Archive for the tag 'Apagador'

SETAS DE LA SERRANIA DE RONDA: PARASOL

Andrés Rodríguez González Diciembre 6th, 2020

SETAS DE LA SERRANIA DE RONDA: PARASOL. Matacandelas, apagador.  Macrolepiota procera

Con Gonzalo Astete

Sus nombres populares atienden a sus formas características. Cuando son jóvenes, al estar el sombrero cerrado, parecen baquetas de tambor y cuando son adultas, a sombrillas.

Su nombre científico proviene del latín “procer”, alto, por su gran porte. Su aspecto elegante, pero con colores discretos y apagados, llevó a la errónea idea de que era tóxica.

Es una especia muy común, fructifica en casi todos los hábitats, fundamentalmente en claros de bosques, pastizales y bordes de caminos. Aparece individualmente o en grupos, a veces numerosos.

Al principio, el sombrero tiene una forma muy característica, de ovoide, pasa a campaniforme y finalmente aplanado muy extendido. De gran tamaño, puede llegar a 30 cm. de diámetro en su madurez. Posee una cutícula fibrosa, de fondo blanco grisáceo, seca y agrietada en gruesas escamas marrones, dispuestas en círculos concéntricos sucio y con escamas dispuestas radialmente, más numerosas y apretadas en el centro y de color marrón grisáceo. Esta cutícula, se separa de la carne fácilmente. Su margen es festoneado, roto y fibroso.

El tallo es esbelto, elegante, recto, atigrado, hueco y fibroso, bulboso en la base y recubierto de escamillas marrones. Anillo doble en la parte superior, movible sin dejar huella, color oscuro. Carne elástica blanca, al corte se tuesta ligeramente con tintes rosados.

Es característico su olor a harina.

Son excelentes comestibles, poseen un sabor excelente.  Se considera una “Carne vegetal”, perfecta para cocinarla empanada, se corta en cuatro trozos, empaparlos en leche, pasar por harina y huevo y freír. Desechar el fibroso pie. También se consume a la plancha y como guarnición de carnes rojas. Con otras verduras y embutidos se come ala horno como si fuera una base de pizza. Se recomienda no cocinar los parasoles de sombrero inferior a 10 cms. diámetro.

Es necesario tener especial cuidado, nunca se deben coger parasoles de cunetas de carreteras ni cerca de pistas forestales con cierto tráfico ya que absorben los metales pesados de tubos de escape de los vehículos.

Para distinguirla de otras parecidas que pueden no ser comestibles debemos fijarnos en tres cosas, que su anillo sea móvil, el tallo fibroso al romperlo y el sombrero con placas de cutícula dispuestas en círculos concéntricos.

Se puede confundir con otras Macrolepiotas de comestibilidad dudosa como M. mastoidea (que tiene anillo simple), M. rhacodes (más baja) y otras dudosas como M. venata (con simetría radial y no concéntrica en el sombrero). También hay que comentar su parecido con Lepiotas tóxicas, todas ellas mucho más pequeñas, como la Lepiota clypeolaria, o la Lepiota cristata , que parecen una reproducción en miniatura de la Macrolepiota procera. Difícilmente se podría confundir con la tóxica Amanita pantherina , de color marrón, con escamas blancas y anillo membranoso.

En nuestra zona aparece en otoño siempre que sean lluviosos.

Bibliografía

http://www.fichasmicologicas.com/

http://www.amanitacesarea.com/

SETAS DE LA SERRANIA DE RONDA

Con Gonzalo Astete

PARASOL. Matacandelas, apagador.  Macrolepiota procera

Sus nombres populares atienden a sus formas características. Cuando son jóvenes, al estar el sombrero cerrado, parecen baquetas de tambor y cuando son adultas, a sombrillas.

Su nombre científico proviene del latín “procer”, alto, por su gran porte. Su aspecto elegante, pero con colores discretos y apagados, llevó a la errónea idea de que era tóxica.

Es una especia muy común, fructifica en casi todos los hábitats, fundamentalmente en claros de bosques, pastizales y bordes de caminos. Aparece individualmente o en grupos, a veces numerosos.

Al principio, el sombrero tiene una forma muy característica, de ovoide, pasa a campaniforme y finalmente aplanado muy extendido. De gran tamaño, puede llegar a 30 cm. de diámetro en su madurez. Posee una cutícula fibrosa, de fondo blanco grisáceo, seca y agrietada en gruesas escamas marrones, dispuestas en círculos concéntricos sucio y con escamas dispuestas radialmente, más numerosas y apretadas en el centro y de color marrón grisáceo. Esta cutícula, se separa de la carne fácilmente. Su margen es festoneado, roto y fibroso.

