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FAUNA DE LA SERRANÍA DE RONDA: AGUILA IMPERIAL

Andrés Rodríguez González Diciembre 19th, 2022

FAUNA DE LA SERRANÍA DE RONDA

AGUILA IMPERIAL

Es un ave rapaz de gran tamaño, puede llegar a los 80 cm., enorme envergadura con aproximadamente doscientos veinte de punta a punta de las alas.

Especie endémica de la península Ibérica y estrechamente relacionada con el monte mediterráneo. Utiliza zonas con vegetación muy variada, aunque prefiere zonas llanas con abundante cobertura de matorral y con arbolado disperso.

Es divagante en Málaga. Es residente en otras zonas de Andalucía aunque los jóvenes realizan desplazamientos dispersivos destacables que les lleva a alcanzar la provincia de forma ocasional. Es una especie poco frecuente en la provincia, sin presencia fija. Se observan individuos jóvenes en la Serranía de Ronda de vez en cuando, en los diferentes muladares y comederos de buitres y en las zonas de bosque mejor conservadas.

Su plumaje en las zonas dorsal y ventral es de color marrón muy oscuro, los hombros blanquecinos, nuca y laterales de la cabeza de tonos más pálidos o dorados. Posee unas alas y rectangulares. Cola estrecha y larga, marrón pálida.

En vuelo son muy característicos los hombros blancos en las alas y la cola casi siempre cerrada. Individuos jóvenes con plumaje de color marrón más pálido, pardo rojizo, que se torna en amarillo “pajizo” con el tiempo. Las mudas sucesivas dan paso a un plumaje en mosaico en el que se alternan los tonos marrones oscuro con los pajizos, hasta que después de cinco años alcanzan el plumaje de adulto.

Se reproduce entre febrero y marzo. Realiza una puesta anual de 1 y 4 huevos. Nido de gran porte y en árboles. Se alimenta principalmente de conejos, aunque también captura reptiles y aves.

Las águilas imperiales son filopátricas, lo que quiere decir que las parejas jóvenes tienden a asentarse en la periferia de los territorios de sus padres. Los adultos acaparan las zonas con mejores densidades de conejos y los jóvenes deben conformarse con las zonas donde hay menos conejos. Este patrón territorial, conocido coloquialmente como “de huevo frito” (lo mejor, la yema, para los padres; y lo demás para los jóvenes), dificulta la recuperación de esta especie tan amenazada, ya que los nuevos territorios siempre suelen ser escasos en la presa principal de la especie, el conejo.

La fotografía fue tomada en la zona de Osuna. En un lugar que no se caza y hay abundancia de conejos.

Bibliografía

https://www.malaga.es

FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA Cárabo común

Andrés Rodríguez González Diciembre 10th, 2017

FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA
Cárabo común (Strix aluco)

Ave del Orden Strigiformes, familia Strigidae. Pertenene al grupo de aves rapaces conocidas como “Buhos”,
Se puede situar entre las rapaces más frecuentes del continente europeo, donde alcanza densidades elevadas. En España también resulta común, sobre todo en algunos bosques del norte de la Península, donde se trata de la rapaz nocturna más habitual y extendida. En la Serranía de Ronda también es frecuente, incluso en Ronda ciudad se puede encontrar.
Es de hábitos generalistas y dotado de una gran adaptabilidad a la hora de instalarse y de procurarse alimento, este robusto búho es una de las pocas especies de rapaces que no parecen verse demasiado afectadas por los constantes cambios que provoca el hombre en el medio natural.
Tiene una longitud total entre 37-43 cm y una envargadura de ala a ala extendidas de 81-96 cm.
Es bastante fácil de identificar ya que lo primero que llama la atención en el aspecto del cárabo común es su voluminosa cabeza, en la que destacan unos enormes y globosos ojos negros, lo que, unido a la ausencia de penachos cefálicos (“orejas”) y a su aspecto rechoncho y robusto, permite diferenciarlo fácilmente del resto de nuestras rapaces nocturnas. Su plumaje resulta extraordinariamente mimético y presenta una gran variabilidad en cuanto a color, ya que existen ejemplares grisáceos, rojizos y marrones. En todos los casos, el diseño consiste en una compleja mezcla de punteados, barrados y vermiculados, que imitan a la perfección la corteza de los árboles, hasta tal punto que si no se mueve, resulta muy difícil de locoalizar. La cara es de color blancuzco, grisáceo o rojizo, y en ella destacan dos listas blanquecinas a modo de “cejas”.
El sonido más característico que realiza esta especie es un ulular lastimero, semejante a una risotada, con secuencias repetidas de notas largas alternadas con notas más cortas, transcribible como houuuuu, ho, ho, ho, houuuuu. La hembra tiene un canto parecido, pero menos insistente y sostenido. El reclamo de llamada consiste en un ku-wik estridente y repetido, parecido al sonido de alerta, que es un kuuá terminado bruscamente.
La foto es de Gonzalo Astete a quien agradezco que me permita usarla.
Bibliografía
www.seo.org