PLANTAS DE LA SERRANÍA DE RONDA: Madroño

Andrés Rodríguez González Marzo 11th, 2019

PLANTAS DE LA SERRANÍA DE RONDA

Madroño Arbutus unedo

La planta que emborracha.

Es una planta que tiene la mala fama de que al ingerir sus frutos las personas se emborrachan. Esta creencia popular no va del todo descaminada ya que los frutos del madroño al madurar, fermentan y contienen cierta cantidad de alcohol, por lo que su consumo excesivo puede provocar mareos y dolores de cabeza.

“Arbutus” es el nombre que los romanos daban al madroño y a sus frutos; “unedo” procede de “edo”, que significa comer, “unus o uno”, es decir, “comer sólo uno”, aludiendo a la propiedad de emborracharse con sus frutos si se abusa de ellos.

El madroño es una especie fundamentalmente mediterránea que también se distribuye por las islas atlánticas de Irlanda, Canarias, Azores, Madeira y Cabo Verde. En la Península y Baleares aparece en casi todas la provincias, pero escasea o falta en las zonas más continentales y frías del interior. En la Serranía busca zonas que no sean excesivamente frías, como algunas zonas protegidas del frío intenso de La Nava y Conejeras y otras más cálidas como el Valle del Genal o la parte de la carretera de San Pedro cercana al Alcuzcuz.

El madroño es un arbusto o pequeño arbolito que alcanza los 8 m de altura si se le deja crecer. Tiene una copa densa y globosa que genera mucha sombra. La corteza es pardo-rojiza, agrietada y escamosa, se desprende en plaquitas. Las ramillas jóvenes son rojizas, si bien al madurar se tornan grisáceas. Las hojas son persistentes, simples, alternas, lanceoladas, de color verde intenso, brillantes por el haz y mate por el envés, de 8-10 cm de largo por 3-4 de ancho y de margen serrado. Las flores son blancas o rosado-claras, aparecen en grupos colgantes al final del otoño o a comienzos del invierno y tienen forma de campanita cerrada. Los frutos al madurar tienen un aspecto granulado, carecen de piel, son carnosos, redondeados, de 2-3 cm, rojos o de naranja intenso en el exterior  y amarillo-anaranjados por dentro. En invierno se puede ver al madroño con flores y frutos maduros a la vez.

Es una planta propia de los bosques de hoja persistente del clima mediterráneo. Crece sobre todo asociada a los alcornocales, con los que comparte área de distribución en las zonas de sustrato ácido, si bien el madroño además se distribuye por los terrenos básicos. La encontramos desde el nivel del mar hasta los 1200 m, siempre que las heladas no sean excesivas. Aunque prefiere los suelos bien desarrollados y frescos, a veces aparece en terrenos pedregosos. Por otro lado, la protección que ofrece de su copa y la presencia de frutos en invierno, hacen del madroño una planta muy importante en los ecosistemas como refugio y alimento para la fauna.

La madera es densa, muy dura, de excelente calidad como leña y muy apropiada para hacer carbón vegetal. Sirve para tallar pequeñas piezas como cuencos y cubiertos; sin embargo no se usa mucho para tornear si no está bien seca porque tiende a retorcerse.

Las hojas y la corteza se han empleado como curtientes por su alto contenido en taninos; su raíz, para teñir de rojo, y en medicina para combatir diarreas  al tener propiedades astringentes, favorecer el tránsito de la orina, al tener diuréticas y limpiar, como desinfectante, las vías urinarias.

Además, a pesar de que crece lentamente, es una planta muy interesante desde el punto de vista ornamental por el colorido de sus hojas, flores y frutos. Asimismo se usa para restaurar los ecosistemas mediterráneos degradados y en los ramos de flor cortada por el verde lustroso de sus hojas. También se llaman madroños a las borlas ornamentales de los vestidos goyescos que se asemejan al fruto.

El uso más conocido del madroño se debe a sus frutos, que se pueden comer solos o bien elaborar con ellos compotas, vinagres y aguardientes, muy apreciados en Portugal, Extremadura, Asturias y Madrid. Recordemos que en el escudo de esta última ciudad figura el madroño junto a un oso.

El madroño aparece en los catálogos de flora amenazada o protegida de las comunidades de Castilla-La Mancha, Madrid, Murcia y Valencia, mientras que en Andalucía figura como una especie regulada para su explotación en los terrenos forestales privados.

Bibliografía

http://www.arbolapp.es

Naturalistras históricos en la Serranía de Ronda: Félix Haenseler

Andrés Rodríguez González Marzo 8th, 2019

Naturalistas históricos en la Serranía de Ronda: Félix Haenseler 

Félix Haenseler nació en el pueblo alemán de Durach, Baviera en diciembre de 1780, falleció en Málaga a los 61 años de edad.

Era hijo de Anna-Maria y Johann-Balthasar. En el instituto local estudió lenguas clásicas y humanidades, así como los principios básicos de ciencias naturales, física y química. Ingresó como soldado en el regimiento de suizos. Se estima que llega a Málaga sobre 1803. En 1808 ya conocía al botánico Simón de Rojas Clemente, que fue quien le orientó en sus estudios botánicos hasta lograr hacer de él un aventajado discípulo y después colaborador en sus estudios. Sus  primeros pasos en el mundo de la Botánica los dió en el  jardín del convento de San Felipe Neri, formación que completo con numerosas excursiones por la provincia

En 1811, durante la ocupación francesa de Málaga, Haenseler estableció un contacto que derivo en  amistad, con el nombrado por el ejército napoleónico, gobernador Málaga, el botánico Francisco Zea, que tenía a Clemente como secretario. Haenseler trabajaba en ese momento como oficial en la botica conocida popularmente como “de la Espartería”, propiedad de José Santaella, ubicada en la Puerta de Esparteros. Un trabajo que le permite ampliar sus conocimientos en historia natural y farmacia. Formación que se complementa con la ayuda de su hermano que dibuja sus estudios de peces.

A través de su correspondencia se sabe que en 1814 y 1815 colabora con el gran agrónomo D. Mariano Lagasca a quien consideraba “el mejor hombre que he conocido”. Lagasca le dedicó en 1816 el género Haenselera. Por esa correspondencia conocemos que su herbario personal ascendía a “unas 4.000 plantas”, incluyendo especies de gran parte de Europa y que sus conocimientos de idiomas le habían permitido traducir “una obra botánica del alemán”. A través de otra correspondencia, custodiada en el Archivo del Real Jardín Botánico de Madrid, datada entre enero de 1815 y octubre de1820, se ha constatado la estrecha colaboración que mantuvo con Lagasca en esas fechas. En esa correspondencia hacen referencia a  líquenes y a intercambios  mutuos de ejemplares botánicos como plantas, semillas, raíces tuberosas, bulbos y cereales. Haenseler también le comenta múltiples cuestiones de interés científico, como la marcha de sus estudios zoológicos y análisis de aguas de la región, sus herborizaciones del primer viaje por la Sierra Tejeda, libros sobre botánica disponibles en Málaga, además de información sobre diferentes colegas extranjeros con los que mantenía variados intercambios científicos entre ellos con  De Candolle, que fue maestro de botánica de Boissier.  Un hecho fundamental para el descubrimiento científico del pinsapo que comentaremos más adelante.

