FUENTES, PILARES Y ALBERCAS DE LA SERRANIA DE RONDA Con Juan Castaño Fuente de Molina.

Andrés Rodríguez González Marzo 23rd, 2016

FUENTES, PILARES Y ALBERCAS DE LA SERRANIA DE RONDA. Fuente de Molina.
Con Juan Castaño

Una fuente con mucha historia.

En 1922, Gross, comisionado por el gran botánico Pius Font i Quer, viaja a la “Sierra de La Nieve”, ayudado por el guarda del pinsapar Francisco Molina localiza una interesante planta, el Tabaco Gordo. Ya entonces Molina trabajaba como guarda de los Montes de Propios de Ronda en el Pinsapar,  una propiedad municipal como lo eran la Dehesa y los Montes de Propios de Cortes de la Frontera.  Después de la guerra civil esos Montes de Propios fueron vendidos al Estado Español que los adquirio a través del ICONA para paliar la penosa situación económica del municipio de Ronda. Fueron el germen de la reserva nacional de caza y del posterior Parque Natural Sierra de Las Nieves.  En 1930, Josep Cuatrecasas, publica un artículo titulado “Una visita al Pinsapar de Ronda” en el Butleti d`Institucío Catalana d^Historia Natural donde cita textualmente “…Molina conocía muy bien a Gross a quien había acompañado años atrás en la búsqueda de Atropa baetica por estas tierras…”. Por otros documentos y comunicaciones directas de descendientes de Francisco Molina, Frasquito para los amigos, era un magnífico conocedor de aquellos bosques, conocía perfectamente su flora y su fauna. Tenía dos chozas construidas en un montículo, muy cerca de la Fuente de Molina, en el mismo borde del pinsapar de la cañada de Enmedio.  En ese montículo tenía su oteadero en su labor de vigilancia de los Montes de Propios. En aquellos tiempos se arrendaban los Montes de Propios para el pastoreo del ganado, la extracción de nieve,  madera de quejigo y esparto. Molina acompañaba a los pocos investigadores y viajeros que por aquí se desplazaban en la búsqueda de plantas y los albergaba en su choza si tenían que hacer noche, cosa frecuente dado el aislamiento y las pésimas comunicaciones  de la Sierra de las Nieves en aquel entonces.

El descubrimiento de los restos de las chozas de Molina y otros datos en el proceso de elaboración de la primera edición de la guía de la Sierra de Las Nieves que entonces estábamos preparando Rafael Flores y yo, fue el inicio de unas actividades de reconocimiento a la labor de Francisco Molina que culminaron  en 1997 cuando la Asociación Senderista Pasos Largos con la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía a través de su Delegación Provincial en Málaga puso una placa en el lugar donde estuvieron las chozas de Molina, junto a la fuente que lleva su nombre.

La foto antigua donde se ve la vieja choza de Molina, pertenece al archivo fotográfico de Rafa Flores, a quien le agradezco que me autorice a publicarla.

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