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PLANTAS DE LA SERRANÍA DE RONDA Ciruelo silvestre

Andrés Rodríguez González Septiembre 3rd, 2017

PLANTAS DE LA SERRANÍA DE RONDA
Ciruelo silvestre Prunus insititia

Prunus era el nombre romano del ciruelo y el que se dio después también a las especies de frutos semejantes con un hueso; insititia deriva de insititius, que quiere decir ‘injertado’, aludiendo a que se usa mucho como patrón de injerto.

Es un Arbusto muy ramoso que alcanza el porte de un árbol de hasta 6 m. Puede tener algunas ramas espinosas, pero normalmente es sin espinas. Las hojas son caducas, simples, alternas, más o menos elípticas u obovadas, finamente serradas, de 3-6 cm de largo por 1-4 cm de ancho. Son pelosillas en los nervios y el rabillo, que mide aproximadamente 1 cm y carece de glándulas. Las flores son blancas y nacen solitarias, y el fruto es una pequeña ciruela de 2-3 cm de diámetro y de color verde o violeta, cubierta de una capa que parece polvillo (pruina). Su sabor es áspero, entre ácido y amargo.


Foto de Gonzalo Astete

Este arbolito suele ser acompañante de los bosques de hoja caduca o persistente, en cuyo caso aparece en zonas frescas y con cierta humedad, asociado a cursos de agua, valles, barrancos o vaguadas. Se da en claros, en los bordes de los bosques. Crece desde los 500 hasta los 1500 m de altitud.

Aunque es originario de la Europa del centro y sur, también se distribuye por todo el norte de África y el suroeste de Asia. Falta en Baleares y en la Península Ibérica se halla muy disperso e hibrida con otras especies del género, pero es más abundante en su mitad septentrional y principalmente en el cuadrante noreste.
Su principal uso es como patrón de injerto de otros frutales de hueso.

Con sus frutos se elaboran mermeladas y licores, pues crudos no son muy agradables al paladar.
Al igual que el pacharán que se elabora con el fruto del endrino (Prunus spinosa L.), del que a veces es difícil distinguir, aunque éste es más arbustivo, se prepara un licor muy semejante dejando las ciruelas en maceración con anís durante unos meses. Es conveniente después sacar los frutos porque con el tiempo amargan la bebida. Se puede aromatizar con granos de café, corteza de canela o cáscara de limón. La aspereza de la ciruela se compensa con el dulzor del anís, que suele ser de baja graduación alcohólica para suavizar su sabor.
El ciruelo silvestre aparece en los catálogos de flora amenazada y protegida de Andalucía.


Bibliografía
www.arbolapp.es

Feijoa (Acca sellowiana)

Andrés Rodríguez González Marzo 2nd, 2014

PLANTAS DE LA SERRANíA DE RONDA: FEIJOA.

Por sus usos beneficiosos le llaman “La Planta de la Eterna Juventud”.

Feijoa (Acca sellowiana), también denominada guayabo, guayaba o guayabo del Brasil, es una planta que podríamos considerar de Jardinería pero también Medicinal por las muchas propiedades que tiene y veremos más adelante.

En realidad es un Arbusto que suele ramificarse bastante hasta alcnazar unos cuatro metros de altura máxima. Es originario de la zona baja de Brasil y también abunda en Colombia, Uruguay, Bolivia y norte de Argentina, fue introducida al resto de países andinos a principios de este siglo. Su nombre lo debe al bótanico Otto Carl Berg, quien lo nombró así en honor de su colega español de la época colonial D. josé de Silva Feijo, director del Museo de Historia Natural de S. Sebastian mientras que el nombre sellowiana se lo otorgó el investigador alemán Friedrich Sellow, que exploro Brasil a mediados del siglo pasado

Tiene una corteza de color gris pálido, áspera o algo escamosa. Follaje persistente y ramillas rígidas. Posee hojas simples, opuestas, pecioladas, con pecíolos de 4 a 8 mm, ovoides o elípticas, verde oscuro y brillantes en el haz, blanquecinas en el envés, son muy características, presenta flores solitarias con cuatro sépalos y cuatro pétalos de color entre blanco y róseo, tiene numerosos estambres con anteras color amarillo o rojo muy llamativas. La polinización es llevada a cabo por pájaros y abejas. El fruto es tipo Baya oblonga del mtamaño de un huevo de gallina, verde oscuro en la madurez, con aromas agradables propios. La fructificación requiere clima fresco. La pulpa del fruto es carnosa, blancuzca o amarillenta y olorosa. En su interior puede haber más de cien semillas. Es comestible, rica en vitamina C y con ella se preparan bebidas, jaleas, helados y mermeladas.