El interés de Haenseler por el análisis de las aguas minerales malagueñas se remonta al menos a 1815, cuando le comenta a Lagasca su retorno de Carratraca  y su interés por ampliar esos trabajos en los baños de Periana.

De 1817 data su primera publicación conocida: “Ensayo para un análisis de las aguas de Carratraca (Málaga), en diciembre de ese año le envia a Lagasca seis ejemplares de su trabajo. La obra termina con una relación de las plantas encontradas en las cercanías de esa localidad, un total de 37 fanerógamas y 26 criptógamas, incluyendo una nueva especie dedicada a su amigo Clemente a la que da el nombre de Linaria clemente. Según sus propias palabras “habita en la falda de la sierra encima de la iglesia”.

En ese año ya se había examinado en Madrid y era “licenciado y profesor de farmacia y botánica”. En 1817 falleció el farmacéutico titular de aquella botica malagueña donde trabajaba Félix Haenseler, el establecimiento fue heredado por la viuda y, tras la muerte temprana de ésta, a una pariente suya de nombre Antonia García con la que se casó Haenseler. Tras conseguir la ciudadanía española fue nombrado Subdelegado de farmacia para la provincia de Málaga y examinador de los candidatos a boticarios. Siguió con sus investigaciones sobre plantas y algas acompañado en éstas últimas por el investigador gaditano Cabrera.

Al año siguiente, entró en su botica como aprendiz, el joven Pablo Prolongo, que se convirtió en su discípulo y heredaría finalmente la mayor parte de su legado científico. Sigue en contacto con investigadores extranjeros a los que envia plantas, algas, líquenes, etc recolectados por él. Así Carl Agardh, investigador sueco de algas le dedicó una especie nueva localizada en uno de los ejemplares que Haenseler le había enviado y que el experto bautizó con el nombre de Conferva haenselerii.

La primera constancia de sus investigaciones zoológicas data de diciembre de 1814, cuando empezó a contar con la ayuda de su hermano como dibujante de peces del natural y taxidermista de aves. También es este campo intercambio información y ejemplares con expertos europeos. Fue ampliando su biblioteca zoológica, tarea muy complicada en aquellos tiempos. Sobre sus excursiones por el litoral malagueño quedó constancia en una de sus cartas a Lagasca: “Yo de mi parte no omito de colectar, particularmente de la mar he recogido cosas muy preciosas, de lo que le participaré a su tiempo de todo. La semana pasada dormí en una cueva a tres leguas de aquí en las orillas de la mar, y a media noche por poco me anegué, por fin no fue más que mojarme un poco”.

La ictiología marina fue su principal especialidad zoológica, en particular durante la primera etapa, antes de que su vida entrara en una fase crítica. A esa materia se dedicó durante mucho tiempo y, según Willkomm, consiguió “describir algunas especies nuevas”. Sus aportaciones en novedades de peces costeros, permitieron la temprana publicación, en 1817, del folleto anónimo “Lista de los peces del mar de Andalucía”, tras las investigaciones previas fruto de la colaboración con el citado Cabrera.

La correspondencia conservada de éste, con Clemente y Lagasca, demuestra el interés y preparación de Haenseler en esa especialidad. En 1820 reconocía tener suficiente bibliografía relativa a peces, aves e incluso cuadrúpedos, pero sus conocimientos en entomología eran bastante limitados. Con el fraile agustino Muñoz Capilla, que había estado de misionero en Filipinas, mantenía correspondencia desde años atrás, le escribía, en 1817, describiendo sus colecciones naturalísticas y actividades, e interesándose por la malacología filipina y los peces fluviales de Córdoba: “Ahora sí le estimaré mucho algunas de esas conchitas que Usted dice que posee de las islas Filipinas. Tengo una porción de estos mares, así como insectos, y trabajo ahora con especialidad en la ichtiología malacitana, para lo que he formado ya también una especie de tratado elemental por si acaso en tiempos más felices se puede dar a la luz. Tengo ya dibujados al natural una gran porción, y aun rellenos o preparados. Por esto desearía me dijera Usted que casta de peces se hallan en ese río [Guadalquivir], aunque no sean más que los nombres vulgares, porque al fin puede ser que se forme la ichtiologia bética”. En junio el agustino le había enviado una relación con descripciones de peces locales, Haenseler le ayudaba en la identificación taxonómica y le recomendaba bibliografía.

En los años 1825 y 1826, Cabrera hace referencia en su correspondencia a las investigaciones sobre peces de Haenseler, realizadas en a costa malagueña y gaditana.

Lamentablemente Haenseler sufrió una grave crisis personal, motivada por el alcoholismo que le llevó al abandono de sus investigaciones ictiológicas, botánicas y químicas; se le agrió el carácter y terminó cerrando su establecimiento farmacéutico en la capital. La dependencia alcohólica de Haenseler había comenzado al menos desde Un problema que había comenzado al menos desde finales de 1821. Vino acompañada de una grave penuria económica que le había llevado a vender parte de su biblioteca. Suponemos que trasladó entonces su residencia a Estepona, donde permaneció “cerca de nueve años”, según Boissier, y fue regente en una farmacia. En esa etapa de declive se centró en el estudio y traducción de libros técnicos, que finalmente no pudo publicar por falta de medios. De su estancia durante más de ocho años en Estepona procede el descubrimiento en estas montañas de un cuadrúpedo nuevo para Europa, el meloncillo (Viverra ichneumon).

A finales de 1826 había recuperado el interés por la “ictiografía malacitana”, como hemos visto, y otras investigaciones naturalísticas, a juzgar por dos cartas que envió a Clemente, contestando a sus preguntas sobre diferentes cuestiones y resumiéndole sus estudios realizados en las comarcas de la Serranía de Ronda y de la Axarquía (Sierras de Tejeda y Almijara, actual parque natural). Comenta recientes hallazgos petrográficos, mineralógicos y botánicos en el sector occidental, junto con nuevas descripciones relativas a la sierra de Tejeda y cercanías de Nerja. Sobre la capital únicamente aporta una rápida valoración sobre las experiencias locales de aclimatación de la cochinilla y su compromiso en visitar a dos conocidos de su maestro. Por último, varias noticias sobre naturalistas extranjeros: menciona el hallazgo del esqueleto de un gran reptil en Alhaurín, avisa de la presencia de la Stapelia hirsuta en cabo de Gata y comenta los libros de Agardh y De Candolle, que les citan a él y a Lagasca.

