Puesta de huevos de una Mantis

Andrés Rodríguez González Noviembre 5th, 2016

Puesta de huevos de Mantis
Un par de días antes de las lluvias, encontré una Mantis merodeando en una puerta de alambre en un pequeño almacén, después de hacer algunas fotos la deje en paz. No imaginaba que un día después iba a encontrar que había fabricado una Ooteca, la estructura donde dejan sus huevos.

En la época de apareamiento la hembra segrega feromonas, con lo que atrae al macho, y es el único momento en el que los machos y hembras se reúnen. Durante este periodo las hembras se vuelven muy agresivas y, en ocasiones, acaban por comerse a su compañero durante o después del apareamiento, empezando por la cabeza. Este comportamiento está bastante mitificado, ya que, si bien se da con relativa frecuencia en cautiverio, es muy raro en libertad. Entre otras circunstancias porque el macho, intenta permanecer alerta y no se deja “cazar” por la hembra, además de retirarse rápidamente una vez realizada la cópula que puede durar unas dos horas.
En el apareamiento, el macho se acerca muy lentamente para rodear a la hembra hasta saltar a su dorso y poner en contacto sus antenas con las de la hembra. A continuación, el macho pone en contacto sus estructuras genitales con las de la hembra y deposita el Espermatóforo, que es en realidad una bolsa con espermatozoides, en el interior de la hembra.

La puesta de los huevos se hace en otoño y los huevos eclosionan en primavera. Pone sus huevos en montoncitos espumosos llamados ootecas. La espuma se endurece pronto y protege los huevos hasta que se abren. Cada saco puede albergar entre 200 y 300 huevos, pero sólo unos pocos sobreviven ya que entre ellos impera el canibalismo juvenil, son comidos los que tardan en escapar de sus hermanos, disminuyendo bastante la tasa de supervivencia.

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