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ÁRBOLES NOTABLES DE LA SERRANIA DE RONDA Fresno de La Pasá de Gibraltar. Descripción

Andrés Rodríguez González Diciembre 5th, 2020

ÁRBOLES NOTABLES DE LA SERRANIA DE RONDA

Fresno de La Pasá de Gibraltar. Descripción

Andrés Rodríguez González y Juan Carlos Guerrero Gómez

Fraxinus angustifolia 

Familia Oleáceas

El fresno ha sido un árbol reconocido y respetado en el mundo rural y también en la Serranía

Poseen los fresnos un bello tronco de corteza gris con gruesas grietas, ramas erguidas, hojas caedizas en invierno dispuestas en pares con forma de lanza, flores que aparecen al comienzo de primavera antes de echar las hojas  y fruto aplastado con un ala que facilita su diseminación.

Es valorado como árbol ornamental, también se agradece la fresca sombra que aporta en los rigores del verano, crecen en la cercanía a zonas de humedad como cursos de agua o manantiales, su madera es resistente y elástica, fácil de trabajar, se emplea en ebanistería, muebles, embarcaciones, mangos de herramientas  por qué aguanta bien los golpes, antiguamente se usaba también para fabricar carretas. Se valoraba la buena leña y carbón que producía y que sus hojas eran codiciadas para alimentar el ganado. La corteza se ha usado en medicina popular como tónica y contra la fiebre, las hojas tomadas en infusión, se han utilizado para combatir la gota y la artritis, también se le atribuye propiedades diuréticas y antirreumáticas.

Relativamente abundante en la Serranía en tiempos pasados sus características botánicas serán analizadas con más detalle en otros fresnos notables en futuros capítulos de esta colección.

Este ejemplar de fresno seleccionado como Árbol Notable de la Serranía ha sido elegido por su relación con el mundo agrícola, ganadero y de cosarios, estraperlistas y matuteras al estar situado en la Cañada Real del Campo de Gibraltar, en las inmediaciones de la vía del tren Algeciras Bobadilla que limita el Parque Natural Sierra de Grazalema pero dentro de él.

La zona donde se ubica se la conoce popularmente como La Indiana. Cuando el gran agrónomo Simón de Rojas Clemente Rubio se desplazó entre los años 1.804  y 1.809 por estos lugares para elaborar su Historia Natural del Reino de Granada (que nunca pudo terminar), dejo escrito que una de las cosas que más le llamó la atención fueron las más de setecientas huertas que existan en La Indiana.

Existen numerosas fuentes y surgimientos en la ladera, muy cerca de nuestro fresno está la  fuente de Los Chozones, a unos centenares de metros se ve el Cortijo del mismo nombre  y en las proximidades de un nacimiento de agua denominado Fuente del Pajarero muy cerca de un lugar de referencia que da nombre a toda la zona cercana, la denominada “Pasá de Gibraltar”, un antiguo vado que permitía superar el río Guadiaro.

Cuentan que este fresno servía como punto de referencia para que las matuteras y estraperlistas arrojaran los materiales con los que traficaban  y que traían en los trenes que circulaban entre el Campo de Gibraltar y Ronda. Antes de llegar a la Estación de Arriate donde se subían los guardias civiles para hacer registros mientras los trenes ascendían trabajosa y lentamente hasta la estación de Ronda.

Por encima del Fresno, a  media ladera, discurre el” Camino Viejo de Montejaque” que por la Ermita de la Escariguela llega a ese pueblo después de una dura subida, más hacia la montaña está el cortijo de La Estacá donde hubo un molino de aceite que utilizaba la fuerza motriz de un surgimiento de agua y, sobre todo, la fuerza motriz que generaba  el brusco descenso de las aguas de un pequeño torrente, desde el Cortijo de La Estacá baja un camino hasta el Cortijo de los Chozones y en nuestro fresno se une a la Cañada Real. El uso de ese camino genero que se abandonara parte del trazado del Camino Viejo que necesario recuperar por parte del Parque Natural hace unos 10 años.

Bajo la sombra del Fresno de la Pasá de Gibraltar han vivido los pastores y arrieros muchas horas, su agrietado tronco seguro conserva el eco de las miles de historias compartidas buscando la frescura  del árbol, mientras las hojas servían para alimentar a las ovejas y cabras que por la ribera del río pastaban.

El oficio de “Cosario o Cosaria” (llamados así por qué llevaban y traían cosas) en Montejaque, solía ser practicado por mujeres. Las últimas en ese pueblo fueron Isabel la Escalera y Anita.

