La Comarca: Embalse de Montejaque

Andrés Rodríguez González Enero 6th, 2010

Comarca La Serranía de Ronda:
El Embalse de Montejaque
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La Serranía de Ronda fue denominada como “País de contrastes” por el geólogo Durr. Efectivamente, es muy difícil encontrar en el mundo unas diferencias de paisajes tan evidentes en una comarca tan relativamente pequeña como La Serranía.
En muy pocos metros pasamos de paisajes calizos como el Almola al incomparable Valle del Genal que alberga lo poco que queda de terrenos existentes de antes del plegamimiento alpino. De terrenos muy semejantes a los del Campo de Gibraltar como los Llanos de Libar a las extraordinarias rocas Peridotitas de la carretera de Ronda a S. Pedro, rocas éstas de las que se cree está formado el Manto de la Tierra. De climas de alta montaña como en la cima del Torrecilla a otros típicamente mediterráneos que permiten el cultivo de naranjas como en los alrededores de Gaucin, de vegetación del Terciario en los bosques de La Sauceda a los encinares de la Meseta de Ronda.
En ese juego de contrastes, en pocos días hemos pasado de un mes de noviembre con la menor precipitación de los últimos 30 años a un diciembre donde ha llovido casi tanto como lo que cae en un año hidrológico en la Serranía.

Los embalses se hacen para acumular agua y sólo en un “Pais de Constrastes” podemos encontrar un Embalse que no sirve para su función, ni ha servido nunca ya que se le escapa toda el agua que acumula, no es que “tenga alguna fisurilla”, es que se construyó encima de un tipo de rocas que se comporta como una enorme esponja por la cantidad de grietas que presenta y, claro, se le escapa rápidamente toda el agua que acumula en épocas de grandes lluvias. Es el Embalse de Montejaque o de Los Caballeros. Vamos a visitarlo.

Si tomamos la carretera que de Ronda se dirige hacia Sevilla, antes del Puerto de Montejaque y antes también de llegar al cruce de Grazalema, nada más salir de las estrechuras del Hondón, parte una carretera por la izquierda que se dirige al pueblo de Montejaque, circulamos entre alcornoques hasta llegar a un pequeño valle cultivado, abandonamos la carretera cuando encontramos a nuestra derecha un carril empedrado que, en descenso, nos deja junto a las ruinas de unas casas que fueron las oficinas de la empresa constructora del Embalse de Los Caballeros, también llamado de Montejaque. Muy cerca, al empezar rodear un cerro, se abre ante nosotros la espectacularidad del Embalse, que como por milagro, se ancla al increíble Cerro Tavizna partido en dos por la fuerza del río Gaduares.
La idea de construir una presa en la zona de Hundidero surge en los primeros años del siglo XX, unos geólogos, como Gavala y Laborde, están a favor y otros como el portugués Fleury, en contra. La empresa Sevillana de Electricidad decide emprender la dificultosa tarea, entre otras cosas para intentar controlar el agua que llegaba a los  del río Guadiaro situados aguas abajo y propiedad de la competencia. Se contrata una empresa sueca, la Sociedad Anónima Sueca de Sondeos en Diamante que comienza a preparar los proyectos. Se inician los preparativos para la obra con grandes dificultades en 1922, se trazan líneas eléctricas, se construyen carreteras, se preparan los terrenos, se contrata técnicos y obreros desde enero de 1.923; el día 12 de octubre de ese año comienza el levantamiento del muro de hormigón de la presa. Los trabajos se hacían durante 24 horas al día, 7 días a la semana en tres turnos de trabajo, de seis de la mañana a dos de la tarde, de 2 a 10 de la noche y de esa hora a seis de la mañana, las grandes dificultades del terreno y diferentes problemas laborales retrasan y encarecen la construcción. El 26 de marzo de 1.924 se termina el muro de la presa. Uno de los primeros que se construyó en España de hromigón con forma de herradura. La empresa encargado d ela obra cambio la mentalidad en la comarca, se pasó de la Edad Media a un sistema europeo del siglo XX, el establecimiento de contratos, atención sanitaria a los trabajadores, turnos de trabajos estables, control de las autoridades sobre la empresa y los derechos de los trabajadores, atención eclesiástica en los turnos de trabajo de los domingos y otros derechos antes nunca vistos en la Serranía.
El gran problema del embalse es que la roca caliza sobre la que está construido presenta gran cantidad de grietas que ocasionan la pérdida del agua almacenada a través de la Cueva del Gato, que comunica con Hundidero formando uno de los complejos Karsticos o calizos más interesantes de Andalucía.
Bien pronto se manifestó la inutilidad del embalse, se trató de tapar las fisuras con cemento y asfalto, hasta se intentó impermeabilizar el fondo del embalse con arcilla, nada se consiguió sino gastar más dinero en una obra que ya era faraónica en sus planteamientos. La solución de taponar las surgencias de agua en el interior de la Cueva de Hundidero-Gato tan solo permitieron abrir una comunicación entre ambas bocas de la cueva que se completó en septiembre de 1.929. Los intentos de impermeabilización continuaron de forma intermitente durante los años siguientes, la llegada de la Guerra Civil marca el fin de la ilusión de retener el agua en el Embalse. A pesar de ello, los naturales de la zona aún dicen que la construcción del Embalse de Montejaque fue muy positiva “por que dio muchos jornales”.

