Archive for the tag 'género Ecballium'

PLANTAS DE LA SERRANIA DE RONDA PEPINILLO DEL DIABLO.

Andrés Rodríguez González Noviembre 3rd, 2022

PLANTAS DE LA SERRANIA DE RONDA

PEPINILLO DEL DIABLO.  Ecballium elaterium

Pertenece a la familia de las Cucurbitaceas, ampliamente distribuida por toda la región mediterránea. Son las calabazas, sandías, melones y pepinos.

La única especie conocida del género Ecballium. El pepinillo es la única especie entre las cucurbitáceas que no es trepadora y, por tanto, no tiene zarcillos con los que agarrarse.

Vive cerca de huertos, bordes de caminos y carreteras. En descampados próximos a construcciones humanas. Siempre alrededor de las poblaciones, en escombreras, cunetas y suelos abonados

Es muy caracterísco que posee frutos explosivos. El fruto cuando madura ante una vibración o roce hace que salgan disparadas las semillas del interior como si se dispararan, salpicando todos los alrededores.

Es una herbácea perenne. La planta es tapizante a modo de una maraña de tallos ramificados de pequeño tamaño sobre los que crecen multitud de hojas engrosadas de márgenes lobulados, con flores de color amarillo suave y frutos como pequeños pepinos colgando en tallos algo más altos. Toda la superficie de la planta aparece cubierta de pelos rígidos espesos que le dan aspecto aspero.

Los tallos, hojas como los frutos están llenos de  líquidos por su interior y de blanca pelambre sobre un fondo verde oliva por fuera.   Los frutos tienen gran cantidad de semillas bañadas de un líquido espeso y pegajoso. Cuando llegan a la madurez, el zumo y las semillas se van pudriendo hasta que la presión es tanta que el pepinillo no lo soporta y se rompe por el punto más débil, la unión con el pedúnculo, se separa de éste y sale disparado como a propulsión soltando por el orificio un chorro o jeringazo de líquido viscoso, gases y gran cantidad de duras semillas que pueden dispersar hasta los seis metros de distancia.

Las hojas tienen forma triangular o acorazonada. El envés tiene los nervios principales muy prominentes, cuarteado formando a modo de dibujos geométricos. El rabillo de la hoja, llamado peciolo, también esta engrosado, es más bien largo.

Las flores tienen los pétalos amarillo verdosos con venillas verdes en el envés, unidas por la base en una sola pieza. El cáliz es híspido como toda la planta, pero la corola es de pelos suaves.

La raíz es gruesa como la de los nabos o remolachas. Puede vivir durante muchos años. En ella, como en toda la planta, se acumula gran cantidad de agua y nutrientes gracias a lo cual aguanta largos periodos de estiaje. Su espesa cubierta peluda le sirve tanto de abrigo como de refrigerador, protegiéndola del sol directo y de los fríos no excesivos.

Hasta hace pocos años lo más cercano que se veían en la Serranía de Ronda era en terrenos de climas más cálidos cerca ya de las llanuras de Antequera, pero por el cambio climático y la ausencia de inviernos con heladas, ya los encontramos en los alrededores de Ronda. Este año tan seco y cálido aún se pueden encontrar con flores y frutos a primeros de noviembre.

Otra curiosidad de esta planta es que tiene dos subespecies, una del norte y otra del sur de la Península Ibérica. En la subespecie norteña tanto las flores masculinas como las flores femeninas aparecen en la misma mata. En la sureña hay dos tipos de matas.

Es una de las hierbas medicinales más antiguas. Hay textos que atestiguan su uso en el antiguo Egipto. Aunque se aplicó tradicionalmente a muchas dolencias, principalmente como purgante muy fuerte, dejó de entrar en la farmacopea europea a principios del siglo XX por su agresividad intestinal. También se ha usado para hacer “mangos de lezna”, se metía un hierro en un extremo de la raíz cuando estaba verde y luego dejaban que se secara. Ya tenían una herramienta imprescindible para zapateros, arrieros y agricultores.

Bibliografía

https://losojosdeljucar.com/

https://www.elblogdelatabla.com/