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FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA: Chicharra alicorta.

Andrés Rodríguez González Agosto 13th, 2016

FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA
Chicharra alicorta. Ephippiger ephippiger.

Son insectos que siguen la norma general del grupo más amplio de animales Tierra, poseer seis patas y cuatro alas. Dentro de ellos, pertenecen al Orden de los Ortópteros caracterizados por poseer las patas posteriores muy desarrolladas y adaptadas para el salto. Dentro de este Orden se agrupan unas 15.000 especies, que se distribuyen en zonas templadas y tropicales, se dividen en saltamontes y langostas caracterizados por tener antenas cortas, y las chicharras y grillos, de antenas largas.
Siguiendo la pista aportada sobre el nombre del insecto por la extraordinaria naturalista afincada en la Serranía de Ronda, popularmente conocida por Eva de Montejaque, sobre unas fotos obtenidas por otro magnífico naturalista José María Canca (las mías eran de poca calidad), pude localizar a este sonoro y poco visto insecto.
Son dos las chicharras que habitualmente se oyen en nuestros campos en verano cuando el calor aprieta, unas producen un sonido estridulante, monótono y largo, son las chicharras de alas largas y otras, el insecto de hoy, producen un sonido (canto) de corta duración y muy agudo. Sólo las hembras pueden “cantar”.
En realidad el “canto” no lo produce la chicharra de alas cortas con la boca, sino frotando con sus patas las cortas alas que posee. En realidad tiene las alas casi totalmente atrofiadas y no vuela.
Es un insecto de gran tamaño, verdoso intenso que habita entre los matorrales  y las hierbas de lugares secos y muy cálidos de toda la península ibérica y sur de Europa. El aparato bucal es masticador. Come plantas pero en momentos de necesidad puede ser caníbal.
Posee una metamorfosis sencilla como todos los ortópteros. Es decir el animal sale del huevo con una forma muy parecida a la que tendrá de adulto, no como las mariposas que poseen metamorfosis compleja, cambian mucho de fora entre un estado larvario y otro.

Bibliografía
Guía de campo de los insectos de España y de Europa.  M. Chinery. Ed. Omega 1977.
www.pasapues.es
www.botanical-online.com

Saltamontes

Andrés Rodríguez González Agosto 17th, 2010

FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA
SALTAMONTES
Son Insectos del grupo Ortópteros que cuentan con unas 20.000 especies, dentro de ellos pertenecen a la familia Acridididae. En todo el mundo, existen unas 10.000 especies de saltamontes. A este orden pertenecen también los grillos.
Estos insectos no viven mucho tiempo, no suelen pasar de 11 semanas, sin embargo es bastante para los insectos si los comparamos con otros como las Efemeras o las Mariposas. Siempre viven en terrenos áridos y baldíos,  prados y bosques.
Se distribuyen por todo el mundo. Sobre todo, en zonas tropicales y subtropicales. Son diurnos y terrestres.
Su alimentación es a base de hierbas, a veces, por su número, se pueden transformar en plagas. Son comidos por otros insectos como Mantis y algunos escarabajos, también las ranas y arañas, algunas aves como codornices y aves domésticas y rapaces como ratonero común y cernícalo primilla.
Los saltamontes son de colores poco vistosos, verdes o marrones, negros o amarillos, con manchas o de tonalidades más uniformes para camuflarse con la vegetación o con el suelo.
El tamaño es una de las grandes diferencias entre los saltamontes, los hay que miden escasos milímetros de longitud, sin embargo, también podemos ver saltamontes de hasta 15 cm de largo.
Como insectos que son, los saltamontes tienen respiración traqueal y respiran, por lo tanto, a través de los espiráculos que tienen repartidos por todo su cuerpo.
Muy parecidos a los saltamontes y a veces designados con el mismo nombre están las Cigarras, que no debemos confundir con las Chicharras.

