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FAUNA DE LA SERRANIA. Cigueña Blanca

Andrés Rodríguez González Julio 18th, 2014

FAUNA DE LA SERRANIA

La cigüeña blanca (Ciconia ciconia)

La cigüeña blanca es una especie de ave de gran tamaño perteneciente al gripo de las Ciconiformes. Poseen un plumaje característico  mayoritariamente blanco y de alas negras, los adultos tienen  pico y patas rojas. Las cigüeñas jóvenes tienen el pico inicialmente negro y después marrón.

Su tamaño desde la punta del pico hasta el final de la cola es entre 100 y 115 cms. La envergadura puede ser de entre 155 y 215 cm. Existen dos subespecies ligeramente diferentes por su tamaño, se aparean en Europa, el noreste y sur de África y el sudoeste de Asia.

La cigüeña blanca es un ave migratoria de grandes distancias. Inverna en África desde la zona subsahariana hasta el sur, en el subcontinente indio y en zonas de la península arábiga. Al migrar entre Europa y África evita cruzar el mar mediterráneo, por lo que realiza un desvío por el Levante mediterráneo en oriente, o por el Estrecho de Gibraltar en occidente, debido a que las columnas térmicas que necesita para facilitarle el vuelo se forman sobre tierra pero no sobre el agua. Es decir tiene dos rutas bien delimitadas, una sobre el estrecho de Gibraltar y otra sobre el Bósforo.

En los últimos años, con el cambio climático se han suavizado las temperaturas frías del invierno y se ha observado que muchas permanecen todo el año en el sur de Andalucía.

La cigüeña blanca se alimenta de una gran variedad de animales, desde insectos, gusanos, peces, reptiles y pequeños mamíferos y aves, en menor cantidad también de ranas, crustáceos y carroña. La mayor parte de su comida la consigue desde el suelo, en zonas de baja vegetación, en tramos de agua de poca profundidad, colas de embalses, ríos casi secos en verano. En general viven en zonas pantanosas, prados húmedos y aguas superficiales en terrenos abiertos. Cuando retornan de sus cuarteles de invierno, en un principio se alimentan prácticamente de lombrices de tierra (hasta el 90%). En las zonas de invernada el elemento principal de su dieta lo constituyen los saltamontes.

Es un ave con comportamientos monógamos, es decir se empareja para toda la vida. Los dos miembros de la pareja construyen un nido de grandes dimensiones que puede ser utilizado por varios años. Su gran nido se ubica a gran altura, sobre edificios, torres, chimeneas y árboles, en emplazamientos despejados. Aceptan de buen grado los nidos artificiales. Cada año la hembra pone alrededor de cuatro huevos, de los que nacen los pollos 33 o 34 días después de haber sido puestos. Los dos adultos hacen turnos para incubar los huevos y ambos deben alimentar a los polluelos. Las crías dejan el nido luego de 58 a 64 días después de haber nacido; luego de ese periodo deben continuar siendo alimentados por los adultos por un periodo de hasta 20 días más.

A nivel de protección, la cigüeña blanca fue catalogada como una «especie bajo preocupación menor» por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza(UICN).

Los cambios en los métodos de cultivo agrícola, el uso de insecticidas y la industrialización han perjudicado a las poblaciones de cigueñas e incluso causaron su desaparición de algunas regiones de Europa durante los siglos XIX y XX. Sin embargo los programas de conservación en Europa hicieron que la cigüeña blanca volviese a reproducirse en los Países Bajos, Bélgica, Suiza, Suecia y Portugal. Actualmente la cigüeña blanca no se encuentra en dificultades sólo a causa de la destrucción de su hábitat. Los accidentes, casi siempre mortales, debidos a choques en vuelo con líneas eléctricas no aisladas y los riesgos derivados de las actuales campañas a base de productos químicas antiplagas hacen que estas aves estén en franca regresión. En Europa Central, en los últimos 20 años su población ha disminuido de una manera alarmante.

Tiene pocos predadores naturales, pero sin embargo posee muchos parásitos. En su plumaje pueden habitar piojos y ácaros y, en su nido, otros varios.

Esta ave ha dado origen a muchas leyendas e historias a lo largo de su área de distribución, de las cuales la más conocida es la historia de que los bebés son traídos por ellas. Es un ave elegante y confiada, la Cigüeña Blanca es un ave popular en casi todas las regiones españolas su costumbre de anidar en iglesias y otros altos edificios ha determinado que su presencia resulte familiar a todo el mundo. El regreso de las primeras cigüeñas al final del invierno suele ser un acontecimiento en la tranquila vida de pueblos y aldeas, que tradicionalmente han incluido esta ave en multitud de dichos y refranes populares.

Terminada la cría de los pollos, y una vez que han volado, los adultos siguen durmiendo en el nido por un tiempo; después, a finales de verano, jóvenes y adultos se reúnen en bandos numerosos apartados de los lugares de nidificación; vagan algunos días por la comarca, durmiendo en árboles o en el suelo, hasta que llega el momento de emprender el viaje a África, que las distintas agrupaciones realizan gradualmente.

En el año 2.011, Silvema Serranía de Ronda y la Delegación de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Ronda, instalaron un nido artificial en una chimenea abandonada a las afueras de Ronda, en el lugar popularmente denominado “mercado de mayoristas”. Desde entonces una pareja ha intentado sacar, sin éxito, pollos, este año, por fin un pollo se ha desarrollado. Formara parte de la escasa población de cigüeñas de la provincia de Málaga que cuenta solo con cuatro parejas nidificantes.

