Cernicalo primilla

Andrés Rodríguez González Febrero 20th, 2011

FAUNA DE LA SERRANIA. AVES DEL TAJO DE RONDA.

CERNICALO PRIMILLA Falco naumanni
La fotografía es de Juan Luis Muñoz.

Como pie de foto podríamos poner que es “una de las aves menos tímida”.
Es una de las aves insectívoras más interesantes de nuestra fauna, tal vez por eso en muchos lugares se fomenta su presencia colocando tiestos de barro para que aniden, todo lo contrario que en Ronda donde el proyecto de montar un espectáculo privado de cetrería en el mismo borde del Tajo puede hacer que estas aves y las otras 80 que en el Tajo y Los Molinos habitan, desaparezcan.
Es muy parecido al Cernícalo Vulgar. Se llaman Cernicalos por la curiosa costumbre de “cernirse” en el aire a pocos metros de altura apenas moviendo las alas, de forma que aparentemente están quietos, en cuanto localizan un insecto o un roedor se dejan caer para atraparlo.
Para los expertos tiene considerables diferencias, tanto morfológicas como de comportamiento con su pariente el cernícalo vulgar. Efectivamente, aunque las hembras y jóvenes de ambas especies sólo se distinguen por el color de las uñas (blancas en la Primilla), los machos, además de este carácter, son más pequeños y más esbeltos que los del Cernícalo Vulgar, careciendo de marcas oscuras en el dorso y con la cabeza y cola más azuladas. El rasgo que mejor le distingue del Cernícalo Vulgar es la voz, pues su grito es muy diferente al de éste.
Anida en pequeñas colonias; no construye nido, ocupando huecos y cavidades de edificios viejos, tejados y acantilados, aunque prefiere la proximidad del hombre; la puesta de los huevos es de abril a junio, de 4 a 5 huevos redondeados, rosa-cremoso oscuro con marcas rojizas claras; incubación de unos 28 días por ambos padres, aunque el mayor trabajo lo realiza la hembra; los pollos, alimentados primero por el macho y después por ambos progenitores, pueden volar sobre los 29 días. Vive generalmente en colonias, en núcleos habitados. En ocasiones también lo hace en acantilados y en árboles. Las colonias están formadas normalmente por dos o tres docenas de nidos, aunque hace años eran muy numerosas las colonias mayores. En todas estas colonias los cernícalos primillas crían junto a parejas de otras especies como cornejas y grajillas, alimoches, lechuzas, cárabos, autillos, chovas piquirrojas, gorriones chillones, aviones roqueros y vencejos reales.
Marcha pronto de sus regiones de invernada, alcanzando la Península en el mes de febrero, y principalmente en marzo, y se extiende sobre todo por el sur, centro y oeste del país. El viaje otoñal hasta Africa comienza en agosto, prolongándose hasta octubre la marcha.
 Se alimenta principalmente de grandes insectos, cazados en el suelo o aire. Suelen cazar varios juntos, a veces formando considerables y ruidosos bandos que vuelan bajo sobre el suelo a no más de diez a quince metros de altura, cerniéndose un instante, volando en giros y volviendo a cernirse nuevamente, pero también volando con agilidad como si de una golondrina se tratara, capturando los insectos en el aire continuamente en mucha mayor medida que el Cernícalo Vulgar, que es especie más dependiente de presas terrestres. Se alimenta fundamentalmente de insectos, probablemente el 80 % del total de la dieta. Los saltamontes vulgares, langostas y termitas voladoras son esenciales en su alimentación. Las últimas especialmente en su zona de invernada africana. Los pequeños roedores y lagartijas, en ocasiones también ranas y muy rara vez pequeños pájaros, forman igualmente parte de la dieta.
La mejor distinción del Cernícalo Primilla del Vulgar, la da su conducta diferente. El Primilla es más colonial y el Vulgar más solitario. Sin embargo dada su actual disminución, pudiera ser que este carácter colonial no fuera ya un método eficaz para distinguirlo de su congénere.
Su voz es otra de sus características inconfundibles, así como su mansedumbre en los lugares donde se reproduce, estimándose como la menos tímida de las aves de presa europeas. Mucho más ruidoso que el Cernícalo Vulgar, su voz más conocida es un agudo grito que repite incesantemente cerca de la colonia. También se le escucha con frecuencia un sonido lastimero y otras notas más ásperas que ambos adultos emiten en el nido.
Las masivas pulverizaciones con herbicidas desde avionetas, el uso creciente de insecticidas en las plantaciones agrícolas y otras prácticas modernas, pueden en pocos años exterminar una población de aves antes floreciente. Aparte sequías y otras causas naturales, el mismo fenómeno puede ser observado en los nuevos países del occidente africano donde ésta y otras especies menores de pájaros están padeciendo mucho con el tratamiento con plaguicidas en forma masiva e indiscriminada. Probablemente los efectivos llegan ya muy mermados en la primavera. Causas menores que pueden contribuir aún más a esta baja densidad de cernícalos pudiera ser la extraordinaria proliferación de las grajillas, que concurren en el mismo hábitat con los primillas y a los que pueden desalojar ocupando antes sus nichos.

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