Archive for the 'Paco Marin' Category

Dibujos Paco Marín 02

Andrés Rodríguez González Agosto 28th, 2013

Un nogal en invierno en una huerta de la Serranía de Ronda.

Dibujo de Paco Marín.

Francisco Marín Bustamente, “Paco Marin”, ha muerto.

Andrés Rodríguez González Agosto 26th, 2013

Francisco Marín Bustamente, “Paco Marin”, ha muerto.

Si Paco Marín hubiera nacido en la época del renacimiento se le hubiera considerado un sabio y un genio. Hasta ese punto cultivaba una infinidad de destrezas y capacidades a las que había que sumar una enorme sensibilidad hacia los temas de Naturaleza en general y una calidad humana excepcional.

Como gran lector que era, se interesaba tanto por temas de historia, de geografía, viajes, culturas perdidas, arquitectura… y un sinfín de inquietudes que le hacían disfrutar. Como calígrafo se interesó por la cultura china hasta el punto de ser capaz de reproducir sus motivos y letras con absoluta perfección, sus colecciones de literatura, de poesía, de revistas diversas forman una parte importante de una gran biblioteca catalogada y ordenada por él mismo cuando se jubiló de la enseñanza; que decir de sus dibujos y cuadros en todos los estilos y modalidades, ninguno de ellos tenía secretos para él, lo mismo practicaba el carboncillo que la acuarela, el óleo que el temple, el lápiz o la tinta china, en todo lograba captar con perfección otra de sus grandes pasiones: El Paisaje. En este punto tuvo la suerte de tener al gran maestro Fernando González Bernáldez como profesor en la Universidad de Sevilla donde curso sus estudios de Licenciatura en Biología. Puestos a comentar otros aspectos de sus extensos conocimientos y aficiones no debemos olvidar sus colecciones de diapositivas y sus montajes de audiovisuales, fue pionero en el uso de la imagen como forma de comunicación y enseñanza produciendo audiovisuales en los que se adelanto a la tecnología actual en muchos años.

Con el hilo conductor de la Naturaleza en sus múltiples facetas y el perfecto conocimiento de la Serranía de Ronda en sus aspectos biológicos, geológicos y etnográficos, desarrollo una extensa labor educativa, formativa y de protección del Medio Ambiente. De su labor nacieron muchos biólogos de profesión, muchos naturalistas de afición y muchos ecologistas de sentimientos.

Sus rincones favoritos eran todos en su Serranía de Ronda, desde el Arroyo de La Ventilla de su pueblo, Arriate, el Pinsapar de la Sierra de Las Nieves, el alcornocal del Pantanillo, los Montes de Cortes o Acinipo donde solía llevar s sus alumnos a ver las puestas de sol o el paso de algún cometa o simplemente a dar una clase en las noches estrelladas o a ver una tormenta. Nunca fue afín a ningún sistema educativo de los que tantos hemos vivido en este país, practico siempre el más elemental y eficaz, el método directo: Sus palabras siempre eran las mismas.  Si quieres que los alumnos vean una constelación de estrellas, sácalos al campo y que miren el cielo, si quieres que comprendan el funcionamiento de un ecosistema no se lo expliques en la pizarra, sacalos al campo y que vean las interacciones entre los seres vivos y el medio donde habitan. Con esas premisas no es de extrañar que pudiera presumir de una de las escasas cosas de las que lo hacia, ser uno de los pocos profesores de enseñanza media al que habían suspendido la fase de prácticas después de aprobar sus oposiciones.

Paco siempre fue especial y peculiar, diferente a todos los niños que estudiaban bachillerato en El Castillo, él se dio cuenta al día que aburrido de que no le dejaran en paz mirando bichos y plantas en los recreos se empeñaron en que jugara al futbol, le dieron tal pelotazo en la boca que abandono para siempre esa faceta de la vida. En su casa también sabían que era especial, único e irrepetible, y así siguió toda su vida, a su aire, solo aunque rodeado de amigos, sabia buscar su espacio para captar una imagen única, un atardecer especial o una luz entre la tormenta.