Félix Hänseler elabora un breve informe sobre los resultados de su análisis preliminar de la sal de la Laguna de Fuente de Piedra unas notas sobre curiosos ensayos de germinación de semillas de algunas especies.

El profesor de botánica Edmond C. Boissier (1810-1885), llamado De Candolle, con quien mantenía correspondencia Haenseler, aconsejó al descubridor científico del pinsapo, que se pusiera en contacto con nuestro personaje en Málaga. En la colección de Haenseler vio por primera vez ramas secas de pinsapo, por lo que redoblo el interés que traía en ver e identificar ese extraño árbol existente en la Serranía de Ronda. En agradecimiento a la sinformaciones recibidas, Boissier dedicó a Haenseler en 1838 un género de plantas y varias especies. Ese mismo año divulgó, por primera vez, sus investigaciones sobre el pinsapo malagueño, en una conferencia impartida en la Sociedad de Física de Ginebra  el día 15 de febrero de1838), un resumen se publicó rápidamente (Description d’une nouvelle espèce du Sapin du midi d’Espagne), con dos reimpresiones como Notice Abies Pinsapo. En los primeros párrafos reconocía internacionalmente que le debía a Hänseler (es el único de sus “amigos de Málaga” que citaba dicho año) la primera información contundente sobre la existencia del pinsapo. Se extiende en su gratitud hacia los malagueños en los dos tomos de su posterior Voyage botanique dans le midi de l’Espagne pendant l’année 1837; en el prefacio, fechado en abril de 1845, amplia el reconocimiento a sus colegas Haenseler y Prolongo; minimiza sensiblemente la información recibida localmente sobre el pinsapo, aunque reconoce que Prolongo le envió a su regreso a Suiza más información y, finalmente, al describir el pinsapo y presentar las artísticas láminas que ilustran la obra, confiesa la imprescindible ayuda de ambos en el asunto pendiente de las flores masculinas y femeninas, asunto que resolvieron en 1838 los colaboradores malagueños, Haenseler y Prolongo.

González Bueno en 2010 menciona la colaboración de Haenseler enviándole al ginebrino observaciones termométricas del período 1836-183987, e identifica a un tercer eficaz ayudante local del suizo: el canónigo malagueño Salvador López “que herborizó, en el Desierto de las Nieves, en las cercanías de Yunquera, los materiales que permitieron a Boissier describir su Senecio lopezii”.

Los últimos años de herborizaciones intensas de Haenseler fueron 1838 y 1839, que realizó en solitario o acompañado por Prolongo. Durante los últimos años de su vida se centró, principalmente, en la composición de un voluminoso manuscrito: “Nueva análisis de las aguas de Carratraca e indicación sucinta geo-orictognóstica de sus cercanías y de su flórula”.

Sus últimas investigaciones fueron auspiciadas por el médico de aquellos baños hasta que, en 1840, fue destinado a los de Alhama, esa situación junto con el empeoramiento de la salud de Haenseler le obligó a clausurar su farmacia y regresara a la capital malagueña. Fue acogido en la casa de Prolongo y permaneció a su cuidado, hasta que por agravarse su enfermedad le ingresó en el Hospital de la Caridad, donde falleció el día 12 de agosto de 1841. Una información discordante con el correspondiente certificado de defunción, que indicaba que fue al día siguiente cuando murió de parálisis (“perlesía”), no dejó testamento y fue enterrado seguidamente en el Campo Santo.

Durante esa fase terminal de su vida donó a Prolongo sus libros, manuscritos y herbario, aunque no los tenía en su poder. Tras su muerte el heredero buscó toda esa documentación científica. Encontró el herbario, en un lamentable estado, en el palomar de la casa de un familiar del difunto. Solo se localizaron una pequeña parte de sus manuscritos y libros,  desgraciadamente se había perdido la correspondencia personal con sus colegas españoles y extranjeros. Entre sus escritos salvados se encontraban: un manual de estequiometría, sus dos análisis inéditos de las aguas medicinales de Carratraca y de las fuentes de la Hedionda, y algunos otros textos breves.

Bibliografía

ALCOBENDAS, Miguel (1986): Personajes en su historia. 2.ª ed., Ed. Arguval, Málaga

CUEVAS, Cristóbal (2002): Diccionarios de escritores de Málaga y su provincia.1.ª ed., Ed. Castalia Bibliografía, Madrid.

GARCÍA DE LA LEÑA, CECILIO. Disertación en recomendación y defensa del famoso vino malagueño Pero-Ximen y modo de formarlo. Reimpresión de la edición de Málaga, Luis de Carreras, 1792. Palabras preliminares de Modesto Laza Palacios.

http://cementeriosanmiguel.malaga.eu/

http://dbe.rah.es/biografias/

http://www.fortunecity.es/metal/canje/112/nabusimake6.html

LAZA  PALACIOS, Modesto (1936): Algunas observaciones geobotánicas en la Serranía de Ronda”. Boletín de la Sociedad Española de Historia Natural. Tomo XXXVI

LAZA PALACIOS (1946) Estudios sobre la flora y la vegetación de las Sierras de Tejeda y Almijara.

LAZA PALACIOS, M. 1946. Estudios sobre la flora y la vegetación de las sierras de Tejeda y la Almijara. Anal. Inst. Bot. A.J. Cavanilles, 6(2): 217-370.

LAZA PALACIOS, MODESTO. El laboratorio de Celestina. Málaga. 1958.

PÉREZ-RUBIN, Juan (2012): El naturalista y farmacéutico germano-español Felix Haenseler Jeger (1780-1841) en la Málaga de su época. Acta Botánica Malacitana 37. 141-162

RICO VÁZQUEZ, Carmen. Modesto Laza Palacios. Revista Gibralfaro nº 72 Mayo-Junio 2011

FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA ABEJORRO ZAPADOR

Andrés Rodríguez González Marzo 7th, 2019

FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA

ABEJORRO ZAPADOR. Bombus terrestris

El nombre popular hace referencia a una palabra que designa un ruido sordo, un zumbido, una onomatopeya es decir una imitación o recreación del sonido de algo en el vocablo que se forma para significarlo, que se asocia al ruido producido por este insecto.

Este insecto himenoptero tiene un tamaño variable depende de si es macho o hembra y la época del año en la que nace. Suelen medir entre 12,5 mm a 22 mm. La reina mide de 20 a 22 mm, la obrera de 10 a 17 mm y el macho entre 14  o 15 mm.

Tiene un cuerpo negro con dos bandas de color amarillo dorado, una sobre la parte delantera y la otra sobre el segundo segmento del abdomen que termina en una especie de penacho de pelo blanquecino. Está recubierto de gran cantidad de pelo que le sirve para protegerse del frío y como efecto secundario sirve para transportar granos de polén que se adhieren a esos pelos, a veces se impregna de polen totalmente cuando recoge el néctar.

