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PLANTAS DE LA SERRANIA DE RONDA: Sabina, sabino, sabina rastrera.

Andrés Rodríguez González Agosto 28th, 2016

PLANTAS DE LA SERRANIA DE RONDA
Sabina. Sabina real, sabino, sabina terrera, sabina chaparra, sabina rastrera. Juniperus sabina
Conífera de la familia de las Cupresáceas. La misma que el ciprés y la tuja. Carlos Linneo reservó el nombre de sabina, con que los romanos designaban a ésta y parecidas especies, para esta planta, quizá por ser la más utilizada como medicinal.
El empleo de la sabina emenagoga (para provocar y regular la menstruación) y abortiva, en medicina popular, se remonta a los griegos; debe sus propiedades a un alcohol contenido en su esencia, el sabinol, pero su acción es tan violenta, que puede provocar la muerte. Mata las lombrices intestinales. Esta misma esencia sirve, en uso externo, para quitar verrugas, pues tiene propiedades cáusticas y vesicantes. Por consiguiente, no debe utilizarse ningún producto obtenido de esta planta en ningun caso sin previa prescripción facultativa. Según Quert en su  “Flora española “, la corteza y el leño de la sabina promueven los menstruos con tanta violencia que, algunas veces es suficiente ponerle  en el calentador, cuando se calienta la cama,  y con el humo que se queda entre las sábanas basta para excitar aquella evacuación, y puede arrancar el feto de la madre.
Es un arbusto leñoso de poca altura, achaparrado, que raramente supera el metro en España,  crece más en anchura que en altura aunque si se poda y da forma puede transformarse en un árbol de tres o cuatro metros de altura. Siempre está verde, su tronco es grueso, la corteza de color pardorojizo o cenicienta, que se desprende en placas, ramas extendidas y retorcidas con hojas muy cortas, en forma de escama, imbricadas unas en otras, como la del ciprés, dispuestas en cuatro hileras, con un poco de forma de quilla y con una glándula ovalada resinosa en el dorso, desprendiendo un olor penetrante y desagradable al machacarlas. La glándula del dorso de la hoja, a veces sale al exterior el contenido y brilla, o bien, resorbido o evaporado, deja una depresión en la hoja. Fruto redondo, pequeño, negro azulado con unas tres semillas de color cuero.
A veces existen plantas que producen flores masculinas y femeninas pero más frecuentemente que estén en pies distintos, es decir que existan plantas que son sabina macho y sabinas hembra. Florece a partir del mes de septiembre y hasta la primavera, madurando en el otoño o la primavera siguiente.
La sabina se encuentra en el centro  y sur de Europa, así como en el norte  de Asia. Esta planta soporta perfectamente los climas más rigurosos desde los fríos y húmedos de las regiones nórdicas  o montañosas, hasta los secos y cálidos  del Mediterráneo. En España aparece desde la Cordillera Cantábrica hasta Sierra Nevada. Se encuentra en las provincias de Almería, Asturias, Cantabria, Castellón, Cuenca, Gerona, Granada, Guadalajara, Huesca, Jaén, Lérida, León, Navarra, Palencia, Soria, Teruel, Valencia y Zaragoza. Rebasa ampliamente los 2000 metros de altitud. En Andalucía es frecuente. En la Serranía de Ronda se encuentra ampliamente distribuida, tanto en zonas de altitud y montaña como otras más bajas, como las cercanías del embalse de Zahara. En zonas montañosas como la Sierra de Las Nieves convive con el Enebro.

Existe una curiosa leyenda de como el enebro se transforma en sabina. Según la leyenda, los zorzales durante los fríos días de invierno y en especial después de las nevadas, ante la escasez de alimento se comen los brotes tiernos del enebro, entonces en el interior de la planta se producen una serie de cambios que transforman las nuevas ramas y hojas propias del enebro en las de sabina, con el paso del tiempo, estas ramas jóvenes de sabina van cogiendo fuerza y secan a las de enebro, convirtiéndose de esta manera la mata de enebro en una sabina. Pero esta no es la única leyenda sobre esta curiosa modificación. Hay quien cuenta que la transformación se produce cuando el zorzal que comió el fruto de la sabina deposita un excremento en un enebro. Es en este lugar donde se produce la reacción química que transforman las nuevas ramas y hojas propias del enebro en las de sabina. En realidad ambas especies son del género Juniperus y en sus primeras fases de crecimiento las hojas de las dos especies son aciculares y prácticamente idénticas. Conforme se va desarrollando la planta, en las sabinas empiezan a crecer las hojas definitivas escuamiformes, mientras que en los enebros continúan creciendo esas hojas aciculares pinchosas características. Por tanto, las sabinas agrupan a las especies de hojas definitivas como las del cipres  y los enebros a las de hojas definitivas en forma de aguja.
Se multiplica normalmente con estaquilla, en el periodo otoñal.

Bibliografía
multiplantas.com/
petreraldia.com/
wikipedia