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La Bella Decrepitud del Pinsapar de La Yedra.

Andrés Rodríguez González Julio 5th, 2015

La Bella decrepitud del pinsapar de La Yedra.

Situado en la base de la ladera suroeste del Torrecilla, en la Sierra de las Nieves, es, para mí, el más impresionante de los pinsapares.
Se presenta a los ojos del que por allí anda, como si una banda de maleantes destroza-árboles hubiera tenido como fin y misión única el romper ramas, arrancar árboles enteros, desgajar troncos o talar copas de pinsapos gigantes. Y doy fe que han cumplido con creces esa macabra función.

Es un pinsapar que ocupa el lecho de un torrente, el arroyo de Los Pilones que cae bruscamente desde las grandes alturas de la Meseta de Quejigales hasta Río Verde. Esta situado entre el pico Torrecilla y el Cerro Alzaba también llamado La Muela.
Las laderas son de tan elevada pendiente que es más seguro andar a cuatro patas que a dos, sin duda los pinsapos sufren como en ningún otro lugar las fuertes ventiscas, las nevadas y las inclemencias del tiempo más duras que imaginemos.
Si ya es una aventura hacer la ruta de acceso desde el Carril de Tolox, entrar y salir desde la Meseta de Quejigales requiere una buena forma física, pero si eso mismo se hace con nieve la aventura se transforma en peligrosa y si se hace en medio de una nevada entrando desde el Carril de Tolox e intentando salir por la Meseta de Quejigales, es muy posible que acabe con algún aventurero seriamente dañado.

Ha sido durante varios siglos el pinsapar situado a más altitud en la Sierra de Las Nieves, quizás por ello ha sido intensamente ramoneado por cabras y ovejas de forma que la regeneración es muy escasa, son pocos los pinsapos jóvenes que por allí se ven y menos aún los pinsapos maduros productivos de muchas semillas. En su inmensa mayoría son pinsapos muy viejos, amputados, con grandes ramas caídas por el suelo hasta el punto que resulta muy difícil andar y desplazarse, más aún cuando el viejo camino apenas está dibujado en muchos lugares y los grandes troncos, caídos o arrancados de cuajo por las ventiscas  y el peso de la nieve han hecho que muchos tramos de la vieja vereda sean totalmente impracticables.

Cuentan los viejos pastores que en el Pinsapar de La Yedra existía un gigantesco pinsapo donde anidaban una pareja de águilas, cuando los pollos estaban ya crecidos y su demanda de alimentos era grande, los pastores mandaban subir hasta el nido a los muchachos que los acompañaban y ayudaban a guardar el ganado, cuando subían colocaban un palote de madera en el pico de los pollos que les impedía tragar los conejos que les traían la pareja de águilas adultos. Los niños subían de nuevo cada vez que las águilas traían conejos. Era cuestión de esperar para conseguir asi varios conejos cada día.

Ruta al Pinsapar de la Yedra

Andrés Rodríguez González Abril 13th, 2008

Pinsapar de la Yedra

En plena Meseta de Quejigales, es el Pinsapar situado a más altura en la Sierra de Las Nieves.
Para acceder a él, podemos dejar los vehículos en el cruce que, por la derecha, parte desde el camino de Quejigales hasta el Puerto de Las Golondrinas.
Poco más de 2 Km de descenso, teniendo siempre las magníficas vistas de La Nava a nuestra derecha encontramos el Llano de La Laguna. Continuamos el carril que rodea un pinsapo, detrás queda el camino que lleva al Pinsapo de la Escalereta señalizado con un panel. A unos 4 Km del inicio se ve el torrente de Las Bocas de Majada Onda y, a continuación la Majada de Paco Aguera.
A 6 kms, por la izquierda según descendemos, surge la vereda que nos llevará al pinsapar de la Yedra. Ya el ascenso es continuo y vamos alcanzando magníficas panorámicas de la zona de Río Verde y los torrentes de su curso alto. Los palmitos, heleboros, aulagas, enebros y esparto apenas dejan ver algún matorral de encina comido por la cabras, llegamos al Puerto de La Perdiz, donde es frecuente encontrar las aves que le dan nombre, a veces nos salen de los pies algunas de ellas con su escandaloso vuelo. Por la derecha, según ascendemos, tenemos el Arroyo de Pilones que nos separa de la inmensa montaña del Torrecilla, abajo, al fondo como si fuera un abismo, se ven Las Cuevas del Moro.
A 9 Km del inicio, junto al camino, encontramos dos hermosas encinas, quinientos metros más adelante encontramos el pequeño pinsapar de La Yedra. Son frecuentes los grandes pinsapos resquebrajados o arrancados, las tormentas y las inclemencias del tiempo destrozan estos gigantes. Ha sido necesario colocar numerosos cercados de alambre que protegen a los pequeños pinsapos de las cabras. A unos Diez Kilómetros del inicio el camino termina junto al arroyo de Los Pilones.
Los matorrales de pinsapo y de encinas roidos de las cabras y los restos de carboneras existentes nos indican que la presión humana ha sido grande en esta zona y ha convertido lo que debió ser el encinar del camino de acceso en un matorral erosionado, el esplendido pinsapar también ha sufrido al ganado y con el cambio climático se hace urgente recuperar este pinsapar que puede convertirse en el mejor refugio de un bosque futuro que debería extenderse por la Meseta de Quejigales.
El camino de regreso es el mismo, pero si queremos un poco de aventura podemos atravesar la Meseta de Quejigales en dirección oeste hasta encontrar el camino que lleva al refugio, desde allí regresamos hasta el punto donde dejamos los coches. Esta alternativa es solo recomendable para senderistas expertos y siempre que no haya niebla.

Hasta cuatro ubicaciones diferentes me han dado para un pinsapo famoso. Algunos viejos pastores situán en las cercanías de La Yedra un famoso y enorme pinsapo llamado “del Aguila”. Cuentan que una pareja de estas aves anidaba en él. Cuando sacaban los pollos, los pastores subían hasta el nido y colocaban un palote en la boca a los pollos del aguila, “Embotijar” le llamaban; esperaban debajo y cuando la aguilas adultos traían conejos a sus hijos, como éstos no podían tragarlos, los pastores volvían a subir para “cazar” sin esfuerzo algunos conejos.

La técnica de “Embotijar” pollos de rapaces se ha usado con cierta frecuencia en la Serranía.