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FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA VERDECILLO O CHAMARIZ (Serinus serinus)

Andrés Rodríguez González Mayo 11th, 2018

FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA

VERDECILLO O CHAMARIZ (Serinus serinus)

 

En la Serranía de Ronda es conocido popularmente como Chamariz. Según el magnífico ornitólogo José María Canca Guerra es el único pájaro de la Serranía que puede hibridar con el canario obteniéndose, no sin muchos cuidados y esfuerzos ejemplares de un precioso color gris.

Orden Passeriformes; familia Fringillidae

 

Es un “pájaro” pequeño, abundante y gregario en invierno. Los machos son muy visibles por sus colores amarillos, se encuentran entre las aves que más tempranamente avisan de la primavera con sus característicos cantos. Habita tanto áreas forestales abiertas como parques con arbolado.

                                               

Su longitud es de 11,5 cm y su envergadura entre 20 a 23 cm

 

Se trata de un ave pequeña, con un pico ancho, pero muy corto, y una cola con una marcada escotadura en el extremo. Los machos y hembras poseen un muy evidente obispillo verdeamarillento.

 

Ambos, además, tienen el pecho y el vientre de color blanco amarillento, con pintas o cortas rayas verticales. Pero los machos, sobre todo en primavera, muestran la frente, la garganta y la pechera teñidas de intenso amarillo. Por su tamaño, aspecto y coloración, el verdecillo se asemeja a los lúganos, aunque presenta el pico más corto y menos afilado, y carece de las bandas verde-amarillentas que son fácilmente visibles en el lúgano. También podría confundirse con el verderón serrano; no obstante, este tiene la cabeza gris, y además habita en el límite altitudinal superior del bosque, donde el verdecillo resulta muy escaso. En invierno conforma nutridos bandos y se mezcla con otros fringílidos granívoros, como verderones comunes, pardillos comunes, jilgueros, etc.

 

Emite mientras vuela cortos reclamos (algo parecido a triiulit-lit-lit) que permiten distinguirlo sin necesidad de reconocer su coloración. El canto de los machos en celo es un rapidísimo y prolongado gorjeo estridente, compuesto por varias estrofas. Entonces cantan tanto posados como en vuelo, planeando y aleteando de manera muy lenta —en comparación con el aleteo habitual—, de un modo que recuerda al vuelo deslizante de los grandes murciélagos.

 

Especie distribuida por el noroeste de África y toda Europa, a excepción de gran parte de Escandinavia. En los dos últimos siglos ha aumentado sensiblemente su área de distribución en el continente europeo. Partiendo de los territorios mediterráneos, ha ido colonizando el centro, norte y este de Europa.

 

Se encuentra en prácticamente todo el territorio, incluyendo los archipiélagos balear y canario. Solamente se enrarece en los parajes altimontanos y en las zonas totalmente deforestadas durante la época reproductora.

 

Los verdecillos europeos e ibéricos son migradores parciales. La mayoría de las poblaciones del norte, centro y este de Europa migran a finales del verano hacia la región mediterránea y retornan entre los meses de febrero y mayo. En España se controlan, durante la época invernal, verdecillos anillados en Europa occidental: Francia, Alemania, Bélgica y Suiza. Además, una importante proporción de la población del norte y centro peninsular
desciende en altitud o se desplaza entre septiembre y noviembre hacia el sur, cruzando el mar Mediterráneo e invernando de manera masiva en el
norte de África. Estos verdecillos regresan a España en marzo y abril.

 

La población europea podría alcanzar los 12 millones de parejas (datos del año 2000). En España se trata de un ave muy común, hasta el punto de que es la más ampliamente distribuida y abundante, de acuerdo con los resultados del programa SACRE en el año 2005. Según el Atlas de las aves reproductoras de España (2003), podría haber 4,1-6,6 millones de parejas. Prefiere los ambientes cálidos a los fríos o de montaña. Su abundancia aumenta hacia el sur y este peninsular, pero también es común en las campiñas del norte de España. Las mayores densidades se han registrado en naranjales y olivares levantinos y andaluces, con más de 28 parejas por cada 10 hectáreas.

 

Bibliografía

https://www.seo.org