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FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA: GRULLA

Andrés Rodríguez González Febrero 8th, 2023

FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA

GRULLAGrus grus

En el año 2014 publiqué una entrada en el blog sobre las grullas. Poco ha cambiado respecto a su conocimiento o expansión desde entonces. Pero si me parece interesante recoger ahora algunas curiosidades sobre estas interesantes aves.

Son muy elegantes. De gran tamaño  de hasta 110 cm de longitud y 220 cm de envergadura,  silueta estilizada, con cuello y patas muy largas, plumaje grisáceo. El adulto presenta una cabeza negra, con una zona roja y una franja blanca que se dirige desde la parte trasera del ojo hasta la parte posterior del cuello, que es negro por delante y blanco por detrás.

Son muy resistentes. Son las aves que más alto vuelan, pueden alcanzar unos 400 metros, independientemente de la presencia o no de lluvia. España es el lugar de mayor importancia para la invernada de la grulla común, Extremadura el principal destino de las grullas europeas. Alrededor de 75.000 realizan la migración, siguiendo la ruta occidental, acogiendo a aves procedentes de Alemania, Suecia, Finlandia, Noruega y Estonia, incluso de las áreas más occidentales de Rusia. Las grullas recorren hasta llegar unos  a la Península Ibérica, unos 3.000 kilómetros desde los países del norte de Europa, en los que pasan la temporada de primavera-verano.

Es una especie gregaria, capaces de crear grupos de varios cientos de ejemplares. Es frecuente también ver grupos familiares aislados, en los que los adultos acompañan a los jóvenes durante toda la temporada.

Vuelan en forma de “V”. Al hacerlo con esta formación, el alcance de vuelo de la bandada aumenta considerablemente en relación a un pájaro solo volando. Cuando un ave sale de la formación, siente la resistencia del aire y la dificultad de volar solo, por lo retorna a la formación lo más pronto posible, para aprovechar el poder de elevación de los que están al frente. Cuando el líder se cansa, se traslada al final de la formación mientras otra asume la delantera. Las aves que van detrás graznan, que es un sonido propio de ellas, para alentar a las que están delante a mantener la velocidad.

Se ayudan entre sí. Cuando un pájaro está herido, enferma o está cansado y debe salir de la formación, otros salen de la formación y lo acompañan para ayudarlo y protegerlo, permaneciendo con él hasta que sea capaz de volar nuevamente, alcanzar su bandada e integrarse en la formación.

Las grullas son monógamas y establecen lazos de pareja de por vida. Cada año, a principios de la primavera, tiene lugar el cortejo nupcial, un espectáculo a base de  continuos saltos y danzas acompañados de saludos, reverencias, patadas y otras acciones que pueden parecer agresivas acompañadas por fuertes trompeteos emitidas sobre todo la hembra.

Las grullas duermen de pie con las patas en el agua. Los dormideros suelen estar cerca de zonas de agua o humedales.. Esto se debe a que, en el caso de que se acercara algún enemigo, notarían el chapoteo y podrían salir huyendo si hiciese falta. Además les sirve de defensa ante posibles ataques de roedores.

Con solo un día de vida son capaces de nadar y en unas diez semanas de volar.

Las grullas suelen comer mucho. Les gustan sobre todo las bellotas, pero cuando no hay bellotas comen la siembra de cereales como el arroz, por eso a los agricultores no les gustan. Se alimentan también de insectos y sus larvas. De ranas, lombrices, sapos o peces en sus países de origen. Las grullas salen a buscar comida cuando amanece y vuelven a dormir en los mismos dormideros cuando se pone el sol.

Suelen establecerse en Extremadura en lugares donde pueden encontrar abundante alimento, donde se combinan dehesas de encinas con cultivos de cereal y de regadío, y existan numerosas zonas húmedas donde establecer sus dormideros. Estos factores junto a las temperaturas moderadas de entre cinco y veinte grados, del invierno extremeño proporciona a estas aves un hábitat óptimo para pasar los meses invernales.

En sus países de origen, la grulla es considerada como un pájaro de buen augurio y se la conoce con varios nombres como “el ave de la felicidad”, “la grulla celestial” o “el ave de la paz”. Con una altura de casi de 70 cm y una envergadura de alas de más de dos metros la grulla inspiró cuentos y leyendas en los que protegía a los débiles. También se creía que la grulla tenía el poder de transportar con sus poderosas alas las almas de los recién fallecidos al paraíso.

