Fauna de la Serranía: Collalba negra

Andrés Rodríguez González Enero 14th, 2011

Collalba negra Oenanthe leucura
Pájaro de tamaño mayor que otras collalbas ibéricas, muy fácil de identificar por su plumaje negro brillante en el macho y pardo oscuro en la hembra, que contrasta con el color blanco de otras partes de su plumaje. El contraste blanco y negro en la cola tiene la forma de la característica T de las Collalbas.
Se distribuye por los todas las zonas montañosas del Mediterráneo penetrando hacia el interior de la península por el Sistema Ibérico hasta la Rioja y Navarra y por Sierra Morena hasta Extremadura. Distribución local y bastante escasa en ambas mesetas. Sus mayores abundancias se dan en el Levante y el sureste peninsular, en zonas cálidas y áridas desde el nivel del mar hasta 1.800 m en Sierra Nevada. Bastante abundante en la Sierra de las Nieves. Gusta de vivir en zonas escarpadas, rocosas, desprovistas de vegetación y todo tipo de formaciones calizas o arcillosas. Las densidades más altas se dan en áreas esteparias con ramblas y taludes del sureste de España.
Tiene una dieta fundamentalmente de origen animal, aunque puede consumir pequeños frutos y bayas en otoño e invierno. El alimento animal comprende desde pequeñas hormigas hasta grandes escolopendras y pequeñas lagartijas, aunque en su dieta predominan los escarabajos principalmente. Rebusca presas en el suelo o las apresa volando desde posaderos.
Tiene normalmente dos puestas anuales de unos 3 a 6 huevos entre marzo y julio, aunque algunas parejas llegan a criar hasta tres nidadas consecutivas. Debido a la frecuente depredación, se dan frecuentes puestas de reposición, de forma que algunas parejas llegan a realizar hasta 5 intentos reproductivos en una misma temporada. Los huevos son blanquecinos con un leve tono azulado y con pequeñas manchas rojizas en forma de cerco en el polo más romo. Nidifica en pequeñas cavidades naturales en taludes y pedregales, pero también en todo tipo de construcciones humanas, desde paredes de cobertizos y corrales hasta nichos en cuevas anteriormente habitadas en ciertas zonas de España. Lo más característico de su nidificación es la gran cantidad de piedras con las que soportan, sujetan y rodean el nido.
Cría desde el primer año de vida y es característica su baja tasa de supervivencia adulta de tan solo el 50%. Es una especie normalmente monógama, aunque se dan casos de poliginia. Tanto el macho como la hembra acarrean piedras al nido, aunque el macho es más activo en esta tarea, mientras es la hembra la que construye el nido propiamente dicho. La hembra incuba sola durante dos semanas, mientras ambos progenitores cuidan de los pollos durante unos 15 días y durante al menos otras dos semanas de los volantones fuera del nido.
Son muy territoriales. Las collalbas negras suelen expulsar a otros individuos de sus territorios, especialmente si son del grupo de los Tordos, quizás sea por la competencia de recursos alimenticios. En otoño e invierno pueden agregarse a las collalbas negras otras aves como colirrojo tizón, roquero solitario y algunas especies de currucas, aunque se desconoce la función de esta conducta. Entre los depredadores de nidos se encuentran culebras, lagartos ocelados, lirones, zorros y urracas.
No emigra a pesar de condiciones invernales duras en zonas del interior, permanecen las parejas en sus territorios. Solo en zonas de montaña y durante olas de frío extremas se desplazan a altitudes más bajas. Es  una especie que se considera como En Peligro en Europa en cuanto a su conservación aunque en España está considerada como “No Amenazada”
La fotografía de la collalba negra es de Juan Luis Muñoz.

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