Posee una lengua muy larga para poder alcanzar el néctar de muchas flores. Dentro de los abejorros, el “terrestres” es considerado de lengua corta  a pesar de tener una medida de más de siete milímetros en las obreras

Las jóvenes reinas, nacidas y fecundadas el año anterior,  pueden observarse a comienzos de la primavera, después de abandonar su refugio casi siempre en los troncos de árboles, que les ha protegido del frío  durante el invierno. Lo primero que hacen es buscar un lugar para fundar su futura colonia, especialmente les agradan las guaridas subterráneas de roedores abandonadas. La reina solitaria comienza a construir pequeñas urnas de cera e irá almacenando allí polen y néctar recogido en el entorno. A continuación, pondrá los primeros huevos, que a partir de tercer  o cuarto día deberá alimentar, hasta la cuarta o quinta semana cuando definitivamente estén desarrollados.

Los primeros abejorros en nacer serán hembras pequeñas y muy activas que ayudarán a su reina a criar a sus nuevas hermanas y proteger el nido. Las más jóvenes y de menor tamaño junto con las viejas permanecerán en el nido, el resto saldrán a por néctar y polen. Cuando necesitan polen para alimentarse, lo recogen en los cestillos de sus patas traseras para llevarlo hasta su colmena.

En pleno verano, con la colonia con un alto número de abejorros, la reina empieza a poner  huevos no fecundados, de donde saldrán los machos y huevos fecundados que darán lugar a hembras sexuadas, que se convertirán en las futuras reinas del próximo año, y que procederán a aparearse antes de comenzar el frío.

A comienzos del otoño sólo quedarán las reinas más vigorosas. La colonia y el resto de individuos mueren en el invierno.

Los abejorros son mucho menos agresivos que las avispas o las abejas. Pueden picar si se les provoca o se sienten atacados, sólo las hembras, ya que los machos carecen de agujón.

Sus colonias pueden llegar a los 500 individuos en su máximo esplendor, esto es, en verano.

Es un gran polinizador en la Naturaleza hasta el punto que es utilizado con el fin de polinizar las plantas de los invernaderos. Su población, como la de las abejas esta  en declive.

Bibliografia

www.abejapedia.com

FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA MARIPOSA OLMERA

Andrés Rodríguez González Marzo 6th, 2019

FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA

MARIPOSA OLMERA Nymphalis polycloros

Es una mariposa diurna. El nombre común de esta especie se debe a que es considerada una plaga del olmo.

Se distribuye por la Cuenca mediterránea al sur de Europa y norte de África; en el sur de Escandinavia y este hasta el Mar Caspio y la cordillera del Himalaya.

La olmera tiene una envergadura de 68-72 mm en los machos y de 72-75 milímetros en las hembras. Estas mariposas medianas a grandes tienen alas de color naranja a rojo con manchas negras y amarillas y un borde marrón oscuro. El borde oscuro de las alas traseras está decorado con lúnulas de color azul oscuro. La parte inferior de las alas es de color marrón grisáceo. No hay dimorfismo sexual es decir son iguales el macho y la hembra.

Se encuentra principalmente en zonas boscosas, especialmente en aquellos que contienen sauces cuyas flores proporcionan néctar para los adultos en la primavera.

La especie sólo tiene una generación al año, las que surgen en julio y agosto buscan fuentes ricas en azúcar de las que alimentarse como la savia de los árboles y la fruta en fermentación. Este año con las temperaturas tan elevadas se la ha visto volar desde finales de febrero aunque en condiciones normales suele volar desde la primavera hasta mediados de agosto.

Las hembras ponen sus huevos alrededor de las ramas superiores de los árboles de olmos, sauces, perales, majuelos y álamos.

El insecto adulto pasa el invierno en lugares secos y oscuros, como árboles huecos o edificios. A finales de febrero o principios de marzo las mariposas empiezan a salir al exterior y se aparean.

Las orugas son gregarias, muchas son depredadas por las aves. La larva produce una faja de seda alrededor de una ramita más abajo del árbol y cuelga de ella por medio de ganchos en su extremo posterior, hace un capullo para transformarse en una crisálida que es de color marrón grisáceo con un ligero brillo plateado. Después sufre una metamorfosis y se transforma en insecto adulto.

Los machos esperan a las hembras en los claros y márgenes de los bosques, donde defienden su territorio.

 

Bibliografia.

https://mariposass.com

FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA TRICOPTEROS.

Andrés Rodríguez González Marzo 6th, 2019

FAUNA DE LA SERRANIA DE RONDA

TRICOPTEROS.

Estos insectos no solo la llevan a cuestas, sino que además la fabrican ellos mismos, por eso se les suele llamar insectos arquitectos.

Los tricópteros, también conocidos como frigáneas, son un grupo de insectos que técnicamente se denomina (Orden Trichoptera) muy poco conocido, excepto para aquellos que se dediquen a la pesca, debido a que sus larvas se utilizan habitualmente como cebo. Cuando son adultos son voladores, parecidos a las mariposas nocturnas, de hecho muchos profanos las confunden con ellas ya que morfológicamente se parecen, también en las mismas tonalidades parduzcas de su colorido, pero las larvas y las pupas suelen ser acuáticas.

Las larvas suelen presentar un abdomen blando que protegen fabricándose una estructura que popularmente se denomina “casa” o “estuche” con los materiales que hay a su alrededor, uniéndolos y fijándolos mediante una seda pegajosa. De hecho, cada especie emplea sus materiales favoritos para la construcción del estuche, que va desde granos de arena, fragmentos vegetales e incluso conchas de moluscos, siendo posible reconocer a cada especie por la morfología y materiales del estuche. En muchas ocasiones se integran tan bien con el entorno que son perfectos para el camuflaje, siendo bastante difícil encontrarlos.

Los estuches están siempre abiertos por ambos extremos, aunque la abertura posterior suele ser muy pequeña, incluso inapreciable. Por la abertura delantera asoman la cabeza y las patas, lo que permite a la larva desplazarse en busca de alimento, mientras que dos ganchos situados en el extremo final del abdomen fijan el estuche para asegurar que el animal y su casa viajen siempre juntos. Al tener al final del estuche una pequeña apertura y con los movimientos de la larva en su interior, provocan la creación de una corriente de agua que le permite obtener una provisión constante de oxígeno, ese gas vital lo extraen mediante las branquias que tiene situadas por todo el cuerpo.

