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PLANTAS DE LA SERRANIA DE RONDA: Almendras

Andrés Rodríguez González Septiembre 8th, 2017

PLANTAS DE LA SERRANIA DE RONDA

Almendras

Las almendras son las semillas del árbol llamado almendro, una planta del importante grupo de las Rosáceas al igual que los albaricoques, los melocotones o las cerezas. Junto con las nueces, son un fruto seco imprescindible que puede proporcionarnos numerosos beneficios para la salud. Hay dos clases de almendras: las dulces, muy apreciadas por sus numerosas propiedades nutricionales; y las amargas, que no deben consumirse, ya que contienen ácido prúsico, un componente muy tóxico.
Las almendras, además de ser una magnífica fuente de energía, contienen muy poca agua y todos sus componentes están muy concentrados, por lo que disponen de cantidades importantes de los principales nutrientes:
Las almendras son excepcionalmente ricas en proteína. De hecho, contienen más proteína que la carne a igual cantidad de alimento ingerido. El problema es que nunca comemos tanta cantidad de almendras como de carne o huevos (de hecho, serían indigestas) pero son una fuente importante de proteínas en cualquier caso que no debemos descuidar, sobre todo si seguimos una dieta vegetariana. Recuerda, no obstante, que la proteína vegetal es de bajo valor biológico, es decir, cada vegetal de manera independiente no contiene todos los aminoácidos esenciales y por eso es necesario combinar distintos tipos de vegetales (legumbres, cereales, frutos secos y semillas) para obtener así todos los aminoácidos que le hacen falta a nuestro organismo.
Las almendras son muy ricas en ácidos grasos esenciales muy beneficiosos para la salud. Contienen un alto porcentaje de grasas monoinsaturadas, protectores del sistema cardiovascular, y poliinsaturadas, que son aquellos ácidos grasos que el organismo no puede sintetizar a partir de otras sustancias y que debemos ingerir necesariamente a partir de la dieta. Por último, una mínima parte (alrededor del 3%) de sus grasas está compuesta de ácidos grasos saturados. El consumo regular de almendras crudas está relacionado con una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares o del corazón como arteriosclerosis, infarto de miocardio, angina de pecho, hipertensión, etc.
La almendra es también un fruto seco rico en hidratos de carbono, la mayor parte de los cuales son de absorción lenta, es decir, aquellos que el cuerpo puede almacenar y utilizar cuando necesite sin desequilibrar los niveles de azúcar, al contrario de lo que ocurre con los alimentos ricos en azúcares simples (como la miel, la fruta, la bollería industrial, etc). Por eso las almendras son especialmente aconsejables para personas diabéticas, ya que suponen una importante fuente de energía pero contienen un índice glucémico bajo. Las almendras aportan, además, una buena cantidad de fibra soluble, imprescindible para mantener una buena salud del intestino y colon.
La almendra contiene cantidades significativas de vitaminas del grupo B, pero donde resalta especialmente es en su aporte de vitamina E, convirtiéndola en un poderoso aliado antioxidante para combatir el efecto de los radicales libres.
Algunos de los minerales que encontramos en las almendras son zinc, fósforo, sodio, potasio, magnesio y hierro. Pero donde destaca especialmente la almendra es en su aporte de calcio. La almendra es una de las principales fuentes de calcio que podemos encontrar en el reino vegetal, junto con las semillas de sésamo. No obstante, debemos tratar de buscar distintas fuentes de calcio variadas en la dieta, ya que los distintos minerales incluidos en los alimentos se contrarrestan o equilibran entre sí.
La mayoría de los expertos y estudios epidemiológicos coinciden en señalar que un consumo regular de entre 7 a 15 almendras al día puede desarrollar gran cantidad de beneficios en organismo como los que aportan sus grasas poliinsaturadas al equilibrio entre colesterol DHL y LHL y a una menor oxidación del colesterol LHL. Estas grasas benefician enormemente la salud de las arterias y previenen todo tipo de afecciones relacionadas con el corazón. Se sabe desde hace tiempo que las poblaciones que comen habitualmente frutos secos tienen menos riesgo de sufrir enfermedades cardíacas. El consumo regular de almendras se asocia a una menor incidencia de sobrepeso u obesidad. Es más, la Revista Internacional de Obesidad o la revista Obesity aseguran que las almendras, de hecho, ayudan a bajar de peso.
Numerosos estudios, como el realizado por el Colegio Americano de Nutrición, señalan que el consumo regular de almendras previene y mejora la diabetes tipo II fundamentalmente porque regula la sensibilidad de los enfermos a la insulina, necesaria para equilibrar los niveles de glucosa.
Para aprovechar los muchos beneficios del consumo regular de almendras, te ofrecemos unos consejos que puedes llevar cabo fácilmente:
Las almendras deben ser consumidas crudas y con piel, ya que conservan mejor sus propiedades. Además, las que vienen peladas suelen estar tratadas con elementos químicos y aditivos para que se conserven más tiempo.
Procura consumirlas biológicas para evitar pesticidas que hayan sido utilizados en su cultivo. Evita por completo las almendras amargas, ya que son tóxicas. Incluye unas cuantas almendras en el desayuno (con el muesli, por ejemplo) y en la comida (en cualquier guiso o ensalada). Las almendras ofrecerán una deliciosa textura y un sabor muy agradable a todos tus platos. Además, este versátil fruto seco combina bien con platos tanto dulces como salados. Otra forma de beneficiarnos de las propiedades de las almendras es haciendo leche de almendras casera. Simplemente bate unas almendras con agua, cuela la mezcla y añade un poco de sirope de ágave o azúcar integral de caña, canela y una ramita de vainilla.