Es peligroso y no es aconsejable acercarse al muro de la presa, de hecho, por motivos de seguridad está prohibido aunque algunos traspasan la valla metálica que lo impide. Junto al inicio del aliviadero de la presa encontramos una estrecha y empinada vereda que desciende bruscamente, si decidimos bajar hasta la Cueva del Hundidero hemos de tener cuidado, aunque ha sido arreglado recientemente por parte de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía no deja de tener sus dificultades por lo empinado de la cuesta; si bajamos llegaremos al cauce siempre seco del río Gaduares, también llamado Campobuche, entre altos matorrales de adelfas  seguiremos su seco cauce hasta entrar en la Cueva de Hundidero. La enorme altura de la boca, las palomas torcaces, las rapaces en vuelo y las rocas que parecen querer desprenderse sobre nosotros nos harán sentir pequeños ante la impresionante boca de la cueva. Podemos penetrar hasta que la perdida de altura del techo y sobre todo la ausencia de luz nos lo permitan. Diversas escenas de la película “El rapto de la Sabina” se rodaron en esta espectacular cueva.
Como casi todo en La Serranía de Ronda, el embalse de Los Caballeros y la Cueva del Hundidero son únicos en el mundo. Merece la pena una visita.

A consecuencia de la publicación de esta entrada recibo un correo de  un lector llamado Paco Puya que vivío en Montejaque hace unos cincuenta años, me comenta que la chiquilleria más atrevida de Montejaque jugaba a subir desde  el pie de la presa hasta lo alto del muro a través de una escalera de peldaños de acero incrustados en el hormigon de la presa, faltan varios peldaños de esa escalera, yo pensaba que había desaparecido por efectos de la oxidación del metal pero, Paco me dice que ya en aquellos tiempos la grapera estaba deteriorada, pero no por las inclemencias del tiempo o el paso de este, sino porque debido a las penurias de aquellos años, la necesidad hacía que se dedicaran a cortar los peldaños para venderlos como chatarra y por ello había cierta distancia entre los peldaños, lo que hacía mas peligrosa la ascensión, pero las inconsciencias de la juventud superaban el miedo al abismo y auna posible caida. Gracias Paco por tu información.

También Loreto me hace llegar un comentario en el sentido de la falta de grapas en el muro, era el año 1.970 cuando junto con su hermano Manolo y su primo Fernando, descendieron desde el puente hasta la base del muro por esas grapas. Lo hicieron a pelo, sin ninguna cuerda de seguridad. Aún hoy, cuando vuelve a esa zona e cuesta creer que lo hiciéramos. Pero la juventud es audaz. Gracias Loreto.

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