Las larvas de tricópteros sirven como alimento tanto a peces, por ejemplo a la trucha, como a distintas aves, que las ingieren con estuche incluido, por lo que algunas especies añaden a su estuche algunas ramitas para evitar ser una presa sencilla, obteniendo una mayor supervivencia frente a especies que no lo hacen. Habitan tanto en aguas rápidas como de corriente lenta, presentando en general una cierta exigencia desde un punto de ecológico, por lo que desde siempre se han considerado indicadores de buena calidad. Es decir, que las aguas en las que viven los tricopteros son aguas con bastante calidad.

La foto es de Carlos Javier Ponce a quien agradezco me haya permitido usarla.

Bibliografía

www.ecogestos.com

PLANTAS DE LA SERRANIÍA DE RONDA. Olivillo

Andrés Rodríguez González Febrero 27th, 2019

PLANTAS DE LA SERRANÍA DE RONDA.

Olivillo. Phillyrea angustifolia

También llamada Olivilla y labiérnago blanco.

El nombre del género, Phillyrea, deriva del griego y era la denominación que recibía una planta de hojas muy parecidas a las del olivo; el epíteto específico, angustifolia, hace referencia a sus hojas particularmente estrechas.

Es un arbusto o pequeño arbolillo que siempre se mantiene verde y puede llegar a tener hasta de 5 m de altura. Presenta un porte abierto y denso, con ramas delgadas, más o menos erectas y en general flexibles. Su tronco es corto, al ramificarse pronto, hace que la copa tienda a estar a poca altura del suelo. La corteza es más o menos lisa y de un color pardo grisáceo que se va oscureciendo cuando el ejemplar se hace adulto. Tiene hojas simples, opuestas, lanceoladas, habitualmente tres veces más largas que anchas, de 3-8 cm de longitud por hasta 1 cm de anchura, casi sin rabillo y en general con el margen entero o con apenas algunos dientecitos muy espaciados, son de cierta consistencia, verdes por el haz y más pálidas por el envés. Esta especie es ‛dioica’, por lo tanto, presenta individuos con flores hermafroditas y otros cuyas flores son aparentemente hermafroditas pero que solo funcionan como masculinas (androdioica). Las flores, diminutas y muy perfumadas, nacen en primavera en cortos ramilletes junto a la base de los rabillos de las hojas. Cada una consta de 4 pétalos blanco verdosos que están soldados en la base para formar un tubo muy corto. En general, el aspecto del labiérnago recuerda al del acebuche o al del olivo; sin embargo, difiere claramente de estos por sus pequeños frutos carnosos (llamados técnicamente drupas), de menos de 1 cm, de color negro azulado en la madurez y con una forma redondita al principio que luego se vuelve algo picuda en su ápice. Cada fruto contiene un huesecillo.

Vive en zonas boscosas y de matorral donde no haga mucho frío, el labiérnago tolera bien las altas temperaturas estivales o la sequía, pero muy mal el frío. Es relativamente escaso en la Serranía por esa causa. Es indiferente al tipo de suelo y puede vivir en terrenos de arenosos a arcillosos, así como en sustratos pobres en nutrientes y materia orgánica.

Es una especie propia del matorral mediterráneo. Por su agradable y persistente follaje de color verde intenso, habitualmente se cultiva como planta ornamental. Como aguanta bien la poda, con ella se pueden formar setos. Por otro lado, debido a su resistencia al estrés hídrico, se considera una especie particularmente interesante para repoblar lugares muy expuestos al sol y para su introducción en zonas degradadas.

Su madera tiene fama de ser algo quebradiza, por lo que no es apreciada en carpintería. Sin embargo, es bastante buena como leña, pues produce una llama muy activa, y también da un excelente carbón.

La corteza del labiérnago se ha empleado para curtir cueros por su contenido en taninos, mientras que sus hojas servían antiguamente para teñir el cabello.

Antes se han utilizado las hojas y los frutos en infusión por sus propiedades astringentes y refrigerantes, así como para mitigar úlceras e inflamaciones bucales. También parece tener propiedades diuréticas y que se ha empleado contra las fiebres intermitentes. Asimismo, las flores se han utilizado para hacer cataplasmas contra el dolor de cabeza.

Los frutos son dispersados principalmente por aves frugívoras, como las ‛currucas’, y secundariamente son transportados por hormigas. Las aves tienen una doble misión: transportar las semillas y aumentar su capacidad germinativa. Para la segunda función, el paso por su aparato digestivo es primordial dado que los ácidos gástricos actúan reduciendo el grosor de las duras cubiertas de las semillas. Una vez expulsadas, estas tienen una mayor permeabilidad y germinan mejor.

Es una buena planta melífera, ya que produce un néctar muy atractivo para las abejas, aunque no se conoce ninguna miel monofloral de labiérnago.

Bibliografía

http://www.arbolappcanarias.es

PLANTAS DE LA SERRANÍA: MANDRÁGORA

Andrés Rodríguez González Febrero 26th, 2019

PLANTAS DE LA SERRANÍA

MANDRÁGORA (Mandragora atumnalis). La planta de las brujas.

La mandrágora es una planta que contiene una sustancia activa muy potente, la atropina.  Administrada en pequeñas dosis adormece, pero por el contrario, en grandes dosis, es un estimulante muy potente que provoca alucinaciones, quizá por eso en la Edad Media se decía que era una planta que “adormece el primer día y vuelve loco el segundo”.

La mandrágora pertenece a la familia de las solanáceas, es decir, está emparentada con la patata, la belladona, la belladona andaluza y el tomate. Crece en zonas boscosas húmedas cerca de ríos y arroyos. Su raíz es gruesa, larga, generalmente dividida en dos o tres ramificaciones de color blanquecino que se extienden por el suelo, sus hojas son de un tono verde oscuro, sus flores son blancas, ligeramente teñidas de púrpura. El fruto es parecido a una manzana pequeña y exhala un olor fétido.

Su forma parecida a nuestro cuerpo casi humana ha hecho de la mandrágora una planta muy usada por las brujas y temida por distintas civilizaciones. Es, junto con el muérdago, la planta mágica más conocida y utilizada de todos los tiempos.

Se trata de una planta altamente tóxica, algo que la relaciona con sus usos mágicos y como anestésico. Puede llegar a provocar la muerte si es ingerida directamente, y tiene actividad a través de la piel, por lo que es poco prudente manipular sus hojas, frutos y, sobre todo, sus raíces. Entre los síntomas de intoxicación por mandrágora se han documentado mareos, dificultades para respirar y bradicardia. Su cultivo es peligroso, pero al tener flores muy bonitas y vistosas, alguien que no conozca sus peligros y por su valor ornamental muy alto, puede animarse a cultivarla lo que resulta del todo desaconsejado

Las propiedades medicinales de la mandrágora existen, y están vinculadas al campo de la anestesiología. SU USO SIEMPRE DEBE HACERSE BAJO LA SUPERVISIÓN DE UN ESPECIALISTA. Entre las propiedades ayudar a provocar el vómito, calmar dolores bucales y provocados por golpes en articulaciones, disminución de los dolores causados por fracturas de huesos y eliminación parcial de dolores de cabeza y migrañas.