Y para terminar, existe una antigua leyenda japonesa que promete que cualquiera que haga mil grullas de papel recibirá un deseo de parte de una grulla, tal como una vida larga o la recuperación de una enfermedad. Quizás por ello, cada año gente de todo el mundo hace grullas de papel y las manda a Hiroshima. El 6 de agosto, día de la Paz, los niños de la ciudad cuelgan las grullas en el monumento a la paz.

Bibliografía

https://www.lavozdepuertollano.es/

www.laserranianatural.com

Aguila Culebrera

Andrés Rodríguez González Septiembre 19th, 2008

Águila culebrera
Es una rapaz grande que alcanza una envergadura alar máxima de 180 cm.  La gran cabeza, en la que destacan sus grandes ojos amarillos, recuerda algo a las lechuzas. Las alas son largas y anchas. La cola es relativamente larga y recta. Vuelos batidos lentos y profundos. Para cazar se cierne con las patas colgando. Existen ejemplares de coloración variada, desde muy blancas a muy oscuras. En vuelo llaman la atención sus partes inferiores claras. Las oscuras puntas de las alas se destacan netamente de la cara inferior de las alas. Sólo a corta distancia se aprecia el azul pizarra de los pies y del pico.
Su área de distribución es muy amplia, en teoría por toda Europa; en dirección sur termina en el norte de África; hacia el este, en cambio, se extiende hasta muy adentradas las estepas asiáticas, bastante más allá de la India. El águila culebrera precisa de campiñas abiertas y soleadas, con árboles diseminados o monte bajo. En la Europa central fue abundante en época medieval, sus tierras llenas de pastizales y con pocos árboles le eran propicias, pero la aparición de los abonos químicos, la desaparición de los reptiles, los museos de coleccionismo y la sustracción de sus huevos fueron la causa de su extinción casi total.


Se distribuye por toda la Península Ibérica, aunque resulta menos común en el litoral cantábrico y en las extensas llanuras cultivadas de las dos Mesetas. Las culebreras son aves estrictamente migratorias, que pasan los inviernos en las sabanas próximas al ecuador, donde son nativas. Nos abandona en septiembre y vuelve entre marzo y abril para criar. Un escaso número de individuos invernan en el sur peninsular.
En la época de celo el macho hace oír su voz, que suena como un lamento en el territorio de su nido y ejecuta repetidos vuelos en picado.
El nido lo suelen disponer en árboles bajos, en nuestra zona encinas y, más raramente, pinos, en regiones sin árboles o sobre los arbustos que crecen en las grietas de las paredes de rocas escarpadas. Lo construyen ellas mismas. Algunas veces se acomodan en uno de otras aves, que suele resultar pequeño para las grandes dimensiones del águila culebrera.
La hembra incuba en mayo y junio, durante aproximadamente 35 a 40 días, un único huevo blanco, cuya longitud supera los 70 m y, frente a cualquier emergencia, se mantiene casi siempre sobre el nido.
El polluelo permanece entre 60 y 80 días en el nido, siendo abrigado al principio todavía por su madre, mientras el padre procura traer alimento para ambos.
Los jóvenes son de una tonalidad de color mucho más pálida que los adultos, y presentan una cabeza temporalmente casi blanca.
El águila culebrera se alimenta sobre todo de serpientes. Además, según las oportunidades, come lagartos, ranas, aves que viven en el suelo, caracoles o insectos. Las  jóvenes águilas, ya en temprana edad, puede devorar serpientes que pesan mucho más que ellas. La parte de serpiente no deglutida le cuelga del pico durante largo tiempo, siendo igualmente engullida, una vez que la digestión va progresando. Las águilas culebreras se atreven con serpientes de hasta dos metros de longitud, a cuyo alrededor bailotean dando aletazos, de tal manera que la serpiente no encuentra refugio posible frente a los picotazos posiblemente mortales del águila. Después, el águila la agarra por la nuca y la lucha llega a su fin. Normalmente, las águilas vencedoras emprenden el vuelo con la serpiente balanceándose pendiente de su pico, para devorarla en la copa de algún árbol. Si la serpiente es pequeña, se la tragan en vuelo.
La foto que ilustra el texto es de Juan Tebar. Ver en www.juantebar.com.