Una vez por semana venían desde Montejaque a Ronda a recoger los pedidos que les hacían en el pueblo, el modo de hacer los encargos era siempre el mismo, detrás de la puerta de sus casas, que en Montejaque como en todos los pueblos permanecían abiertas todo el día, había colocada una mesa de madera, ahí se ponía un papelito con el nombre de la persona y el encargo o “mandao” que necesitaba, encima del papelito debían poner un “duro”. Cuentan que cuando la “Cosaria” entraba en su casa, soplaba sobre la mesa y todo encargo que no estuviera “asegurado” por el “duro”, se  volaba. Las cosarias pasaban todo el día en Ronda acumulando las compras, ya por la tarde, cargaban en los serones de sus burros los encargos y tomaban la Cañada Real del Campo de Gibraltar hasta el Fresno de la Pasá de Gibraltar, luego el camino del cortijo de los Chozones hacia La Estacá para retomar el Camino Viejo de Montejaque, después de la subida a la Ermita de la Virgen de la Escariguela llegaban hasta su pueblo. Luego comenzaba el repartimientos de “cosas” y la aclaración de cuentas con los que le habían dejado papelito con su nombre, “las cosas a comprar” y el “duro”, para los otros,  los que no habían asegurado el papelito con el “duro” la respuesta era siempre la misma “lo tuyo no estaba en los encargos, se volaría el papel”. El único hombre que ejerció el oficio de Cosario en épocas más recientes fue Joseito el Cabrero, del que cuentan que tenía tan acostumbrado a su mulo a hacer el viaje de regreso que aprovechaba para dormirse la siesta, encaramado en lo alto del serón lleno de “cosas”.

Agradecemos las aportaciones de Ronda Gráfica a través de Manuel Perujo  con información y mapas y de Andrés Albarracín y sus padres con sus comentarios, informaciones y anécdotas sobre las Cosarias, La Indiana y Montejaque.

 

Aligustre

Andrés Rodríguez González Noviembre 12th, 2008

Árboles, arbusto y matas de la Serranía de Ronda.
El aligustre, ligustrum vulgare, es una planta con flor, considerada como típica de jardín que pertenece a la familia de las Oleáceas.
El aligustre es un arbusto presente en encinares poco densos y húmedos. Natural de Europa y Asia.
Es semicaducifolio, si el invierno es frío pierde parte de sus hojas. Puede alcanzar los dos o tres metros de altura, posee hojas muy relucientes, sin pelos, y con unas flores blancas, pequeñas y olorosas, agrupadas en inflorescencias al final de unos pequeños tallos de  entre 3 a 6 cm de largo. Estas flores son muy parecidas a las del olivo, lo que indica que ambas especies, aligustre y olivo, pertenecen a la familia de las oleáceas. Los frutos son pequeñas esferas que miden unos 3 a 6 mm de diámetro. Los frutos son muy tóxicos para los humanos y acaban completamente negros al madurar en otoño. Tiene alcaloides y un sabor amargo, lo que evita que sea ingerido por los niños, aunque se debe tener mucho cuidado ya que aún en pequeñas cantidades produce diarreas y vómitos.
Es muy utilizado en jardinería para realizar setos por su aspecto compacto y por lo bien que aguanta las podas, soportan muy bien los recortes y admite la realización de formas e imágenes, también se utiliza como árbol ornamental en calles y plazas ya que sus raíces no levantan la solería de las aceras. No tiene especiales necesidades en cuanto a suelo. Existen muchas variedades de jardín pero todos son parecidos.
La poda del aligustre se debe hacer de la siguiente forma: Desde que se planta el seto y hasta que alcanza la altura deseada se deja que crezca libre, sin poda ninguna, que vaya tomando altura y espesor. Solo si algunos brotes sobresalen en exceso, lateralmente y vigorosos, se cortan. Estamos hablando de un seto máximo 1,5 m. de altura. Si se quiere formar un seto de mayor altura, se debe cortar cuando llegue al metro y medio, es decir, cortar la puntas superiores para evitar su excesivo crecimiento en altura y que ramifique más por dentro y se haga más denso. Esto retrasa alcanzar la altura deseada, pero se forma mejor el seto y no queda “pelado” por abajo.

A veces se fuerzan las podas para dar “forma” al árbol, lo que lleva a deformarlo.

En algunos lugares le llaman alheña o malmadurillo, en la Serranía, Ligustre.
A pesar de su toxicidad es planta muy valorada en Jardinería por su rápido crecimiento, su resistencia y los pocos cuidados que requiere, es resistente al frío, y también vive en las proximidades del mar.
Su multiplicación es fácil por semilla y por estaca. Si es por semilla se deben mantener unos dos o tres meses a una temperatura entre cero y diez grados. El  Ligustrum japonicum, también muy empleado en jardinería, es algo difícil de iniciar por estacas, teniéndose los mejores resultados con el empleo de partes terminales de ramas en crecimiento activo más bien que con madera más madura.