En la antigüedad era la planta de las brujas y hechiceros por excelencia. Sus utilidades eran muchas y variopintas, por ejemplo se utilizaba para espantar a los animales salvajes por lo se plantaba alrededor de las casas, también a los malos espíritus o para realizar ritos amorosos. Se decía que era una raíz que adoptaba forma humana y gritaba ates de ser arrancada, por ello los buscadores de mandrágora se tapaban los oídos con cera. La raíz de la mandrágora suele ramificarse en dos por lo que sus raíces parecen piernas. Su flor es blanca y morada y su fruto es como una manzanita que huele muy mal al abrirse. La mandrágora también era utilizada para tratar la infertilidad, también se conocía como la planta que podía convertir cualquier cosa en invisible y ayudaba a encontrar tesoros. Por estas creencias populares, una sola raíz de mandrágora costaba el sueldo de un año a cualquier campesino en la Edad Media.

Posiblemente, es la forma humana de sus raíces lo que ha hecho que pueblos a lo largo y ancho del planeta hayan otorgado a esta planta distintas propiedades mágicas, convirtiéndola en remedio para enfermedades, invocadora de magias y en un potente afrodisíaco. Multitud de leyendas se han formulado en torno a la mandrágora, las más importantes están relacionadas con su origen y con la forma de la raíz.

Su fama es casi tan antigua como la humanidad misma, ya desde la Grecia clásica la mandrágora era ampliamente utilizada y se le conocía con el nombre de planta de Circe, en honor a la famosa diosa y hechicera del mismo nombre a quien Homero inmortalizara en su famosa Odisea. Según la tradición oral, esta planta era vista como símbolo de prosperidad y buena fortuna. Hipócrates describió sus raíces y Dioscórides la incluye en su libro más famoso, “De Materia Medica”.

Los antiguos pobladores de África y también en algunos poblados de Asia se creían que tenía propiedades curativas y por ello la utilizaban para lavarse las manos y los pies. Es aquí donde la fama de la mandrágora se enlaza con la tradición judaica, donde la raíz de esta planta era utilizada como un potente fertilizante. En el Antiguo Testamento Raquel, esposa de Jacob, que era estéril, se quedó embarazada tras tomar una infusión de mandrágora.

De hecho, para la tradición rabínica la mandrágora crecía al pie del árbol del Edén, por lo que muchos la han identificado con el esperma, argumentando que sus virtudes maravillosas virtudes procedían del hecho de ser el producto vivo de donde salió Adán. Durante la Edad Media se extendió la tradición de que la mandrágora nacía del esperma de los ahorcados de donde es muy probable que se le otorgaran sus atributos afrodisíacos. También en esta época, se la consideró el mejor de los medicamentos.

Se aplicaba en forma de cataplasma o se tomaba en caldo, o se hacía al enfermo sostenerla con la mano derecha. Decía que curaba la languidez, la jaqueca y los dolores de cuello. Santa Hildegarda de Bingen (alemana conocida también como Sibila del Rin) detalló sus virtudes en el siglo XII diciendo de la mandrágora que tomada con vino ahuyentaba la melancolía del alma, y que su infusión reanimaba a aquellos que sufrían nauseas.

Será también en la Edad Media donde esta planta pase de convertirse en medicinal a darse por una planta maldita vinculada a rituales, brujas y hechiceros. La mandrágora contenía el alma de los desesperados y quien la poseía podía escapar a los atentados y volverse invisible. Indicaba también dónde estaban ocultos los tesoros, fecundaba a las vacas y les daba doble leche. Y si se cuidaba durante siete años después de arrancarla se decía que se transformaba en un niño real tras un extraño y complejo ritual.

Uno de los casos más conocidos que alentaba la relación entre brujería y mandrágora ocurrió durante el juicio de Juana de Arco. Durante el proceso de Ruan en el que se puso en duda la validez de la capacidad visionaria de la Dama de Orleans, los jueces la acusaron de llevar oculta entre sus ropas una raíz de mandrágora, un ser demoníaco del que obtenía su maravilloso poder de adivinación y su don de mando, pues según las leyendas, si la raíz de mandrágora se mantenía en casa bien cobijada con paños de seda o lino y si era apropiadamente cuidada y alimentada movería su pequeña cabeza para afirmar o negar a las preguntas que se le hicieran. Estas declaraciones fueron cruciales en la sentencia de muerte de la joven heroína francesa.

Maquiavelo escribió una comedia en el renacimiento, en la que hacía parodia de las creencias populares que daban a esta planta un poder tan mágico. La obra se llamaba precisamente La Mandrágora, trataba de una pareja que no podía tener hijos.

Dos películas recientes en las que ha tomado protagonismos la mandrágora son Harry Potter y El laberinto del Fauno. En ambas, la raíz de la planta aparece vinculada a la magia, y su grito es presentado como uno de los sonidos más agudos y desagradables del mundo.

Bibliografía

http://elherbolario.com

http://espores.org

LOS GORRIONES ESTÁN DESAPARECIENDO.

Andrés Rodríguez González Febrero 22nd, 2019

LOS GORRIONES ESTÁN DESAPARECIENDO.

Todos nos hemos dado cuenta que En los campos, los pueblos y las ciudades de España viven en la actualidad menos gorriones que antes. La situación de los gorriones es peor a nivel Europeo. Diversos estudios científicos han alertado durante los últimos años del descenso de las poblaciones de gorriones en diversas zonas del planeta, en especial en algunas áreas urbanas y grandes ciudades

Según los expertos en los últimos años han muerto en Europa unos 25 millones de gorriones. La caída en nuestro país, según los datos del  programa SACRE de SEO (Sociedad Ornitológica Española) de 2017,  es de un 12,5%.

El gorrión (especialmente el común) es un pájaro muy adaptado a vivir con los humanos y precisamente esa increíble adaptación está siendo la causa de su desaparición.

A los gorriones les afecta el exceso de contaminación atmosférica y la escasez de espacios verdes donde alimentarse equilibradamente. Según los datos elaborados por SEO sobre su estado, los gorriones sufren anemia, malnutrición y un funcionamiento deficitario de sus sistemas de defensa, según Juan Carlos del Moral, coordinador del Área de Ciencia Ciudadana de SEO.

En nuestro entorno viven cinco especies de gorriones; tanto el gorrión común como el gorrión molinero, (una especie de pequeño tamaño y aspecto más delicado), guardan una estrecha relación con la actividad humana, hasta el punto de que anidan en edificios y otras construcciones. Con la pérdida de personas que vive el campo y el medio rural a causa de la intensificación agraria, estas aves siguen el mismo camino que el hombre, lo abandonan también aunque hay otros factores que están contribuyendo a su declive. Otra de las causas es el uso de pesticidas y la utilización de productos químicos… En la ciudad, se suman cuestiones como la escasez y la poca calidad del alimento, la contaminación atmosférica, la ausencia de lugares de nidificación, el ruido ambiental y la competencia de especies invasoras

Otras dos especies de gorriones, el chillón y el moruno han aumentado su número desde 1998 al expandirse por diferentes zonas de la península. En ambos casos, su dependencia de la actividad humana es menor.

