y plantas en los recreos se empeñaron en que jugara al futbol, le dieron tal pelotazo en la boca que abandono para siempre esa faceta de la vida. En su casa también sabían que era especial, único e irrepetible, y así siguió toda su vida, a su aire, solo aunque rodeado de amigos, sabia buscar su espacio para captar una imagen única, un atardecer especial o una luz entre la tormenta.

Como ser humano es una pérdida irreparable por su valía y multitud de valores.

Descanse en paz el maestro por excelencia que ha dado esta tierra, comparable sin duda a su admirado Francisco Giner de los Ríos.

El presente texto es una necrológica elaborada a petición del periodico local LaVoz de Ronda. El dibujo que acompaña es el primero de mi colección particular de Paco Marín.