El tallo es esbelto, elegante, recto, atigrado, hueco y fibroso, bulboso en la base y recubierto de escamillas marrones. Anillo doble en la parte superior, movible sin dejar huella, color oscuro. Carne elástica blanca, al corte se tuesta ligeramente con tintes rosados.

Es característico su olor a harina.

Son excelentes comestibles, poseen un sabor excelente.  Se considera una “Carne vegetal”, perfecta para cocinarla empanada, se corta en cuatro trozos, empaparlos en leche, pasar por harina y huevo y freír. Desechar el fibroso pie. También se consume a la plancha y como guarnición de carnes rojas. Con otras verduras y embutidos se come ala horno como si fuera una base de pizza. Se recomienda no cocinar los parasoles de sombrero inferior a 10 cms. diámetro.

Es necesario tener especial cuidado, nunca se deben coger parasoles de cunetas de carreteras ni cerca de pistas forestales con cierto tráfico ya que absorben los metales pesados de tubos de escape de los vehículos.

Para distinguirla de otras parecidas que pueden no ser comestibles debemos fijarnos en tres cosas, que su anillo sea móvil, el tallo fibroso al romperlo y el sombrero con placas de cutícula dispuestas en círculos concéntricos.

Se puede confundir con otras Macrolepiotas de comestibilidad dudosa como M. mastoidea (que tiene anillo simple), M. rhacodes (más baja) y otras dudosas como M. venata (con simetría radial y no concéntrica en el sombrero). También hay que comentar su parecido con Lepiotas tóxicas, todas ellas mucho más pequeñas, como la Lepiota clypeolaria, o la Lepiota cristata , que parecen una reproducción en miniatura de la Macrolepiota procera. Difícilmente se podría confundir con la tóxica Amanita pantherina , de color marrón, con escamas blancas y anillo membranoso.

En nuestra zona aparece en otoño siempre que sean lluviosos.

Bibliografía

http://www.fichasmicologicas.com/

http://www.amanitacesarea.com/

SETAS DE LA SERRANÍA DE RONDA Coprinus comatus.

Andrés Rodríguez González Octubre 15th, 2018

SETAS DE LA SERRANÍA DE RONDA

Coprinus comatus.

Popularmente se les conoce con los nombres de Barbuda, Chipiron de monte, Apagador, Matacandil.

Dicen que es excelente comestible pero se estropean con mucha facilidad. Los ejemplares jóvenes son excelentes, delicados y tiernos. Se deben consumir solo las setas con las láminas blancas y al contrario de lo que se ha indicado en otras guías, el pie de estos ejemplares es aprovechable. Se deben de cocinar y consumir nada más recolectarse, lo antes posible, sus características gastronómicas se pierden rápidamente.

De joven tienen un Sombrero de forma cilíndico-ovoide que evoluciona posteriormente a campanulado. De 3 a 8 cm. de diámetro y de 5 a 20 de alto. Cutícula fibrosa de color blanco, lisa en un principio que se rompe en grandes escamas de aspecto de “pelos” repartidas por toda la superficie. En el ápice del sombrero estas escamas no son blancas, sino marrones con forma de dedal. Margen liso y delicuescuente. Esta característica, la delicuescuencia, se extiende por todo el sombrero y oscurece y deshace todo a medida que crece, convirtiendose finálmente en tinta.

Sus Láminas son numerosas, anchas, muy apretadas, blancas al nacer que se vuelven rosas y luego negras por la maduración de las esporas, posteriormente se disuelven en tinta negra. Tiene láminillas intercaladas, llamadas lamélulas.

El Pie es cilíndrico de 12-20 de altura por 1-1,5 cm. de radio. Es hueco, liso, frágil, quebradizo, con restos de velo como anillo blanquecino, farinoso y fugaz, que a menudo acaba en la base manchado de negro por la esporada. Su grosor se atenua en el ápice y se acrecenta en la base.

Tienen una carne delgada, frágil, con olor suave pero agradable. Blanca en su juventud que cambia a negro cuando crece. Sabor ligeramente mohoso.

Es una especie nitrófila que aparece en cualquier terreno bien abonado, jardines, bordes de caminos, escombreras. Abundante desde primavera hasta finales de otoño.

De fácil cultivo, no se ha comercializado debido al poco tiempo de conservación que tienen antes de licuarse.

La foto es de María Peña a quien agradezco que me haya permitido usarla.

Bibliografía

http://www.amanitacesarea.com/