Bibliografía
http://www.vidanaturalia.com

Calendario natural octubre 2010: Llegó el otoño.

Andrés Rodríguez González Octubre 6th, 2010

Calendario Natural
Llegó el otoño
“En Octubre la sombra huye, pero si sale el sol, cuidate de la insolación”, dice un refrán popular. Efectivamente llega el típico clima de otoño, tendremos de momento el calor del “veranillo de S. Miguel” que permite madurar los membrillos, las nueces, almendras y castañas, pero ya la oscuridad va ganado minutos cada día a la luz solar. Es el momento más adecuado para sembrar bulbos de floración primaveral con el fin de que se desarrollen bien las raíces antes de la llegada de los fríos intensos. Es curioso la enorme cantidad de bulbos silvestres que existen en los campos de la Serranía y la poca afición a su cultivo entre los jardineros de la comarca. Y eso que los bulbos, tanto los de otoño como los de primavera se dan perfectamente en este clima serrano. Quizás sea por que copiamos el modelo de jardín de costa donde los bulbos, por el calor de su clima no son muy apropiados. Recordar que los bulbos no quieren estiércol poco hecho ya que puede pudrirlos. Con la llegada de los fríos las tomateras del huerto paralizan su producción, si se dispone de espacio se puede probar a arrancarlas, colgarlas de los techos de graneros y bodegas y disponer así de frutos todo el invierno. En el huerto debemos arrancar y eliminar las matas de berenjenas, pimientos y otras hortalizas, no se deben dejar en el suelo para que se sequen, podrían criar hongos que pueden afectar a los cultivos del próximo verano. A finales de mes se puede hacer un abonado de la grama y césped para el invierno. No olvidarse de podar los setos de aligustre.
Respecto a los animales, a primeros de mes los salmones llegan desde el mar a aguas dulces a poner sus huevos, son tan cumplidores que no se alimentarán hasta que no terminan la tarea. Las gatas monteses paren hacia mitad de mes. Las últimas aves rezagadas que emigran a África, las águilas culebreras, coinciden con las pocas que vienen como los alcaravanes que se pueden ver en los Llanos de Antequera y el búho real, poderoso señor de la noche ulula en los bosques y roquedos. Terminada la berrea, son ahora los gamos los que entran en celo con unos sonidos característicos llamados “la ronca”.

Aún quedan restos del verano, como este nido de Mirlo, construido en una rama de pinsapo.