La última de las cinco especies de gorriones que habitan la península ibérica es el gorrión alpino, propio de cumbres montañosas donde abunda la nieve. De todos, es el que se verá más afectado por el progresivo calentamiento del planeta debido al cambio climático.

En una entrevista en el periódico La Vanguardia se hace referencia a una investigación difundida a través de la revista Frontiers in Ecology (edición electrónica de septiembre de 2017) por expertos de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) apunta que la desaparición de los gorriones en las grandes ciudades puede estar motivado por los efectos tóxicos de la contaminación atmosférica y una dieta poco saludable. En concreto, los autores han comprobado que estos factores ambientales adversos provocan un estrés oxidativo que reduce la esperanza de vida de estas aves; una amenaza que probablemente también puede compararse a la que afrontan las personas que viven en las ciudades.

”Encontramos que los gorriones que viven en la ciudad están sufriendo más estrés que los que viven en el campo y vinculamos esto con las diferencias en la calidad del aire y la dieta”, ha indicado Amparo Herrera-Dueñas, investigadora de la Facultad de Biología de la UCM y autora principal del estudio.

Las condiciones ambientales de la mayor parte de ciudades es especialmente adversa para las aves durante la temporada de cría, cuando las hembras deben hacer frente al doble reto de combatir los efectos tóxicos de la contaminación y poner huevos saludables, teniendo como base una mala alimentación, ha explicado Amparo en declaraciones recogidas por el portal especializado en información científica Phys.org

Lo que es evidente es que si nuestras ciudades no son saludables para las aves, debemos preocuparnos también como ciudadanos, porque estamos expuestos a los mismos estresores ambientales que los gorriones urbanos, concluye la investigadora Herrera-Dueñas.

Para conocer el estado de salud de los gorriones urbanos, suburbanos y rurales, el equipo liderado por Herrera-Dueñas ha analizado la sangre de cientos de gorriones de áreas rurales, suburbanas y urbanas en diversas zonas de España.

”Los contaminantes del aire o una dieta poco saludable pueden favorecer la formación de radicales libres, moléculas que son el subproducto de un cuerpo que funciona normalmente, por lo que nuestras células han desarrollado un mecanismo para contrarrestarlas; sin embargo, bajo condiciones exigentes, puede superar estas defensas antioxidantes, causando estrés oxidativo”, indica l autora principal del estudio. La presencia de radicales libres puede acelerar el envejecimiento de las células y, por tanto, provocar enfermedades y reducir la esperanza de vida. En seres humanos, la presencia de radicales libres se ha relacionado con enfermedades respiratorias, como el asma, así como los trastornos cardiovasculares y el cáncer, recuerda Herrera- Dueñas.

Los investigadores encontraron que los gorriones urbanos sufrieron mayores niveles de daño de radicales libres en comparación con las aves rurales. Además, las muestras de sangre revelaron que los gorriones de la ciudad estaban tratando de luchar contra estas moléculas perjudiciales, pero, en comparación con sus contrapartes rurales, sus defensas naturales tenían una menor capacidad para hacerlo.

”Durante este proyecto, hemos observado que la temporada de cría es particularmente difícil para los gorriones adultos, pero desafortunadamente, no tenemos información sobre el estado de salud de las crías”, indica la profesora Herrera-Dueñas a la espera de nuevos estudios que permitan conocer también la salud de los polluelos y los efectos a largo plazo de la contaminación y la mala alimentación.

Bibliografía

https://www.seo.org

https://www.lavanguardia.com

PLANTAS DE LA SERRANIA DE RONDA: Ajo porro, ajoporro, puerro

Andrés Rodríguez González Febrero 18th, 2019

PLANTAS DE LA SERRANIA DE RONDA

Ajo porro, ajoporro, puerro Allium porrum

El puerro, ajo porro o ajoporro, es una planta que pertenece a la amplia familia de las liliáceas que tiene unas 3500 especies que la aproximadamente. Dentro de esta, se destaca el género Allium, al cual pertenecen hortalizas muy conocidas y apreciadas como la cebolla, el ajo, el cebollino y el puerro.

Su origen es incierto, pero se cree que procede de regiones de Europa y Asia oriental. Era empleada por hebreos, babilonios, y egipcios, hace unos 5.000 años. Posteriormente los romanos extendieron su uso por todo el imperio.

Actualmente, las regiones españolas donde más se cultiva el puerro son Navarra, La Rioja y el País Vasco.

En la naturaleza una planta bianual que presenta nuemerosos bulbillos blancos, pero su cultivo se hace de forma anual. En el segundo año se da la producción de las inflorescencias tipo umbelas, de color blanco o rosado.

Al igual que en otras plantas de este género, la cosecha es en fase vegetativa, es decir, no dejamos que llegue a la floración.

El principal componente del ajo porro es el agua, con un 87% de su peso total. Contiene además 45 Kcal de energía, 7,5g de carbohidratos, 0,5 g de grasas, 2g de proteína y 3g de fibra.

Los contenidos de minerales no son nada despreciables, especialmente de potasio, calcio y fósforo. Aunque, dichos contenidos pueden variar dependiendo del sistema de cultivo y la fertilización que se realice. Sin embargo, se pueden encontrar valores de 300mg de Potasio, 60mg de calcio, 45mg de fósforo, 25mg de sodio, 10mg de yodo, 20mg de magnesio y 1mg de hierro. Todo esto, en una ración de 100g de puerro fresco.

Además, los puerros pueden contener 20mg de Vitamina C, folatos, tiamina, riboflavina, vitamina B6, vitamina A y vitamina E.

Gracias a sus excelentes contenidos de minerales y otros componentes, el consumo de ajo porro, especialmente del bulbo y de las hojas de puerro, reporta muchos beneficios para nuestra salud.

Se recomienda el consumo en personas que sufren de hipertensión, ya que ayuda a regular la presión arterial. También, posee propiedades diuréticas y digestivas, por eso, es bueno que se consuma si se sufre de retención de líquidos. Además, si sufres del colesterol debes consumir el bulbo, ya que el mismo posee propiedades hipocolesterolemiantes; es decir, que reduce el colesterol.

Ahora bien, fuera de todas sus propiedades medicinales, uno de sus atributos más apreciados es su singularidad desde el punto de vista gastronómico. El puerro es una hierba única, con un sabor fuerte y un olor muy particular que combina muy bien con aves, carnes, sopas, vegetales y granos.

