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FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA: Rata negra

Andrés Rodríguez González Julio 19th, 2021

FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA

Rata negra, rata campestre, rata de barco o rata de techo. Rattus rattus

Es una animal mamífero roedor del género Muridae. Habita sobre todo en zonas con árboles de gran tamaño y bosques caducifolios de Asia, India, Egipto y Europa. Pero no descarta invadir zonas habitadas, ciudades y pueblos. Es una especie originaria del sudeste asiático que colonizó Europa en el siglo VIII y llegó a América en barcos, expandiéndose por todo el mundo. Es un comensal del hombre, pero ocupa medios más rurales y menos humanizados que la rata parda. Esta otra especie la desplazó de las ciudades y la expulsó al campo o las zonas altas del entorno urbano. No excava galerías subterráneas. Utiliza huecos de árboles, nidos de aves abandonados, oquedades en edificios y tejados, o hace nidos entre la maleza en zonas con humedad  como zarzales y cañaverales. Trepa muy bien, pero evita nadar.

Son roedores, animales que se caracterizan por tener un par de dientes incisivos en crecimiento continuo. Su tamaño se considera como “medio”, mide entre 15 y 20 cm de longitud de cuerpo, su cola es larga, de 17 a 25 cm. mayor que la longitud del cuerpo, cubierta de anillos escamosos y suele pesar entre 135 y 250 gramos. Son más pequeñas que la rata parda. Tienen pelaje gris oscuro, a veces casi negro, algo más pálido en el vientre. Cabeza pequeña, con el hocico puntiagudo y las orejas grandes (mayores que las de la rata parda). No hay diferencias entre sexos, aunque los machos son ligeramente más grandes que las hembras.

Es un animal que se alimenta de todo, por eso se considera omnívoro. Suele comer hasta un tercio de su peso al día. Se alimenta tanto de plantas como de animales. También devora frutos y semillas, aprovecha desperdicios y basuras. En caso de hambre captura pequeños insectos y moluscos. Es muy sociable, se organizan en grupos controlados por un macho dominante. Son menos territoriales y agresivas que las ratas pardas, cuando se asustan o se ven en peligro no dudan en saltar emitiendo un desagradable chillido. Son sobre todo de hábitos nocturnos.

Las ratas se reproducen todo el año. A partir de las cinco o seis semanas de vida ya son sexualmente activas. Cada hembra puede tener entre 3 y 5 camadas al año y en cada camada nacen de 5 a 16 crías. Viven un poco más que las ratas pardas, alcanzando una longevidad de hasta 18 meses.

La rata negra es famosa por ser la portadora de Yersinia pestis, la bacteria que transmite la peste bubónica o peste negra. En realidad, no son las ratas las que portan a la bacteria, sino pulgas que usan a la rata como hospedador. La peste no se transmite por la mordedura de la rata. La peste causó en el siglo XIV en Europa más de veinte millones de muertos. Actualmente se considera erradicada, en parte porque la bacteria que la transmite ha cambiado a otra forma menos virulenta, no porque haya menos ratas. Las ratas son muy importantes en el ecosistema, sobre todo después del retroceso del número de conejos, ya que se han convertido en una presa clave para la subsistencia de muchos depredadores amenazados como los búhos.

Se puede confundir con la rata parda. Esta rata es más grande, de cuerpo más macizo, cola más corta, orejas más grandes y hocico más romo. Además la rata parda ocupa hábitats más urbanos que la rata negra, viviendo sobre todo a nivel del suelo.

Suele vivir en montes altos y bosques caducifolios. Se adapta a todo tipo de hábitats como por ejemplo, arboledas, zonas rocosas o incluso en almacenes o graneros. No obstante, es más probable que viva en el exterior entre árboles. Por otro lado, construye madrigueras en cualquier cueva, túnel o galería y suelen ser tanto naturales como artificiales con cualquier tipo de material que encuentren.

Las diferencias más notables con la rata gris son los siguientes:

La rata negra es más pequeña que la común pero tiene los ojos y las orejas más grandes. El peso de la rata negra también es menor que el de la rata común. El hocico de la rata común es chato mientras que el de la rata negra es puntiagudo. El color es completamente diferente, una es oscura con diversos tonos de marrón oscuro y negro y la rata común es de color marrón claro en la espalda y gris claro en el vientre. La rata común suele tener entre 5 y 8 camadas al año, mientras que la rata negra suele tener entre 3 y 5 camadas. Otra diferencia es que la rata negra es mejor trepadora que la común, suele vivir en los árboles. La rata común suele vivir en alcantarillas.

Además de la fobia que causan en las personas, su único peligro es la transmisión de enfermedades, tales como triquinosis, leishmaniosis o toxoplasmosis.

Bibliografía

https://www.malaga.es/

https://www.hogarmania.com/

Otra especie invasora en la Serranía, Los Cerdos Asilvestrados.