Resiste el frío, aunque no por debajo de los doce grados bajo cero. Es sensible a las temperaturas muy elevadas y a la excesiva sequedad del aire. Puede mantenerse desde pleno sol a semisombra. En regiones en las que el invierno es muy frío se debe cultivar en macetas y resguardar del frío en un invernadero o llevar en el interior de la casa. No soporta el viento. Necesita suelos bien drenados. No soporta bien la poda, aunque se puede llevar a cabo. Sus consecuencias pueden ser el paro en la producción de fruta de hasta dos años.

Se propaga mediante semillas, pero la multiplicación por esqueje proporciona resultados rápidos. También por acodo en primavera.

Usualmente el fruto de la feijoa es utilizado como alimento y en bebidas, no obstante también presenta beneficios para tratamientos complementarios en el exceso de Colesterol debido a su alta concentración de pectinas, que contribuyen a bajar y estabilizar los niveles de colesterol y también para controlar la Hipertensión. La crema hecha con la pulpa de la fruta es un rejuvenecedor de la Piel, y también hidrata el Cabello . Es ideal para el crecimiento de los niños, puesto que en su cáscara posee altos contenidos de clorofila, siendo la única fruta-hortaliza con esta cualidad.

Es un formidable Tónico general del organismo. Se usa también para estabilizar el ciclo normal del sueño y disminuir el estrés. Se recomienda licuar 4 Feijoas, agregar  Miel de abejas y mezclar con un gramo de Jalea Real. También se le puede agregar una cucharadita de polen de abejas. Tomar por ciclos de 30 días realizando una pausa de 15 días.

En la Serranía de Ronda solo he visto un ejemplar de Feijoa, en los jardines de la Bodega de F. Schart.

Árboles, Arbustos y Matas de la Serranía de Ronda: Robinia

Andrés Rodríguez González Mayo 24th, 2009

Árboles, Arbustos y Matas de la Serranía de Ronda
Andrés Rodríguez González. www.laserranianatural.com
Robinia, Falsa Acacia.  Nombre científico Robinia pseudoacacia L.
El árbol de los Panecitos.
Pertenece a la familia de las Leguminosas.
Es un árbol de una altura de entre 15 a 30 metros, su origen es del Este y Centro de EE.UU., pero está naturalizado en Europa en el S.XVII.
El origen del nombre se debe a su introductor en Europa, Jean Robin, “Jardinier” de Enrique IV, quien recibió las semillas de Canadá en 1601 y coloca el primer plantón en 1624 en el Jardín de Plantas de París, ese árbol, en 1844 ya alcanzaba los 4 metros de perímetro.
Se trata de un árbol caducifolio, es decir que pierde las hojas en invierno, su crecimiento es muy rápido, lo que unido a que es bastante longevo  (puede vivir hasta 200 años, aunque lo habitual es encontrar ejemplares entre 100 y 120 años), han hecho que sea muy apreciado para jardines. También es frecuente en parques, jardines, calles y paseos, o para fijar bordes y taludes de carreteras.

Su tronco es muy característico, rugoso y muy agrietado, de color marrón grisáceo. Las hojas son compuestas de 20-35 cm de longitud, formadas cada uno por numerosos  folíolos ovalados de color verde fuerte por el haz y más suave por el envés, adoptan posturas caídas durante la noche, por lo que en algunos lugares dicen que es un árbol que “duerme”.
Las flores nacen en racimos péndulos de 7-15 cm, de color blanco, olorosas, con un toque de sabor a miel, aparecen en abril y mayo. Las flores son comestibles y se conocen popularmente con el nombre de “panecitos”; con ellas se preparaba antiguamente un agua destilada con propiedades contra los ataques de histeria.
Las hojas pueden servir de follaje; la savia de las raíces contiene un principio tóxico. Como todas las leguminosas, su fruto se presenta en forma de legumbre, pero en la Robinia es seca, comprimida y de color pardo.
Su madera es tan perdurable como la del roble y se emplea para construcción de pérgolas, postes de teléfono (durando hasta 125 años), pilotes, embarcaciones, carretería, tornería y juguetes. No es nada exigente en el tipo de terreno donde crece, donde se enraíza intensamente, formando rizoides.
Se conserva estupendamente en contacto con el suelo húmedo o el agua. Se ha usado mucho en calles, aunque puede levantar el acerado, por eso ha caído en desuso para éste fin, necesita mucho espacio para desarrollarse bien por lo que se usa actualmente para grandes jardines. A veces no se hacen bien las podas, si se cortan grandes ramas suele pudrirse la madera. También se ha usado como combustible, aunque suelta muchas chispas.
Existen diversas variedades en jardinería obtenidas por injerto de otras especies sobre pies de Robinia.
Es una especie apropiada para todo tipo de jardines con grandes dimensiones, pero deben vigilarse sus raíces, parece que tienen un efecto nocivo sobre las coníferas por lo que no debieran ir asociados.
Como otra leguminosas, enriquece en nitrógeno los terrenos donde crece ya que posee bacterias en las raíces que fijan el nitrógeno.
Soporta muy bien la contaminación, por lo que se la recomienda para zonas especiales y en zonas exteriores.

