Grulla

Andrés Rodríguez González Febrero 8th, 2014

Fauna de la Serranía de Ronda

Grulla 

De nombre científico Grus grus.

Ave de gran tamaño de hasta110 cm de longitud y 200 cm de envergadura, de color grisáceo con aspecto esbelto, de patas y cuello alargados. Cabeza con pileo rojo enmarcado en una franja negra anterior y posterior al pileo y que cubre la garganta y la mitad superior del cuello. Franjas blancas desde las mejillas hasta que se unen en la parte media trasera del cuello. Cola corta. Las plumas primarias y secundarias de las alas son negras. La coloración de la cabeza en los jóvenes es parda. Se alimentan de leguminosas, cereales, hierbas y raíces; gusanos, insectos, ranas, sapos, pajarillos y pequeños reptiles.

Son aves emigratorias. Aparecen hacia España y el norte de África a finales de octubre y principios de noviembre, siguen una ruta invariable que atraviesa Europa hasta llegar a España donde penetran por la zona Pirenaica occidental. En el mes de marzo utilizan el mismo camino para regresar a sus zonas de cría en el norte de Europa y Rusia. En España invernan en número elevado en puntos del centro y todo el sudoeste. Sus lugares habituales de estancia en esta época son los encinares y campos cultivados de cereales, que les proporcionan alimento abundante, aunque utilizan zonas despejadas como dormideros, en ellos se aprecia un enorme trasiego al amanecer y anochecer. Cuando yo era niño recuerdo haberlas visto con presencia muy abundante en las dehesas de Extremadura, pero su número ha disminuido considerablemente, al menos en la zona donde las veía. La Serranía de Ronda no es lugar de paso para ellas por lo que son muy raras de ver, sin embargo si aparecen en las llanuras cerca de las lagunas de Campillos y sobre todo en los alrededores de la Laguna de Fuente de Piedra.

Es muy característica la forma que adoptan en V en sus vuelos a gran altura, con el cuello estirado, con pesadas y grandes batidas de alas y con un «kru-kru-kru» incesante. A diferencia de los gansos, con los que se confunden frecuentemente, las grullas no conservan mucho tiempo esta disposición en V.

Distribuida durante el invierno con preferencia en las dehesas del suroeste de la Península Ibérica , concentrándose durante los pasos migratorios en zonas húmedas situadas en las rutas de viaje como la laguna de Gallocanta o el embalse de La Sotonera en Aragón.

Hacen su nido en el suelo, en zonas pantanosas y turberas del norte de Europa; la puesta es de abril a junio con dos huevos entre pardo-verdosos a rojizos; la incubación que la realizan ambos sexos dura unos 30 días; los pollos que se mueven rápidamente del nido, vuelan tras unos 70 días. Al parece la última pareja anidó en nuestro país hacia 1953-54 en la hoy desecada Laguna de la Janda, en Cádiz, en el siglo diecinueve eran muy abundantes y criaban normalmente en varias otras localidades. No tienen interacciones importantes con otras especies al ser una especie de dieta vegetariana principalmente. No tiene depredadores especializados, aunque en ocasiones sufre ataques de grandes rapaces como el Aguila Real o incursiones en los dormideros por depredadores oportunistas como jabalí o zorros. El carácter gregario de la grulla durante el invierno aumenta la dificultad de ser sorprendida por un depredador, así como su comportamiento esquivo y costumbre de utilizar zonas encharcadas para descansar durante la noche.

Muy gregaria durante la migración y mientras está en la Península Ibérica. Se pueden observar bandos de miles de individuos en los aguaderos de mediodía en algunas zonas de invernada. La mayoría de la población se alimenta en grupos de decenas o cientos de individuos, pero el tamaño exacto depende en parte de la densidad local de alimento, y en parte de la disponibilidad de alimento en el conjunto del área de campeo. También es posible observar grupos familiares de dos adultos y dos o tres jóvenes aislados de los bandos, pero que mantienen un contacto visual o sonoro con otras familias que ocupan zonas próximas. La frecuencia de estos grupos familiares es mayor en las zonas clásicas de invernada que en otras situadas en zonas de paso migratorio.


Esta foto es de Juan Tebar, extraordinaria como todas las suyas.

Mas cercana en el espacio pero igualmente magnífica es la que sigue, en este caso de Juan Luis Muñoz.

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