Anteriormente se habían colocado nidos artificiales en el depósito de aguas de la avenida de Málaga y en una chimenea en La Indiana pero no habían dado resultados.

La foto del pollo fue obtenida el 15 de julio por Vicente Astete y la de los padres y el pollo por el autor de este reportaje.

Bibliografia

Fauna ibérica www.faunaiberica.org

Pajaricos  www.pajaricos.es

Silvema Serranía de Ronda

Abubilla

Andrés Rodríguez González Marzo 16th, 2010

Fauna de la Serranía de Ronda
El o La Abubilla (Upupa epops) es natural de Europa, África (excepto Madagascar) y Asia. Ocasionalmente llega hasta las islas de Borneo y Sumatra, al sur de Indo China y se ha visto en Alaska. Es un ave de la familia Upupidae, la misma de los abajarucos, los martines pescadores y las carracas. Durante el invierno, aquellas aves que habitan al norte del área de distribución migrán hacia la parte sur pero las que habitan al sur no migran.

Es fácil de identificar gracias a su plumaje de color rosado en la cabeza, cuello, pecho y medio dorso. Las alas y la otra mitad de la espalda hasta la cola presentan bandas transversales blancas y negras. Tiene una cresta llamativa que puede levantar o bajar voluntariamente, y un pico largo y curvado. Con este pico captura insectos que encuentra en las oquedades de los árboles donde habita. No existe distinción morfológica entre los sexos. Tiene plumaje pardo rosado, con las alas y la cola listadas de blanco y negro. Miden de 25 a 29 cm de largo, con 44 a 48 cm de envergadura de alas. Son inconfundibles, especialmente por el vuelo errático.
Su canto es un trisilábico “up-up-up”, el cual le da origen a su nombre científico. Su hábitat es el campo abierto, cultivado, con pastos bajos o con parches desnudos. Pasan mucho tiempo en el suelo cazando insectos y larvas, también suele escarbar en el estiercol en su búsqueda. Es un depredador natural de la procesionaria del pino. Se alimenta de animalitos e insectos que obtiene en la tierra con su largo pico.
Estas aves anidan en los huecos de los árboles y en los hoyos entre las rocas. La nidada consiste de cinco a ocho huevos. Como en el de su pariente el Martín Pescador, tiende a acumular copiosas cantidades de heces que le dan un pestilente olor, tanto al animal como al nido, lo que sirve de protección contra depredadores. Las abubillas hembras que anidan, cuando son asustadas por un intruso son capaces de dispararle a chorros un líquido aceitoso pestilente que produce en una glándula situada en la base de la cola. Tanto el ave como su nido suelen estar tan sucios que pueden ser localizados por el fétido olor que despiden.
Habita en zonas semidesérticas, estepas, estepas de bosque, praderas, grandes áreas de frutales. En Asia Menor es común. Al norte de los Alpes la abubilla había enraizado en la Edad Media, junto con los rebaños de ovejas, pero las explotaciones madereras, la ausencia de árboles viejos en las plantaciones de frutales y los abonos sintéticos han expulsado a la abubilla otra vez hacia el sur en lo que llevamos de siglo. En la cuenca del Mediterráneo, donde se siguen cometiendo los errores de explotaciones ganaderas abusivas ya experimentadas en otros países europeos, la abubilla es, por el contrario, frecuente.
En primavera se oye, día y noche, el reclamo monótono y repetitivo, pero de gran alcance, “pu-pu-put”, Lo emite con la garganta esponjada y el pico ligeramente abierto, inclinándolo sobre el pecho. A finales de junio deja de reclamar.
La abubilla incuba en huecos de árboles podridos, en graneros, tejados, en montones de madera, en franjas de terreno de escaso arbolado, también en las grietas de las rocas, en muros, en pozos, incluso en aquellos en los que diariamente beben los rebaños; también en montones de piedras y paredes arenosas. La cavidad que debe albergar el nido es diferente cada año, siendo acomodada míseramente con tallos y hojas mustias.
La hembra pone entre seis y diez huevos de color pardo rosado. En el sur la época de cría empieza en marzo; en Europa central a mediados de mayo. En las regiones sureñas puede tener lugar una segunda apuesta en julio.
Al principio sólo incuba la hembra, siendo alimentada por el macho; hacia finales de la incubación puede colaborar en el trabajo el macho y les ocupa unos 16 a 18 días.

Los polluelos salen del cascarón sin apenas plumón. Para recibir el alimento presentan su pico muy abierto, como hacen las aves cantoras. Su boca es coloreada, pero palidece cuando los pollos se autoabastecen de comida. Los jóvenes, y también la hembra durante la incubación, desprenden una secreción defensiva pestilente de sus glándulas uropigiales; además los jóvenes se defienden con una rociada de heces dirigida contra el agresor. Los polluelos permanecen entre 22 y 24 días en el nido, siendo alimentados con insectos. Después de aprender a volar, siguen todavía un corto espacio de tiempo con la familia, hasta que ya no necesitan recibir el alimento de los progenitores. Pronto resultan idénticos a los adultos.
En septiembre, las abubillas, en solitario o en pequeños grupos, emprenden viaje con dirección al este de África. En algunos países del centro de Europa la abubilla es una de las aves cuya especie está seriamente amenazada ante el incesante avance de la técnica y la polución que lleva consigo.

Las fotos son del magnífico ornitólogo Juan Luis Muñoz.