La Robinia tiene fuertes ataques de pulgón en primavera. Naturalizado suele estar parasitado por muérdago.
Los inconvenientes que presenta este árbol es que da poca sombra, emite con mucha abundancia renuevos y su foliación es tardía. Actualmente ha caído en desuso.

Muerdago

Andrés Rodríguez González Diciembre 5th, 2008

Árboles, Arbustos y Matas de la Serranía de Ronda

Muerdago. Viscum álbum

Pertenece a la familia de las Lorantáceas.
Su nombre científico, “viscum”, hace referencia a la viscosidad pegajosa de sus bayas, que son utilizadas en trampas para cazar pájaros vivos. Su nombre vulgar puede venir del latín morderé, el muérdago “muerde” los árboles para absorber la savia que corre bajo su corteza.
Es una planta semiparásita que crece en los troncos de más de 50 especies de árboles, entre especies como los chopos, pinos, sauces, álamos, abedules, almendros,  espino majoleto, olivos…etc. En algunas especies como la encina es muy raro, pero la bibliografía dice que esta especie puede ser parasitada por muérdago, yo no he visto ninguna encina con este parásito.
Tiene las hojas coriáceas, persistentes, oblongas, del mismo color verde de las ramas. Entre febrero y mayo, según el clima, brotan pequeñas florecillas de un verde amarillento cuya fragancia recuerda el azahar. Tiene flores masculinas y femeninas.  Los frutos, bayas del tamaño del guisante, tienen un color blanco verdoso que madura a finales de otoño. Se multiplican por semillas que transportan los pájaros, en especial por los mirlos y los tordos.

foto Andrés Rodríguez González

Muerdago sobre Espino en la Sierra de Las Nieves

En la antigüedad, esta planta se consideraba símbolo de la vida y la fertilidad y se le atribuyeran poderes de salud, suerte y prosperidad. Para los antiguos druidas celtas el muérdago era sagrado. Era considerado un símbolo de paz, un antídoto para venenos y un poderoso amuleto protector, además de afrodisíaco, por lo que era símbolo de la masculinidad (al contrario que el acebo, que simbolizaba la feminidad).  El más preciado y de mayores poderes era el que se encontraba en los robles: su presencia era señal de que el árbol había sido escogido por los dioses y el muérdago “contenía” su alma. Los druidas llevaban a cabo una ceremonia compleja para obtener una pócima de esta planta, para asegurarse riqueza y buena suerte, ya que esta planta al secarse adquiere un color dorado y sus frutos parecen perlas. Tras poner el muérdago con agua, se distribuía la pócima a aquéllos que se consideraban merecedores de su acción protectora contra los malignos encantos de brujas y hechiceros.
Sus raíces no tocan el suelo, pero la planta tampoco se sustenta en el aire, por lo que era considerado un elemento que, sin ser de la tierra, tampoco era del cielo. De ahí la costumbre de recogerlo sin permitir que caiga al suelo, y de colgarlo del techo o en un lugar elevado.
Según la costumbre, para que dé suerte, el muérdago tiene que regalarse, y una vez en casa hay que situarlo cerca de la puerta de entrada, en un sitio alto, para impedir el paso a los malos espíritus.
Todas estas tradiciones son debidas a la creencia que esta planta representa el ciclo vital: Los pájaros (en particular el tordo) comen las bayas y evacuan las semillas viscosas, que si caen a una rama pueden germinar.

La sustancia pegajosa de las bayas, llamada “liga”, debidamente elaborada, se unta en dos varas cruzadas llamadas “perchas”. Las aves quedan “enganchadas” en ellas y son capturadas. Es una práctica no recomendable y una actividad prohibida.