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ÁRBOLES NOTABLES DE LA SERRANÍA DE RONDA:MATAGALLOS GIGANTE DE LAS NAVAS

Andrés Rodríguez González Diciembre 20th, 2021

ÁRBOLES NOTABLES DE LA SERRANÍA DE RONDA

ÁRBOLES y ARBUSTOS DE LAS NAVAS DE LOS PINSAPOS: MATAGALLOS GIGANTE DE LAS NAVAS

Popularmente conocido por los nombres de Matagallos amarillo, Barbas de macho, Barbas de pastor, Elástica, Mechera, Oreja de burro, Orejas de liebre, Orejitas de fraile, Oropesa.

Phlomix proviene del griego “Phlox” o “Phlogo” que significa “Llama”, hace referencia a que en la antigüedad, se uso para fabricar mechas de candil. “Crinita” proviene del latin “crinitus” que significa cometa con cola, cabellera, dividido en ramales divergentes. El nombre específico hace referencia a las ramas llenas de preciosas flores amarillentas que crecen erectas desde la base de la planta hacia una copa tupida mucho más ancha, a modo de la cola de un cometa.

Pertenece a la familia de las Labiáceas, como la Menta, el Tomillo, Orégano y la mayoría de plantas aromáticas. Son unos 200 géneros y más de 3.000 especies repartidas por todo el mundo.

Es un curioso y bello vegetal de porte arbustivo que crece de forma natural en zonas de matorrales, cunetas de carriles, canchales, en zonas de Levante y Andalucía. Prefiere los suelos calizos de cierta altitud, en la Sierra de las Nieves casi siempre desde los 1.000 metros hacia arriba.

Los tallos y hojas están revestidos con densos pelos de tono argénteo que le dan aspecto aterciopelado. Presenta abundantes flores de coloración amarillenta anaranjada dispuestas apretadamente en verticilos a lo largo de tallos de más de metro y medio de altos.

Es un Bioindicador del piso supramediterráneo

Florece entre abril y julio. Se distribuye por el Sur de la Península Ibérica. Almería, Granada, Málaga, Cádiz.

Es un Endemismo. Se encuentra incluida en la Lista Roja de la Flora Vascular de Andalucía. Categoría LC Preocupación menor.

En la Serranía de Ronda hemos tenido nuestro propio estropajo natural: El Matagallo. Se sabe que los estropajos se usaban ya hace 4000 años, desde aquella época hasta principios del siglo XX ha ido variando su composición utilizando las más variadas fibras naturales. El estropajo moderno se inventó en 1917. Edwin W. Cox, un vendedor de cacerolas estadounidense, tuvo la feliz ocurrencia de idear un estropajo de viruta de acero mezclado con jabón. Lo utilizaba como regalo para aumentar sus ventas. El éxito de Cox fue total, hasta se permitió abandonar las ollas y cambiar a la industria del estropajo jabonoso inventado por él, tanto es así que su marca ha sido la más vendida hasta hoy día en EEUU. Su nombre, S.O.S, fue dado por su esposa (Save Our Saucepans:  salvad nuestras cacerolas).

En el Parque Nacional Sierra de Las Nieves, se encuentra la finca Las Navas de los Pinsapos. El cortijo antiguo ha sido convertido actualmente en un extraordinario alojamiento rural. Dispone de un patio que mira al llano, hacia el Este, allí existe un viejo y espectacular matagallo que merece la pena incluirlo entre las plantas más singulares de la Serranía de Ronda. Actualmente alcanza una altura de dos metros ochenta centímetros pero hace unos veinticinco años aproximadamente era un gigantesco arbusto más de cuatro metros de altura y un grueso tronco que de bifurcaba en varias ramas a poca altura del suelo. Tampoco tenía el alcorque de piedra que lo limita y protege actualmente por lo que crecía directamente desde el suelo. Llamaba poderosamente la atención por su altura y grueso tronco. Una tremenda nevada que ocurrió hace unos veinticinco años, acumuló sobre el matagallo gigante tan cantidad de kilos de nieve, que provocó que la planta se partiera en varios trozos o sólo sobrevivieran algunas ramas que son las que actualmente crecen vigorosas.

La presencia de ese ejemplar en un lugar habitado y destacado como es el patio de la edificación principal del cortijo, la zona de los señores, se puede explicar por un capricho debido a sus bellas flores o bien por el uso para la limpieza. El uso de los materiales disponibles en las cercanías de donde se vivía era una realidad muy frecuente, en este caso, como estropajo, algo obligado para las gentes que habitaban la Sierra de las Nieves por su aislamiento, la escasez de recursos y las dificultades de comunicaciones con los pueblos. El riego y los cuidados del matorral de matagallo sembrado, sin duda, lo transformaron en el árbol pequeño que ha llegado hasta nosotros.

Algunos de esos antiguos elementos útiles de tiempos pasados eran por ejemplo el jabón, elaborado con el aceite usado de freír, al que se añadía lejía y sosa. Un jabón que limpia muy bien pero es recio y deja las manos bastante resecas una vez usado. Pero aparte de un “detergente” como ese jabón, para limpiar es necesario un utensilio abrasivo que arrastrase la suciedad incrustada, para eso siempre ha existido un clásico en las cocinas, el estropajo.

En los campos de la Serranía se usaban dos, el esparto una vez seco y deshilachado y las hojas de matagallo. Actualmente se usa el esparto para fabricar esteras y persianas.

Los senderistas más veteranos gustan contar como una anécdota que siempre le ocurre a otro, que las hojas de matagallo, que son recias y a la vez suaves por la pilosidad que las recubre además de anchas, son usadas cuando una conocida y practicada “necesidad biológica” sorprende en el campo y no tenemos papel disponible.

En la antigüedad los tallos y las hojas enrolladas de los matagallos se utilizaban para la confección de mechas y “torcías” para lámparas de aceite. De aquí le viene uno de los nombres del matagallo amarillo: Candilera.

La especie hermana, el matagallos púrpura,  se ha utilizado en medicina popular como diurético, para combatir los cálculos urinarios, de vesícula y en afecciones estomacales, en baños de asiento para aliviar las hemorroides, para curar los sabañones, mezclado con “Altabaca” para los golpes. También como remedio casero para los resfriados bebiendo la infusión de sus hojas,  Machacado en forma de emplasto cicatrizaba las heridas más rápidamente y hoy en día se sabe además que ayuda a bajar el colesterol. Se prepara en decocción utilizando unas cuantas hojas de matagallos que hiervan en agua durante 3 minutos y sirvan para hacer dos tomas al día.

Las flores pueden ser chupadas como golosinas naturales, ya que tienen una gotita de néctar.

Situado en la parte posterior del cortijo, a escasos metros del Matagallos gigante, cerca de la piscina, existe otro hermoso ejemplar de Phlomis crinita que no ha sido retocado ni podado. Su altura es de algo más de dos metros. Se encuentra en las inmediaciones de un afloramiento calizo. Es un hermoso ejemplar que nos traslada la idea de como es un matorral de matagallo natural, pero muy ampliado de tamaño.

Bibliografía

García Guardia Gabriel. Flores Silvestres de Andalucía. Editorial Rueda. 404 páginas. 1988.

Laza Palacios, Modesto. Florula farmaceútica malacitana. Citado por Ginés López González en la Guía del Incafo de los Árboles y Arbustos de la Península Ibérica. Edita Incafo. 866 páginas. 1982.

www.almabiologica.com

https://www.florandalucia.es/

https://wastemagazine.es/

https://www.diariodecadiz.es/