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PLANTAS DE LA SERRANIA DE RONDA : Judías verdes

Andrés Rodríguez González Septiembre 21st, 2020

PLANTAS DE LA SERRANIA DE RONDA

Judías verdes. Habichuelillas verdes, judías de enrame. Phaseolus vulgaris 

Planta de la familia de las leguminosas o legumbres. Su origen es de Ámerica Central y Perú.

La parte que consumimos es el fruto inmaduro y el ovario (vainas) consumidas  verdes, en el momento de máximo tamaño pero cuando presentan semillas con un mínimo crecimiento.

Su fruto es la típica legumbre que puede tener forma recta, curvada o semicurvada. Su sección puede ser plana, en forma de cuerda, redondeada o truncada. El color también varía: Verde, amarillo, jaspeado… Las más consumidas suelen ser verdes y amarillas, en forma aplanada o cilíndrica. Existen muchas variedades también en época de producción, unas son procaces, otras de ciclo medio y otras tardías.

Contienen vitaminas A, C, B1, B2, B3, Agua, Proteínas,  Lípidos, Glúcidos y una gran cantidad de minerales esenciales.

Para su cultivo necesitan climas cálidos sin exceso pero zonas  del huerto que no estén muy soleadas y gran cantidad de humedad. Cuando la temperatura es por debajo de quince grados, los frutos no alcanzan buen desarrollo, por encima de los treinta tampoco, incluso las flores abortan y no se fecundan. Son muy vulnerables a las heladas, cuando empieza a refrescar las matas comienzan a dejar de producir. Necesitan suelos ligeros de textura más bien arcillosa pero con buen drenaje y ricos en materia orgánica. Es muy sensible a los encharcamientos. Los suelos calizos no van bien para el cultivo.

Se siembran en hileras de semillas dejando una distancia de unos 20 cm, directamente en el suelo. A veces es necesario resembrar. Aunque existen variedades de cultivo en otras épocas, en la Serranía de Ronda se suelen cultivar durante el verano. La mayoría de variedades suelen ser trepadoras necesitan guías o soportes por tener tallos muy débiles. Existen variedades enanas. Suelen germinar bastante rápido y un mes después ya tienen flores. Se riegan dos o tres veces en semana, según el calor. No gustan de suelos con sal. Si el suelo contiene material orgánica, no suelen necesitar abonado, como todas las legumbres desarrollan unos nódulos en las raíces que contienen bacterias que fijan el nitrógeno al suelo. Tan solo, a veces es necesario añadir magnesio para su desarrollo.

Suelen ser atacadas por chiches de campo, ácaros, pulgones, arañas rojas y nematodos.

Si las condiciones climáticas son buenas pueden cultivarse entre 70 y 90 días. Cuando termina el cultivo es necesario cortar las partes aéreas y dejar que se pudran las raíces para que el nitrógeno se quede en el suelo y sirva de abono. Se pueden cultivar de uno año para otro dejando los soportes fijos.

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