Como todos los insectos, para su estudio, de dividen en tres partes: cabeza, tórax y abdomen. Los saltamontes tienen la cabeza triangular. Sobre ella descansan unas antenas que pueden ser muy largas o muy cortas según la especie, ubicadas cerca de unos grandes compuestos. Los ojos de los saltamontes, por lo tanto, están constituidos por pequeños ojos llamados ocelos pero están coordinados entre sí para formar una imagen general. Las antenas las emplean para orientarse y detectar los peligros que les pueden acechar desde la distancia. Del torax salen dos pares de alas y seis patas.
Las gruesas y fuertes patas posteriores de los saltamontes están más desarrolladas que el resto y les permiten dar grandes saltos cuando realizan un brusco movimiento de distensión. En cambio, los dos pares de patas restantes son más finas y sólo le permite al animal avanzar por el suelo.

Ortópteros, significa alas rectas. En realidad, son las alas exteriores las que están endurecidas para proteger al par de alas interiores membranosas. El par de alas anteriores es mucho mayor que las exteriores y les capacita para volar y para comunicarse con sus semejantes, puesto que son de colores vivos y actúan como señal para los otros saltamontes cuando están bien abiertas durante el vuelo.
Las alas anteriores les permiten a los saltamontes volar, aunque, generalmente, no pueden recorrer grandes distancias. Únicamente, son grandes voladores algunas  langostas del desierto y las langostas migratorias. A pesar de que la gran parte de saltamontes no pueden volar durante mucho tiempo, es tiempo suficiente como para huir de los depredadores y parásitos.
El salto es otro mecanismo defensivo de huida, y de hecho, es anterior al vuelo, por lo que ambos mecanismos están muy relaciones. Gracias a los rápidos saltos que realizan los saltamontes consiguen evitar muchos de sus enemigos.
Deslizando la doble hilera de espinas de la tibia de las patas posteriores (parte más delgada que el fémur) contra los relieves del fémur, los saltamontes producen sonidos para atraer a las hembras.
En los días más calurosos, los saltamontes macho emiten sus cantos para atraer a las hembras y ahuyentar a otros machos.
La mayoría de saltamontes hace sus puestas en el suelo, directamente en la tierra o entre las raíces de las hierbas. El tipo de suelo de preferencia para los saltamontes es el arcilloso, aunque algunas especies ponen sus huevos en terrenos arenosos o rocosos.
La puesta del saltamontes transcurre, en otoño o a finales de verano, y dura media hora o incluso más, según el tamaño de la puesta.
Poco tiempo después de la puesta, en septiembre, los adultos mueren, aunque permanecerán los huevos hasta el nacimiento de la nueva generación en primavera, en el mes de abril normalmente.
Sin embargo, algunas especies de saltamontes sobreviven al frío invierno como larvas hibernantes. Cuando llega el buen tiempo completan su desarrollo y son adultos mucho antes que el resto de saltamontes que deben empezar en primavera el ciclo desde la fase de huevo. Los huevos de saltamontes sufren, a veces, un proceso de diapausa cuando llega el invierno y las temperaturas bajan. Entonces no continuarán desarrollándose hasta la primavera siguiente. Aunque en las regiones temperadas, salvo veranos muy poco calurosos o puestas tardías, los huevos de saltamontes reciben suficiente calor como para desarrollarse sin sufrir diapausa.
En la primavera siguiente, cuando llega el calor, nacen las crías de saltamontes, de color blanquecino, después de pasar el frío invernal al abrigo del suelo. Unos pocos minutos es el tiempo que necesita el pequeño saltamontes para liberarse del huevo, pero a menudo es demasiado tiempo, porque es durante la salida del huevo cuando los saltamontes son más vulnerables a los depredadores, sobre todo a hormigas.
Sin embargo, el saltamontes cuando alcanza el estado adulto, tiene las alas funcionales e, inmediatamente se desprende de las membranas que lo unen al huevo.
El saltamontes necesita unas 6 semanas para alcanzar el estado adulto. En ese tiempo crece con rapidez y devora todas las hierbas que puede.