Bibliografía

https://plantamus.com

NATURALISTAS EN LA SERRANÍA DE RONDA. Capítulo XIV. Francisco Molina. Frasquito el guarda “El guarda del pinsapar de la Sierra de las Nieves”.

Andrés Rodríguez González Febrero 14th, 2019

NATURALISTAS EN LA SERRANÍA DE RONDA.

Francisco Molina. Frasquito el guarda

“El  guarda del pinsapar de la Sierra de las Nieves”.

Promovido y organizado por la Asociación Senderista Pasos Largos, el seis de marzo 1997 se realizó un homenaje a Francisco Molina, popularmente conocido como Frasquito el guarda, un personaje fundamental en la conservación del pinsapar de los Montes de Propios de la Sierra de La Nieve, núcleo matriz del Parque Natural Sierra de Las Nieves.

¿Quien fue nuestro personaje?

“…Después de unas lomas entre 1.200 y 1.300 m. alt. y ya en la Sierra de La Nieve, entramos en la consocietas de Abies pinsapo casi tocando con la casita de Molina y choza, situadas junto a la fuente del Pinar. Aquí tiene Frasquito el entusiasta guardador del pinsapar un reducido albergue que él se ha construido para protegerse de las  inclemencias de la Naturaleza durante el desempeño de su misión (Depende de Guardería Forestal del Cuerpo de Montes. Hace ya tiempo que una sociedad y elementos culturales de Málaga se interesan por que el pinsapar sea declarado Parque Nacional. Pero nada se ha conseguido todavía).

Es Francisco un hombre franco, cordial y entendido, muy amante de sus pinsapos como admirador de su mérito; nos atendió admirablemente y debo advertir que no hay necesidad de recomendación para ello, pues le basta saber que uno se interesa por los pinsapos para que le sirva y atienda y le colme de atenciones. Molina conocía muy bien a Gros a quien había acompañado años atrás en la búsqueda de Atropa baetica por estas sierras…”.

Con estas palabras describía José Cuatrecasas en 1930 su encuentro con Frasquito Molina,  nuestro personaje,  en un artículo titulado  “Una visita al pinsapar de Sierra de la Nieve”,  publicado en el Butleti del Institució Catalana d´Historia Natural, 2ª serie; Barcelona.

Otros autores y viajeros también conocieron y estimaron la compañía de Frasquito.

En Mayo de 1.917 Fernando de los Ríos hizo una excursión de Málaga a Ronda con su amigo Pablo de Azcarate quien tuvo el acierto de tomar notas detalladas del itinerario, notas  que  fueron  publicadas  en  la revista Javega en 1.981. El autor hace una pequeña introducción en la que entre otras cosas dice:  “Hace algún tiempo encontré entre mis papeles  un  viejo cuaderno con mis notas sobre la excursión que hice  acompañando a Fernando de los Ríos en el mes de Mayo de 1.917, por lo que estoy tentado a llamar “su” Serranía de Ronda; tal era la emoción y el amor con que contemplaba aquellas lomas y barrancos y conversaba con aquellos solemnes y sentenciosos campesinos”.

El relato contiene  jugosos contenidos, desde la descripción de las tres horas de camino que tardaron entre Fuengirola y Marbella o el resumen detallado del presupuesto anual de Parauta (12.560 pts).

Tomamos textualmente la descripción de la subida al Torrecilla que realizaron el día 27 de Mayo. Dice así: “Excursión a la sierra de Tolox para subir a la Torrecilla, lo más alto de la Serranía: 1.918 metros (según Orueta), y a la vuelta ver el pinsapal. Salimos del cortijo a las siete de la mañana; es necesario llevar un buen guía; los caminos son terribles; no viéndolo no se creería que por ellos se pueda ir a caballo. Desde el primer alto intentamos ver cabras monteses sin conseguirlo. Después, a la izquierda vista de  Ronda. Se atraviesan una especie de hoyas que recuerdan a los puertos de Peña Ubiña en la montaña de León. Por allí encontramos al guarda del pinsapar, un viejo muy templado y famoso que nos acompañó todo el día, y algún pastor de los rebaños de ovejas que por allí abundan”.

Efectivamente Frasquito era un entusiasta guarda del pinsapar, estimado por los botánicos por su amabilidad, atención, dedicación y entendimiento del tema; pero también por la gente del pueblo en Ronda. Según cuentan sus familiares más directos, dos ancianos sobrinos José y Miguel Molina González, Frasquito recogía leña para traerla al asilo de ancianos de Ronda, ciudad en la que vivía (Calle Real 11) y donde bajaba una vez a la semana.

Frasquito Molina García tenía 11 hermanos, él hacía el cuarto de mayor edad, estuvo de guarda unos 50 años sí contamos los anteriores y posteriores a la Guerra Civil. Con su caballo de nombre “Picuo” y su perro setter ingles llamado “Yanqui” cuidaba el pinsapar bajo las ordenes del ingeniero jefe D. Eladio Caro. Persona querida y respetada por todos desde  los bandoleros Flores Arrocha y Pasos Largos con los que convivió en la zona, los botánicos y viajeros que pasaron por el pinsapar de Ronda y la gente del pueblo llano, buena prueba de ello es que lo mantuvieron en su puesto una vez superado el terrible drama de la Guerra Civil española.

Aún se conserva la “Fuente  de Molina” (fuente del Pinar), junto a la que tenía la choza; en un enorme pinsapo seco se construyó un asiento a modo de mirador y las raíces descarnadas de otro servían para  casa a su perro “Yanqui”. La fuente no está lejos del actual refugio de Quejigales, junto al camino que conduce al pinsapar de la “cañada de Las Animas”.

Un hermano de Frasquito, de nombre Cristóbal, fue el primer guarda de la Alameda de Ronda, a éste le siguió en el cargo su hijo.

Gracias a la amabilidad de sus dos sobrinos, nonagenarios pero con buena memoria y salud, hemos podido recopilar algunos de  estos datos. Desde aquí nuestro agradecimiento.

Las fotos antiguas las ha cedido para su publicación Rafael Flores, a quien agradezco el detalle. También que me haya permitido usar el texto anterior que elaboramos los dos y utilizamos como memoria informativa para pedir a la Delegación Provincial de Medio Ambiente la realización de un homenaje y colocación de una placa conmemorativa a Francisco Molina.

Bibliografía

CUATRECASAS ARUMI, JOSEP, “Una vista al Pinsapar de la Sierra de La Nieve”, Butleti Institucío Catalana d´Historia Natural 2ª Serie 10,  1930, Pp. 65- 67.

FLORES DOMINGUEZ, RAFAEL y RODRIGUEZ GONZALEZ ANDRÉS, La Sierra de las Nieves. Guía del Excursionista, Ronda, Editorial La Serranía, 2005.

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