Andrés Rodríguez González Diciembre 6th, 2013

Otra especie invasora en la Serranía

Cerdos Asilvestrados.

La triquinosis es una enfermedad que afecta al cerdo y que se considera erradicada de Europa, sin embargo periódicamente aparece algún caso que la devuelve a la actualidad. Hace unos pocos años, volvío a dar señales de existencia en algunos cerdos asilvestrados, animales que viven y se reproducen de forma natural y espontánea en muchos cotos de la Serranía. Uno de los últimos casos se localizó una montería cebrada en un coto perteneciente al término municipal de Benarrabá.

La preocupación por la presencia de triquina se centra casi exclusivamente en los cerdos asilvestrados que son una verdadera plaga por toda la Serranía y la provincia de Málaga. En especial, por las consecuencias que pueda tener para la salud si alguno de estos ejemplares es matado de forma incontrolada y termina siendo consumido por personas, lo que podría ocasionar la muerte. Y es algo que todos podemos suponer que puede producirse y más en tiempo de crisis como los actuales. Por ello se ha insistido por parte de los veterinarios y autoridades sanitarias en pedir que se faciliten la realización de controles, en especial, para aquellas familias que suelen realizar matanzas, y que con la crisis han introducido la fórmula de mezclar las carnes de los cerdos domésticos con los que han podido matar en el campo fuera de las monterías organizadas de forma oficial.

También, en periodo de caza, los agentes de Medio Ambiente extreman al máximo los controles en las monterías autorizadas para que ningún cerdo asilvestrado que sea abatido salga sin haber pasado por el protocolo sanitario de seguridad.

Fundamental es recomendar que únicamente se acuda a monterías autorizadas y con los pertinentes controles sanitarios, ya que la mayoría de los cazadores que asisten a las mismas que quieren llevar a casa las piezas cazadas.

Los cerdos asilvestrados son unos animales muy inteligentes, son omnívoros, es decir comen de todo; con una enorme capacidad para reproducirse y subsistir en condiciones muy precarias y, sobre todo, se reproducen casi como los conejos. El cerdo asilvestrado o guarro jabalí  es una plaga en la provincia de Málaga.

Arrasa con campos agrícolas, invade zonas ganaderas, campos de golf, propiedades privadas, devora crías de corzo, crías de perdices, conejos y lo que se tercie y levanta el terreno en busca de raíces, lo que está afectando a muchas fincas de la provincia.

Para controlar esta invasión de cerdos asilvestrados, un cruce de jabalíes con cerdos domésticos (por lo que también ponen en peligro la pervivencia de la especie pura de jabalí), las Delegaciones de Medio Ambiente de la Junta periodicamente utorizan batidas para controlar su expansión. Actualmente se desconoce la cifra exacta de cerdos hibridados sueltos en la naturaleza, pero se estima que miles, ya que su capacidad para reproducirse es tanto mayor como impuros sean, es decir cuanto más parecidos sean a los cerdos más crías tienen en una camada. Los jabalíes, por término medio, suelen criar cuatro o seis, y los cochinos silvestres pueden llegar hasta diez. Además, su capacidad para subsistir en el medio es altísima, ya que comen de todo, desde raíces hasta pequeños animales, hasta carroña.

Tampoco hay ningún predador en las sierras malagueñas que los elimine. Así que, en pocas palabras, el monte es suyo. Y no solo el monte, ya que han empezado a ser también un problema en las zonas costeras de Mijas, Marbella, Ojén y Estepona, donde rompen vallas y entran en urbanizaciones y campos de golf, que son levantados como si fueran arados. El jabalí puro empieza a ser una especie poco común en la provincia. No es fácil diferenciarlos, pueden ser casi del tamaño de los cerdos domésticos, con pequeños cambios, o tener los rasgos más propios de los jabalíes, que son fundamentalmente más oscuros, con pelos fuertes y largos, negros o canosos dependiendo de la edad, más estrechos que los cerdos y con un hocico más prominente. En común tienen un gran olfato que les lleva a percibir comida a gran distancia. Y como son listos y hábiles rompen vallas, vadean cercas y llegan hasta su cometido. De ahí que sean tan dañinos.

La Junta se resiste a considerarlos como especie cinegética, el no tener enemigos naturales, junto a su gran capacidad reproductiva hacen que su población sea sencillamente enorme.

Voy a hacer una propuesta que seguramente levantará una polvareda, para controlar los cerdos asilvestrados nada sería mejor y más barato que reintroducir unos pocos lobos en la Serranía, de donde fueron eliminados a principios del siglo XX (los últimos en Tolox). Algunas personas dirán que los lobos pueden atacar al ganado doméstico pero sólo unos de cada veinte ataques de lobo es a las especies domésticas y, en ese caso, se debería proceder a compensar económicamente a los ganaderos que los sufrieran, siempre sería más barato que las enormes pérdidas económicas que originan los cerdos asislvestrados, además del problema sanitario de la Triquina.