Como ser humano es una pérdida irreparable por su valía y multitud de valores.

Descanse en paz el maestro por excelencia que ha dado esta tierra, comparable sin duda a su admirado Francisco Giner de los Ríos.

El presente texto es una necrológica elaborada a petición del periodico local LaVoz de Ronda. El dibujo que acompaña es el primero de mi colección particular de Paco Marín.

Paco Marin, genio.

Andrés Rodríguez González Agosto 24th, 2013

Paco Marin, genio.

¡Qué difícil es expresar con palabras los sentimientos puros¡.

Cuando hace unos años la Muerte vino a tantear a Paco y no le pudo convencer para que la acompañara, escribí un artículo en aquellas horas de difícil negociación sabiendo que Paco se quedaría en el mundo de los vivos.

Escribir entonces, fue fácil, bastó dejar que los recuerdos fluyeran desde mis inicios en la enseñanza rondeña, recién llegado al Martín Rivero, cuando me hablaron de un profesor en el nocturno del Pérez de Guzmán que enseñaba a sus alumnos en el aula con material elaborado por él y en el exterior, con material fabricado por la vida o las estrellas. Ponerme a aprender como si fuera un alumno suyo más fue lo primero; aceptarme él, proporcionarme sus mapas, sus dibujos, sus apuntes, sus charlas, su tiempo… simplemente a cambio de mi interés fue su respuesta, confiada e inmediata a mis continuas preguntas. Desde entonces, en el Bar Cazadores, en mi casa, en alguna de sus varias casas-museo-almacén (de las que llegó a tener tres a la vez), hasta llegar a la relación de vecino para todo de los últimos años, han pasado más de veinticinco años. En ellos no he dejado de aprender de él, de comprenderle, de admirarle. De quererle en definitiva, como solo se quiere cuando se hace sin interés, sin esperar nada, sin recibir nada, sin dar nada. Quizás esa sea la diferencia entre la especie humana y el resto de los seres vivos. Quizás eso sea el verdadero amor.

Ahora me he preguntado como la Muerte pudo vencerle si conservaba sus ilusiones prácticamente intactas, si había vuelto a pintar, a caligrafíar con su preciosa letra, a seguir recopilando, ahora en sistema informático, sus cientos de miles de dibujos, si de nuevo estaba ordenando (una vez más) sus cajas de material de todo tipo. Hace unos meses, en Marzo, la Muerte dio otro paseo por la vida de Paco, volvió a tantear sobre como llevárselo y supo entonces que intelectualmente no podría matarlo nunca, pero, esa gran máquina perfecta que es el corazón,  en este caso el corazón de Paco, estaba muy tocado. Aliada con los años, la Muerte supo que era una cuestión de tiempo esperar que la máquina perfecta deje de serlo, entonces, de un zarpazo nos arrebato el cuerpo de Paco, a pesar de que había vuelto a ilusionarse con una exposición que andaba montando para otoño en el Jardín Botánico de la Concepción de Málaga.

Ahora, no es fácil escribir sobre Francisco Marín Bustamante, “Paco Marín”. Escribir sobre sus genialidades en tantas facetas del Arte como practicó, sobre su concepto de la vida, sus enseñanzas, su sensibilidad, sus virtudes o sus defectos (no sobre maldades que Paco sencillamente no tenía), carece ahora de sentido puesto que todo el mundo que se relacionaba con Paco las conocía. La historia de la Serranía de Ronda y de la Bilogía española le pondrá en un pedestal destacado.

Los que tuvimos la suerte de coincidir en el espacio y en el tiempo con él seguiremos queriendo su recuerdo, pero a algunos como a mí, siento que me toca insistir en que ese recuerdo no se pierda, para ello voy a llamar a las puertas de personas e instituciones hasta conseguir preservar para el futuro su legado, simplemente para que Paco siga vivo.

Paco Marín amaba la vida, que su recuerdo siga vivo.

« Prev